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El Pelayo. (Nueva-Orleans [i.e. New Orleans, La.) 1851-1852, December 19, 1851, Image 1

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vcmrMIcioN. * AN CN@CS*
El precio do ouscriclun en los Estados il Los Avisos puraennte *ca6iunicos y
*ulucricion se paga adelantada. I(j' 1ienílonJ i, run ctaditorlu.o 2 w
Fuera de Nueva Orslean nto se admitirá lo masa largos 6 os que so Insertene yr
ningun suscritor por menos de 3 mesea. trinestres 6 alos, se hará un arfetle
Ein las islas de Cuba y Puerto Pico, en cuvonvenclonal.
Mójico, Yucatan toda la America de'l Lost Anuncios & Comnmicadol, en p~
se c oraránlos precios que ss de. 6versot sob e a per a e .
rz3-Ias cartas dirIgida 6 esta Redac- e. Advirt endose qu los Insulto 6 persen*
clon deben ser franceos de porte. lidades no s publicarán á niagan nrta.
PERIODICO POLITICO, LITERARIO Y MERCANTIL,
ORGANO DE LA POBLACION ESPAÑOLA.
[ANO PRIMERO.] . even-Orl*ea s, Viernes, 19 de Diciembre de 1851. [VOL. L.-NUM. 88.]
- L.. PELAYO. __h
EoIroa Y REDACTOR : E. SAN JUST. es
NWeva.@rlase. 19 de Diciembre de 18A1. Sa
cu
Desde nuestro último número nada 6 mi
poco & ocurrido en el vasto campo de la ta<
política que sea digno de consignar en el ne
periódico: todo se halla en la mas profunda Ja
calma y por otra parte como nada nos di- ni,
ce ayer el correo del norte por el cual es. ga
perabamos tener noticia de alguna de tan- sal
tas decisiones como estan pendientes, en el as
Congreso de Washington, nos vemos obli. no
gados 4 no adelantarnos hasta que sepa. ta
mos de un modo positivo el resultado de pil
ellas. Lo que mas preocupa hoy dia los aq
ánimos de las personas de todas clases en cr
estos Estados, es la llegada del húngaro pu
Kossuth y de Lola Montes, y casi parece.
ria increible si uno no tuviera á la vista W
tantísimos periódicos como aqui se publi- ci
can, loa cuales muchos de ellos no se ocu- A
pan de otra cosa. El mensage del presidente no
de esta repiública al lado de las relaciones mi
de la llegada y desembarco de Kossuth es tu
de una opacidad inconcebible; periódico qu
hay que dedica esclusivamonte sus colum- re
nas á detallar hasta la menor accion de es. ha
te individuo y á insertar desde el primero toI
hasta el último discurso que ha dirigido á co
los distintos pueblos por donde ha atravesa.
do, desde que el Sultan lo puso en libertad. Pi
Mas el que conoce á las masas que for. mi
man este pueblo no tiene nada por que loí
estraliar las ovaciones de que son objeto, uir
personas que como Kossuth lleva en si el ve
sello de un gran revolucionario del siglo. qA
El pueblo de los Estados Unidos como hijo g
directo de una revolucion se creerla des- cl
honrado & sus mismos ojos si no acogiera la
de una manera la mas estrepitosa á todo ta
individuo que personificando una revolucion
de un pais sea cual fuere, se ha sacrificado D
para colmar su ambicion por ese medio,
aun á costa de perder la opinion ael mun- Y
do, su posicion y porvenir. No es este el
primer ejemplo que do ello nos dá este pue
blo. Mariana si se ofrece coadyuvará D
tambien este pueblo con todas sus fuerzas,
& satisfacerlas miras que 61él pueda tener
sobre aquel ú el otro pais, cuanto mas so.
bre el mismo que revolucionó, pues no en
valde se ha de apellidar como con tanta
justiciase le ha apellidado "simpatizador."
El gabinete de Washington conociendo s
cuan impolítico habia de ser el paso que se V
pretendia hacerle dar, recibiendo al gefe
Húngaro oficialmente, se ha abstenido de
ello, y por otra parte, hla conocido tambien i J
cuanto se rebajaria á los ojos de todas las
naciones, dando una inmerecida importan-¡
cia á Kossuth. El ha rechazado á esto e
respecto todas las sugestiones que so leo
han hecho y se ha mantenido firme en que. es
rer observar la marcha que sobre el mismo d
asunto observó Lord Palmerston, el minis. có
tro ingles, A pesar de la griteria que la pren- y
sa ha dejado y deja oir por ello, y k pesar ri
de decirse publicamente que el gabinete se ce
deja gobernar por una influencia estrange. el
ra ahogando la voz de lo que ellos conside- d
ran como un deber. d
Los últimos periódicos ingleses recibi- r
dos en esta y aun algunos del norte de es
tos estados, pintan á Kossuth como un có. c
mico de los mas consumados y dicen que n
esceptuando el Muire de Southampton el p
gefe húngaro no ha sido recibido por nin- q
guna otra autoridad, y ahora mismto se está 8
diciendo que á consecuencia do un debate d
suscitado en el congreso de Washington b
sobre su llegada á los Estados Unidos, se
encuentra muy resentido y piensa regresar i
á Europa. prueba patente del mucho apre. -
cio que el Señor hace de las personas que
ocupan altos destinos comparado con el que
hace de todo un pueblo "simpatizador"
que lo recibe en masa como lo ha recibido
el de Nueva York. Verémos en que pa. r
rain las correrias del tal Kossuth.
Otro de los asuntos que han llamado r
bastante la atencion en estos últimos dias s<
es, el del cañonazo disparado por el buque n
inglés al vapor Promethevs t4 su salida de E
San Juan, en la costa de Mosquitos y del d,
cual nuestros lectores tienen ya conoci- y
miento. Parece que el gobierno de los Es. si
tados Unidos ha pedido sérias esplicacio. ti
nes á este respecto al gabinete de San
James, y los periódicos se nos vienen po.
niendo el grito en los cielos clamando ven. y
ganza si no so dá utina respuesta que les
satisfaga. Lo que hay de cierto en este
asunto es, que Mr. Webster ha pasado una c
nota pidiendo una esplicacion, en cuya no. o
ta se crée va adjunta la protesta que el ca. c
pitan de dicho vapor pasó á su cónsul en tl
aquel puerto. A pesar de todo, nosotros d
creémos que esta no es una cuestion que
pueda llegar á tener graves consecuencias. n
Los reclamos de nuestro ministro en t
Washington, por las ocurrencias de esta a
ciudad el 21 de Agosto, permanecen in J
stato quo, por lo menos así nos lo dá á co. F
nocer la prensa desde que las notas diplo. t
máticas habidas con Mr. Webster han vis.
to la lux pública; cosa que hace suponer
Sque no habrá un arreglo definitivo ni se
repondrá a nuestro cónsul en esta ciudad, <
hasta tanto no se sepa qué actitud habrá
tomado nuestro gobierno en vista de las 1
comunicaciones que se le han dirijido.
Por lo demás, como dijimos al princi-.
piar este artículo, todo permanece en cal.
ma aparte una que otra oculta reunion de
los amigos de ir a invadir aunque sea el
imperio del gran Mogol, con el objeto de
Sver si so pesca algo, aunque no sea mas
Sque algunas onzas de plomo. Sin embar.
> go, no creémos que esta calma dure mu-.
Schos dias si se atiende á la importancia de
las cuestiones que están en vísperas de agi.
> tarse.
~F.~_a £Ir. -11. M.vun s 41.e n na --o
Y LAS RECLAMACIONES DE ESPAÑA. de,
- gui
[Continia.] aq
De Mr. A. D. Crossman, Corregidor de io
Nueva-Orleans, al Procurador de Dis. las
trito dp los Estados- Unidos en la misma un
riudad. y a
OFICINA DEL CORROGIDOR DE N.-ORLEANS. titu
Setiembre 18 de 1851. la
Nefor: Tengo el honor de acusar recibo de qu,
su comunicacion del 8 del corriente, por la cual 1a
veo que desea V. obtener informes "acerca de Pao
los ultrages que se dicen fueron cometidos re- nlu
cientemento contra el cónsul español y otros nid
españoles residentes en esta ciudad," A fin de eCp
comunicarlos al departamento de Estado en do,
Washington. hal
Ciféndome estrictamente á los hechos en te
este caso, diré en contestacion á lo que V. de. bla
sea saber, que el vapor Empire City llegó á P.l
este puert> muy temprano el 21 do agosto por sin
la mañana trayéndonos la melancólica noticia da(
de lihaber sido ejecutados en la Habana los que las
componian la division al mando de Crittenden, tra]
y consistia do cincuenta y un ciudadanos ame- qun
ricanos. [a] Esta noticia que reventaba el aci
corazon do angustia, fue coifirmada por los c0o
corresponsales de los periódicos de esta ciu. t
dad, [b] los cuales acompañaron la narracion ha!
del hecho con la de las atrocidades mas bárba
ras y horrorosas cometidas en los restos inani- clu
mados de esos infelices despues de haber sido se
fusilados. Estas noticias se esparcieron por la do
ciudad con la velocidad del rayo, y escitó al co0i
mas alto grado de indignacion y rabia á toda la de
poblacion. No obstante la simpatia universal féE
que manifestaba esto pueblo, no temí ni por iin
solo instante q(ue so hubiera cometido ultrage inf
alguno contra personas ó propiedades, hasta eso tIe
de las dos de la tarde, cuando supe que se ha. -
bian pegado algunos pasquines haciendo un lHa.
puntos que se designaba atacar; y á no haber en
sido por las enérgicas medidas que yo tomé [d] 1o0O
P-- pC
[a] Primera inexactitud de Mr. Crossman, el
pues todo el mundo. escepto él, sabia que no la
habia mas de 40 ciudadanos americanos. (Nota
del 7'.) mi
[b] Mr. Crossman parece mas bien guiado pa
por los periódicos de esta ciudad que por lo co
que dictaba lu ru.n v el bine crio-rio- i( l) ro
amientuo en un estlo incenuiario, a nn ae que par
unieran algunas personas para destruir, da- pro
nte la noche, la imprenta de La Union, prió- pro
io espafol que se publicaba en esta ciudad. mir
sto me indujo al instante á enviar en busca dud
i Honorable Joseph Genois, recorder de la goi
unicipalidad No. 1, d fin de comunicar con él6 pu
bra el particular, y despues de haber consul- jmi
do, creímos oportuno ir d ver al cónsul espa
1 A fin de persuadirle 4 que emplease todo dar
Sinflujo con los redactores de dicho periódico eie¡
obtener de ellos que suspendieran la publica- des
on de su papel hasta que hubiera calmado la das
ande escitacion y animosidad que se advertía. doe
1 llegar nosetros d la oficina del cónsul, en- de i
ntramos que él se hallaba ausente, y el re- tun
-rder y yo, despues de haber esplicado al se- es"
etario particular del cónsul el objeto de nues- vin
a visita, le dejamos el recado de que le aguar- do
riamos en mi oficina hasta las 3. Pocos Mi
¡tos despues de la hora señalada llegó el
flor Laborde á mi oficina, y despues de ma- '
feslarle la peligrosa efervescencia que se no
ba, y la probabilidad de que so calmaria con ani
a aviso autorizado de que cesaria de publicarse Co
,a Union por algun tiempo, consintió en em
lear todo su influjo para llevar adelante n¡es- y
os deseos, y dió en nuestra presencia á su
?cretario particular las debidas instrucciones t
1 efecto. e
En aquel momento no tenia yo ni la mas leve a
En aquel momento no tenia yo ni la mas leve ~
ea de que se tratára de atacar la oficina del ed
Snsul español, y asi lo manifesté 4 ese señor. od
Al salir de mi despacho, a eso de las 4, en i
ajon del Honorable recorder Genois y otros s
iballeros, se nos informó que en aquel mo
iento acababa de ser destruida la imprenta do ell
a Union. Las personas que cometieron este cio
;to de violencia procedieron con calma y de- pal
irminacion en su obra, y debe confesarse qne
Sveian animadas ,á cometer este acto por la -
resencia y las simpatías bien manifestadas de
luchos de nuestros ciudadanos. Antorior á
sta ocurrencia habig dado yo órdenes 4 los en
efes de la policía para que reunieran todas las l
ierzas que tuviesen disponibles y que las au
lentáran 4 cualquiera estension que se consi
erase necesaria para la seguridad pública. ro
En el interin continuaba aumentándose la á
scitacion y la animosidad, y á eso de las cinco
e dió un ataque premeditado ii la tienda de
igarros perteneAiente 4 un español, en la calle me
e San Carlos. ILa policía sin embargo consi- dli
:uió contener el d6sorden por un momento en ri
quel lugar, pero con esto se logró solamente
ue se manifestára poco despues con mayor
iolencia en otros puntos. En la esquina de '
is calles Poydras y Tchoupitoulas se disponia y <
in furioso ataque contra el café allí establecido,
Sal llegar yo allí hice una harenga á la muí
itud, aconsejándole que conservára el órden y
a paz, y apelando á los buenos ciudadanos para tri
ue me ayudasen 4 contener los desórdenes.
a turba se dispersó, prometiendo comportarse Fl
iacificamente; poro los alborotos empezaron de
uevo, y en verdad, las simpatías de la comu.
idad estaban pronunciadas tan á favor ds la
apedicion, y tan exasperados parecian estar to
los á causa de las barbaridades que se decia
iaban 9 do cometidas en la Habana, que duran
e algunos momentos la mayor parte de la po- ha
lacion se manifestó tan disgustada, que la
oolicía se vió sola para lidiar con los amotinados *.
in la mas leve asistencia por parto de los ciu- ro
ladanos para contener los desórdenes. Ademas, de
as manifestaciones de los amotinados fueron da
an espontáneas en distintos puntos de la ciudad
|ue so hacia imposible á la policía el obrar de 1
icuerdo, y la misma dificuiltad se esperimentó do
,on la milicia, que salió solamente en porcion la
nuy limita-da, y no le fue posible organizarse he
¡asta una hora muy avanzada de la noche. [c]
Yo estuve tan ocupado recorriendo toda la q
,iudad, que hasta las 8 de la noche no supe que
we hubiera cometido el ataque contra el cousula- l
lo español; y hasta las 12 de la noche no so no
sonsiguió apaciguar 4 los amuotinados, despues to
le haber hecho destrozos en una docena de ca
ees y tiendas en diversos puntos de la ciudad.
Puedo asegurar á V. sin embargo, por los
nformes que recibí despues, que no se come
ieron ataques ni aun en la cuarta rarte do los
ro
[e1 Todas estas cosas parecerian muy bien bi
n Washington y otros puntos donde solo se co
loco á Mr. Crossman y su capacidad 'de oidas'; m
)ero todo el pueblode Nueva Orleans sube que hi
,1 Mayor no dió órden alguna hasta las 12 de m
la noche del 21. (Id.) ti:
[d] Esta es la mayor chuscada de Mr. Cross- d(
mnan; y creemnos que si el mismo no se alabara q,
p[r lo que hizo el 21 de agosto, no podria en- si
contrar en el mundo entero qi|ien lo hiciera sin
r e ( 1 *
ji 5'*
para conservar la pas al dia siguiente [e],y la
pronta asistencia de los ciudadanos al] ~ #i
proclama para ayuda á las autoridades 4 ep- '.
nir aquellos procederes turbuleatea, no e~i.e
ludo que hubiéramos viato renovadas ,u veu
gonzosaa ocurrencias que l¡ameato por le qu
pueden manchar el honor y el buen abre da
nuestra ciudad.
Debo manifestar asimismo que varios calad.
íanos, que teidan motivo para creer en vista de
liertas amenazas proferidas que ss proS .
des estaban en peligre y pd ean ardesstsh
las, vinieron a solicitar mi proteci~n, y m*>*
doe casos tomé las precauciones noeeesaea6 de
de impedir que no se les molestfs.(f] Creo epe
tuno advertir que la única vea que vi al ~cóns
espatol, fue durante la breve entreviata que e.
vimos en mi oficina el dia 21, de la oua¡ he da
do ya los pormenores.
Lo que antecede comprende una relaclon fiel
y exacta de lasocurrencias que tuvieon lugar
en esta ciudad el 21 y 29 de agossodltimo.
Quizá no estará por demas agregar k lo que
antecede, que Mr. Muason, Administrador de
Correos de esta ciudad estuvo A verme etire 9
y 3 el dia 21 del pasadoy me dijo que taela se
trataba de atacar la imprenta de La Ulmem du.
rante la noche. Tambien me dijo qué so dipue
tado Mr. DeBuys, le habla infIbrmado que varias
personas hablan ido al Correo en busca de car
tas qúe decían les habian escrito las deavents.
radas victimas desde la Habana, y que habla
oido proferir ciertas amenazas contra el Cón
sul espafiol por no haber depositadó dichas car
tas en el correo.
Finalmente, para que pueda Vd. referiree 1
ella, acompaño adjunta copia de la comunica-.
clon oficial que dirigí al cabildo de la Muani.
palidad No. 2 acerca de las ocurrencias del 21
y 22 de agosto último. El estilo violento que
empleé en aquella ocasion fué ocasionado por
los detalles, todos acordes, que se publicare=
en los peri6dicos de esta ciudad, los ncuales fue
ron remitidos por distintos cor asponsales de
la Habana, acerca de las mutilaciones y barba
ridades cometidas en los restoa de los prisione
ros despues de ejecutados. [g]
Ademas de lo que antecede, creo oportuno,
a fin de poner en conocimiento del Dera
mento de Estado todos laon informes neoearloa
acercadeeste asunto, incluir á Vd. coplas, nu
moradas de 1 á 9, de las diferentes órdenes y
direcciones dadas en mi oficina durante el pe
riódo de la escitacion pdblie A que se hace
referencia.
'Tengo el honor de suscribirme, respetuoso
y obediente servidor de V.
la y obediente servidor de V.
SA. D. CROSSMAN, Mayor.
y A Mr. LOGAN HUrTOw, Procurador de Dis.
ra trito de los E. U.-Presente.
)H.
me El Corregidor Mr. A. D. Caossum x al
le Cabildo de la Municipalidad No. 2 de
u. Nueva.Orleans.
. OrFICINA DEL CORRJIDOB DE N.0.
ia Agosto 26 de 1551.
n Seftores: El ju6ves último nuestira ciudad
Shabitualmente tranquila, fué vivamente agitada
la por las noticias recibidas de la Habana, anun.
o ciando la horrorosa carnicería de cierto nime
U ro do nuestros ciudadanos, acompañad4a de los
1, detalles de las mas crueles atrocidades cometi
oB das con sus cadáveres. La compasion que ino
ad piraba la terrible suerte de tantos j6venes va¡
de i¡entes, se vió por algunos momentos absorb -
t da en las espresiones do horror que arrancaba
on la narracion de la bárbara manera en que sé lea
Be habia dado la muerto. y pronto se ech6 de ver
la qee la relacion de esas crueldades habian esci*
tado el animo de estos habitantes al mas alto
ue grado de indignacion. En semejante estado de
Slas cosas y temiendo yo que la natural indig
o nacion de la comunidad se manifestara en ac
es tos subsersivos y abierta violacion de las leyes
a y el órden público, di por la maftiana instrue.
d. ciones A los diferentes gcfes de policia para
os
ue- fe] "Despues del asno muerto," etc. (Ud.)
" [f ) "Gracias í rama dicen los que se salva.
en ron; que la intencion y capaciiad del Mayoer
en bien conocida estaba! (Id.)
- (g) Esto esplica mejor que cuanto pudiéra.
mos decir, el motivo porqué Mr. Croseman no
ud hizo caso de los avisos que te le dieron de ante.
de mano acerca de las intenciones de los "simpa.
tizadores,"' ni tomó medidas para contener lo.
ss- desórdenes, hasta las 12 de la noche, hora ea
ira que, segun él mismo confiesa fué calmando por
n1- si el tumulto. Nadie puede negar que Mr. Cros.
si u ina¡ Ora uno do los mas culpibles por lo ocur
-4, 1 1,0l1 a l 1 J I

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