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Stalin Accused of What Castro Abuses Now The Twenty-second Congress of the Communist Party has just made a posthumous degrading of Josef Stalin, ordering his body removed from the huge mausoleum where it has rested, in a glass urn, side by side with Lenin, in Moscow’s Red Square. The delegates to the Congress, including the rep resentative from the “Republic” of Georgia, birthplace of the ex-dictator, accuse him of having practiced the “cult to Stalin,” which gave rise to much arbitrariness within the party. Only of that they accuse Stalin, of converting himself into a demigod, as it is now happening in Cuba with Fidel Castro's deified personality. Watch out then, the Cuban dictator for what the “scrupulous II delegates of the Communist Party to the Twenty-second Congress may think of him. The zealous D representatives of communism meeting in Moscow did not accuse Mr. Stalin of having planted terror, of having adopted an imperialist policy that sunk into humiliation and tyranny nine European countries enslaved by communism- They do not accuse him for those he killed and the forced labor in concen tration camps, for all that which is the essence of com munism. They only accuse him of the crime of vanity, typical of the dictatorships, of which not even the present Kremlin tyrants are exempt. Thus it can be said that it is a weak accusation the one pinned on the man who made the material might of that nation grow, on the remains of the Russian people’s freedom, even by abusing of the candidness, good faith, carelessness—or however one wants to call it—of the United States, the truly Victorious power, which let Stalin get away with advantageous positions which now represent a very serious threat for humanity. It is odd. to say the least, that Mr. Khrushchev —the new Stalin entrenched after many internal purges— may be worried by the “abuses” the old ex dictator commuted, as if the Kremlin were not a source of arbitrariness and crimes, and as if the Soviet Prime Minister were not the most deified figure of ail the socalled Soviet Socialist “Republics”. The fate of Stalin's body will be another lesson of history regarding the end of all dictators. After so much absolute power, after being lord and boss of a vast region of the world, perhaps Stalin will have an unknown grave, as unknown as those of many citizens the dictatorships of the world have assassinated. TEMPERATURE 35335¡BE ¡3 g==== 3z=r (SU The OAS Must Not Forsake the Dominicans If the sanctions imposed by the OAS on the Dominican Republic were lifted without taking all the necessary pre cautions stabilizers of dem ocracy, the country would regress to the terrible days of absolute oppression, with the aggravation that venge ance measures would be taken by the military dictatorship against those who, within ths relative climate of semi tolerance encouraged by the OAS, embarked in a campaign to restore the democratic system in Santo Domingo. That campaign, though de veloped under less difficult conditions than those which prevailed before, has cost many sacrifices, deaths, inju ries and exiles. In Santo Domingo, the Civil Government seems to be interested in finding a for mula of political equilibrium which may permit the nation to emerge from the confusion besetting it, to arrive at peaceful solutions which may consequently lead to the creation of a normal republic. If for any reason the OAS accepted as good certain bone less promises and removed the sanctions, it is almost certain that they would go back to the old methods, the safety of the Dominicans would be at the mercy of the military quarters and once again would start the “spon taneous. massive” rallies of supposed popular solidarity with the Trujillo family . . . From that moment on. Doctor Balaguer would be less Pres ident than he is now, and all orders on governmental pro cedures would be coming from the San Isidro Air Base, with no other purpose than the consolidation of the military dictatorship. If right How —the OAS is well aware of it— President Balaguer has many limitations despite the fact that the Armed Forces Chief knows Balaguer has the support of the OAS, what would happen to him tf the sanctions were lifted without the necessary guarantees of •n organized and authentic republican \n\n Pág. 2 Diario Las Americas Editado pot xHB AMERICAS PUBLISHING COMPANY «349 N. W SSth STREET, MIAMI SPRINGS, FLORIDA P. O. Box NI 366. Miami 48. FU. Teléfono U S-7S2I * * * FRANCISCO AGUIRRR HORACIO AGUIKRB Vicepresidente 1 Editot Vicepresidente, Director j Gerente Enrlqne J Rodrigue* Guillermo González, Federico G ¿aldlvai. «efe del Departamento Jefe del Departamento Jefe de Redacción de Anuncio» do Circnlaelón Representante en Sur América: Julio César Banzas: Bernardo de Irigoyen 546, 99 piso, buenos Aires, Argentina* PARA SUSCRIPCIONES EN WASHINGTON D L lLAMX (ENTREGAS A DOMICILIO EN WASHINGTON. Seccléo 1 de N. W. $30.90 por año> Suscripciones por Correo Ordinario: Anual $20.00, Semestral $11.00, Trimestral $6.00. Mensual $2.00. Por Correo Aéreo en ios Estado* Unido*. México y Canada, $5.40 adicionales por mes. (Entregas a Domicilio en Washington, Zona A, $30.90 al año) FAVOR Ut ENVIARNOS SU CORRESPONDENCIA Al APARTADO 36* MIAMI 48. FLA TELEFONO TU 6-7521 4951 Rockwimd .-arktvpt N W Washington 16 D.C. 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Los delegados al Congreso, incluyendo el de la (i República” de Georgia, donde nació el ex dictador, lo han acusado de haber incurrido ‘‘en el culto a su per sonalidad”, lo que dio lugar a muchas arbitrariedades dentro del partido. Sólo de eso acusan a Stalin, de haber convertido en semidiós su figura, como ocurre actual mente en Cuba con la personalidad endiosada de Fidel Castro- Ya sabe, pues, el dictador cubano lo que deben pensar de él los “escrupulosos” Delegados del Partido Comunista al vigésimosegundo Congreso. Los “celosos” representantes del comunismo reu nidos en Moscú no acusaron al señor Stalin de haber implantado el terror, de haber adoptado una política imperialista que hundió en la humillación y la opresión a nueve países europeos que esclavizó el comunismo. No lo atacan por los muertos y los trabajos forzados en los campos de concentración, por todo eso que es esen cia del comunismo. Lo atacan únicamente por su pe cado de vanidad, típico de las dictaduras, del que no están exentos los actuales tiranos del Kremlin. Por eso cabe decir que es débil la acusación que le hacen al hom bre que hizo crecer, sobre los despojos de la libertad del pueblo ruso, el poderío ingenuidad, material buena de fe, esa descuido—o Nación, inclusive abusando de la como quiera potencia llamársele—de triunfadora, los le Estados permitió Unidos, Stalin la posiciones verdadera que a ventajosas que ahora representan un gravísimo peligro para la humanidad. Resulta curioso, por decir lo menos, que el señor Khrushchev —el nuevo Stalin consolidado después de muchas persecuciones internas—esté preocupado por los “abusos” que cometió el viejo ex dictador, como si el Kremlin no fuese un foco de arbitrariedades y crí menes, y el Primer Ministro soviético no fuese la figura más endiosada de todas las llamadas “Repúblicas” So cialistas Soviéticas. El destino que tendrá el cadáver de Stalin será otra lección de la historia con respecto al fin de los dictadores. Después de tanto poder absoluto, después de ser - el amo y señor de una vasta región del mundo, quizás Stalin no tenga una tumba ciudadanos conocida, como no tienen tumbas conocidas muchos que las dictaduras del mundo han asesinado. Subscríbase al Diario Las Amiricas DIARIO IAS AMERICAS JUEVES, 2 DE NOVIEMBRE DE 1961 TEMPERATURA [5)®[r* <g®on' (o)© La OEA no Debe m Abandonar a los Dominicanos Si se levantasen las sancio nes impuestas a la República Dominicana por la OEA sin tomarse las necesarias pre cauciones estabilizadoras de la democracia, el pueblo vol verla a 1os dias terribles de la opresión absoluta, con el agra vante de que habrían vengan zas de parte de la dictadura militar contra aquéllos que, dentro del relativo clima de semi-tolerancia política esti mulado por la OEA, se lan zaron a la campaña restaura dora del sistema democrático en Santo Domingo. Esa cam paña. aunque desarrollada en condiciones menos difíciles que las que prevalecían antes, ha costado muchos sacrificios, muertes, heridas y destierros. En Santo Domingo, el Go bierno Civil parece estar in teresado en encontrar una fórmula de equilibrio político que permita al país salir de la encrucijada en que se halla, para arribar a soluciones pa cíficas que den como resulta do la creación de una Repú blica normal. Si por cualquier razón la OEA se diese por satisfecha de ciertas promesas inverte bradas y levantase las sancio nes, es casi seguro que allí volverían a las andadas, la se guridad de los dominicanos quedaría « merced de los cuarteles, y comenzarían las “espontáneas manifestacio nes “masivas” de una supues ta solidaridad popular con la familia Trujillo . . . Desde ese momento, el Doctor Ba laguer sería mucho menos Presidente que lo que es ac tualmente, y de la base aérea de San Isidro se dictarían to das las normas gubernativas, sin más miras que las de con solidar la dictadura militar. Si en estos -momentos —lo sabe bien la OEA— el Pre sidente Balaguer tiene mu chas limitaciones a pesar de que el Jefe de las Fuerzas Armadas sabe que la OEA respalda a Balaguer, ¿qué se ría de éste si se levantasen las sanciones*sin las debidas garantías de un sistema re publicano organizado y autén tico? ★ EL ZIMBOMBAZO Por HUMBERTO MEDRANO Subdirector de "Prensa Libre" en el Exilio * A pesar del pedimento de la ONU. Des atendiendo la apelación particular de varias naciones neutrales. Contraviniendo el senti miento de repudio universal por las explosio nes nucleares. Sin importarle para nada el daño terrible que ha de propagar en el mun do la radioactividad, Nikita largó su bomba. La grande. La tremenda. Unos dicen que era de cincuenta mega tones. Otros, que era de ochenta. Da lo mismo. Es como si se discutiera si el asesino le dio a la víctima cuarenta o treinta y cinco puñaladas. El crimen es el mismo. Veinte megatones más o menos, podrán cam biar la potencia de la explosión. Pero no la demostración del bárbaro desprecio que sien, . te el comunismo por la vida humana. Conjuntamente con el clamor de pro testa, se extiende por el orbe el peligro de la radioactividad. En los países más cercanos al monstruoso estallido, ya se habla de anali zar los alimentos. En fecha no lejana mori rán sin guerra, de contaminación, mucha gente humilde, especialmente campesinos que no tienen acceso a los laboratorios de las grandes ciudades. El comunismo puede estar satisfecho. No sólo ha desatado el terror, el miedo a la muerte. Ha desatado la muerte misma. , Y lo ha hecho fría, conscientemente. Los que se asombran, se asombran por que quieren. O porque no han leído nunca nada del marxismo-leninismo, es decir, del comunismo. Sólo así se explican las vocea airadas que caídas del nido de la ignorancia, están ahora gritando despavoridas que des pués de este hecho, el comunismo no podrá hablar de hermandad entre los hombres. Para llegar a esa conclusión no hacía falta que Kruschef desparramara por el mun do cincuenta megatones de podredumbre y muerte detonados por el odio. Hace tiempo que sabemos o que debíamos saber que son la violencia y la muerte, las armas prefe ridas del comunismo. Basta hacerle algunas acotaciones a las palabras de su patriarcas más insignes: “Los comunistas no tienen por qué guar dar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violen cia todo el orden social existente, (Mar» y Engels, Manifiesto Comunista). j i Una revolución es, indudablemente, la cosa más autoritaria que existe; es el acto mediante el cual una parte de la población impone su voluntad a la otra parte por me dio de fusiles, bayonetas y cañones, medios autoritarios si los hay; y el Partido victo rioso, si no quiere haber luchado en vano, tiene que mantener este dominio por el terror que sus armas inspiran a los reaccio narios”. (Engels, citado por Lenin en sus ★ ★ * CARROUSEL DE WASHINGTON Por DREW PEARSON —Cinco Centavos Producen un Incidente —El "Cuerpo Para la Pax" Adopta un Ceremonial WASHINGTON, noviembre (EPS) — Como si no bastara con Khrushchev blandiendo su bomba de un poder explosivo de cincuen ta millones de toneladas de TNT y con Mar gery Michelmore del “Cuerpo para la Paz y su tarjeta postal que causó tanta indigna ción en Nigeria, ahora el Departamento de Estado está confrontando una nueva crisis internacional provocada por una moneda de cinco centavos. Este incidente puede costar a los Estados Unidos la amistad de un im portante diario canadiense. La crisis de Cheektowaga, tal es el nom bre que dieron al incidente, puede no ser tan grave como la de Berlín, mas está ha ciendo pasar un mal momento a nuestros diplomáticos. Cheektowaga, en el Estado de Nueva York, es un suburbio de Buffalo y sus ha bitantes suelen ser amables con los turistas. Sin embargo, Cheektowaga trató a un im portante turista como un criminal por ha ber alegadamente defraudado una máquina de percepción de peaje en un valor de cinco centavos. El turista es Colin Murray, director del diario “Toronto Telegram”. Estaba pasando con su auto por Cheektowaga en su viaje de vuelta a Toronto después de unos días en Washington. Depositó dos monedas en una máquina de peaje; el pago era de quince centavos para tener derecho de usar la carretera. Fué aquí que se inició la gran contro versia de Cheektowaga. Murray creyó que había depositado una pieza de diez y una de cinco centavos; el tribunal de Cheektowaga declaró severamente que el periodista habit puesto sólo dos monedas de cinco centavos. Los patrulleros de la carretera confis caron las monedas incriminadas, las sellaron en un sobre y partieron a plena sirena a caza de Murray. Cuando lo acusaron de haber defrauda do a las autoridades de la carretera en cinco centavos, Murray alefremente sacó cinco cen tavos de su monedero. Creía haber pagado los quince centavos, observo, mas no Iba a hacer una cuestión por cinco centavos. Empero, la policía no aceptó la restitu ción. La Justicia tenía que seguir su curso. Murray fue guardado en custodia durante tres horas, hasta que la sesión nocturna del i1h?P. 1L Comparo- obras completas, Tomo XXV, página 431 Editorial Cartago, Buenos Aires, 1958). “...necesitamos formaciones de hombres armados^ necesitamos el orden más riguroso, necesitamos de la violencia para reprimir despiadamente todos los intentos de la con trarrevolución”. (Lenin, Obras Completas, Tomo XXIV, misma edición;. Si esto dijeron, escribieron y postularon las deidades y profetas de este credo bárba ro, ¿qué de extraño tiene que sus sangrien tos apóstoles sigan al pie de la letra aquello* mandamientos de terror y de muerte? ¿Por qué no se ha de explotar esa bom ba o cien bombas como esa para lograr lo que Engels quería: “mantener el dominio, por el terror que sus armas inspiran a los reaccio narios”? ¿Y qué importan la muerte o la parálisis de por vida de los contrarrevolucionarios —;—lo son todos aquellos que no se avienen ál servil acatamiento de la dictadura comu nista—si Lenin proclamó: “necesitamos de la violencia para reprimir despiadamente todos los intentos de la contrarrevolución”? Nadie se asombre, pues. Nadie se escan dalice. Y sobre todo: nadie que haya leído un poco venga a ponerse las manos en la cabeza pensando que Kruschef ha rebasado todos los límites en su política de compul sión y aterrorizamiento. Kruschef está con el librito en la mano. El librito manda la violencia. El está interpretándolo y obede ciéndolo al pie de la letra. —oOo— Pero que nadie se acobarde tampoco. La violencia no tiene otro antídoto que la violencia. Esto no quiere decir que en vista de la explosión de la bomba de cincuenta megatones, Estados Unidos explote otra de sesenta o de cien. Sino que le haga saber a los rusos que está dispuesto a explotársela en el mismísimo Kremlin cuando llegue la hora. Por de pronto, y para que vean que no nos han atemorizado, un día que Stevenson no esté mirando, vamos a arrancarle de cua jo al comunismo el baluarte insolente que ha establecido en Cuba a noventa millas de la seguridad de América. Esto tendrá una doble virtud: demostrar les que estamos dispuestos a pelear y qui tarnos el puñal de la espalda. Ese día, todos esos sospechosos “no in tervencionistas” de Latinoamérica, callarán, otorgarán y si los apuran un poco, aplau dirán. Y Rusia se limitará a escribir un Libro Blanco—perdón, rojo—de cómo el “Imperia lismo Yanqui” aplastó ur.a “democracia po pular”. Nada más. A pesar de su famosa bomba de cincuenta megatones, que quedará inédita. Porque los comunistas son criminales, pero no suicidas. ció entonces ante el Juez de Paz, José Pysczynsky, quien examinó la prueba del delito en el sobre sellado, dio un golpe con su mallete y condenó a Murray a una multa de 25 dólares. Protestando aún de su inocencia, Murray sacó su billetera. Contaba tan sólo 21 dóla res. Ofréció pagar por cheque, pero el Juez no quiso aceptar esta forma de pago. De claró que Murray pagaría los veinticinco dóla res en efectivo o pasaría veinticinco dias en la prisión del condado. Permitieron final mente al periodista exasperado manejar su auto bajo escolta policíaca hasta una esta ción de gasolina donde, gracias a su tarjeta de crédito, pudo reunior la suma exigida. Murray pagó la multa, mas el Juez de Paz reclamó veintisiete centavos adicionales para cubrir los gastos que el incidente ha bía causado al tribunal. Más tarde, Murray contó que al menos la máquina de peaje lo '-había tratado cortes mente. Efectivamente, después de deposi tar las dos monedas objeto de tanta contro versia, un pedazo de cartón surgió de la máquina con esta inscripción: “Thank You” (“gracias”). EL CEREMONIAL DEL CUERPO PARA LA PAZ El Cuerpo para la Paz está distribuyendo a la prensa, un nuevo folleto cuyo propósito es evitar todo futuro “incidente de tarjeta postal”. Sargent Shriver, Director del “Cuer po para la Paz” no quiere que otra persona indiscreta como Margery Michelmore tome alguna iniciativa referente a los países desa rrollados como la que provocó tanta indigna ción en Nigeria recientemente. El folleto del “Cuerpo para la Paz” es intitulado “Cómo trabajar eficientemente en el extranjero”. Advierte a los voluntsrios que no deben saludar a sus conocidos desde una bicicleta. Está considerado como muy grosero en Africa, Allí, donde las bicicle tas son los principales medios de locomo ción, lo correcto es parar la bicicleta, des cender de ella, sostenerla despreocupada mente con una mano mientras que con la otra se estrecha la mano ajena. Es tam bién descortés rehusar alimentos aborígenes. El folleto recomienda aceptar la eomida y luego esconderla sin llamar la atención del anfitrión, en caso de no querer comerla. Quizás un maletín sirva para este prqpó •i te. • bolea ée celofán... EL PROBLEMA ARGELINO i Por SILVIO Y’ 7 /// o» O- ¿> * -¿9 3 * ^ € / * ■k * -y » <0 ¥ A A A • c y~‘ & , ; «¿a.* rt » i i r-Y rV. S/í \) -EL CONTINUO DOLOR DE MUELA ...! Sf* (Exclusivo para DIARIO LAS AMERICAS) «CVVVVVVXVX^XXVVVVVVXVVVX'VSiVSVVVVVVVVV'VVVV'e’CV EL ANGLICISMO EN EL ESPAÑOL CONTEMPORANEO ¿A Ut Por e» Doctor RICARDO J ALFARO JINGO (Continuación) Por último, me parece arbitrario que al aceptar estas dicciones se haya alterado la fonética inglesa, que es Ymgo. La Academia debía haber aceptado esta grafía, del mismo modo que el castellanizar el inglés Jute (pro. yute) dispuso que esta palabra se escriba en español Yate. Politiea Interamericana Las Americas se Observan con Anteojos Deformantes a* Por VICTOR F. GOYTIA v Es irritante para las gentes del Norte y las del Sur ob servar el comportamiento di ferente de los unos y los otros frente a los mismos hechos e incidentes de la vida normal o ante los acontecimientos no tables de la Historia, lo cual crea marcados antagonismos, que se desvanecen tan pronto analizamos la causa de nues tras disparidades a través de la formación y educación am bos grupos. En mi opinión —y así lo expresé en el Congreso del CEDI— ningún aglutinante ligaba las dos porciones del Hemisferio en el período pre republieano, causa de recípro cos errores de apreciación que, en parte, subsisten todavía. La América del Norte vista por la América del Sur en los albores de la independencia de aquélla, y aún después, apa recia inferior en varios aspec tos a la realidad; pero si nos atenemos a documentos nor teamericanos de la época, sal dríamos los de la América del Sur peor librados. El culto exclusivo del cato licismo en Iberoamérica, por ejemplo, les parecía a nues tros vecinos un monstruoso atentado contra la libertad de conciencia, sin detenerse a considerar que en aquellos tiempos y de este lado no exis tían calvinistas, mormones, anglicanos ni practicantes de otra confesión religiosa, quienes pudiese afectar la ex clusividad de la Religión, Por lo contrario, siendo la univer salidad de los habitantes ca tólicos, apostólicos, desconocimiento romanos, de cualquier sido aquel hecho hubiese un por RENE VIERA hiÁHAtadti oatidtxsK (Exclusivo pare DIARIO LAB AMERICAS) Cuba está urgida de una cura de verdad. Y el exilio cubano, que es prolongación de Cuba, está también urgido, de una cura de verdad. Ocultar la verdad no engaña a nadie. Todo él aaundo k conoce. Nuestros secretos son secretos a vo- ■a. CM. Ocultar la verdad sirve para que nos engañemos, exclusivamente, nosotros mismos. ¿y. No se puede tapar con un dedo el sol de L la verdad. Algo nos atomiza, imposibilita y divide. Algo nos limita. Esos “algo” se constituyen en aliados del enemigo. Esos “algo” sirven para que el enemigo prolongue •u estancia en el poder. Esos “algo” de vienen auxiliares del enemigo en su tarea de humillar, esclavizar y empobrecer a los cubanos. v ★ ★ ★ El exilio, por sí solo, no puede libertar a Cuba del eo munismo. El exilio puede contribuir a la liberación de Cuba. ( Puede determinar aue U liberación se produzca antes q des «Continúa k Pfe U Cal,» - atentado contra la fe de los habitantes. ;v Otra de las incomprensio nes capitales nace del mante nimiento uniforme en todas las provincias hispanoameri canas de la unidad con ft Madre Patria, hasta en el ac to mismo de la emancipación, sin tomar en consideración nuestros vecinos que los mo vimientos insurreccionales-*© se incubaron contra España, sino en favor de España, con tra el invasor napoleónico. La independencia norteame ricana se escribió con diferen te tinta; por ella, el grito de mexicanos: “Viva .América” “Viva Fernando . VII’, y los similares pronunciamientos, desde La Plata hasto la Nue va España, parecían, gestoside locos, a través de Tío los anteojos deformantes del Sam.,¿ Todo esto, sumado a innu merables incongruencias na cidas del mal enfoque de las situaciones, mostraba a lgs norteamericanos una cadena interminable de desplantes, consideradas las cosas dentro de su sistema de vida. En tan to, del otro lado, los hispano americanos juzgaban ridiculas las costumbres e inexplicable la conducta en general de lás gentes del Norte a la luz de las ideas y prácticas conven cionales del Sur. Esa visión deformada por reciprocas desviaciones del criterio; esa superficialidad en los juicios; esa falta de siste hondura nuestro en el análisis, tiempo, pu- dis en tanciándonos cuando la cien cia aplicada a las comuni caciones y transportes ha ho rrado de los diccionarios .Ja palabra “distancia. s - M