Newspaper Page Text
- ACION' A UVNC.' 11 precio de susoricion en los Estados . A p. y Uniose s: or unr.5 año 010 á lHr 6 meses< Los Aio prmn ec * 060ctpor 3 ¡meos 27 cta. Toda m i pa o suscricion se paga adelantado. mnenos], de unO 0~ pór lo b~guuhe. Fuera de Nueva Orleans no es admitiri Imenros y oa cto. Ie a uno ain tem pr Mingun auscritor por meno. de 3 mese. ¡ * trio etrea io allo, que s Inserto pore Intr convenionalot,.&4u fo £u las islas de Cuba y Puerto Pico, en convencional. Méjico, Yucatau toda la America de sBr, en cobrará* loa precio, que se de lfos Anuncios 6 Comnalemo en pros iOgnen er otro lugar. 1.1 1 Li I4L I Ierno, *obro asuntos pero ea... papga. ~-La cataSdiriida £ lti rán e¡ doble de los precios ya cita~n. cian debe ser*sncm^ s esta Red. Advirtiéndome qno los Inaqltos 6, pers1oa0 cion________ db a de pore.idades no oe publicarn a ningun -~. PERIODICO POLITICO, LITERARIO Y MERCANTIL, OR9ANO DE LA POBLACION ESEAROLA. [AÑO PRIMERO.] VíwerateOrleansg, lernes, 14 de .Woviemb*e de 1851. [VOL. I.-NULM., O20.] EL PELAYO. EDITOR Y REDACTOR: E. SAN JUST. evm.@Orleu . 14 de Neviembre de 14 Sá. AVISO. A NUESTROS SUSCRITORES DE ESTA CIUDAD. r7Desde el hines 17 del corriente empeza rán los repartidores la cobranza del tercesi mes de suscricion 4 los que la abonan por meses, y como nos causa un grande perjuicio el tener que enviar cuentas A principios y á mediados e cada mes, esperamos que los señores sus critores que se suscribieron al principiar la pu blicacion, y los que lo haya¡ihecho despues del 1 * de Octubre, tendrán la bondad de abonar la suscricion hasta el 31 Diciembre á fin de empezar desde 1 ®* de Enero próximo, con toda regulardad, las cobranzas al principio de cada mes. Las personas que se suscribán por trimes tres, semestres ó afos, deberan empezar á con tar siempre desde el 1 * 6 el 15 del mes, pues nos causa grandes inconvenientes el descom pletar las colecciones que se separan para el estrangero$ lo cual sucedetá siempre si no adoptamos este sistema, y no dudamos que nuestros suscritores lo aprobarán. Desde que el mundo ecsiste se ha visto tan plagado de monomaniacos, que no es estrañio que en nuestros dias se nos pre senten 1 cada paso una multitud de ellos que pretendan gobernar y dirigir la socie. dad en que por desgracia estan llamados á hacer parte. Hombres-manias que á se. mejanza de aquel que asentó que el mundo iba á concluirse, cAusan un sinnúmero de victimas entre los que tienen fé en sus pa. labras.-Hornmbres que siguiendo un cri. mninal sendero solo por satisfacer ignobles pasiones, esplotan la credulidad pública haciendo mas daño que el mas terrible azo te que pudiera afligir á la humanidad. Hombres que se erijen en representantes de la opinion de un pueblo por medió de un diario y en protectores de sus intereses, correspondiendo de la manera mas villana á la confianza que se lea¿ llega á dispen. sar. Esta clase de hombres, decimos, que por desgracia se encuentran diseminados por todo el mundo, abundan mas en este pais que en cualquier otro. Como hijos de una raza fria, egoísta y avara, ante esta pasion que los ajita desaparece el progreso de la razon y las luces generales. Senti. mientos, opiniones, mácsimas, principios, falso, verdadero, justo é injusto, es lo mis. mno & sus ojos con tal de dejar satisfecha su insaciable codicia. Este horroroso vicio de la mayor parte de los que componen esta asamblea de representantes de l1s o. piniones de los pueblos, estriha en que, ge. neralmente, á sus pasiones no pueden opo. ner una creencia moral, porque si en al gun tiempo la tuvieron hoy dia ya se halla enervada. Al espresarnos de esta suerte, la cáusa no está mas que en estos escritos que (dia. riamente vemos insertados en casi todos los diarios de este pais; escritos que en lu gar de servir de correctivo á las mnalas pa siones, no hacen mas que ecsasperarlas; escritos que producen utina ajitacion que es tá muy lejos de asemejarse á la que pro duce el sentimiento de una cosa justa; porque ellos defienden la injusticia, llegan do á hacer de esta suerte, hasta á que se mire la ley como un testo vano, que cada uno puede interpretar á su modo, y en un caso dado, arbitrariamente, segun las nece. sidades momentáneas. La mayor parte tienden á aconsejar á que se revelen contra muchas cosas que aun cuando se creen deberse observar, no estan en perfecta ar monia con algunas de sus vanas teorias; y aun cuando nosotros debemos condenar semejante proceder, no levantaremos nues tra voz sino cuando veremos que se hallan tambien dispuestos á hacer resistencia al tratarse de acatar un acto' de jtfticia que reclamamos. Tódos los dias teimos reproducidas algu. gunas opiniones de estos periódicos que nos estan ocupando, que por cierto con es cepcion de alguno que otro, todos se hallan acordes en aconsejar que no se dé A la Es paña ninguna clase de reparacion, y hasta llegan á querer volver en ridiculó las jus tas reclarnaciones de Esplat. Nosotros podrianmo repbducir muchos de los escri tos, que tratan de una cuestion tan séria de. por si; pero no lo hacemos por ahora por dos razones asa@ importantes; la pri. minera es que quiza sé fundan en falsos a. nuncios de un rotíipifiento, y la segunda porque queremos tratar este asunto con muchísimo mas detenimiento. Pocos dias creemrnos que nos serán sufi cientes para ello; solo los que se necesitan para recibir las noticias por conductos fi dedignos. 0r lHaceo algunos dias que al publicar los despachos tel ráficos, sobre las noti. cia§ de Españla que nos trajo de Europa el vapor Parific, con fecha 15 de Octubre de Liverpool, intercalamnos en ellos el siguien te párrafo : "11UEn este lugar algunog periódicos de esta ciudad insertan una enorme bola, (humbug, co mn ellos lo llaman,) sobre de que en España su ha hecho una proposicion con el objeto de que se vendan las Antillas españolas (Cubay Puer to-Rico) á la Gran Bretañfa, la cual & nuestro entender no debe ser ni reproducida ni refutada. (RR. del Pelayo.)" Al espresarnos entonces de esta suerte, no era mas que guiados por ese conoci miento que creemos tener de las ideas que á este respecto tienen los hombres que hoy dia figuran en el ministerio espailol, y se gun parece no anduvimos desacertados en llamar á la tal noticia BOLA. Entre los periódicos que recibimos ayer del Norte encontramos en el Ledger de Fi ladelfia un largo artículo que se ocupa de este asunto, el cual vamos á poner en co nocimiento de nuestros lectores por ser dig no de ser leido.* He aqui el articulo del Ledger, de Fi. ladelfia : ESPAÑA E INGLATERRA. Dos periódicos alemanes la Gaceta de Co lonia [Cologne Gazelte] y la Gaeeta de Kolner (Kolner Zeitung) han publicado cartas de sus corresponsales de Madrid, en las cuales se dice que se habia presentado y discutido una pro posicion ante el Consejo de Estado de España, cuyo objeto era el de ceder la Isla de Cuba á la Gran Bretañfia por la suma de $150,000,000 -la cual daria un interes equivalente ( la renta que paga Cuba á España. Los puntos de don. de nos viene por primera vez esta noticia ó cuento no son, en nuestro concepto, los mas á propósito para encarecer su probabilidad. Nuestro mente no alcanza á comprender de qué manera pudieran los corresponsales de dos periódicos alemanes obtener conocimiento de los procedimientos del Ministerio Español reu nido en Consejo, que, como los de otros gabi netes, suelen conservarse secretos entre los miembros del Ministerio. Si alguno de los miembros del Ministerio español fuese tan in sensato ó tan n¿cio que divulgase los secretos de sus cólegas, es de suponer que enviaría sus revelaciones á Inglaterra,-el pais directamen te interesado en semejante proposicion,-v no á un pueblo recóndito de la Alemania, en donde no habia de saberlo ningun rey ni embajador, á menos que diera la casualidad de detenerse allí en sus viages. Y la parte mas admirable de este cuento es, como un estraño.-unos sim ples cofresponsales de un par de periódicos de las provincias alemanes-pudiera adquirir infor me de los actos reservados del gabinete nacio nal. Esto tiene mucha semejanza con las noticias que suelen comunicarse de vez en cuando por [*] Nuestros lectores juzgarán, por el sen tido en que se espresa el Ledger en este arti culo, cuanta es la animosidad que reina entre el gabinete de Washington y el de San James al tratarse do la Isla de Cuba. Algunos opi nan que este es uno de los motivos per los cua les la gran provincia española no será separada de la Esbpafa; pero somos de parecer que mas bien será por sus propias fuerzas que ella se con servará fsér .1 ciertos corresponsales de Washington, relativa mente 4 los secretos del gabinete, recogidos en las conversaciones que se oyen en las bar berlas, y enviado á las periódistas para que ob tengan por nuestro conducto una grave impor. tancda. Ditnmos pues. que ni 1¡ monarquía española, ni el mministerio español, ni el pueblo espaflol, tolqrarian por un solo momento semejante idea. El motivo que se atribuye A la proposicion de que hacen menicion los citados corresponsales, es de que la Españia teme perder la isla de Cuba por una invasion de los Estados-Unidos, y que por lo tanto se ahorraria una perdida de dinero vendiéndola u lal Inglaterra. Espaiña sabe demasiado bien que A pesar de la ansiedad que manifiesta la pordion pirática de los Esta dos del Sur para logrir la adquisicion de Cuba, los intereses agricultores de aquellas regiones lo mismo que la mayoría de los habitantes del Norte, Centro y Oestede esta República no convienen en echarse encima la pesada carga que nos impondria una adquision tan costosa. Una isla que requiere constantemunto un ejér cito considerable para conservar sus esclavos en sujecion, y una fuerza naval que vigile sans cos tas para impedir que se conviertan en guaridas de piratas, requerirla una suma de de impues tos de estos Estados mucho mayor de la que voluntariamente convendria en pagar este pue blo. Ya hemos preseo tado al público otras ob jeciones de consideracion en contra de la adqui sicion de Cuba, que prueban claramente que es cosa en que no deben pensar los Estados-Unidos. Por lo tanto España no debe temer nuevos dis turbios en Cuba por parte de nuestro pais (1) y de consiguiente no puede tener el motivo que se le atribuye para querer venderla á la Gran Bretaña: mientras que por otra parte la indis putable lealtad de los cubanos a España, fun dada en su origen, en su idioma, en sus leyes, sus tradiciones, sus hábitos y costumbres y en su 6dio mortal contra la raza anglo-sajona (2), deben destruir todo temor de que quieran ha cerse independientes los habitantes de aquella isla. Ademas, los numerosos dueños de es clavos que residen en Cuba, tienen necesidad del ejército y la marina de Espafa para defen derlos de insurrecciones serviles y de los ata ques de piratas. SY ¿acaso se someterían los cubanos tranqui lamente á semejante magenacion? No lo creemos. Indignados con an pago tan cruel por su lealtad, y detestando eual detestan a los ingleses, preferirian mil veces proclamar su independencia, alegando conjusticia quo si no 1 habian de ser espaitoles serian cubanos antes que otra cosa, y que mientras pudieran luchar por su independencia, no consentirian que se les vendiera como una manada de ovejas, y so bre todo á un enemigo inveterado. Entonces si, pelearian por suinde endencia, y un ejército de cien mil soldados ing eses no podria conquis tar la isla. El pueblo indignado hallaria una fortaleza en cada selva, en cada elevacion, en cada montaña,-y Cuba es una gran montaña, -y veríamos allí repetidos los hechos qpe nos presenta la historia española contra Romanos, Godos, Moros y Franceses! El Gobierno In gles que sabe y comprende todo esto, es dema siado astuto para dar $150,000,000 por oel ri VILEGIO de hacer una tentativa initil para con quistar una colonia de la cual no tiene necesidad. Toda la nacion británica no podria suplir 50,000 soldados para dedicarlos ú la conquista de aquella Antilla. y 100,000 soldados que tue ran á ella con oe objeto, solo hallarían en ella su tumba. L:ai Gran Bretafia está abandonan do paulatinamen`te el sistenima colonial porque conoce que el tráfico vnluniiro con las nacio nes libres es mucho mas útil y provechoso que el tratoforzado con las colonias. Por lo tanto la Gran Bretaña no aventuraria el enoreno gas to de un tráfico forzado con la islai de Cuba; mientras que está bion convencida que su co mnercio voluntario con España, si esta quiero ha cer ventajoso el tráfico,-lo cual podria y ha ria,-le será mucho mias provechoso. Probablemente este cuonto absurdo da la venta de Cuba á la Gran Bretaña, será la obra de algun anglo-americano residentc en Ma drid, que néciamente cree quizas, que por me dio de una agitacion puede lograr que aqueHa islavenga á parar forzosamiente al poder do los Estados Unidos. (1) Suponemos que el Ledger querrá decir que el Gobierno de los Estados-Unidos no to mará parte alguna en las incursionis piráticas; pero ¿puede garantirnos el LJdgír que oel Go bierno impefdirá con mas eficacia que hasta aquí lasespediciones piráticas ?-llt. DEiL PIl.AYO. (2) Si existe ose '6ddi nortel" contra la RAZA, es solamente entre las clases menos ins truidas, y estnas iinii motivoa «vir:I oliírls -In CAUSAS Y RESULTADOS DE LOS SUCESOS DB LA ISLA DE CUBA. EN SETIgMAibE DP 18M. DISCÜUtSOfEBCOlTO POE D, JOSE MIGUEL COMES, Prekitero secuar. 1. (Finaliza.) , La licencia moral que introducirlan lbs aven tureros de todas las naclones, llovldos sobre Cuba desde los Estados americanos, y que tan seductora atraccion tiene para con la gente mo za 6 mal inclinada, tampoco se avendria nsny bien con la fé y las máidmas del catoliesmnw; y esta f¿ y estas máximas vinieran cadodia deser tar en tropel numerosos creyenntes, que abrazA rian gustosos una creencia que en nadacree. , Ademas, las familias indígenas irian redtL ciéndose á muy corto nátero. ¿Y las de la raza que absorberia el ptis, en su mayor parte, que religion importarian 1 Por cierto no la ea tólica. Ahora bien : quitese de la Isla sur ac tual creencia, y visto está ya que se la privar¡a con esto de su primner elemento de vida y de la condicioniprincipal & que debe tal vez toda su felicidad. Asi lo conocian los estranjeros partiderloesde la aneesion;y á fin de que los' secuaces que para sus espediciones buscabanl, np les recorda sdn como obstáculo invencible la imposibilidad de una revolucion política que habia de tener por consecuencia inmediata un cambio religioso necesáriamente destructor de lk Isla, imagina roni presentar como ilusorio este cambió;. pues quisieron suponer que no tenla en la Isla do Cu ba muy profundas raices el sentimniento reli gioso. Se engaftaban; 6 por mejor decir, meatianr. Mentianr6 infamaban. La Isla de Cuba ha sido y es esencialmente religiosa. Sus detractores, esagerando con mala fe, la menos ecsaeata observancia de las prácticas piadosas en unos pocos, deducian de ello con absurda consecuencia la pérdida de la fé en los mas. No hay ciudad chica 6 grande en el mundb católico, que no cuente entre las muchas fami lias de fieles, observadores del cult« esterno prescrito por la Iglesia, algunas que, & por creerse demasiadamente ocupados en los nego cios temporales, 6 por descuido, 6 por tibieza, 6 por respeto humano mal entendido, no cumplen con la ecsactitud debida las prácticas devotam impuestas por la religion. ¿Pero esta clase de personas negligentes es acaso maienunierosa en las ciudades de la Isla, que en las populosas y comerciales de otros paises catlicos ?-No. Y este es un hecho notorio y palpable qge es pre ciso recordar siempre a.los denigradores del espíritu religioso de los cubanos. Como pre ciso es destruir el fatal error que envuelve su raciocinio, cuando por sola una iñobservanetu práctica parcial de los actoq de piedad aWtr yen la no creencia general en la fó católica que los prescribe. Entre np creer y no practicar hay un dife rencia inmensa. Y sino; pregúntese á esos pocos que con mas 6 menos negligencia des cuidan los deberes de la religion católica, si opi nan 6 no que esta religion es la túnica verdu Sdora. Ni uno solo contestará negativanmente. Progúntese á todos los habitantes de la Isla de Cuba si quieren renunciar al titulo honroso de hijos de la Iglesia Católica que adquieron por el Santo Bautismo; si quieren apostatar de iuno solo de las dogmas do nuestra F¿; si quie ren abrazar otra creencia distinta; si quieren que sus hijos sean educados en otra doctrina mas que la Católica, Apostólica, Rómana; y no habrá uno-; No!-no habrá ulno siquier», que no rechace con horror tan odiosa propues ta: no habrá uno que con viva fe, con sarno entusiasmo, deje de eselamar "¡Soy cristiapo soy católico! Católicos fueron mis padres; católicos son mis reyes; catolica mi Patria. Católico he oivido ; católico he de merir ; en el catolicismo he de instruir y educar á mis hi jos todos!. . . . . . . . . . . . ¿Y la isla de Cnba noes catolical ¿Pues en quét consistirá el serlo? Calumnia y caluminnia vil, fuá la de los que acusaron 'e infiel iá su Dios & un pais Sque en El vivo, y que á El se considera deudor tde su ser, de fn dicha toda. Ihay tal vez aligunos fieles mas tibios en la Sobservancia de los preceptos prácticos. Enho rabnena ;Y donde no los hay? Pecó en ol pa raiso el primor hombre : pecó no lejos de la Crunz 1l Redentor el hombre que Cristo eligi& para pedra de s1 Iglesia: pecaron imuchoi hom I>r qiue c\n r:azon ustán iin\ hyscritns oii el ca-