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Pág. 3 \n\n "Adulación y Servilismo Serán Combatidos por mi Gobierno Como Actitudes Denigrantes"-Villeda M. (Mensaje Inaugural) Honorables Representantes de! Pueblo: La Asamblea Nacional Cons tituyente el 15 de noviembre de 1957 actuando como legítima representante de los anhelos e intereses populares, me honró eligiéndome Presidente Cons titucional de la República para un período que en este mismo momento se inicia. Es éste suceso culminante de una prolongada lucha cívica por devolver a los hondurenos su inviolable derecho de hacerse su destino y a buscar su felici dad. Largo es en verdad, el tra yecto que hemos recorrido pa ra llegar a este día, y su tortuo so desenvolvimiento demuestra que tarde o temprano la volun tad popular impone sus desig nios. Honduras ha sido llamada en más de una ocasión “La Ceni cienta de Centroamérica”. Con ello'se ha querido significar su condición de atrasó y desampa ro, que hace de períodos enteros de su historia un alarido. Los hondurenos hemos forja do nuestra conciencia ciudada na con la herramienta y el ar ma en las manos prestos a usar cualquiera de ellas según las cir cunstancias. En este país del área del Caribe, la democracia, ciertamente es la lección apren dida a costa de grandes sacrifi cios, en los que han caído gene V i, - : Vista parcial de la tribuna donde tomó posesión de la Presidencia de la República el doctor Ramón Villeda Morales. Al fondo parte del público que asistió al acto. Delegaciones Diplomáticas e invitados especiales del Gobierno jr del doctor Villeda Morales. I | w 0. B \ mi Esta fotografía fue tomada cuando el Presidente de la Ilonorab'e .’oblea Nacional Constituyente imponía sobre el pecho del nuevo Presidente de la República, doctor Villeda Morales, la Simbólica Banda Presidencial. raciones completas sin haber realizado siquiera parte de sus aspiraciones. El hombre de este país por regla general, se ha frustrado en la mitad del camino, sin haber mostrado al mundo el tesoro de sus nobles cualidades. Claro está que en el hondureno se ha venido acumulando ese tesoro oculto, hasta rebasar los límites estrechos de las oligar quías sin ideas y sin ideales. Como ma consecuencia de ese desamparo político e inseguri dad institucional, Honduras se ha desenvuelto tardíamente con escasos recursos de capital na cional y con temerosas inversio nes de capital extranjero. La. falta de olanificación, el desor den administrativo y la ausen cia y orientación en la mecáni ca social, han obliterado el me recido ascenso de la Nación en el curso de su historia. Una industria incipiente que representa en la actividad hu mana. menos deJ 6 por ciento de su población trabajadora, indica a las claras que los artículos de consumo indispensables para- la vida colectiva, ' tales como ali mentos, vestuario, materiales de construcción, han tenido que ser forzosamente importados, con los consiguientes desajustes en nuestra balanza de pagos. Tal forma de existencia, que cons pira contra la satisfacción plena del trinomio básico' pan-techo abrigo, constituye un factor la tente y desafortunado de atomi zación social. Frente a ese colapso de nues Honduras: Una Democracia en Marcha tra economía, resaltan con cruda dramaticidad las cifras que ex presan la incultura de la Na ción de los 355,000 niños de edad escolar, solamente 150,000 están inscritos en las escuelas, quedando fuera de éstas 200,000. Pero la realidad es más trágica si se piensa en la übicación de esos niños. El 70 por ciento de nustra población es rural. De 250,000 niños que viven en el campo sólo asisten a las escue las 60,000. y dejan de concurrir 190,000. La mortalidad infantil alcan za cifras elevadas. La asistencia médica es precaria en la mayo ría de los Departamentos. Las camas-hospital son insuficientes. El agua potable, drenajes y al cantarillados están reducidos a pocas poblaciones del país. La alimentación de la mayoría de los hondurenos es deficiente. Ante tales circunstancias, es indispensable crear una nueva conciencia en la colectividad hondureña, a fin de que Hondu ras llegue a producir lo que con sume El Gobierno que ahora se inicia con el respaldo del pue blo. se ocupará fundamental mente de la transformación eco nómica del país, a fin de que se eleve el nivel de vida de ese pueblo. De país subdesarrollado tenemos que pasar a la etapa de pleno desarrollo, diversificando, hasta la medida de lo posible, nuestra actual economía, y creando, con el apoyo del Esta do, ese capital necesario para nuestro desarrollo. Semejante transformación ne cesita, para realizarse, de una condición indispensable: es'me nester hablarle con franqueza a nuesfro pueblo En la hora ac tual que vivimos ya no es posi ble ese esoterismo político de las épocas pasadas. Hay que abrir las ventanas de nuestro gobier no y dejar que el pueblo se en tere y discuta con nosotros sus Ecos de la Toma de Posesión del Presidente R. Villeda Morales (Crónica de la Dirección) Como quiera que la ceremonia de toma de posesión de la Pre sidencia de la República de Hon duras revistió caracteres impre sionantes por su significado de mocrática para ese país y para América, era preferible dejar pasar algunos días para hacer la crónica correspondiente a ese suceso histórico, sin que la emo ción del momento pusiera notas de confusión o de exageración en la mente del periodista. Ahora, después de transcurri dos algunos días, necesariamente se tiene que recordar sólo lo que dejó huellas hondas, lo que, por encima del entusias mo de la fiesta, tuvo realmen te trascendencia cívica y políti ca y fue auténtica manifestación de cultura. La Naturaleza no traicionó al pueblo hondureño Desde las siete de la mañana del sábado 21 de diciembre, mu chos millares de hondureños es taban llenando las galerías del Estadio Nacional y sus proxi midades, aun cuando el día ha bía amanecido en lluvias. Tegu cigaipa toda estaba de fiesta, y la gente, consciente del renacer de la República se lanzaba a las calles henchida de entusiasmo para saludar a las delegaciones extranjeras y para rendirle ho mensaje al Dr. Ramón Villeda Mef rales, el ciudadano que, por su respaldo popular, aquilatado en intensas luchas democráticas, to maría posesión de la Primera Magistratura de la Nación. La naturaleza no quiso traicio nar al pueblo hondureño, y a eso de las ocho de la mañana comen zó a salir el sol y a desapare cer la lluvia. Para entonces ya el Estadio Nacional estaba inva dido por gente de todas las ca pas sociales que vitoreaban a Villeda Morales, a Honduras, a las Naciones hermanas, y a todo cuanto en aquellos momenos te nía algún valor espiritual o po lítico para el pueblo y para la República. Honores Militares Un batallón de infantería del ejército hondureño en impecable formación, con sus colores des plegados, dentro del Estadio rindió los honores de ordenanza a los altos dignatarios del Es tado y a las delegaciones extran jeras que participaron en aque lla fiesta solemne de la demo cracia. Una Constituyente popular Cuando, en cumplimiento del programa, hizo su .entrada al Estadio la Honorable Asamblea Nacional Constituyente, integra da por partidarios y adversarios del Dr. Ramón Villeda Morales, el pueblo saludó a sus legítimos representantes con estruendo sos aplausos. Así desfilaron los honorables Diputados, entr.e quie nes hay algunas cuya presencia en aquel alto cuerpo constituyente era una marcada prueba de la renovación políti ca de Honduras. Fue interesante ver cómo en un acto de esa naturaleza, no se le rindió tributo únicamente al líder máximo, en torno a quien podría girar exclusivamen te la atención pública, sino que también hubo homenajes sobre salientes para la Asamblea Na cional Constituyente, para la Jun ta Militar de Gobierno, y para la esposa del Presidente de di cha Junta y para la del Dr. Vi lleda Morales El pueblo sentía ese homenaje y lo exteriorizó con iubilo Los caballeros y las damas que integraban el Poder Constitu yente habían escalado la altura por la voluntad del pueblo ex presada en comicios libres. Aque lla Asamblea Nacional Constitu yente representaba, sin lugar a dudas, el Poder soberano del puebio hondureño. Después de que los Diputados recibieron los homenajes popu lares y militares, y después de haber escuchado las notas del Himno Nacional tomaron asien to en el estrado preparado pa ra la ceremonia frente a la tri buna principal del Estadio. Llegan las Delegaciones e invitados especiales A continuación, por orden pro tocolario, entraron al Coliseo problemas. La política de puer tas cerradas debe ceder paso a la política de puertas abiertas, porque sólo así podrá convertir se el pueblo en verdadera fuer za viva del gobierno. Cuando aceptamos el sentido pleno de la fórmula lincolniana de gobierno del pueblo entendemos que se hace referencia a una responsa bilidad común. En otros térmi deportivo las Delegaciones Di plomáticas y los invitados espe ciales del Gobierno y del Dr. Vi lleda Morales. Cada delegación fue recibida con simpatía por todo el pue blo, mientras, como es de su ponerse, las tropas saludaban a los visitantes. Con sentido de so lidaridad humana, por encima de nacionalidades, el generoso pue blo hondureño tuvo manifesta ciones de cordialidad para los representantes de los países ami gos. Nicaragua y Honduras Cabe destacar el gesto hermo so de confrateinidad centroame ricana puesto de relieve cuando hizo su entrada al Estadio la Delegación nicaragüense, la que representaba al país vecino del sur con el cual Honduras tiene una vieja controversia de fronte' ras que, afortunadamente, está por resolverse en forma civili zada en el Tribunal de Justicia Internacional de La Haya. El anuncio de los altavoces que pre cedió al avance de la delega ción de Nicaragua encontró en aquella multitud, integrada por elementos de distintos niveles sociales y educativos, pero de un mismo sentimiento centroa meriganista, el más cálido eco de simpatía. Honduras y Nicaragua pusie ron a prueba esa mañana la rea lidad de sus vínculos espiritua les, indestructibles, sometidos al referándum popular. Y el pue blo hondureño como lo habría hecho el nicaragüense en igual dad de circunstancias, en forma reveladora de que el ideal de Francisco Morazán no ha perdi do su vigencia, saludó con in confundible entusiasmo a Nica ragua en las personas de sus de legados. Esa simpatía del pueblo hon dureño, expresada al margen de la clase de Gobierno que tiene Nicaragua, era sincera y espon tánea para el pueblo hermano al cual lo une un origen y un des tino comunes. El Dr. Oscar Se villa Sacasa, presidente de la bien integrada Delegación nica ragüense, tuvo, sin lugar a du das, gran acierto para demos trar en la severidad de su salu do a la bandera hondureña, des plegada frente a las tropas, el respeto y el cariño que siente el pueblo nicaragüense por el pue blo hondureño. Los que de corazón creen en la existencia del sentimiento centroamericanista comprobaron esa mañana de diciembre, una vez más, que el ideal de con fraternidad centroamericana es lo que más despietra emoción de pueblos en ese jirón del con tinente, donde cinco Repúblicas forman una Patria grande. Militares identificados con el pueblo A su turno, la Honorable Jun ta Militar de Gobierno entró al Estadio. Las fuerzas armadas de Honduras, que se han identifi cado con el pueblo en la lucha por la restauración de la Repú blica, recibieron el testimonio de cordial reconocimiento na cional cuando en medio de aplausos, los militares que ayu daron eficazmente a restablecer la democracia, en elegante for mación, pasaron frente al bata llón hasta ocupar su puesto en la tribuna. Alta significación tuvo el re cibimiento que le dio el pueblo a los militares que supieron su perar la crisis que afrontaba Honduras para, bajo sus auspi cios, devolverle al pueblo el Po der que transitoriamente, a títu lo de emergencia, ejerció una Junta Militar oe Gobierno. Corte Suprema de Justicia Después ingresaron los Magis trados que integran la Honora ble Corte Suprema de Justicia, para la cual hubo también de mostraciones de respeto. La esposa del Presidente de la Junta Militar La joven dama, señora de Ca raecioli esnosa del entonces Pre sidente de la Junta Militar de Gobierno entró al Estadio acom (Púa a la Página 7) nos. la política de cualquier go bierno que intente la transfor mación de Honduras en todos los órdenes de la vida social, ne cesita del sentido del deber por parte de los gobernados, y del sentido de la responsabilidad a prueba de crisis por parte de los gobernantes. Vienen días de duro trabajo para sacar adelante el porvenir de la Nación. Urge que se sepa de antemano que el trabajo de be estar bien distribuido. El Go bernante que hoy toma posesión de su cargo será infatigable en el trabajo, y el equipo de hom bres que trabajen con él y para Honduras, también serán infa tigables en su labor de engran decimiento nacional. La Nación !es un plebiscito diario, y el Mandatario estará en diálogo asi duo con el pueblo que le delegó su Mandato a través de sus legí timos representantes. Si se quie re que la Segunda República consista en algo más que un sim ple cambio de gobernantes, pon gámosnos a trabajar desde alio ,ra en la empresa común, sin es perar que los problemas se re suelvan por si solos o por la ma gia de las influencias guberna tivas. El nuavo gobierno necesita, como cualquier organismo re cién nacido a la vida, del tiem po indispensable para deambu lar con paso firme, no precisa mente por falta de capacidad en el enfoque de la realidad con creta de Honduras, sino porque tenemos que abrir brechas para / <•*' ' ** * > "*'*^l Mppp. ®hl f r? 2 .**«»& - ’-íSif. jB \ i(i jjßH^BH^^BßßE^B^Hpßß^fcMaSß^Bp Vlh ’ ¿.-¿ÉJg C'IPB j®J WK #>■' ■ » •*a ? «p ¿BfcSi&r H > , ** üil - • i£g£s»< S»H jggQHHL v ' ’ ,“ Momento en que el Presidente Villeda Morales daba lectura a su magistral discurso que aparece blicado en esta misma página* • • - m?m-'\*y-'-.X'r~r''-'s. ••;•*•- ■-■•• ■•■• - •■• • ,; r ■ ,fe|f 5 f,;' : : ;/:! ii ; " í;: • ' «- ? Í v> v " * ;■'■??'' , v '{' ' „ ' - v .. , . <s'& %w&4s |. .* . ;?£; gü s*>m\ " W jBlf %sjp |y Los miembros de la Junta Militar de Gobierno desfilando frente al Batallón de Infantería para tomar asiento después en la tribuna presidencial. El pueblo, identificado democráticamente con el resto de las Fuerzas Armadas, aplaudió a la Junta. ' - -' • - " yjy y >, t -/■z'í$ r ' ’xp:'/":;^ ñamMts* «. n , KHHDI'V&áV^ ?_ ■ ■ r. .^SbBEI 1 , ' W&- js „ f u|p ■• ¿Ojt f§i HBkgflß 4>'>v3w 1 wpLJM IBP üav B Doña Alejandrina de Villeda Morales, acompañada de sus hijos, y de un funciouario del Ministerio de Relaciones Exteriores, entrando al Estadio Nacional en medio de la aclamación publica. SABADO, n DE ENERO DE 1958 AMERICAS evitar los tropiezos en la arena deleznable de la incomprensión y de la concupiscencia. La tarea de transformar a Honduras debemos emprenderla sistemática y conjuntamente, con nuevo espíritu y nuevos mé todos. La capacidad y probidad deben correr unidas en la ges tión de los negocios públicos, pa ra poner fin a las prebendas y latrocinios que han sido el cán cer destructor de gobiernos an teriores. El nuevo gobierno lla mará a colaborar a los hondure ños de buena voluntad, que en tiendan el trabajo como un de ber hacia la Patria y no como una oportunidad para saciar ren cores y obtener lucros persona les. Y así debe entenderse la unidad nacional que hemos ve nido predicando en nuestras campañas. La unidad nacional no es contubernio, ni reparto matemático, ni condescendencia artificiosa, ni oportunismo cir cunstancial. Unidad Nacional de be ser la resultante de un pro pósito común de superación co lectiva, de colaboración efecti va, nasta convertirse en la rea lidad diaria de la Honduras que intentamos forjar. La unidad na cional presupone y exige unidad en el equipo gobernante, a fin de proyectar la acción bienhe chora hacia el conglomerado so cial. Si se impone la necesidad de desmontar gran parte de la ma quinaria burocrática, no es por perjuicios de naturaleza sectaria, sino por razones de alternabili dad democrática, de convenien cia nacional de probidad admi nistrativa. de eficiencia en el ser vicio público. Mientras entra en vigencia la Ley de Servicio Civil, las diferentes Secretarías de Es tado seleccionarán a los más ap tos, a los más probos y a los máa dinámicos servidores de la Na ción. El nuevo Gobernante de Honduras no tiene compromisos por compadraje sino obligacio nes para con el pueblo, al que servirá con obediencia democrá tica. Si la mayoría de los funcio narios públicos están afiliados al Partido Liberal, del cual tie ne el honor el Presidente de la República de ser miembro ao tivo, ésa no es predilección par tidista, sino imperativo categó rico de la mecánca social hon dureña y mandato obligatorio de ia dinámica política del país. Los Ministerios o Secretarias de Estado han sido distribuidos entre ciudadanos de reconocida solvencia moral, entereza cívica y capacidad científica, en quie nes el Presidente de la Repúbli ca ha depositado su confianza para trabajar armónicanente en favai de Honduras. Si mañana su línea de conducta se desvía de las normas éticas y tácticas del nuevo régimen, ellos sabrán declinar la responsabilidad qua el pueblo, a través de su Go bernante, les ha conferido. El Presidente ha advertido a todos los funcionarios de su nombra miento, que cesarán en sus fun* (Pasa a la Página 9.)