Newspaper Page Text
8SVSfIo0ON. El precio de suscricion en in EMstadoí Uiidío.i es . Por un aflo 810. I nr 6 Llif-vs ¡*3 J cis, por 3 ¡n-sce s2 75 ctu. Touja MUcriciun sMe paga adelantada. Fuera de Nueva Orleans no se adilitirá ningun suscritor por umenos du 3 mnIsoc. En las iWas lde Cubia y 1'Puerto P'ico, en Mijico, YicatIUn y to1i¡ la Ameriva lel tíir, sa cobrarán los preclus que ase de. migien el otruo lugar. I 1,i4Las cartas dirigidas & esta Redac. elon deben ser rrancas de porte. PERIODICO POLITICO, LITERARIO Y MERCANTIL, ORGANO DE LA POBLACION ESPAÑOLA. [AÑO PRIMERO.] ."'uevat-Orleans, ]Pernes ¿ de Diciembre de 1851. [VOL. I.-NUM. 29.] __EL PELAYO. EDiroR Y REDACTOR: E. SAN JUST. Nueva.OrléMn., 8 de Die.embre de, I 8i. EL MENSAJE DEL PRESIDENTE. [O3 Al leer ayer este ansiado do cumento, hemos descubierto que está muy lejos de poseer el grande interes que se suponia tendria para los espa ñoles en general; y en vista de esto he mos determinado estractar aquella parte que pueda interesar á nuestros lectores y darla en las columnas, del Pelayo, pues creemos que seria infruc tuoso el hacer un gasto de 875 4 080 para publicarlo por entera segun ha biamos anunciado demorando de esa modo el que nuestros suscritores se pan cual es la parte que les interesa. Véase el estracto en la 2.* página. La ansiedad general que se esperimenta por saber el revaltado de las negociaciones habidas entre el ministro de España en Washington y este gobierno son indeci bles. El mensaje del presidente de la re pública nada nos deja traslucir sobre el fi. nal que ha tenido la cueátion del arreglo y en verdad que lo estrailamos despues de tan to como se ha dicho de que en el mensaje se hablaria detenidamente sobre ello. El principal objeto de las conversaciones se reduce en querer examinar hasta qué gra do pueden ser ciertas cuantas noticias se nos han trasmitido durante los últimos ocho dias, sobre todo al habersonos asegurado que todo estaba terminado. La confesion franca y esplicita que aguardamos de los órganos del gabinete de Washington, sobre este asunto, no ha llegado aun á nuestras manos, y estaroos tentados de creer que su cede una de dos cosas, 6 la cueition espa ñfola no se halla del todo arreglada 6 el gobierno americano, como otras muchas veces hemros dicho, impide el que se dé al público uno de sus actos por el cual antes de la reunion del Congreso hubiera podido atraerle enemistades y hubiera quizá le vantado la espantosa gritonria de toda aque. la parte de la prensa que se ha erigido en¡ defensora de toda injusticia. El Sr. MRy enviado de nuestro gobierno, salió con pliígos para Madrid on cl vapor Canada el 19 del pasado y es muy natural q * su salida tuviera por único objeto el dar cuen ta al Gobierno de España del definitivo ar reglo; luego puedo que haya arreg!o y que este arreglo sea conforme con la demanda de la Españia. lHemos dicho al principiar este articulo que la ansiedad era general por saber el resultado; pero sea cual fuere, ¿puede uno presumir ni siquiera por un monmento que este resultado sea en desdoro dle la España? No és posible. Lis terminantes órdenes que nos dicen desde Espa;iñ que el gobier node S. M. ha dirijiJo al Sr. CALoRnoN DE LA BAUCA para obtener It que se nos debe dle justicia, no son de una Iuaturaleza tal que se pueda cree'r en la posibilidad Ide que se condescienda á considtraci¡nes de cualquier otro tenor, ni que se lifíguni1 á atenuar los hechlios que han pasado por nuestra vista; asi es como nosotros com prenidemos que lian debido llevarse á calia las reclamaciones. Pero enti(tda.e hii, que sea cual fuere dicho restiltdo, cstLimos muy lejos de ver una sollcion que II nos ga aantice por mucho tiempo el ¡ie( no ten. dráin lugar hechos (1d u ¡i l ur' n' (i los auiteriore! , y (< - !a I - p!ro' ucii¡» tc;ní- ii ;i ¡;¡it 1 i »*-;* ,i ;i.i (l ptl'!'V t' e utíuar io n ' i~ ) , i ''i za, (;u>iii l'a .i os (;,a (i'' íi ' p!»;ir.l tu ])llpIuna ;lte d( jrii;'e. a;rpip l¡;;r. Ann cuando el glpirinio d"o I ;nio U :iil.s h bi>. 'a accedi 4o o 'n 1. o loe fit i el gobierne espaiñol se encuntraba decidido á _1 tc . ae . cigir, coa que no creemos haya sucedi. o, ninca podíamos aguardarnos i ver una o alrera purat enctre 1, Isla de Cuba y la i imundu broza que pulula por lais ciudades | e la Union ávidla de hboln por medio del 1 aqaeo y del pillage, cuanto mas al ver, si i s así, que no humos conseguidp el que se < mos haga completa justicia. Ya 'is ntos ( lebemos esperar que las maisas declareiil i nudo de pensar sobre como se pieusa de os hijos le Espa¡ia; pues por demas se < ren declaradas desde hace mucho tiempo i r seguiran en su propósito hasta,-como i iemos dicho repetidas veces, - que nos i ?ncuentren dispuestos, no & darles una i leccion en particular comno la que recibie- 1 ron en los inolvidables campos do Cuba, o ino una general, para concluir de una vez < -on ello cuanto mas antes mejor. Así o nuestro gobierno tendrá luego mas tiempo para reponerse de lo que habrá sufrido, no sin haber hecho sentir antes la potente garra de su invencible Leon. Mas volva mos al arreglo de la cuestion espuñola que tanto interes causa entre nuestros compa triotas y que ha sido objeto de nuestros des velos desde hace algun tiempo. El arreglo de ello no puede ser mirado mas que bajo un punto de vista; cual es el que la España y sus representados no podran nunca con sentir el que no se haga la debida justicia á los que fueron saqueados por los de las simpaíiis, á causa del resultado de la es. pedicion a Cuba, violándose con ello de un modo tan escandaloso el hogar de ciudada nos de una nacion amiga y reduciendo h algunesde elloa 1 la miseria. Es imposi ble que despues de la reparacion que ecsije la violacion del consulado de España, no se haya ocupado antes que de otra cosa de la remnuneracion debida á los saqueados, 6 mejor diremos, una cosa no podia ser sin ir acompañiada de la otra. Decimos este en primer lugar, para no dar 6 pensar á nues tros enemingos que puede ser posible el que la España ceje en su demanda á causa de algun temor, y en seguida para despreocu. par á nuestros compatriotas sobre de si es factible que nuestro ministro en Washing to se separe ni del cumplimiento da sus de. heres por las órdenes que tendrá recibidas, ni de lo que el carácter español ecsijc aconsOjado por su propio corazon. Por lo tocante al gobierno español, estamos segu ros que se habrá guiado por la opinion ge neral de Espa ña representada por su pren sa ¿ do otra suierte el rministcrio Bravo Murillo nos daria unn muy p¡sima idea de su modo de representar el sentimiento de lo) hijos de Españia en todas épocas y sobre todo al tratarse de un vejamen como el que han sufiido sus hermainos en este pais y el insulto liecho á nuetro pahellon. Suponiendo, poues, que el gobierno de Wahiiinigton no ha querido referirse con crid;d al arreglo de la cuestion española por ese tenmor que á nadio so le hi oculta d(lo, no es de creer asimismo que no haya tenio lugar, y mucho menos que li Espa. ai 1 s esp;i'>hs no hayan conseguido )u e I uga jiisticia. No podeiom. decIr nas por shora io qui el r'sidente en su lten ae 1:' i&'Or1fi(¡ á las corresponi. dIeticias (|1i 11:1 m owliua(o ntre el Sr. Cal. deron de la trea'c¡y ol secretario de Estado, y que cíanido esas correspondencias se pu b:i:¡eu, te'ndrenos luar dr juzgarcon pan. sa y con tora la atencion que ellas requie rnui sulre (! Si la E1paia y sus subditos tanto pir ui( s c;so5 corrio por los que uriOl!i Sllhr:'C;l , 1 c. anlll tc.tdluá cot toJa al; 1 admiurin l rl Iu 1uS, ? ihan i"sfor7..al' contilni;ua )cnte por pr.'ent;i 1 al pú'blico aelo-:une ria la vesu li o u ' a~dos los b chu <u ti('ll relacion Ca lo malhadada c.pedicion invasrur, cup trágico fin en Cuba ha dado motivo 6 los i enfurecidos demagogos de esta República o para censurar y acaiminar 6 nuestra Nacion 1 y nuestro Gobierno por haber obrado con i la severidad y rectitud que en un caso se- i mejante debiera esperarse aun de las na- J cionies mas apaticas 6 menos escrupulosas , de la tierna. Pero, dejándose llevar del a impulso natural, consecuente & las faltas 1 ,aeas de republicanismo y democracia en que se ha nutrido la mente de las masas ig. i norantes y supersticiosas que forman la i mayuria de este pueblo inconsistente y : Uanómalo, y alimentado maliciosa y astuta- i mente por unos cuantos desmoralizados in trigantes en política el funesto principio que predomina entre los partidos políticos de esta coníederacion, de hacer á todo tran ce la guerra al partido que está en el poder, sin otro objeto ostensible que el de oponer á todo aquello que proceda de hombres que profesan principios y opiniones políticas diversas A las suyas; los periodicos que se intitulan órganos del partido democratico niegan y contradicen con criminal negli. genria 6 comnperversa y reprehensible in tencion los hechos mas auténticos, estra. viandode ese modo la opinion de todos aquelles que encaprichados en guiarse so. lamente por los periódicos de su partido, no quieren leer ni se dejan persuadir por las razones mas convincentes espuestas por conducto de los periódicos que sostienen doctrinas políticas que no convienen con las de ellos: y de aqui resulta que los hom bres que han bebido el pernicioso tósigo de las doctrinas propagadas por loí corrupto res de la moral pública bajo el manto de la legalidad y buena fé, son el instrumento por cuyo medio se hace A la nacion misma un perjuicio grave, que no son capaces de comprender esas masas hetereogéneas que creen convencer al mundo entero que son republicanos y demócratas por el solo mo tivo do oponerse 6 todo aquello que proce. da de una monarquia aun cuando sean los actos mas notables de justicia y moralidad; y esos hombres causan a su propio pais mna yor daño del que pudieran causarle sus mas encarnizados enemigos. Estos hechos, que no puede negar nin gun observador impareial de la política anglo-ameriíana, nos sugieren reflecsiones y exigen en cierto modo algunas observa clones por nuestra parte que creemos opor tuno espresar en estos momentos. El partideo que se ha arrogado el conve niente distintivo de democrático, es el nma numeroso de esta República, y de consi-. guiente es natural suponer que en él se en cuentre mayor número de hombres igno rantes 6 intolerantes. Ese partido se com pone en su mayor parte de ciudadanos na turalizados que ni comprenden el espiritu de las instituciones republicanas ni el sis tema político de esta República, y que se adhieren al partido democrático por la im prejion q(e causa en ellos la idea de que la palabra DEMOCRACIA significa en 108los sta dos ,Unidos lo mismo que en Europa. Esos ciudadainos, comno saben todos los que coi.n cen el putlIloue esta Ie'pública, son emi -grantes de las clases menos instruidas 6 peor acomodadas de Europa, y particular mente de la (Gran Bretañia, Alemania, Ilo landa y Francia. Esos hombres al venir A los Estados Unidos se imaginan que aqui hay la misma distincion do clase que existe eni Inglaterra, en Austria, en Prusia, Fran cia ó Rusia, y por lo tanto creen qie e) partili dotmcrafuo tienn por ohjet» * iI - ar nl w. or coC c l dsurtc ," '' (),j r j il h nil , 1e4di 1 11 R y 1 11r !' ,1)r * (e il.' i;contistahl!. q'r: hnti e loc * r.sr1 'ro l)iin ;icoim'lÍKd.; ()I'ic eflinirau S;i y s hlaci ciIidadanos, N iii.inirian o tfí ls u dcmbórra/rs t.i arii-tocrtiáos u¡í O l' ismí o r j ,r dcli ¡.Í:l, y l Cil;)!o > -n4dc dt lo qcrue lo suíi ln su.í [yrici()i(.s jideas» de to quo 1 lonüi la mnayoria de loa 1.01 AVDins~ plirlmente reeni6inteno rnorru,dii¡iodIes ¡¡p<.¡uéi el1 prir la primAnr ¡¡rc' eun qtiaijraI<# 11,2 renglo.¡es 4 Iuo¡ mas laríco 1 ¡&i ro (pi a#p nse rlen péjr tr¡mtestro.s 6 Bflos, se hará ¡un arreglo con vencinnal. oni Aflhifli¡ni Comunlradna. en Pro ti erso, g,íbre o¡t.untní personaics. pa¡ga rón el donble doet lofe 'cto4 ya cifaflom. AIvirt~itniitae que Ii. óoe¡l p ¡ersona lidades no su publicarán & niagun precio. ilustrados anglo-aimericanos que perteno. cen al partido whig que los demagogos po. líticos se emnpeñan en represcuntarcoino los aristócratas de esta confoderacion. Asi sucede pues, que, sin comprender el signi ficado del republicanismno 6 la democracia, segun fu6 la idea de Washington, Jeffer son, Adamns, Monroe y los nobles hl:oaes de la indepealenicia anglo-americana.-eso¡ inmigrantes que pronto se convierten en ciudadanos, sirven Únicamente para engro sar las filas democráticas y dardes una FUESZA FIwICA, pero disminuyendo mas y mias son ¡u111 número la FuniZA noRAI, del partido. ¡Acaso podrá negirse que on el partido whig hay una proporcion estraordi naria de inteligenicia ú instruccion politica comparada con la del partido democrática 1 Natural es suponer que los inmigrantes na. turalizados que, proocupados ya con las ideas que llevamos espuestas, puedan ser guiados fácilmente por el camino del error, haciéndose asi intolerantes y exigentes, como lo son esos demagogos que desgra. ciadamente se han puesto al frente de al gunos periódicos que han adquirido una po. pularidad inmerecida; y si se dedican & leer los centenares de periódicos que en esta República se dicen 6rganos de la demo. cracia es indudable que se acostumbrarán A mirar con desconfianza hasta las mas ir refragables verdades que asienten los órgn. nos de la actual administracion. La Union de Washington,-ese perió. dico que por espacio de tantos años ha si do el órgano oficial de lad administraciunes democráticas,-conociendo la verdad de lo que llevamios espuesto mas arriba, y sacri ficando & sus miras politicas y sus resenti. mientos de partido cuanto hay d' mas no. ble y sagrado para todo buen patriota, sea republicano 6 monárquico,- se empo. ña en atizar incesantemente el fuego de la discordia y conservar Á las masas demnocr. ticas en esa abyecta y perniciosa ignoran. cia que tan indi¡ensable es á los tiurta¡to políticos que. especulan en intrigas de esa natura!eza para triunfar d(l sus adversaieos en la próxima contienda electoral y levan* tar con ecandaloso estrépito el estandar te de la demnagogia que se les antoja lia. mar "de la deii¿orra<ria" por ser un titulo nmas conveniente á sus mal encubiertas mii. ras. La Union de Washington, enfure cida cual pudiera estarlo un tigre que se ve rodeado por una hueste formilable de re sueltos cazadores, no repara ya en los ma dios de qué se vale para desacreditar y ha. cer impopular A la admninistracion actual y el partido politico a que pertenece; y enra su furia atropella per todo, desbarra sin cesar prodigando groseros 6 intempestivos insultos, negras y estrambóticas calumnias, que so estrellan contra el sentido coinumn y de rechazo van á canusar grave perjuicio á la misma causa que quiere defender la Union, porque solo consigue que en los de. mas paises civilizados si l juzgue por oss escritos de la oponion dei luos demnocratas Lo. >s > li¡ o1 de ld i t1 nit itrac¡o CI 1;. y 1s !n )brWs 19110 citido al empezar estt Si lo, y otros variode dierentes puntt>5 . d<la i lion. iid¡citln(o lt 0c11 juicio y' mnoli' - racion, m e 'steI.i co7 n : In IIthl( eini!ití aun1 ren el dia, l t"r:)i;ar ela i rt ta; ra de ¡ convn r& ;'i l;s Iiims s i !io>r;nte. . o e:,t pueblo, que sils ilicas act . O los p iC-ni plu de \A lill ( i > i,.,'s v su-, (>¡iniji»'- rela:i t 1 1b1011-3 o, k ,Ia yra.- p.! ti ln - *a ''.* i n'.' dana qia popul ar vnii. cilai u i p or[: lluie iu rn i)t . i ' l tt' :. S¡la trii. i t i' !^1 ,i[ (> . ipi ir III' í¡11.' i~.. *r'i. lías. t \ t, ;hintii.i i bí' í ¡ i t' ;i'.t¡;i.!u auiLi 1. I ti Si iin- t'1t'i/<iti 1.i i; i¡ i;iiit í iji;ia pi>pu¡ar s' i';in;ui por Bdarle uí asjtectv diverso,