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Diario las Américas. [volume] (Miami, Fla.) 1953-current, January 11, 1958, Image 3

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Pág. 3

"Adulación y Servilismo Serán Combatidos por mi
Gobierno Como Actitudes Denigrantes"-Villeda M.
(Mensaje Inaugural)
Honorables Representantes de!
Pueblo:
La Asamblea Nacional Cons
tituyente el 15 de noviembre de
1957 actuando como legítima
representante de los anhelos e
intereses populares, me honró
eligiéndome Presidente Cons
titucional de la República para
un período que en este mismo
momento se inicia.
Es éste suceso culminante
de una prolongada lucha cívica
por devolver a los hondurenos
su inviolable derecho de hacerse
su destino y a buscar su felici
dad. Largo es en verdad, el tra
yecto que hemos recorrido pa
ra llegar a este día, y su tortuo
so desenvolvimiento demuestra
que tarde o temprano la volun
tad popular impone sus desig
nios.
Honduras ha sido llamada en
más de una ocasión “La Ceni
cienta de Centroamérica”. Con
ello'se ha querido significar su
condición de atrasó y desampa
ro, que hace de períodos enteros
de su historia un alarido.
Los hondurenos hemos forja
do nuestra conciencia ciudada
na con la herramienta y el ar
ma en las manos prestos a usar
cualquiera de ellas según las cir
cunstancias. En este país del
área del Caribe, la democracia,
ciertamente es la lección apren
dida a costa de grandes sacrifi
cios, en los que han caído gene
V i, - :
Vista parcial de la tribuna donde tomó posesión de la Presidencia de la República el doctor Ramón
Villeda Morales. Al fondo parte del público que asistió al acto.
Delegaciones Diplomáticas e invitados especiales del Gobierno jr del doctor Villeda Morales.
I |
w 0. B \ mi
Esta fotografía fue tomada cuando el Presidente de la Ilonorab'e .’oblea Nacional Constituyente
imponía sobre el pecho del nuevo Presidente de la República, doctor Villeda Morales, la Simbólica
Banda Presidencial.
raciones completas sin haber
realizado siquiera parte de sus
aspiraciones. El hombre de este
país por regla general, se ha
frustrado en la mitad del camino,
sin haber mostrado al mundo el
tesoro de sus nobles cualidades.
Claro está que en el hondureno
se ha venido acumulando ese
tesoro oculto, hasta rebasar los
límites estrechos de las oligar
quías sin ideas y sin ideales.
Como ma consecuencia de ese
desamparo político e inseguri
dad institucional, Honduras se
ha desenvuelto tardíamente con
escasos recursos de capital na
cional y con temerosas inversio
nes de capital extranjero. La.
falta de olanificación, el desor
den administrativo y la ausen
cia y orientación en la mecáni
ca social, han obliterado el me
recido ascenso de la Nación en
el curso de su historia.
Una industria incipiente que
representa en la actividad hu
mana. menos deJ 6 por ciento de
su población trabajadora, indica
a las claras que los artículos de
consumo indispensables para- la
vida colectiva, ' tales como ali
mentos, vestuario, materiales de
construcción, han tenido que ser
forzosamente importados, con
los consiguientes desajustes en
nuestra balanza de pagos. Tal
forma de existencia, que cons
pira contra la satisfacción plena
del trinomio básico' pan-techo
abrigo, constituye un factor la
tente y desafortunado de atomi
zación social.
Frente a ese colapso de nues
Honduras: Una Democracia en Marcha
tra economía, resaltan con cruda
dramaticidad las cifras que ex
presan la incultura de la Na
ción de los 355,000 niños de
edad escolar, solamente 150,000
están inscritos en las escuelas,
quedando fuera de éstas 200,000.
Pero la realidad es más trágica
si se piensa en la übicación de
esos niños. El 70 por ciento de
nustra población es rural. De
250,000 niños que viven en el
campo sólo asisten a las escue
las 60,000. y dejan de concurrir
190,000.
La mortalidad infantil alcan
za cifras elevadas. La asistencia
médica es precaria en la mayo
ría de los Departamentos. Las
camas-hospital son insuficientes.
El agua potable, drenajes y al
cantarillados están reducidos a
pocas poblaciones del país. La
alimentación de la mayoría de
los hondurenos es deficiente.
Ante tales circunstancias, es
indispensable crear una nueva
conciencia en la colectividad
hondureña, a fin de que Hondu
ras llegue a producir lo que con
sume El Gobierno que ahora
se inicia con el respaldo del pue
blo. se ocupará fundamental
mente de la transformación eco
nómica del país, a fin de que se
eleve el nivel de vida de ese
pueblo. De país subdesarrollado
tenemos que pasar a la etapa de
pleno desarrollo, diversificando,
hasta la medida de lo posible,
nuestra actual economía, y
creando, con el apoyo del Esta
do, ese capital necesario para
nuestro desarrollo.
Semejante transformación ne
cesita, para realizarse, de una
condición indispensable: es'me
nester hablarle con franqueza a
nuesfro pueblo En la hora ac
tual que vivimos ya no es posi
ble ese esoterismo político de
las épocas pasadas. Hay que abrir
las ventanas de nuestro gobier
no y dejar que el pueblo se en
tere y discuta con nosotros sus
Ecos de la Toma de
Posesión del Presidente
R. Villeda Morales
(Crónica de la Dirección)
Como quiera que la ceremonia
de toma de posesión de la Pre
sidencia de la República de Hon
duras revistió caracteres impre
sionantes por su significado de
mocrática para ese país y para
América, era preferible dejar
pasar algunos días para hacer la
crónica correspondiente a ese
suceso histórico, sin que la emo
ción del momento pusiera notas
de confusión o de exageración
en la mente del periodista.
Ahora, después de transcurri
dos algunos días, necesariamente
se tiene que recordar sólo
lo que dejó huellas hondas,
lo que, por encima del entusias
mo de la fiesta, tuvo realmen
te trascendencia cívica y políti
ca y fue auténtica manifestación
de cultura.
La Naturaleza no traicionó
al pueblo hondureño
Desde las siete de la mañana
del sábado 21 de diciembre, mu
chos millares de hondureños es
taban llenando las galerías del
Estadio Nacional y sus proxi
midades, aun cuando el día ha
bía amanecido en lluvias. Tegu
cigaipa toda estaba de fiesta, y
la gente, consciente del renacer
de la República se lanzaba a las
calles henchida de entusiasmo
para saludar a las delegaciones
extranjeras y para rendirle ho
mensaje al Dr. Ramón Villeda Mef
rales, el ciudadano que, por su
respaldo popular, aquilatado en
intensas luchas democráticas, to
maría posesión de la Primera
Magistratura de la Nación.
La naturaleza no quiso traicio
nar al pueblo hondureño, y a eso
de las ocho de la mañana comen
zó a salir el sol y a desapare
cer la lluvia. Para entonces ya
el Estadio Nacional estaba inva
dido por gente de todas las ca
pas sociales que vitoreaban a
Villeda Morales, a Honduras, a
las Naciones hermanas, y a todo
cuanto en aquellos momenos te
nía algún valor espiritual o po
lítico para el pueblo y para la
República.
Honores Militares
Un batallón de infantería del
ejército hondureño en impecable
formación, con sus colores des
plegados, dentro del Estadio
rindió los honores de ordenanza
a los altos dignatarios del Es
tado y a las delegaciones extran
jeras que participaron en aque
lla fiesta solemne de la demo
cracia.
Una Constituyente
popular
Cuando, en cumplimiento del
programa, hizo su .entrada al
Estadio la Honorable Asamblea
Nacional Constituyente, integra
da por partidarios y adversarios
del Dr. Ramón Villeda Morales,
el pueblo saludó a sus legítimos
representantes con estruendo
sos aplausos. Así desfilaron los
honorables Diputados, entr.e quie
nes hay algunas cuya
presencia en aquel alto cuerpo
constituyente era una marcada
prueba de la renovación políti
ca de Honduras.
Fue interesante ver cómo en
un acto de esa naturaleza, no
se le rindió tributo únicamente
al líder máximo, en torno a
quien podría girar exclusivamen
te la atención pública, sino que
también hubo homenajes sobre
salientes para la Asamblea Na
cional Constituyente, para la Jun
ta Militar de Gobierno, y para
la esposa del Presidente de di
cha Junta y para la del Dr. Vi
lleda Morales El pueblo sentía
ese homenaje y lo exteriorizó
con iubilo
Los caballeros y las damas que
integraban el Poder Constitu
yente habían escalado la altura
por la voluntad del pueblo ex
presada en comicios libres. Aque
lla Asamblea Nacional Constitu
yente representaba, sin lugar a
dudas, el Poder soberano del
puebio hondureño.
Después de que los Diputados
recibieron los homenajes popu
lares y militares, y después de
haber escuchado las notas del
Himno Nacional tomaron asien
to en el estrado preparado pa
ra la ceremonia frente a la tri
buna principal del Estadio.
Llegan las Delegaciones
e invitados especiales
A continuación, por orden pro
tocolario, entraron al Coliseo
problemas. La política de puer
tas cerradas debe ceder paso a
la política de puertas abiertas,
porque sólo así podrá convertir
se el pueblo en verdadera fuer
za viva del gobierno. Cuando
aceptamos el sentido pleno de la
fórmula lincolniana de gobierno
del pueblo entendemos que se
hace referencia a una responsa
bilidad común. En otros térmi
deportivo las Delegaciones Di
plomáticas y los invitados espe
ciales del Gobierno y del Dr. Vi
lleda Morales.
Cada delegación fue recibida
con simpatía por todo el pue
blo, mientras, como es de su
ponerse, las tropas saludaban a
los visitantes. Con sentido de so
lidaridad humana, por encima de
nacionalidades, el generoso pue
blo hondureño tuvo manifesta
ciones de cordialidad para los
representantes de los países ami
gos.
Nicaragua y Honduras
Cabe destacar el gesto hermo
so de confrateinidad centroame
ricana puesto de relieve cuando
hizo su entrada al Estadio la
Delegación nicaragüense, la que
representaba al país vecino del
sur con el cual Honduras tiene
una vieja controversia de fronte'
ras que, afortunadamente, está
por resolverse en forma civili
zada en el Tribunal de Justicia
Internacional de La Haya. El
anuncio de los altavoces que pre
cedió al avance de la delega
ción de Nicaragua encontró en
aquella multitud, integrada por
elementos de distintos niveles
sociales y educativos, pero de
un mismo sentimiento centroa
meriganista, el más cálido eco
de simpatía.
Honduras y Nicaragua pusie
ron a prueba esa mañana la rea
lidad de sus vínculos espiritua
les, indestructibles, sometidos al
referándum popular. Y el pue
blo hondureño como lo habría
hecho el nicaragüense en igual
dad de circunstancias, en forma
reveladora de que el ideal de
Francisco Morazán no ha perdi
do su vigencia, saludó con in
confundible entusiasmo a Nica
ragua en las personas de sus de
legados.
Esa simpatía del pueblo hon
dureño, expresada al margen de
la clase de Gobierno que tiene
Nicaragua, era sincera y espon
tánea para el pueblo hermano al
cual lo une un origen y un des
tino comunes. El Dr. Oscar Se
villa Sacasa, presidente de la
bien integrada Delegación nica
ragüense, tuvo, sin lugar a du
das, gran acierto para demos
trar en la severidad de su salu
do a la bandera hondureña, des
plegada frente a las tropas, el
respeto y el cariño que siente el
pueblo nicaragüense por el pue
blo hondureño.
Los que de corazón creen en
la existencia del sentimiento
centroamericanista comprobaron
esa mañana de diciembre, una
vez más, que el ideal de con
fraternidad centroamericana es
lo que más despietra emoción
de pueblos en ese jirón del con
tinente, donde cinco Repúblicas
forman una Patria grande.
Militares identificados
con el pueblo
A su turno, la Honorable Jun
ta Militar de Gobierno entró al
Estadio. Las fuerzas armadas de
Honduras, que se han identifi
cado con el pueblo en la lucha
por la restauración de la Repú
blica, recibieron el testimonio
de cordial reconocimiento na
cional cuando en medio de
aplausos, los militares que ayu
daron eficazmente a restablecer
la democracia, en elegante for
mación, pasaron frente al bata
llón hasta ocupar su puesto en
la tribuna.
Alta significación tuvo el re
cibimiento que le dio el pueblo
a los militares que supieron su
perar la crisis que afrontaba
Honduras para, bajo sus auspi
cios, devolverle al pueblo el Po
der que transitoriamente, a títu
lo de emergencia, ejerció una
Junta Militar oe Gobierno.
Corte Suprema
de Justicia
Después ingresaron los Magis
trados que integran la Honora
ble Corte Suprema de Justicia,
para la cual hubo también de
mostraciones de respeto.
La esposa del Presidente
de la Junta Militar
La joven dama, señora de Ca
raecioli esnosa del entonces Pre
sidente de la Junta Militar de
Gobierno entró al Estadio acom
(Púa a la Página 7)
nos. la política de cualquier go
bierno que intente la transfor
mación de Honduras en todos
los órdenes de la vida social, ne
cesita del sentido del deber por
parte de los gobernados, y del
sentido de la responsabilidad a
prueba de crisis por parte de los
gobernantes.
Vienen días de duro trabajo
para sacar adelante el porvenir
de la Nación. Urge que se sepa
de antemano que el trabajo de
be estar bien distribuido. El Go
bernante que hoy toma posesión
de su cargo será infatigable en
el trabajo, y el equipo de hom
bres que trabajen con él y para
Honduras, también serán infa
tigables en su labor de engran
decimiento nacional. La Nación
!es un plebiscito diario, y el
Mandatario estará en diálogo asi
duo con el pueblo que le delegó
su Mandato a través de sus legí
timos representantes. Si se quie
re que la Segunda República
consista en algo más que un sim
ple cambio de gobernantes, pon
gámosnos a trabajar desde alio
,ra en la empresa común, sin es
perar que los problemas se re
suelvan por si solos o por la ma
gia de las influencias guberna
tivas.
El nuavo gobierno necesita,
como cualquier organismo re
cién nacido a la vida, del tiem
po indispensable para deambu
lar con paso firme, no precisa
mente por falta de capacidad
en el enfoque de la realidad con
creta de Honduras, sino porque
tenemos que abrir brechas para
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Momento en que el Presidente Villeda Morales daba lectura a su magistral discurso que aparece
blicado en esta misma página*
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Los miembros de la Junta Militar de Gobierno desfilando frente al Batallón de Infantería para tomar
asiento después en la tribuna presidencial. El pueblo, identificado democráticamente con el resto de
las Fuerzas Armadas, aplaudió a la Junta. '
- -' • - " yjy y >, t -/■z'í$ r ' ’xp:'/":;^
ñamMts* «. n ,
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Doña Alejandrina de Villeda Morales, acompañada de sus hijos, y de un funciouario del Ministerio
de Relaciones Exteriores, entrando al Estadio Nacional en medio de la aclamación publica.
SABADO, n DE ENERO DE 1958 AMERICAS
evitar los tropiezos en la arena
deleznable de la incomprensión
y de la concupiscencia.
La tarea de transformar a
Honduras debemos emprenderla
sistemática y conjuntamente,
con nuevo espíritu y nuevos mé
todos. La capacidad y probidad
deben correr unidas en la ges
tión de los negocios públicos, pa
ra poner fin a las prebendas y
latrocinios que han sido el cán
cer destructor de gobiernos an
teriores. El nuevo gobierno lla
mará a colaborar a los hondure
ños de buena voluntad, que en
tiendan el trabajo como un de
ber hacia la Patria y no como
una oportunidad para saciar ren
cores y obtener lucros persona
les. Y así debe entenderse la
unidad nacional que hemos ve
nido predicando en nuestras
campañas. La unidad nacional
no es contubernio, ni reparto
matemático, ni condescendencia
artificiosa, ni oportunismo cir
cunstancial. Unidad Nacional de
be ser la resultante de un pro
pósito común de superación co
lectiva, de colaboración efecti
va, nasta convertirse en la rea
lidad diaria de la Honduras que
intentamos forjar. La unidad na
cional presupone y exige unidad
en el equipo gobernante, a fin
de proyectar la acción bienhe
chora hacia el conglomerado so
cial.
Si se impone la necesidad de
desmontar gran parte de la ma
quinaria burocrática, no es por
perjuicios de naturaleza sectaria,
sino por razones de alternabili
dad democrática, de convenien
cia nacional de probidad admi
nistrativa. de eficiencia en el ser
vicio público. Mientras entra en
vigencia la Ley de Servicio Civil,
las diferentes Secretarías de Es
tado seleccionarán a los más ap
tos, a los más probos y a los máa
dinámicos servidores de la Na
ción. El nuevo Gobernante de
Honduras no tiene compromisos
por compadraje sino obligacio
nes para con el pueblo, al que
servirá con obediencia democrá
tica. Si la mayoría de los funcio
narios públicos están afiliados
al Partido Liberal, del cual tie
ne el honor el Presidente de la
República de ser miembro ao
tivo, ésa no es predilección par
tidista, sino imperativo categó
rico de la mecánca social hon
dureña y mandato obligatorio
de ia dinámica política del país.
Los Ministerios o Secretarias
de Estado han sido distribuidos
entre ciudadanos de reconocida
solvencia moral, entereza cívica
y capacidad científica, en quie
nes el Presidente de la Repúbli
ca ha depositado su confianza
para trabajar armónicanente en
favai de Honduras. Si mañana
su línea de conducta se desvía
de las normas éticas y tácticas
del nuevo régimen, ellos sabrán
declinar la responsabilidad qua
el pueblo, a través de su Go
bernante, les ha conferido. El
Presidente ha advertido a todos
los funcionarios de su nombra
miento, que cesarán en sus fun*
(Pasa a la Página 9.)

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