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Diario las Américas. [volume] (Miami, Fla.) 1953-current, July 18, 1961, Image 2

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Higher Level of Political
Morality a Must
- Communism grows deeper roots where political
morality is in crisis”, declared to DIARIO LAS AMER
ICAS a few months ago the eminent intellectual from
Peru and former communist leader, Eudocio Ravines,
author of the famous book “The Yenan Way”, which Is
a formidable denunciation and accusation against atheist,
arbitrary and deceiving communism.
Ravines’ enlightening words should serve as a lesson
to all the peoples of Latin America, so urged to raise
the level of their political morality, because with that
not onlv would they attain better living conditions, more
progress. but they will also succeed in closing the doors
to communist infiltration.
The political activities of the Latin American
countries have not always been at the reasonable level
Of moral preslige, and as a consequence of that, they
have fallen into the hands of unscrupulous and irre
sponsible governments or of arbitrary dictatorships.
When there is an absence of austerity in national
politics, when the leaders of the different political sec
tors m which public opmon divides do not know how
to fulfill thcii indispensable and high civic function,
the communist agents take advantage of the situation
created by the conduct of the incapable or irresponsible
leaders, and penetrate with their doctrines the weak
resistance of the discouraged and disappointed nations.
In the strengthening of the values of political moral
itv intervening are. naturally, not only the leaders of
the parties, but also all the civic as well as the leaders
Of cultural projection in the country, since the work
they do has, without any doubt, impact on the nation s
life and contributes to the creation of the conditions
of civic improvement which are needed to demand from
the political leaders sense of democratic responsibility,
administrative honesty in government and, in brief, all
of that which raises the moral level of the nation.
Of course, bettering the moral life of the country
should not be a task stimulated only by the dread of
terrible communism. It should be the vehement and
patnotic ..... desire of all. for loyalty to the principles ... of ,
soundest ideological origin and as an indispensable
route for the spiritual and material progress of the Re
public.

>ág. 2
Diario LaéAiiericas
Editado por THE AMERICAS PUBLISHING COMPANY
«349 N. W. 36th STREET, MIAMI SPRINGS, FLORIDA
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México Canadá $5.40 adiciónale* por mes. Ejemplar suelto 5 centavo
y
_______
Miami Spring.. Fin., M ARTE S 18 DE JULIO DE UM
Hay que Levantar el Nivel
de la Moral Política
n El comunismo ocha raíces más hondas allí donde
la moral eslá en crisis”, declaro hace pocos meses a DIA
RIO LAS AMERICAS el eminente intelectual peruano
y ex dirigente comunista, Eudocio Ravines, autor del
famoso libro “La Gran Estafa”, que es una formidable
denuncia y acusación contra el comunismo ateo, arbi
trario y engañador.
Las palabras orientadoras de Ravines deben ser
vir como una lección para todos los pueblos de Ibero
nmcrica. un urgidos *i leranUr el[nivel
sss umSií «^ 1 .
las puertas a la infiltración comunista.
.
Las actividades políticas de los países Iberoamérica
nos no siempre han estado a la altura razonable del pres
tigio moral, inescrupulosos y como consecuencia irresponsables, de ello se ha o en caído dicta- en
Gobiernos e
rfnras duras arbitrarias arnit a
Cuando hay ausencia de austeridad en la política
nacional cuando los líderes de los distintos bandos po
líticos en que se divide la opinión pública no saben cum
nlir Sen“, con su indispensable ¡ULsmo y alta función ciudadana, los
del »eaprovechan de la situación
que crea la conducta de los líderes incapaces o irrespon
sables, y perforan con sus doctrinas la débil contextura
de los pueblos desalentados y defraudados.
En el fortalecimiento . . de , , los valores i „ de la i„ moral
política no sólo intervienen, desde luego, los lideres de
los partidos, sino también todos los dirigentes cívicos de ellos y
de proyección cultural del país, porque la labor
tiene sin duda alguna, gravitación en la vida nacional,
v Ld.» contribute a crear las condiciones de superación ciu
« eMwta* ;‘lglrl. á 1"? lidere, pn
Uticos sentido de responsabilidad democrática, honra
dez administrativa en el Gobierno y, en fin, todo lo que
levanta el nivel moral de la Nación,
Por supuesto, mejorar la vida moral del país no
debe ser tarea estimulada únicamente por el miedo al
terrible comunismo. Debe ser preocupación vehemente
y patriótica de todos, por lealtad a los principios de más
sana raíz ideológica y como medio indispensable de pro
greso espiritual y material para la República.
FAVOR ENVIARNOS SU CORRESPONDENCIA
Al APARTADO 366 MIAMI 48, FIA.
Diario Las Americas
DIARIC LAS AMERICAS MARTES, 18 CE JULIO CE 1961
Nueva Versión
de la Muerte
de Rommel
Por PHIL NEWSON
Hace boy casi exactamen
te 17 años, los pilotos de
dos bombarderos aliados en
picada que volaban sobre un
camino de Normandía cam
biaron probablemente el cur
SO de la historia sin saberlo,
El blanco que perseguían
era un automóvil del Estado
Mayor alemán que corría a
toda velocidad tratando de
llegar al refugio de un bos
quecillo próximo. Nunca lo
consiguió.
Las balas de los aviones
acribillaron al automóvil, hi
riendo al conductor. El coche,
perdía la dirección, fue a es
trellarse contra un árbol, vio
lentamente. Un pasajero automóvil sa
lió despedido del el
y quedó tendido en sue
lo, sin conocimiento, con el
cráneo fracturado y con el
¡%¡¡¡¡¡¡> “ *
El oficial tendido en el sue
lo, bañado en sangre, era el
Mariscal de Campo Erwin Ro -
mmel, uno de los jefes mili
tares más temibles de Adolf
Hitler, un hombre que los bri
tánicos, por respecto a sus bri
ll.m» tártey " „ ^ A '”V„. cmo.
a e
to”.
Los pilotos de los dos avio
to sab.an, pe
cieron a Rommel ese 17 de
julio de 1944 haya prolonga
do la guerra, si es que es co
KVrX ",u, V «"«Z $
«„*.
El doctor Richard A. Davis,
de la Escuela de Medicina de
^ universidad de Pennsylva
nía, ha logrado reunir, tras
a ñ 0S de paciente trabajo, una
crónica completa de cómo Ro
mmel resultó herido - como ?
restableció y cómo, eventual
mente, encontró la muerte,
según él, lo ocurrido a Ro
mmel aquel día de jubo en
un camino de Normamha es
"*
* IC0S del
j a g uerra había llegado en
tonces a una hora crítica pa
ra los ejércitos de Hitler. Só
k> un mes antes, los aliados
j, a bi an abierto un segundo
frente en Francia. Los gene
rales de Hitler comenzaban
ya a dudar de que alguna
vez pudieran ganar la guerra,
ba el consejo de nadie
El resultado, según Davis y
otros historiadores, es que los
generales decidieron desem
barazarse de Hitler, y Rom
me j f ue designado jefe de la
conspiración,
El Dr. Davis sostiene que
Rommel se había ya conven
en vista de la terca
actitud de Hitler en todos I 09
problemas militares, de que
seguir adelante era insensato.
Rommel, añade, llegó a la
conclusión de que era vital
impedir que Alemania fuera
sacrificada y destruida en una
lucha que, según todos los
cánones militares, estaba ya
perchda -
La documenda crónica de
Davis dice que Rommel fue
recogido del camino y le
vado a una vecina casa de
^e^YsT caTSrca
de Stuttgart, para completar
su restablecimiento,
jj n septiembre, sus amigos
advirtieron que la Gestapo
ie tenia entre los sospecho
sos de complicidad en el aten
t f d< ’ de fmes de jubo, cuan
do Hitler casi fue muerto por
la explosión de una bomba
en su cuartel general.
Los hechos culminaron en
octubre. Dos de los Generales
de Hitler llegaron a la oasa
de Rommel y lo acusaron de
suicidarse 0 ser juzgado por
^ ^ 5 ^ 3 ] especial y conde*
nado a horca,
Rommel optó por el vene
no. En compañía de dos ge
nerales —Burgdorff y Mai
sel— partió de su casa, osten
«blemente en viaje a Berlin,
£f^ ariscal había muerto a
causa de una “hemorragia ce
rebral”.
El anuncio oficial dijo que
Rommel había muerto a cau
sa de las heridas sufridas en
Normandía el 17 de septiem
bre, pero la realidad es que
el episodio de Normandía ocu
rrió el 17 de julio. El aten
todo contra Hitler fue una se
mana ^ tarde pero enton
ce S Rommel estaba casi mo
ribundo y no pudo estar pre
sente para asegurar el resul
tado.
Hitler lo sepultó eon plenos
ohnores.
SUBSCRIBASE A
DIARIO "US AMERICAS n
rt FIDEL: UN FALSO PROMETEO ff
Por el Dr. JUAN F. MARQUEZ DE LA CERRA
A Jorge Mañach,
Tanto nombre, no necesita elogio
Dice Papini en su “Dante vivo", que para
entender a Dante hay que ser artista, cató
. lico y florentino.
Artista: para sentir plenamente su
poesía.
Católico: para ubicarse en su pensa
miento ecuménico.
Florentino: para tener la vivencia de su.
circunstancia política.
Por eso, no es posible emprender un
estudio psicológico de Fidel Castro o de
cualquier otro personaje sin conocer y per-,
catarse de su circunstancia, y, como parte
de esa circunstancia del ámbito humano que
en un principio aúpa al personaje, lo mima,
.y después lo padece.
No creo que alcancen estas cuartillas
para delinear adecuadamente la circunstan
cia d-e Castro; me parece que debo dejar
al lector perfilar por si mismo la silueta
del hombre. Me limitaré, pues, a bosquejar
la figura a través de la Obra realizada en el
pueblo que actualmente le teme y soporta.
Figura un tanto borrosa al principio,
despertó en la mayoría del pueblo la aten
ción e interés que dsepertó su gallardo
desafio al régimen que azotaba y oprimía
en aquel entonces nuestro país. Se con
virtió en un personaje legendario, al po
nerse en contacto directo con las masas: su
gracia en el trato colectivo, su astucia psico
lógica, su atractivo personal actuaron sobre
un pueblo en el que cada individuo proyec
taba su yo en él, convirtiéndolo en un falso
Fidel, en un “Alter Ego”, como diría Orte
ga y Gasset.
Todo en Cuba encantaba, todo en Cuba
era gracia plena; hasta los adictos ai régi
men anterior bajaban la cabeza en ademán
de rectificación.
Más adelante, a medida que se des
cubría la farsa, se notaba que el individuo
medio- iba objetivizándolo, e>s decir, perci
biendo la vertiente opuesta que el tráfico
unilateral de ideas va desarrollándose: ideas
que empezaban a desnaturalizar a Cuba,
comenzaba la des-cubanización de Cuba: em
pezaba a sumirla en todo el Mundo Socia
lista (palabra escogida por ellos por resultar
menos aterradora y alarmante que la pala
bra Comunista).
Este fenómeno de objetivación ocurrió
en los individuos en los cuales la capacidad
de analizar la realidad FIDEL, por diversas

PRESTIGIO EXTERIOR DE COLOMBIA
Editorial de "El Tiempo" de Bogotá
Si de algo pueden estar hoy ciertos y or
gullosos los colombianos, es de que el pais
ha recuperado plenamente su prestigio in
ternacional, y que la prestancia que lo distin
guió en los albores de la república y la ie*
rarquía intelectual que entonces señalaba su
eonducta exterior, renacen ahora, y una vez
más Colombia vuelve a ocupar sitios de lide
rato en el concierto de los pueblos america
nos. No hay vanidad pueril en esta afirma
ción que descansa en hechos inmediatos v
concretos, y que resulta de fácil comproba
ción al simple examen de la realidad conti
nental.
Por razón de una comisión tan honrosa
como grata, acaba de sernos posible conocer
en círculos directivos de la política interame
ricana, el altísimo concepto que en ellos se
tiene de la manera como el gobierno que pre
side Alberto Lleras, y que tiene en el canci
ller Turbay tan inteligente y eficiente cola
borador, viene actuando dentro del proceso
que ba empezado a cumplirse en los desarro
llos de una auténtica nueva era hemisférica.
Se considera en tales circuios que la posición
colombiana no solo es responsable y respeta
ble. sino que ofrece soluciones fecundas y
acertadas a los problemas de America y cons
tituye aporte esencial de eficacísimas proyec
ciones a los puntos vitales que preocupan y
conturban a estos países. Y que nuestras pro
puestas representan caminos de fácil salida
para el fortalecimiento del régimen jurídico
regional, de un lado, y para la nueva concep
ción económico-social predominante ya en la
vida de relación interamericana.
Nos fue dado escuchar —valga el impor
tante ejemplo— de labios del señor Adlai Ste
venson los más cordiales elogios sobre las fór
mulas colombianas sugeridas por la adminis
tración Lleras, y las más efusivas manifesta
ciones de admiración personal hacia el ilustre
mandatario, a quien se le considera sin re
servas como a uno de los grandes conducto
res de la democracia que este hemisferio ha
ya tenido en el accidentado tránsito de su
historia.
.Cartas al Director
La Opinión de Nuestros Lectores
Las carta* enviadas deben star escrita* en máqnina a doble espacio. • por excepción a mano
con letra clara. La* carta* deben *er corta* y la Dirección «e reserva el derecbo de eon
déos arlas. No se devuelven originales de cartas, hayan sido publicada o no, ni se mantiene corres,
pendencia acere* de ella*. Croa carta debe estar firmada v eon la dirección del qne la remita.
UNA ACCION DEPLORABLE
En ia edición del domingo
de ese Diario apareció una
noticia que me ha causado
hondo disgusto v preocupa
ción. Se trata de el acuerdo
suscrito entre los gobiernos de
Chile y Cuba para la adquisi
ción de 50,000 toneladas de
azúcar a Fidel Castro.
En otros tiempos y bajo
otras condiciones, esto me
hubiera llenado de alegría,
pues a cualquiera que sienta
por su patria tiene que satis
facerle el progreso de la tie
rra que lo vió nacer. Pero
ee ka aetuaka circunstancia*.
circunstancias, obraba en razón directa eon
la capacidad de recogerse sobre SI MISMOS;
son los que, despavoridos frente a una rea
lidad próxima, a un peEgro inmediato, hu
yeron a tierras extrañas.
Como cosa curiosa y paradójica, pudo
observarse en no pocos de nuestros intelec
tuales una ingenuidad panglosiana; SE NE
GABAN la triste realidad, seguían volcados
en el cosmos. Marinos expertos, no podian
otear la tormenta que los acechaba.
“Era doloroso el espectáculo que daba
el doctor Jorge Mañach pastoreando cerdos
en los programas televisados.” -
Por otro lado, los intelectualoides ha
cían gala de sus “profundos conocimientos
humanistas”, haciendo una exégesis de la
llamada doctrina del “Humanismo verde
olivo”, cuando ya Fidel sostenía que toda
propiedad es un robo, y que derecho roma
no... ¿para qué? Y qué decir de toda esa
sarta de hechos vergonzosos que herían la
sensibilidad y la dignidad ética de la cria
tura humana concreta, y pisoteaban impu
nemente los fallos de un tribunal revolu
cionario que absolvió a los acusados, y de
un plumazo, e invocando a esa abstracción
que él llama pueblo, los condenó a la pena
de 30 años, provocando el suicidio del Pre
sidente del Tribunal?
No hablemos siquiera del espectáculo de
circo romano de los juicios televisados, en
que se hada caso omiso del más elemental
principio de derecho penal...
Pero todo era cuestión de tiempo; 'el
tiempo madura las cosas o las disuelve en él.
Los herejes del llamado Fidelismo ha
cían número y todos y cada uno de ellos
iban cayendo poco a poco en la tremenda
realidad.
Hoy, salvo los infelices miopes de otro
ra que quedaron prisioneros en esa gran
telaraña en que ha sido convertida Cuba,
sólo siguen a ese engendro monstruoso del
materialismo histórico, esa pléyade de cuasi
humanos de todas y cada una de las esferas
sociales que disfrazados con los ropajes de
la decencia, de la bondad, y hasta ; de la
buena cuna, pululaban a nuestro alrededor
esperando el momento de descargar la pu
ñalada artera a todos los que, según su
sentir, habían plasmado en realidad sus
más caros ideales en el orden personal.
Creo, en resumen, que muchas gentes
están pagando bien caro su snobismo, que a
la postre, no encierra más que un bajo
fondo de vileza.
Desde luego, ha contribuido a la vigorosa
evidencia de esta verdad el hecho de que el
pais haya recobrado republicanamente, según
normas de derecho v dentro del pleno goce
civil de libertades y garantías. La circunstan
cia afortunada de que la nación colombiana
haya logrado superar una crisis que tan hon
damente conmovió sus cimientos institucio
nales, y que por el patriótico entendimiento
haya alcanzado la estabilidad que hoy la
distingue y enaltece, son factores primordia
les en este renacimiento de nuestro buen
nombre y en la fe que hoy se tiene deposita
da en las inmensas posibilidades de nuestro
destino.
Y no es que Colombia se presente en be
ligerante actitud de anti-algo, ni que asuma
posiciones impetuosas o imperativas. No. El
buen éxito de la política exterior colombiana
radica precisamente en la serenidad que ca
racteriza el planteamiento de las soluciones,
en la razón tranquila de sus tesis, en la firme
za de sus convicciones y en la lealtad con que
actúa en relación con las normas que regulan
la amistosa interdependencia de nuestros Es
tados. Su devoto criterio por la solidaridad y
su apego intelectual y moral a las insustitui
bles ventajas de un sistema tan trabajosamen
te conqusitado, pero ya tan maduro en la con
ciencia popular americana, constituyen los
fundamentos fuertes de una rectoría que no
hemos buscado por desapasible ambición na
cionalista, sino que nos ha venido en función
dg las ideas que estructuran toda la fábrica
espiritual de nuestra política exterior.
Cuando se vive y se siente en la ausencia
de la patria, la certidumbre de estas verdades
incontrastables, no es difícil entender cómo
les colombianos debieran saberse, sin excep
ciones, interpretados con honestidad y re
presentados con grandeza. La patria así se
nos hace de nuevo claro símbolo, a cuya per
manencia histórica no debiera haber sacrifi
cio que no ofreciéramos, ni esfuerzo integral
que no cumpliéramos fervorosamente.
en que un gobierno comunista
sojuzga nuestra Isla, y que to
das las democracias de Amé
rica están contra el sistema
de gobierno que aJí impera,
es escandaloso que Chile haga
negociaciones con Fidel Cas
tro, sabiendo que .os Estados
Unidos, su gran amigo, no
las tiene ya y le ha retirado
toda ayuda a ese gobierno que
tanto daño le ha hecho.
Muy pronto ha olvidado el
gobierno de Chile la ayuda
que recibió de este pais cuan
do los desastres de los terre
motos en Valdivia para que
sin ambajes de ninguna clase
anuncie sus negociaciones eon
Castro, que precísamete hoy
en día ha implantado en Amé
rica el sistema más funesto y
dañino que haya conocido el
Continente.
Ojalá que los chilenos no
tengan algún día que arrepen
tirse de este paso que los po
ne en tela de juicio ante la
ei udadanía de América toda,
y mucho menos que le sigan
dando la mano al gobierno co
munista de Fidel Castro, des
pués de los horrores que ha
hecho y sigue haciendo para
vergüenza de las naciones de
mocráticas del mundo y es
pecialmente de América.
B.
RESUMEN CASTROCOMUNfSTA
Por SILVIO

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NI PAN, NI LIBERTAD
(Exclnsivo para DIARIO LAS AMERICAS)
EL ANGLICISMO EN EL ESPAÑOL
CONTEMPORANEO
Por e> Doctor RICARDO J. ALFARO
HONESTO. TA
(CONTINUACION)
Ocurre otra circunstancia curiosa en el uso del adjetivo
honesto. Calificando al hombre, trasmite a veces la idea de
probidad. Calificando a la mujer, denota invariablemente la
calidad de recatada y casta. “Un hombre honesto” puede sig
nificar un individuo recto y probo. Pero por “mujer honesta”
se entiende siempre la que posee las virtudes de la castidad,
el pudor, la modestia y el recato.
Lo propio sucede con honrado. Un hombre honrado es
el varón integro v justo que cumple con sus obligaciones y
respeta el derecho ajeno. Ej.:
“. ... e por quanto Juan de Varvarán vezino de esta
cibdad es persona muy honrrada e qonquistador destas
provincias e es persona abonada . . . por tanto .... ,
mando que acepte el dicho cargo de tutor e curador
de los dichos menores . . (Diligencia de discerní,
miento de tutela a los hijos de Francisco Pizarro, en
Cuadernos de Historia del Perú, por Raúl Porras Ba¿
rrenechca).
Señora, ¿me cree usted hombre honrado y bien na
cido?” (Pereda).
(CONTINUA)
Desperezamiento en
Santo Domingo
ROBLETO
El Presidente Balaguer de
Santo Domingo acaba de or
denar “medidas drásticas”, se
gún confesión oficial, contra
los manifestantes políticos en
las calles. El calificativo
“drástico” es empleado por
un hombre experimentado en
la aplicación del rigor y eso
hará que la persecución se
recrudezca. Las persecuciones
han sido endémicas desde ha
ce mucho tiempo en aquel
pais.
“No se permitirán manifes
taciones callejeras —dice el co
municado de Gobierno— du
rante las cuales se tenga el
propósito de cometer actos de
pillaje y de amedrentar a la
sociedad”. La clasificación, co
mo es de observarse, resulta
ría muy difícil en una na
ción regida por la ley y las
garantías; pero en la Repúbli
ca Dominicana no ha habido
ley ni garantías desde hace
treinta y un años. Allí ha si
do vieja y única la regla, de
dejar las elásticas interpreta
ciones a ¡as autoridades de
policía. Allí, una protesta cí
vica que vaya contra los in
tereses del autoritario régi
men es irremediablemente ca-
BEL
cUI acontecer c
(Exclusivo para DIARIO LAS AMERICAS)
Un ruido de pasos lo despertó. Se incorporó sonñoliento.
Sobre las frías baldosas, piso de la prisión, dormían profun
damente decenas de sus compañeros. Un grupo de milicianos,
el gesto duro, la mirada hosca, paseó la vista sobre él. Hi«
un esfuerzo para ponerse de pie, mientras oía, como a k dis
tancia, chirriar los goznes de la reja.
Estaba va en pie, ei pecho dilatado por
ía emoción, altivo el continente y la mirada,
cuando el capitán de milicias se acercó para
decirle: ‘tienes que venir con nosotros”.
Una ligera sonrisa le entreabrió los labios
resecos. Dijo un miliciano: ¿quieres despe
dirte de los amigos? El lo miró, la vista fi
ja en los ojos del miliciano, y con tono ca
ai impersonal rechazó el ofrecimiento. “Dé
jenlos dormir —pidió— ya tendrán tiempo
de enterarse de todo. Déjenlos tranquilos”.
pero el capitán de milicias tenía otra idea. Coando el horo
Irte traspuso las rejas de la celda, el capitán de tos miliciae
gritó con todas las fuerzas de sus pulmones: “¡Atención!” Loa
presos se despertaron sobresaltados. Dentro del cerco qne
(Continúa ca k Pág. 11 CoL 7)
lificada de pillaje; lo de “ame
drentar a la sociedad” tiene
tan diversas interpretaciones,»
que éstas siempre están al ar
bitrio del obtuso criterio po
licíaco.
Sólo en un punto tiene ló*
gica la advertencia oficial do
minicana y es en la infiltra
ción comunista dentro de la*
manifestaciones. Casi se va
haciendo imposible entre no-'
sotros organizar actos limpios
y patrióticos en los que no
intente y logre entrometerá*
el comunismo. Este se apro
vecha de las buenas causas,
se introduce hábilmente en
cualquier oportunidad, adul
terando la razón que las ori
ginó.
La actitud de Balaguer se
debe a la primera manifesta
ción pública verificada en k
ciudad de Santo Domingo
(ya no volveremos a llamar
la “Ciudad Trujillo”), despuée
de treinta y un años en qu#
nunca se vio a un grupo de
media docena de ciudadanoi
conversando libremente eñ
una esquina. Y, sí vamos más
adentro, no hubo grupos que
pudieran hablar a sus an
(Continua en k Pág. 11 CoL •)
1]
f % J

L

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