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The Language the Communists Understand When the United States of America, fully aware that they are the first world power, presented Russia with an ultimatum with regard to the military occupa tion of Cuba with missiles and a certain type of bomber planes, the Kremlin, in a spectacular manner, had to accept Washington’! conditions. The communists always try to take advantage of the governments and nations of the world that are careless or tolerant with respect to the Soviet imperial ist policy. In those cases, the communists speak of viol ence and attack at all times with words and deeds. But when the communists know that there is firm determi nation to cope with their insolences, they immediately display an extraordinary ability to retreat or not to insist on their demands. The language the communists perfectly understand if the language of force. When the Kremlin verified to satiety that the United States had mobilized all their military resources to invade Cuba If Russia did not with draw Its missiles and planes, the Soviet dictator did not waste time in announcing to President Kennedy the decision of yielding to the White House demands. The incident should serve as a historic lesson. s« that the communists always be treated in the way they deserve, without this meaning that the West should stray from Its goals of peace, conceived in terms of liberty and noble spirit. But what Indeed must be put to an end once and for all is the insolence of the Russians and of all the communists of the world, who have maintained all the nations of the globe under the scourge of cruel anxiety, caused by the cold war and by brutal strikes such as the aggressions perpetrated against the peoples of Hungary and Cuba. And with respect to the specific case of Cuba, the free world, particularly the Republics of America, in a collective and drastic action, should endeavor to save that one of our nations, now enslaved by the most despicable and cruel imperialism history records, So viet imperialism. TEMPERATURE The Economic Problem And Political Morality Each time K is spoken of Latin America’s economic and social problems, almost always it is insisted only on the eco nomic problem, on the distri bution of the land, and the one desire is to make it all revolve aiound tributary’ and agrarian reforma. It is be lieved, or it is said, that with the solution of those problems wellbeing and stabil ity will come to all the Latin American countries. There is no doubt that whatever is necessary to be done in the matter of fiscal and agrarian reforms should be done so that, within the fundamental p r i n c iples of democracy and of the exercise of free enterprise, formulas may be found for a better distribution of the wealth for the benefit of all. However, an error is made when the tone of the presentation of the true problem of Latin America is exaggerated, loca ting it all in the economic field. The medular question of the Latin American problem, the cause of almost all the political conflicts and of the social injustices, lie in the lack of political morality. When an authentic moral reorganization of Latin Amer ican political life may come true, when each citizen may know and practice his rights and duties, when the govern ments may be a faithful reflection of the will of the majority expressed in a civi lized way, there shall be solid foundations for all other reforms, the tributary and the agrarian reforms. Latin American economic underdevelopment ie owed to political underdevelopment, to the lack of political morality, to the hard reality that, with some exceptions, the political immoralities are more or leas established end accepted patterns in the operation of the State They are patterns practiced by those who govern and that, though not «eying so. many of those governed aspire to practice. \n\n Pag. 2 Diario L'AfA mericas Bdnada BM TBS AM* RICA» PUBLISHING COMP ANT «349 N. W Mth STREET, MIAMI SPRINGS. FLORIDA P. O. Box No. 366. Miami U FU. Teléfoa* TU «-79» « * * FRANCISCO ACURRES, BOBA CIO AGllRiU Vícepreúdeate p Edito* Vicepresidente, Dilecto» y Oerenu Enrlqiu. * Rodrttue» GaUlermo Ooaialex. Scfe del Departamento Mt 4« DrptrumtBle de Aasaeiod de Circulados Entered u Second Claae Entry ■MB, Waahinftom. Hwm Peat Office on February 3. 1934. Additional at D. C. Acogido a ta Franquicia Postal como correspondencia de Segunda Clase en el Correo de Miami Springs. Florida. 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Los comunistas siempre tratan de tomar ventajas sobre los Gobiernos y pueblos del mundo que se des cuidan o que son tolerantes con respecto a la política imperialista soviética. En esos casos, los comunistas ha blan de violencia y agreden en todo momento con pa labras y con hechos. Pero cuando los comunistas saben que hay decisión firme de hacerles frente a sus insolen cias. inmediatamente despliegan una extraordinaria ha bilidad para retroceder o para no insistir en sus de smandas. El lenguaje que los comunistas entienden perfec tamente es el lenguaje de la fuerza. Cuando el Krem lin comprobó hasta la saciedad que los F.stados Unidos habían movilizado todos sus recursos militares para in vadir Cuba si Rusia no retiraba sus cohetes y aviones, inmediatamente se precipitó el dictador soviético a anunciarle al Presidente Kennedy la determinación de satisfacer las demandas de la Casa Blanca. Lo ocurrido debe servir de histórica lección, para que los comunistas sean tratados siempre en la forma que se merecen, sin que esto quiera decir que el mun do occidental se aparte de sus propósitos de paz, con cebidos en términos de libertad y de nobleza. Pero con lo que sí hay que acabar de una vez por todas es con las insolencias rusas y de iodos los comu nistas del mundo, que han mantenido a todos los pue blos de la tierra bajo el látigo de una zozobra cruel, que está determinada por la guerra fría, y por zarpa zos brutales como las agresiones perpetradas contra los pueblos de Hungría y de Cuba. Y con respecto al caso específico de Cuba, el mun do libre, particularmente las Repúblicas de América, en acción colectiva y drástica, deben empeñarse en sal var a esa Patria de las nuestras, que está ahora esclavi zada por el más despreciable y cruel de los imperia lismos que registra la historia, el imperialismo soviético. ★ ★ ★ * PARA SUBSCRIPCIONES DEL DIARIO LAS AMERICAS EN WASHINGTON, D. C. LLAME AL TELEFONO: WO 6-5960 DIARIO LAS AMERICAS 29 DE noviembre db 1962 TEMPERATURA <s<9m9¿g¡ir@)db La Cuestión Económica y la Moral Política Cada vez que se habla de los problemas económicos y so ciales de Iberoamérica, casi siempre se insiste únicamen te en la cuestión económica, en la distribución de la tierra, y todo se quiere hacer girar en torno a reformas tributa rias y agrarias. Se cree, o se d ce, que con la solución de eses problemas vendrá bienes tar y estabilidad en todos los países iberoamericanos. No cabe duda que lo que sea necesario hacer en mate ria de reformas fiscalía y agrarias debe hacerse para que. dentro de los principios fundamentales de la demo cracia y del ejercicio de la li bre empresa, se encuentren fórmulas de mejor distribu ción de la riqueza para bene ficio de todos. Sin embargo, cuando se exagera la tónica del planteamiento sobre el verdadero problema de Ibero américa, ubicándolo todo en el campo de la cuestión eco nómica, se comete un error. La cuestión medular del asunto iberoamericano, la causa de casi todos los con flictos político* y las injusti cias sociales, están en la falta de moral política. Cuando se produzca una au téntica reorganización moral de la vida política iberoameri cana, cuando cada ciudadano conozca y practique sus dere chos y sus deberes, cuando los Gobiernos sean el fiel reflejo de la voluntad mayoritana ex presada en forma civilizada, habrá base sólida para las otras reformas, las tributarías y las agrarias. El subdesarrollo económico iberoamericano se debe al subdesarrollo político, a la falta de moral política, a la dura realidad de que, salvo ciertas excepciones, las inmo ralidades políticas son nor mas más o menos establecidas y aceptadas en el funciona miento del Estado. Son nor mas que practican los que go biernan y que, aunque no lo digan, aspiran a practicar mu chos de los gobernados. ★ ★ ★ EL CARROUSEL DE WASHINGTON Per DREW PEARSON —Castro Amenaza a Rusia con Obtener la Ayuda de China — Se Quejó de no Habérsele Dejado ver las Bases Rusas —El Caso del Embajador de Bolivia, Víctor Andrade WASHINGTON. Nov. (EPS) — Informe» secretos llegados de La Habana sobre las negociaciones entre Castro y el viceprimer ministro soviético Mikoyan son fragmenta rios y difíciles de interpretar. Empero, una fuente considerada como fehaciente dice que Castro tuvo un acceso de furia durante su primera entrevista con Mikoyan. Se puso his térico y acusó a lo# rusos de humillarle, al acceder al desmantelamiento de las ba ses para proyectiles dirigidos sin consultar le, ni siquiera sin avisarle anticipadamente. Se quejó de que ni siquiera se le había per mitido inspeccionar tales bases. Pero no accedió a que inspeccionaran observadores imparciales ni a que se retira ran los aeroplanos de bombardeo rusos. Mikoyan podía haber hecho, por supues to, lo que Estados Unidos hicieron con el príncipe Phouma en Laos, cuando rehusó aceptar la política norteamericana que pe dia la organización de un régimen neutral allí: retirarle toda ayuda. Rusia podía hacer lo mismo con Castro. Pero se afirma que és te declaró a Mikoyan que en tal caso ob tendría ayuda de la China comunista, cuyos dirigentes, que critican acerbamente a Khrushchev como un "apaciguador” en lo de Cuba, han afirmado que le darían ayuda a Castro. Si éste fuera un comunista disciplinado, los rusos no tendrían dificultades. Pero no lo es. Fue una sorpresa para el Kremlin cuando anunció, el año pasado, que él era un convencido leninista. Pero no lo es, por que un convencido leninista hubiera cedido ante Mikoyan a los cinco minutos de lle gar éste a La Habana. Otro Informe, procedente de Moscú, dice que Khrushchev está más preocupado por Castro de lo que está el presidente Ken nedy. —EL CASO DEL EMBAJADOR ANDRADE En los círculos diplomáticos de Washing ton ha habido revuelo por la manera en que un embajador latinoamericano opuesto a Castro tuvo un choque con au ministro de Re laciones Exteriores, campeón de Fidel y fue destituido u obligado a renunciar. Se trata de Victor Andrade, de Bolivia, que ha hecho por su pais más que cualquier otro miembro del cuerpo diplomático acredi tado aquí, logrando que un tercio del presu puesto boliviano fuera suministrado por la ayuda noiteamericana. El ministro es José Fellman Velarde, quien una vez le dió un puesto al Che Guevara, el lugarteniente de Castro Andrade regresa a su país para ser candi dato presidencial. Esto, dice, le permití- ★ ★ ★ Chile no Quiere Id Locura Ajena Por N. VIERA ALTAMIRANO SANTIAGO.— Recientemente, los perió dicos chilenos comentaron desfavorablemen te ciertas declaraciones de Chester Bowie* que calificaban a Chile como paí* en el cual ae hacia mal uso de la riqueza y ae la dia tribuía muy mal. Y como, por otra parte, la gran nación sudamericana gozaba, según el declarante, de un ingreso nacional per cápita de más de $350.00 anuales, los chile nos ya no tenían derecho a recibir nada de la cesta abundante de la Alianza para el Progreso. Un país que es ya rico y que hace mal u*o de su riqueza y que la dis tribuye mal ha perdido el derecho a la ayu da. (Ya meses antes, otro funcionario norte americano hizo público en Washington, que mientras Chile no procediese a hacer refor mas, no se le daría ayuda). No es la primera vez que Chester Bow les da motivo a reciamos en Chito; ni es nada nuevo su particular y peregrino enfo que que hace —como otros new deaiers nor teamericano*— de los problema* de Hispa no-América. Pero lo que si tiene novedad —-y no podria ser de otra manera— es que a pesar de «atar profunda y sinceramente interesado en saber de las cosas de nuestro Hemisferio para poder, así, prestar inteli gente colaboración al Presidente Kennedy, Chester Bowles siga en sus errores, o como diríamos en familia aquí en Latinoamérica, siga en sus “trece”. Lo equivocado en la manera de enten der los problemas chilenos de parte del fun cionario norte americano a que hacemos re ferencia, viene de insistir en ignorar que Chile es, precisamente, uno de los países que nos pone de relieve la poca efectividad que tienen las "reformas sociales” como medios de adelantar el desarrollo económico de un país y la elevación consiguiente de sus nive les de vida. Chito ha hecho ya, en este cam po, lo que ha podido y pareciera que en materia de reformas sociales solamente po drá llevarle la delantera Uruguay (descartan do. desde luego, el paraíso fidelista). Por supuesto, no debemos pasar por al to el hecho de que en Chile se está estu diando con gran interéa la manera de rea lizar algún reajuste en el vasto y hondo complejo de su sistema de tenencia de tie rras Paro, e* natural, lo* «hílenos son gen te de buen sentido, que so quieres ir a ★ rá al pueble boliviano decidir si eetá en pro o en contra de Castro, en pro o en con tra de los Estados Unidos. Aunque Andrade ha rehusado categóri camente discutir el incidente, esta columna puede revelar que comenzó cuando Fellman Velarde fue nombrado ministro. Andrade es cribió una severa carta al presidente Pa* Estenssoro, señalando que aquí, siendo jefe de la Oficina de Información boliviana, había tomado a su servicio a Guevara, exilado de Argentina, como escritor. Más tarde, cuando Fellman Velarde tra bajó como comentarista en un periódico, es cribió duros artículos contra los Estados Unidos. Y ése, dijo Andrade al Presidente, no era el tipo de hombre que debia ser mi nistro de Relaciones Exteriores de un pais tan dependiente de la ayuda económica nor teamericana como Bolivia. Andrade tenía autoridad para hablar así, porque habia sido a su vez ministro de Rela ciones Exteriores, así como líder del partido revolucionario que acabó con el dominio de los “barones del estaño” bolivianos. Su astu cia diplomacia le permitió anular la bien pa gada propaganda de éstos asegurando que Bolivia se había hecho comunista. El deslinde de campos entre Andrade y el ministro se produjo en septiembre pasado, cuando los cancilleres latinoamericanos lle garon a Washington en ruta para la Asam blea de las Naciones Unidas en Nueva York. Andrade le dijo al ministro que estaban se guros de que los Estados Unidos iban a ac tuar vigorosamente contra Cuba y que Boli via debia adelantrse, y no quedarse, atrás o rehusar cooperar con este país, Pero el mi nistro se negó a escucha- su consejo, di ciéndole que “habia vivido demasiado tiempo en Washington”, insinuando así que estaba vendido a los Estados Unidos. Andrade, un hombre fuerte, se levantó tan indignado que stuvo a punto de golpear al ministro, pero siendo este un individuo pequeño, se abstuvo de haberlo. El embajador escribió inmediatamente a su Presidente, renunciando. El ministro di jo a la prensa que él lo habia destituido. Andrade es uno de los pocos diplomáticos que jugó golf con el entonces presidente Ei senhower, y tiene grandes amigos tanto en tre los republicanos como entre los demó cratas. Sus amplias amistades y au habilidad diplomática hicieron que los Estado» Unidos prácticamente paguen un tercio del presu puesto boliviano. Sin él en Washington, es probable que el Departamento de Estado y el Congreso echen una nueva mirada a esta cuestión. tontas y a locas. Chile podría seguir un lar go recorrido con su propia locura, pero opondrá firme resistencia —con verdadero espíritu de carabinero— ai ae le quiere lle var con la locura ajena. El proceso de dis tribución de la tierra lo tendrá Chile a me dida que vaya realizando las iniciales con quistas. Empezando sus transportes, des arrollando sus industrias, dirigiendo táctica mente su recimiento urbanístioo y afianzan do su moneda. Sin todo esto, eualquier plan de redistribución de la tieTra no pasará de ser un entretenimiento demagógico. La in sistencia de alguno* prominentes norteame ricanos, de ir ya a la ''reforma agraria”, apenas se puede entender para países que no han tenido nunca ni una imagen aproxi mada de cómo está distribuida la tierra, por carecer muchos de ellos de los dato* máa elementales sobre la extensión y localización, condiciones de explotación y naturaleza de los fondos A menos de que se eche mano de procedimientos confíscatenos, como lo* recientes tomado* en Centro-América, con impuestos excesivos y para hacer del Esta do el latifundista feudal más acaudalado, dueño de inmensas extensiones de tierra» ociosa», la* enmienda* agrarias en nuestra América tienen que «er realiiadaa de modo gradual y ordenado. Pero lo más curioso es que loa exper tos norteamericanos —que vienen observan do el caso de Chito ton particular interés, y «obre todo, el Comité de loa Nueve Sa bios— hayan dejado pasar inadvertido lo más importante. Y lo más interesante y de bulto, a juicio nuestro, era esto: que míen fas se hablaba de un Plan Decenal y en nombre de la Alianza ae reclamaban refor mas y progresos sociales, los expertos (den tro y fuera de la CEPAL y de la Alianza), no se dieran cuenta de que la política ha cendaría y monetaria chilena constituían un verdadero plan de proyecciones ruinosas pa ra la moneda chilena, para el Escudo, que ninguna construcción provechosa y durable podria llevarse a cabo con una moneda ines table, insegura, colocada cuesta abajo. La reciente devaluación monetaria chilena, co loca al pais en «na posición adversa, más desventajosa, que aquella en que ae encon traba mucho antes de que ae suscribiese la Carta de Bogotá y la Declaración de Punta del Este. ★ L el S55SS anglicismo Por ti CONTEMPORANEO Dr. ORGANIZACION RICARDO en J. el ALFARO español __ No hay duda quo es anglicismo usar esta palabra en el sentido de asociación, SOCIEDAD, COMUNIDAD, COR. PORACION, UNION, ENTIDAD, AGRUPACION, PERSO NA JURIDICA U ORGANISMO de cualquier género. En inglés ORGANIZATION (pr. organiséshon) tiene como aceptriones secundarias, además de la pri ripal que es LA ACCION O PROCESO DE ORGANIZAR, las si guien tes: “LA CONDICION DE ESTAR ORGANIZADO; LO QUE HA SIDO ORGANIZADO; UN CUERPO ORGA NIZADO.” Khruschev Busca un Exito Parcial en Berlín Por ULRICH RICHARDS BERLIN. — Es verdad que Moscú procura continuamen te que la situación en Berlin siga tensa, y en su última no ta a las potencias occidentales vuelve a reclamar un tratado de paz con los dos estados alemanes”. Sin e m b a rgo el lugarteniente de Moscú en Berlín Oriental, Walter Ul brieht, que reclama con impa ciencia un tratado de paz por separado con la zona soviéti ca de Alemania, no logra que se le haga mucho caso. El Pre sidente del Consejo de Mi mistros soviético Krushchev parece que quiere dar tiempo al tiempo, porque espera que los americanos le permitan conseguir todavía un éxito parcial en Berlín. Nikita Krusheev estaría sa tisfecho ai los aliados occi dentales aceptaran tácitamen te la incorporación de Berlín oriental a la Zona, respetaran el muro de Berlín como fron tera estatal y consideraran el estatuto tripartito como valedero solamente para Ber lin occidental. Pero los alia dos occidentales seguirán vi gilantes y exigirán garantías por la libertad de los berline ses del sector occidental y por el tráfico libre entre la Re pública Federal de Alemania y Berlín. Parece que Walter Ulbricht ba sufrido un sensible desca labro en au último viaje a la Unión Soviética. Su esperan za de que Krushchev firmaría próximamente el tan desea do tratado de paz por separa do, y permitiría así que los comunistas alamanes se apuntaran un aumento da a por, 11^ JUi Mi XlckJ \p cuban» VIERA hMHAÍacUÍ aamitcM. (RXClUllTO para DIARIO LAS AMERICAS» Asombra la ingenuidad de alguna gente. Continúan ere yendo en cuentos de camino, insisten en dejarse ganar por tos musarañas. Yo creo que quienes se resignan a vivir sin Patria, no como desterrados sino como parias, pueden permitirse el Hijo de vivir en las nubes. A esos, en definitiva, Cuba no les da frió ni calor. Cuba les importa un bledo. ¿ ★ ★ ★ Allá solíamos decir “con éstos bueyes hay que arar”. c La frase, seguramente inventada por al gún logrero, está saturada de fatalismo, de conformismo. tenemos busca mano Estos de ... a otros No son mano serán más los . aptos . bueyes útiles, . ¿Para para pero que que la son faena? tenemos andar los ¿Pa- qua en a V ra que indagar en busca de bueyes más adecuados para realizar el trabajo? Los bueyes conque aramos en *1 exilio araron *n el mar. ★ ★ ★ Hay un hecho que nadie puede negar En estos ir o m e nto * estamos más lejos de la liberación de Cuba que nunca ante» Estamos tan lejos como tan eerea. Lejos si continuamo* marginado* y supeditado*. Lejo* si no asumimos k responsabilidad de llevar k guerra a Cuba, hasta las últimas consecuencias. Cerca, más cerca de to que ningún optimista pu&sra imaginar, si asumimos a plenitud la responsabilidad de ha cer to guerra, que ea nuestra máxima responsabilidad. ★ ★ ★ exilio, dividido, atomizado, estaba escindido en rio» bando» Afortunadamente, lo* caminos se delimitaron. Abora hay más que dr* bando». Dos bendoa que na trreeouctün Mea. Dea bando* que pudieran conciliar** per hecho» per medie Ae ta* accione*. A m todo están loa que creen Cub*. to* que •Han au fe en el abnegado y heróico pueble tos que tienen fe en ellos miemos. Al otra, ae aglutinan sin quererle y lea continúan viviendo en tos nubes, toa vueltos de espaldas a to realidad. Lee que no «cofia n Aa pueblo. Lo» que no tienen conflanta en ellos mismos. Les caminos están delimitado». Que eada ano escoja, forme a tos dictados de su «oncieocia. |U dignidad de Cuba ea to que caté en juego! prestigio al ser considerados como gobierno independien te de 1* “República Democrá tica Alemana” (DDR), no se ha cumplido. El gobierno de Moscú no considera llegado todavía el momento, o no quiere dar este paso porque de todas formas no seria re conocido por el mundo libre. Bajo la impresión de su de sengaño en las conversacio nes con Krushchev, Ulbricht regresó discretamente a Ber lín oriental. Y de repente su visita a la Unión Soviética, en la que fue acompañado por el “Presidente del Con sejo de ministros de la DDR” en funciones, Willi Stoph, se ha convertido, según con signa oficial, en un jerifil simp Je viaje de recreo del ts de la Zona. Sin embargo, Ulbricht fce cesita urgentemente lo que él considera un éxito de polí tica exterior, como sería el tratado de paz por separado con el Bloque soviético, para distraer la atención del caos económico en la Zona de ocu pación. Incluso para los de más gobierno» del Bloque oriental, Ulbricht se va con virtiendo en un mendigo in cómodo que no cesa de pedir créditos y envíos suplemen tarios de comestibles. La bancarrota ha llegado a un extremo tal, que el gobierno de la Zona ha pedido un cré dito de mil millones al go bierno federal de Bonn, a pe sar de que la República Fede ral ha sido siempre conside rada como el “enemigo esta tal número L (REPORT ALA.)