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Una Proeza Histórica
El mundialmente conocido
aviador Charles A. Lindbergh,
quien se inmortalizó al realizar
el primer vuelo de Nueva York
a París el 20 de mayo de 1927,
*e mantiene activo en la avia
ción internacional.
Actualmente “El Aguilucho”,
tiene el grado de Brigadier Ge
neral de las Fuerzas Aéreas de
los Estados Unidos y dedica toda
su atención al desarrollo de la
aviación a chorro como conseje
ro técnico de la Pan American
World Airways.
A través de los años Lind
bergh ha desempeñado un papel
importante en el desarrollo de
la aviación ya que cuenta con
vasta experiencia en vuelos tran
soceánicos de gran radio de ao
eión.
En sus vuelos de exploración,
‘‘El aguila solitaria” tuvo que
afrontar numerosos problemas de
bido a los primitivos aviones, to
pografía del terreno, y las pocas
facilidades que existían hace tres
décadas.
Para permitir la operación de
los antiguos Clippers anfibios, en
una laguna que seleccionó Lind
bergh en la isla de Cozumel
—cerca de la costa de Yucatán—
Jos empleados tuvieron que des
plazar a los cocodrilos de su an
tigua guarida.
Se dice que durante uno de
sus vuelos de exploración por
Centro América, Lindbergh des
cubrió desde el aire varias ciu
dades de la antigua civilización
Maya que los exploradores esta
ban buscando durante 40 años.
Cerca de 50.000 personas acu
dieron al aeropuerto de Miami
* recibir a Lindbergh el 2 de fe
brero de 1929, dos días antes de
Charles Lindbergh
Sigue Como Pionero de
la Aviación Internacional
que él inaugurara el servicio en
tre Miami y Panamá.
‘ Esta nueva ruta entre Miami
y Panamá”, dijo Lindbergh, “es
el primer paso del servicio aéreo
entre Norte y Sur América”.
También predijo que con el
tiempo los vuelos transoceáni
cos serian una realidad, aunque
no sabía cuantos años pasarían
para que tanto el correo como
pasajeros fuesen transportados
en forma segura y regular.
Pocos años pasaron, ya que en
1953 la Pan American inauguró
el servicio transpacífico y en
1939 el servicio transatlántico,
debido en gran parte a los vue
los experimentales de Lindbergh
y la experiencia adquirida en
vuelos sobre el agua en el sector
del Caribe.
Lindbergh también predijo
que el tiempo de vuelo entre
Miami y Panamá, que tomaba
ce a operar con Clippers a cho
rro—que comenzará a fines de
este año—dicho trayecto será
cubierto en dos horas y cuarto.
Cuando Lindbergh despegó el
anfibio Sikorsky S-38 en el vue
lo inaugural entre Norte y Sur
América reinaba el mismo en
tusiasmo y la misma simpatía
que cuando realizó el primer
vuelo transatlántico. Más de
1,000 personas acudieron al Pan
American Field de Miami, antes
de las seis de la mañana, el 4 de
febrero de 1929. El público rom
pió las líneas de policías inva
diendo la pista del aeropuerto.
Lindbergh rehusó sacar el avión
del hangar hasta que desaloja
tres días, sería rebajado a día y
medio de viaje. Hoy sólo toma
cuatro horas, y cuando comien
ran de la rampa a centenares de
admiradores.
El Aguila Solitaria despegó
triunfalmente ante una muche
dumbre que lo vitoreaba. A pro
hemisferio
pósito, ese día Lindbergh cum
plía 27 años de edad.
El sesquiplano Sikorsky que
Lindy usó en dicho vuelo tenía
capacidad para ocho pasajeros
solamente. Sus dos motores ge
melos desarrollaban 840 caballos
de fuerza en comparación con
13,400 que desarrollan los mo
dernos Clipplers cuatrimotores
que hoy recorren la ruta Mami-
Panamá.
En contraste con los vuelos
sin escala, en aquel entonces
dicho vuelo tomaba tres días de
viaje.
En el primer día de viaje
Lindbergh voló de Miami a La
Habana, de allí prosiguió al cam
po de aviación en La Fe, en la
región occidental de Cuba, vo
lando sobre el mar llegó a la isla
de Cozumel, frente a la costa de
Yucatán, y seguidamente fue a
Belice, capital de Honduras Bri
tánica, donde pasó la noche.
Durante el segundo día de vi»
je siguió al puerto de Tela, Hon
duras, y volando sobre montañas
y la jungla arribó a Managua,
donde pernocto esa noche.
Volando sobre numerosos vob
canes centroamericanos, Lind»
bergh completó su viaje a Pan»
má en el tercer día de viaje, h»
ciendo escalas en las ciudades ds
David y Colón.
Lindbergh planeó dicho viaje
con tanta exactitud que aterrizó
en Colón a las 4:03 p. m. en vea
de las cuatro en punto, es decís,
tres minutos de atraso en «A
viaje de tres días.
Lindbergh voló la ruta aérea
de Miami a Sur América con e»
calas en Cuba, Haití, la Repfr
blica Dominicana, Puerto Ric<k
las Antillas Menores,
así como las Guayanas Inglesa j
Holandesa.
Luego encabezó otra tripul»
eión de PAA para estableces
otra nueva ruta de Miami a P»
namá, via La Habana, Puerto C»
bezas, en Nicaragua, prosigue»
do por Centro América hasta P»
namá.
Para conquistar el trayecto <!•
960 kilómetros sobre agua, e»
tre Tamaica y el continente s»
damericano, los técnicos de PAA
tuvieron que adoptar nuevos mA
todos idénticos a los usados en
los vuelos transoceánicos, es d»
cir, aeronaves diseñadas esp»
cialmente, modernos procedí
mientos de navegación sin pu»
tos de referencia sobre tierra,
nuevos instrumentos, radio-g»
ihometros, así como realizaron
intensos estudios, tales como con
sumo de combustibles, estad»
nes meteorológicas y náutica.
DOMINGO. 9 DI FEBRERO DI 19f| '