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Ccsstro Keeps on Violating the Right to Asylum in many wavs has Fidel Castro’s communist dicta torship violated the Right to Diplomatic Asylum, es- of peciallv The with the inexplicable, delays in the issuance sai'econduets requested by the Embassies granting the asylum. In that of not Issuing immediately the res nective safeconducts, violated in its fullest meaning has been Article XII of the Convention on Diplomatic Asy lum, which reads: II Once the asylum has been granted, the State grant ing asylum mav request that the asvlee be allowed to depart for foreign territory, and the territorial State is under obligation to grant immediately, except in case of force majeure. the necessary guarantees, referred to in Article V, as well as the corresponding safe-conduct-” What force majeure holds back Cuba's communist dictatorship from granting such document? Recently, the government of Fidel Castro, in an other defiance of American international law, notified tile diplomatic missions of four new and arbitrary stipula tions regulating the asylum. Among those stipulations is that which says that “safeconducts will be issued only to those asylees who are in the residence of the Chief ©f the Mission of the corresponding country”. This de termination openly violates the spirit and writing of Article I of the Convention on Diplomatic r Asylum which * savs: G Asylum granted in legations, war vessels, and militarv camps or aircraft, to persons being sought for political reasons or for political offenses shall be respect ed by the territorial State in accordance with the pro visions of this Convention. For the purposes of this Convention, » legation is anv seat of a regular diplomatic mission, the residence of chiefs of mission, and the premises provided by them for the dwelling places of asylees when the number of the latter exceeds the normal capacity of the buildings”. The Governments of America, as if foreboding that a dictatorship like the one Cuba suffers now would power, which would result in mass persecutions and countless asylees, foresaw the necessity of apecial dwelling places to accommodate the asylees ceeding the normal capacity of the buildings of matic missions or of the normal residences of mission chiefs. However, thev did not foresee the possibility disregard a dictatorship goi to extremes of utter the corresponding nvention, from Ms first article TEMPERATURE ________ Santo Domingo's Opposition Doesn't Have a Castro In the Dominican Republic there is no communist leader, 0 r one suspected as commu nist, participating in the ami Trujillo movement. On the contrary, the leaders who have awakened and stimulat g, c Xens o{ recogni |. ed moral prestige. honorable persons, of sound political and personal back ground, as well as of good Christian formation. Of course, this does not mean that there are no communists in Santo Domingo, because they are everywhere, especial ly in the countries where the right-wing dictatorships have brought discredit to democ racy and have plunged the people into desperation. . But ™ ‘^ se frl th? in of move ment5 - oi ajthentic republican ei{ort who {igh , t0 rid the country of the dictatorship. it is convenient to make this clear, because there are some people who in good f *'th ask to themselves if at *.‘ £ f fj .?* ^1.7/'™!,°, w0 fa n e handc o{ the communists, just like in Cuba, In Santo Domingo the prin P w‘*L Til biliw ¿ ol the struggle do not hav a Fide , Castro w ¡th communist antecedents or, at least, highly questionable. In Cuba there were many demo cratic leaders fighting the dictatorship but, evidently, ® mo ng í_ her 'l ' vas a s f ctor headed . , by Castro, which in cluded a large number of ele ments arbitrary and com munisHc tendencies, who to gether Wlth F de occupied important positions in the files of the opposition. But that is not true in the Domin »can case, wherein the com ™ unists are ^^ gati<i J5? 1 ? * reallVdñecUrig'The n ar cam pai?n for restoration of the Republic \n\n Pág. 2 Diario Editado por „HB AMERICAS PUBLISHING COMPANY 4349 N » Mtb STREET. MIAMI SPRINGE, FLORIDA p. O. Box S9 MS. Miami 48, Füu Teléfono K MUI * * * FRANCISCO AGUIRRB HORACIO AGUIRRB Vicepresidente y Editor Vicepresidente, Director y Gerente Enriqne J Rodríguez Guillermo González, Federico G óaidlvi*. Jeté del Departamento Jete del Departámoste tefe de Redacción de Anuncios de Circulación Representante en Snr América: Jnlio César Danzas: Bernardo de írigoyen 546, piso. Buenos Aires, Argentina. PAR a SLr.^ rtIPCIONRS EN WASHINGTON O t lLAIVÍB (ENTREGAS A DOMICILIO EN WASHINGTON. Secclóo I de N. W. $30.90 por alio. Suscripciones por Correo Ordinario: Anual $20.00, Semestral $11.00, Trimestral SG.00. Mensual $2.00. Por Correo Aéreo en los Estado» Unidos, México y Canada, $5.40 adicionales por mes. (Entregas a Domicilio en Washington, Zona A, $30.90 al afio) FAVOR lit ENVIARNOS SU CORRESPONDENCIA Al. APARTADO ISA MIAMI 48. FLA TELEFONO TU 8-7521 4951 Rocüivimi N W Washington U D.C. Tel WOod'.es «ASM Subscription, by Regular Mail: Yearly $20.00, 6 months $11.00, $ months $0.00. Month $2.00. Air mail in the United States, México and Canada $5.40 per month additional. (Home Delivery in Washington. Zone A, $30,90 per year) Entered as second Class Mattel at the Miami Springs florida Post Office on February a, 1954. Additional Entry at Washington. D C Acogido a la Franquicia Postal como Correspondencia de Segunda Clase en el Correo de Miami Springs Florida. Miami Springs, Fia., Domingo 12 de Noviembre de 1961 Sigue Violando Castro el Derecho de Asilo De muchas maneras ha violado el Derecho de Asi lo Diplomático la dictadura comunista de Fidel Castro, especialmente en las inexplicables tardanzas en la emi sión de los salvoconductos solicitados por Embajadas asilantes. En eso de no extender de inmediato los salvo conductos respectivos se ha violado hasta la saciedad el artículo XII de la Convención sobre Asilo Diplomáti co que dice: « Otorgado el asilo, el Estado asilante puede pedir la salida del asilado para territorio extranjero, y el Es tado territorial está obligado a dar inmediatamente, sal vo caso de fuerza mayor, las garantías necesBrias a que se refiere el articulo V y el correspondiente salvocon ducto”. ¿Qué fuerza mayor le impide a la dictadura comu nista de Cuba otorgar ese documento? Reoientemente, el Gobierno de Fidel Castro, en un desafío más al derecho internacional americano, ha no tificado cuatro nuevas y arbitrarias disposiciones a las misiones diplomáticas para regular el asilo. Entre esas disposiciones está la de que “sólo se otorgará salvocon- resi ducto a aquellos asilados que se encuentren en la dencia del jefe de Misión del país correspondiente”. Es ta norma viola abiertamente el espíritu y la letra del articulo primero de la Convención sobre Asilo Diplo “ático que dice así: „cí. “El asilo otorgado en legaciones, navios de guerra y campamentos o aeronaves militares, a personas per seguidas por motivos o delitos políticos, será respetado por el Estado territorial de acuerdo con las disposicio nes de la presente Convención-” Para los fines de esta Convención, legacfórf'es sede de misión diplomática ordinaria, la residencia de los jefes de misión y los locales habilitados por ellos pa ra habitación de los asilados cuando el número de éstos exceda de la capacidad normal de los edificios”. Los Gobiernos de America, como presintiendo que llegaría al Poder un tipo de dictadura como la que ahora está padeciendo Cuba, que determinaría persecuciones en masa y numerosísimos asilados, previó la necesidad de que se habilitasen casas especiales para acomodar mi- a los asilados que no cupiesen en las oficinas de las siones diplomáticas o en las residencias normales de ios jefes de misión. Sin embargo, no previeron que hubie se una dictadura oue llegase al extremo de desconocer la Convención correspondiente, comenzando con su ar tierno Primero, DIARIO IAS AMERICAS D0MING<) -, 12 DE .noviembre de ubi TEMPERATURA p©0* <g(Sffü1 sKaXs No Hay un Castro en Santo Domingo En la República Dominica na no hay ningún líder comu nista, o sospechoso de comu nista, que tenga figuración en el movimiento antitrujillis ta. Por el contrario, los líde res que han despertado y es timulado la conciencia públi ca contra la dictadura, son ciudadanos de reconocido prestigio moral, personas ho norables, de buenos antece dentes políticos y personales, lo mismo que de formación cristiana. Esto no quiere de cir, desde- luego, que en San to Domingo no haya comu nistas, porque en todas partes los hay, especialmente en los países donde las dictaduras de de derecha han sembrado el desprestigio de la democracia y i han lanzado a los pueblos a a desesperación. Pero esos no son los que es tán en Santo Domingo al fren te de los movimientos de au téntico valor republicano, que luchan por erradicar la dic tadura del país. Esta aclaración es muy con veniente hacerla, porque hay quienes de buena fe se hacen Ja pregunta de que si al caer l a .í d * 1“ T "'il en manos de l0f comu . njstas En Santo Domingo los prin cipales partidos y grupos po líticos que llevan sobre sus hombros la responsabilidad de lucha no tienen un Fidel Castro, de antecedentes co mumstas o^men^, suma hab¡a muchos lideres demo . oráticos luchando contra la dictadura, pero, evidentemen te, entre ellos había un sector capitaneado por Castro, den del cual había un fuerte dencias J arbitrarias ¿ J . comu .' istoides> lenes n FjdeI aupaban posiciones impor tantes en los cuadros de la oposición. En cambio, eso no ocurre en el caso dominicano, donde los comunistas están segregados de los partidos y grupos f, que realmente dirigen campaña restauradora de la República, n DIARIO IAS AMERICAS" EN WASHINGTON * EL EJEMPLAR DIEZ CENTAVO» EL "MUERTO" EN EL POTOMAC Por HUMBERTO MEDRANO Subdirector de "Prensa Libre" en el Exilio Aunque todas las informaciones digan lo contrario, ha sido en Ecuador donde aca ba de explotar la bomba de cincuenta mega tones. Porque ha sido allí donde el comunismo acaba de ganar otra batalla. Habrá quienes piensen que todavía es un poco prematuro hacer semejante afirma ción, Que es mejor esperar. Que tal vez ciertas presiones y ciertas realidades econó micas hagan al nuevo Presidente adoptar una actitud pro democrática. Reconocemos que es cualidad admira ble la cautela. Pero en este caso no hay cautela que valga. Arosemena es comunis ta. Para llegar a esta conclusión nos bastan los aplausos de Fidel Castro. Quien hace tiempo no aplaude más que a Khrushchev, a los cohetes de Khrushchev, a la política de Khrushchev y a los otros títeres de Khrush chev. Nada importa que Arosemena haya nom brado en el Gabinete personas que no son conocidas como comunistas. Algunos, a su tiempo, se darán a conocer. Y otros, se ple garán a la política comunista como si lo fue ran. Esa experiencia la vivimos y la sufri mos en Cuba. Tampoco importa que haya sido discre to en sus primeras declaraciones, aunque en algunas de ellas, como en las que se refirió a la necesidad de mantener buenas relacio nes de amistad con Rusia, asomara la oreja. Ya sabemos también por experiencia cómo operan los “camaradas”. Con cuánta hipo cresía ocultan lo que sienten y con cuánto cinismo dicen 10 contrario de lo que piensan. * * * Arosemena entró hablando de la Cons titución. Lo mismo que Fidel. Pero también lo mismo que Fidel, cuando tenga necesidad, le pasará los tanques por encima. ’ Estos nuevos bárbaros no tienen escrú pulos. Han bebido su doctrina de violencia en la fuente marxista-leniniSta. Allá han aprendido que no se debe vacilar en imponer cualquier tipo de opresión, en realizar cual quier clase de desafuero. Que inclusive es necesaria la imposición armada para “lograr la felicidad del pueblo” por medio del terror y de la sangre. Y además, la permanencia ilimitada en el poder de quienes se auto nombran sus representantes legítimos por medio de esas armas. Con ellas obligan a to do el mundo a ser felices. Felicidad que en una sociedad sin clases significa que hay hambre, esclavitud, cárcel y fusilamiento pa ra todo el mundo. Excepto para los que man dan. No importa, pues, lo que diga. Importa lo que hace. Y Arosemena no tardará en enseñar las uñas en toda su extensión. * * * Pero lo terrible de la experiencia ecua toriana es la forma en que se produjo. En ella vimos cómo una parte de las fuerzas armadas respaldó al conspirador comunis ta. Y disparó sus ametralladoras para, impo nerlo cuando todos estaban tratando de bus car una solución sin violencia y sin sangre. Ello nos desmuestra dos cosas: ★ ★ ★ El Purgatorio a Través de la Fe y la Razón Por el Padre ANTONIO NAVARRETE La doctrina católica sobre el Purgatorio es una verdad de fe. El Concilio de Trento y más de un siglo antes el Concilio de Flo rencia, declararon que la Iglesia Católica instruida por el Espíritu Santo y por las 5 , s | ir * * ü § ,y* m m i ' 't>- ; - V Padre A. Kavanrete que ai al salir de la vida, hay en nosotros mezcla de bien y de mal, no seremos recom pensados por el bien sin que entre el mal en línea de cuenta, ni castigados por el mal sin que el bien sea tomado en consideración. La mayor parte de los que mueren —di ce un autor no católico— son demasiado bus nos para el infierno, pero no es menos cier to que son demasiado malos para ir al Cie lo, por lo cual es necesario admitir un esta do intermedio donde el alma acabe de puri ficarse. E1 sentido común ve la necesidad de ta existencia del Purgatorio, es decir, de un estado intermedio donde el alma se purifi que antes de entrar en posesión de la visión beatifica de Dios. No habría necesidad de nn estado intermedio, si en la conducta de los hombres no hubiese también matices inter medios. Los hombres no mueren absoluta mente buenos ni absolutamente malos. Muchos de los que mueren no tienen el alma lo suficientemente limpia para presen tarse en el Cielo, donde nada manchado pue da entrar, necesitan purificarse y saldar las deudas que tienen contraídas con Dios. El que ha cometido un pecado, puede comparársele —dice el Obispo Fulton Ai Sagradas Escri turas, Tradición y Santos Pa dres. ha ense ñado en los Sa grados Conci lios, que hay Purgatorio y que las almas detenidas en él, son ayudadas por los sufra gios de los fie-' les, especial mente por ls Santa Misa, ora ciones, limos nas y otras obras de pie dad. Ya Orígenes en los princi pios del siglo III, enseñaba Primera: que los comunistas no pierdan el tiempo dando explicaciones. Hablan cuan do les conviene; cuando no están prepara dos para la acción. Pero cuando llega la ho ra, lo mismo en medio de una tregua que de una discusión pacífica, desenfundan y tiran a matar. Y segunda: es tremenda la penetración comunista en los Institutos Armados de Ei gunos países latinoamericanos, con este agravante: cada día que pasa es mayor y más poderosa. Esto es lógico. Al comunismo no le sir ve la política democrática para escalar po siciones, sino para tomarlas. Bajo un régi men democrático —realidad que es necesa rio revisar para evitar tener la zorra metida en el gallinero— se permite la vigencia le gítima de los partidos comunistas. No im porta cómo ae llamen El nombre es lo de menos. Mediante esa vigencia y la libertad de movimientos que Ies permite el régimen, se filtran, se distribuyen, se atrincheran. Y co mo es una doctrina que se base en la propa ganda y en la fuerza, sus dos sectores pre dilectos son los ejércitos v los vehículos pa ra difusión de las ideas. En ellos se agaza pan esperando la hora. Mientras tanto, son ríen a todo el mundo y no hablan más que de libertad en la prensa y de orden y disci plina en las fuerzas armadas. Cuando sueltan la espoleta, los infiltra dos toman los controles de los órganos' de difusión y los de represión. Desde ellos, lo mismo respaldan a un Castro, que imponen a un Arosemena. Lo mismo le pasan por en cima los tanques a quince mil húngaros que fusilan a dos mil cubanos. * * * Pero de esta infiltración preconcebida y harto demostrada, hay quienes no quie ren darse cuenta. O quienes, como Steven son, se imaginan que pueden conjurar el peligro con discursitos en la ONU o con fre nazos a la hora de los mameyes. Sigan así. Y ya verán cómo van cayen do uno por uno los gobiernos democráticos. Y cómo el comunismo, sin atómica y casi sin disparar un tiro, va ir cercando de gobier nos hostiles a esta grande y dormida demo cracia. ¿Hay remedio? Sí. Por de pronto, no reconocer al gobierno del Ecuador, apretarle las clavijas a Goulart y ayudaranos a barrer a Fidel Castro de Cuba. ¿Se arriesga con eso la guerra? No. Los comunistas saben más que eso. La “calien te”, sin la atómica, la pierden. Y con la atómica, la pierden también aunque la ga nen. Además, ¿para qué echar la “caliente” si están ganando la “fría”? Sí. Es en el Ecuador ahora, como en Cu ba antes donde los comunistas han realizado la prueba de su mejor arma nuclear: el copo. Y si los Estados Unidos no se aprietan los pantalones, les va a salir un día el “muer to” en las mismísimas riberas del Potomac. tabla. Para que la tabla vuelva de nuevo a estar lisa y sin ninguna marca, se necesita sacar el clavo y también tapar el agujero. El perdón que Dios nos concede equivaldría a sacar el clavo de la tabla, pero somos nosotros los que tenemos que poner algo de nuestra parte para tapar la marca que el agujero ha dejado. Esto se llama satisfacer por los pecados cometidos y ya perdonados; la satisfacción puede hacerse de varias ma neras: orando, ayunando, dando limosnas, haciendo penitencia, etc. Cuando hablamos de las almas del Pur gatorio, solemos llamarlas “pobres almas”. Son efectivamente pobres, porque no pue den ayudarse a si mismas. Nada pueden ha cer por acortar la distancia que les separa de Dios y por quien se sienten irresistible mente atraídas. Puede compararse su condición a la de un político que ha presentado su candidatura para un cargo v está esperando el resultado de las votaciones. El espera sentado ante la televisión o pegado su oido a la radio par» saber el resultado de las urnas electorales. El no puede hacer ya absolutamente nada, porque el tiempo de la campaña en el que podría haber ganado más votos ya se ha terminado. Para las pobres almas del Purga torio el tiempo de hacer obras meritorias ya se ha terminado; ellas esperan que las ora ciones y las obras buenas de los que estamos aún en la tierra les ayuden y les hagan lle gar a la visión beatifica de Dios. Es característico de los buenos católicos el orar constantemente por las pobres almas del Purgatorio. Ellos saben que quizás un día ellos también estarán en las mismas con diciones y no serán olvidados, si ellos no se olvidaron antes de quienes necesitaron de »u* oraciones y sacrificios. Si es cierto que las almas del Purgato rio son pobres porque nada pueden hacer por ellas, no es menos cierto que esas simas son santas. En ellas está vivo el amor a Dios, y como consecuencia la virtud de la gratitud, tan olvidada entre los que estamos en la tierra. Aunque en su sufrimiento no pueden ayudarse a sí mismas, sin embargo ellas pueden ayudarnos a nosotros. El San to Cura de Ara decía que si conociéramos »1 poder que estas pobres almas tienen sobre el corazón de Dios y las gracias que podría mos obtener por su intercesión, no las ol vidaríamos tan frecuentemente, Debemos orar mucho por ellas para que ellas m su vex EL ANGLICISMO EN EL ESPAÑOL CONTEMPORANEO Por «i Doctor RICARDO J. ALFARO JUNIOR (CONTINUACION) Se prescinde dé la diferenciación cuando la gloria del li jo eclipsa a la del padre, como en el caso de Johann Straus, rey del vals víenés. A la verdad, no hay razón para condenar el uso de Júnior en español, ya que es voz tan pura y expresiva de nuestra len gua madre. En el Diccionario de Autoridades no »e halla la palabra, pero hace más de medio siglo que la Academia la define asfc ‘‘religioso joven que después de haber profesado está aún sujeto a la enseñanza y obediencia del maestro de novi cios”. A esta acepción bien podría agregarse esta otra: ‘‘Término que se agrega a un nombre para diferenciar al hijo del padre cuando ambos tienen el mismo”. (CONTINUA) Páginas El Precio de Waldo Frank Por ANGEL DEL CERRO Las copias fotostáticas, ob tenidas clandestinamente en Cuba y dadas a la publicidad en Nueva York por Justo Ca rrillo, de dos documentos re lacionados con el último li bro de Waldo Frank, pueden arrojar mucha luz en el de bate ideológico sobre el cas trismo. Se trata de una co municación dirigida por el Ministro de Educación, Dr. Armando Hart Dávalos. al Presidente del Banco Nacio nal de Cuba, interesando el pago al Sr. Waldo Frank de la suma de $5,000 dólares “co mo último plazo de un con trato” para la confección de un libro, y del cheque por dicha suma a la orden de Frank girado contra el Cana dá. El libro en cuestión pare ce ser el titulado “Cuba: Pro phetic Island”, que según el Saturday Review del pasado 7 de octubre apareció ya en Buenos Aires en una edición española, y se publicará pró ximamente en los Estados Unidos en la correspondiente edición en inglés. Es de notar, en primer tér mino, que la edición en es pañol aparezca con anticipa ción en este caso a la edi ción inglesa. No cabe duda de que los comunistas saben que el prestigio de Frank es hoy mucho mayor en la Améri ca Latina que en los Estados Unidos, en donde sus activi dades al frente del sospecho so Fair Play For Cuba Co mmitee han puesto en guar dia a muchos de sus antiguos admiradores. Nuestros intelec tuales latinoamericanos ño podrán fácilmente olvidar la obra “América Hispana” que ubicó a Frank entre los au tores leídos con devoción par ticular por su humana com prensión de nuestras realida des, frustraciones y anhelos. Además, sin descuidar la la bor propagandística en este país, el castrismo sabe que sus últimos reductos de es peranza están al Sur, en don de mayores ilusiones despertó el movimiento revolucionario cubano y en donde son más propicias las condiciones so ciales para el sistemático tra bajo de confusión que sus agentes realizan. ii Tuve oportunidad de co nocer muy ligeramente a Wal do Frank durante su viaje a "ñ"íÍ HtJM/áadjd (Exclusivo P»ra DIARIO LAS AMERICAS) Los cubanos que viven en destierro están unidos. Unidos la nostalgia de la Patria, tan cerca pero tan distante. Uni en verla resurgir independiente y Ubre. dos en la esperanza de sacrificarse liberarla del yugo comunista. Unidos en la idea de conducir la victoria hacia la legalidad, hacia el esta do de Derecho. Unidoa en la intención de superar los vicios y errores del pasado. Uni dos en el empeño de ganar la batalla al por venir. común deno Aquí, como allá, tiene un minador la mayoría. Las abrumadoras mayo rías tienen un común denominador: Cuba. * * * ★ * ★ Entonces, aquí, ¿qué factores dividen, limitan y atomizan? ¡Risible paradoja! Dividen, limitan y atomizan loa aban derados de la unidad. En nombre de ta unidad se mantiene la desunida. En nombre de la unidad ae ahonda en tas divisiones. En nombre da 1a unidad ae mantiene ta dispersión. ¡Unidad, Unidad, cuántos crímenes se cometen «a tu nombre! * * * Allá, están unidos al pueblo y los luchadores clandestino». Aquí, están unidoa los Sin desterrados, distingos sin politicos. distingos de reli gión. a de categoría social. Pero están desunidos loa líderes. Están desunidos lo$ di rigentes de las cientos de organizaciones que funcionan en el ezilio. Están desunidos aún aquellos que parecen estar uni dos en una organiaación da organizaciones. Y asa desunión de loa lideres, asa antagonismo de loe lí deres, esas discrepancias de los líderes, pretenden exhibirse ante el exilio como una desunión del exilio. «Cortada la Pág. M G#L 7) La Habana, a mediados de 1959. En aquel entonces, las expectativas en torno a la revolución cubana no habían sufrido todavía la sacudida del “caso Huber Matos” y éramos muchos los que creimos que Fidel no cedería a las tenta ciones de poderío y venganza que el comunismo le presen taba. Frank andaba de un la do a otro, feliz y como em briagado por la atmósfera de lo que parecía ser un pueblo en marcha, pero invariable mente escoltado por Carlos Franqui, Guillermo Cabrera Infante, Euclides Vázquez, Li sandro Otero, Pablo Arman do, Baragaño o cualquier otro de los intelectuales o snobs de “la nueva ola fidelista”. Parecía existir un propósito de que aún las radiaciones de aquella emoción popular lle garan a él convenientemente tamizadas interpretadas por los voceros de la cultura ofi cialista. No debo dejar de de cir que en alguna medida fue para mi decepcionante verlo tan a gusto en medio de aque lía guardia incansable que no se separaba de él un solo ins tante. Si entonces se hubiera -po dido sospechar que Waldo Frank, despojado de todo es píritu crítico, rendido todo pudor intelectual, se prestaría voluntariamente a ser un fo nógrafo de las consignas del castrismo, hoy no quedan ya dudas después de tener evi dencia de que su pluma, pues ta a precio, fue comprada por unos cuantos miles de dóla res. Habrá que poner su nom bre junto a los de Huberman y Sweezy. Wright Mills, Paul Baran, Joan Robinson, Her bert Matthews y otros, que no han sentido escrúpulos en arriesgar su prestigio intelec tual con una cerril defensa del castrismo. Y, más tris te todavía, habrá que situar lo, con Sartre, Pablo Neruda y Simone de Beauvoir, en la lista de los beneficiarios de estipendios jugosos reportaje, en pago de un ensayo, un un libro o una oda. III Este sucio episodio debe ser divulgado entre la intelec tualidad latinoamericana y aún en los círculos liberales de los Estados Unidos en los que todavía goza fama de hu manista sincero el vigoroso es (Contiuúa en la Pág. 10 Col. 6) por RENE VIERA L 7 s<?