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Idiosyncrasy of the American i \ People And the Threat of War * If the people of the United States had a temperament inclined to violence; if they did not live in a generous environment of peace and of internal liberties; if this country did not enjoy the general economic wellbeing it more or less has, the posture assumed bv the Wash ington Government in the face of the world political crisis would not imply the same sacrifice that for this industrious and peace-loving people represents the problem at hand, which casts the tragic perspectives of a world war. The idiosyncrasy of the American people is, as a rule, incompatible with the militarist outlook. Only when standing at the crossroad of the present crisis facing mankind, it is that this nation, built on foundations of liberty and peaee, can think and mobilize for the defense of its ideals and interests, virtually endangered by an imperialist power which constitutes the most absolute negation of all that the people of the United States and of other democratic nations cherish as good and worthwhile. It has been the struggle between a concept of life ennobled by the principles of freedom and Christian morality, and the concept which proclaims the enslave ment of the individual by the omnipotent power of the State and the predominance people of matter over the spirit, that has moved the of the United States, through their high authorities, to assume the energetic determination to face the enemy, whatever the risks were to be. Any person familiar with the wav life goes on in the United States; anyone who with an analytical spirit watches the common man. the businessman, the professional, the politician, the man dedicated to literature and arts, the student, in short, anyone who is a component of the social conglomerate of this great country, will see at first glance a marked simplicity, an unmistakable seal of individualism and a clear aware ness of what constructive work and civic activity stand for. These characteristic* of the people necessarily clash with the mentality that, under normal circum stances, could lead to war. But, at the same time, these very characteristics are the ones that move the people of the United States to exercise high sense of civic responsibility and an eager determination to defend their republican institutions and to fulfill their historic mission of standard-bearer of democracy and universal liberties. Thus, in spite of all the bitter facts, this country makes the sacrifice of subordinating its reactions, which are for peace and human cordiality, to the needs of a threatened homeland. Recause of that, thi* country, not wanting the war, is prepared to meet the contingencies of an enemy attack and its people cooperate with the plans of national and international defease of the democratic world. \n\n 2 Diario U&memcas ÍSa Editado por THE AMERICA» P CRUSHING COMP ANT N. w JOh STREET, MIAMI SPRINGS, FLORIDA P. O. Box No. MS. Miami 4S, FÍA, Teléfono TV t-7521 * * * FRANCISCO AGORRR HORACIO ACORRE Vicepresidente r Edito» Vicepresidente, Director j Gerente Enrique 4 Rodrigues Guillermo GonxAlex. Jets del Departamento ¿efe dei Depart ament* de Anuncios de Circularían Entered is Second Out Matter at R>* mami Iprutgi Florida Post Office on Eebru try I. 1954 Additional Entry at Washington. D. C Acogido a la Franquicia Postai de Miami como Springs Correspondencia de Segunda Clase en ei Correo florida Miami Springs, Fla,, Sábado V? de Diciembre de 1962 El Pueblo Estadounidense y la Amenaza de Guerra Si el pueblo de los Estados Unidos tuviera un tem peramento propio para la violencia; si él no disfrutara de un generoso ambiente de paz y libertades internas; si en este país no hubiera el bienestar económico gene ral que más o menos existe, la actitud asumida por el gobierno de Washington frente a la crisis de la polí tica mundial no implicaría el mismo sacrificio que re presenta para este pueblo laborioso y pacifista la situa ción planteada, dentro de la cual las trágicas perspecti vas de una guerra universal asoman como una supre ma amenaza. La idiosincrasia del pueblo de los Estados Unidos es normalmente incompatible con la mentalidad de gue rra, Sólo ante un peligro inminente; sólo ante la terri ble encrucijada de una hora crítica para la humanidad, posible que esta Nación, vaciada en moldes de liber tad y paz, pueda pensar y prepararse para la defensa de sus ideales e intereses virtualmente amenazados por an poder imperialista, que constituye la más absolu ta negarión de todo lo que el pueblo estadounidense y los pueblos democráticos tienen como bueno y como __digno. ~^r sido la entre concepto de vida enno Ha pugna un Mecido por principios de libertad y de moral cristia na. y el concepto que proclama la esclavitud del indi viduo ante el Poder omnímodo del Estado y la supre macía de la materia sobre el espíritu, lo que ha deter minado que el pueblo estadounidense, a través de sus altas autoridades, haya asumido la actitud enérgica de enfrentarse ai enemigo, sean cuales fueren los riesgos. Cualquier persona que conozca la forma en que transcurre la vida del pueblo de los Estados Unidos; cualquiera que con espíritu observador analice al hom bre de la calle, al hombre de negocios, al profesional, al político, al que cultiva las letras y las artes, al joven Judiante, en fin. a cualquier miembro del conglome rado social de este país, hallará a primera vista una mareada sencillez, un inconfundible sello de individua lismo y una clara conciencia de lo que representa el trabajo constructivo y la vida civil. Estas característica# del pueblo necesariamente chocan con la mentalidad que, en circunstancias norma les, puede conducir a la guerra. Pero, asimismo, estas características son las que inducen ai pueblo de los Estados Unidos a tener un alto sentido de responsabili dad ciudadana y un deseo vehemente de defender sus instituciones republicanas y de cumplir con su misión histórica de aer abanderado de la democracia y libertad universales. ’ : Por eso. sobreponiéndose a las duras realidades, tata Nación hace «1 sacrificio de subordinar sus Inquie tudes temperamentales, hechas para la paz y la cordia lidad humana, a las exigencias de la Patria amenazada. Por eso este país, sin querer la guerra, está listo para hacerle frente a las contingencias de un ataque enemi go, v su pueblo contribuye, conscientemente, al mante nimiento de los planes de defensa nacional y del mun do democrático. DUKM US AH® KAS * abaso i £>e diciembre de iwa El Poder Federal y los Derechos del Estado en Misisipí American Council Los norteamericanos se es tarán asesorando para ver a quien dar la culpa por los trágicos motines en el cam pus de la Universidad de Mi sisipí en años venideros. Pero dondequiera que recaiga el fallo, la situación en Misisipí se debe mirar en sus mayores aspectos para que se llegue a comprender de la manera debida. Estos mayores aspectos vie nen a ser las relaciones de conjunto entre los gobiernos federal y del estado. Deci sión sobre los puntos funda mentales de esas relaciones se hizo al ratificarse la Cons titución de los Estados Uni dos hace 173 años. Se ha pues to en el tapete desde entonces pero nunca ha sido rechazada. Los hombres que prepara ron la Constitución compar tieron dos preocupaciones bá sicas — el temor y el odio a la autoridad ilimitada que pu dieran volverse tiránicos, y la realización de que era nece saria esa fuerte autoridad central para que hubiera buen vínculo entre los trece estados originales. Sus creencias se reconciliaron en un sistema llamado federalismo, con el que se delega el poder a un elemento del gobierno siendo limitado por los poderes de otros elementos. En primer lugar, el poder se dividió entre el gobierno federal o central y ios go biernos de los estados indivi duales. A más de eso, el po der dentro del gobierno fede ral se dividió entre tres sec ciones: 1a ejecutiva o sea el Presidente, la legislativa o sea el Congreso, y la Judicial o sea 1» Corte Suprema. La his toria entera de los Estados Unidos ha sido una serie de tensiones y tiranteces entre estos varios asientos del po der y de la autoridad. Este sistema ha dado bue nos resultados porque tiran do de una parte y empujan do de te otra se llega a un consenso sobre un asunto par ticular. Una vez se ha hallado una solución laborable, los norteamericanos tienden a aplicarla dondequiera sea po sible hasta que se demuestra lo contrario, y entonces el proceso se reanuda. Específicamente 1a cues tión de si está en primer lu gar la autoridad federal o la autoridad del estado se ha discutido 7 se ha contestado muchas veces, predominando siempre el gobierno federal. La prueba más notable, cla ro, fue 1a Guerra Civil de ha ce un siglo que estableció que los estados no pueden silir se de la Unión aunque estén en desacuerdo con las leyes nacionales. También ha quedado esta blecido que las eleyes nacio nales se interpretan por tes cortes, y en última instancia por la Corte Suprema. Los fa llos de las cortes se hacen cumplir, si es necesario, por el poder ejecutivo del gobier no. Un fallo fundamental de las cortes estaba pendiente en la situación de Misisipí — una interpretación de la ga rantía Constitucional de que todos los ciudadanos tienen derecho a igual protección según las leyes. La Corte Suprema ha falla do que un estado no puede usar el dinero de los impues tos — pagado tanto por '.os ciudadanos blancos como por los negros — para sostener una institución educativa pú blica y luego discriminar en tre los solicitantes basándose en la raza solamente. Hacer esto, ha dicho 1a Corte, es ne garles igual protección de tes leyes a todos los ciudadanos. Con esta interpretación como mira, 1a Corte Suprema orde nó que la Universidad de Mi sisipí admitiera como estu diante al negro James E. Meredith. Cuando todavía se retistie ron los oficiales del Estado de Misisimi, el poder federal se aplicó para hacer cumplir el fallo de la Corte. La trage dia duele más por el hecho de que los líderes políticos de Misisipí no sólo rehusaron aceptar la autoridad primor dial federal, sino que fomen taron 1a creencia de que po drían resistirte con éxito Los resultados de locura tal se vieron en su plena brutalidad e- 1a Universidad de Misisipí cuando comenzó el motín 1a noche del domingo, dia 30 de septiembre. i-******* ********’***’*'** LEA LOS ANUNCIOS CLASIFICADOS *************** *■* No Convirtamos el Exito en Derrota Por MANUEL A. DE VARONA Siempre hemos encarado las etapas de la lucha por la liberación cubana con un alto y patriótico sentido de responsabilidad, por eso deseamos exponer públicamente nuestro eriterio sobre lss negociaciones que se vie nen efectuando entre los Estados Unidos y la URSS, con motivo de la grave crisis in ternacional surgida por la presencia, en la colonia soviética del Caribe, de instalaciones de cohetes armas nucleares y bombarderos a chorro, capaces de transportar proyectiles atómicos, con grave amenaza para la paz y la seguridad de Estados Unidos y del Hemis ferio Occidental. Tan pronto se produjo la llamada crisis cubana al conminar el Presidente Kennedy al Premier Khrushchev para que retirara las armas ofensivas que había instalado en Cu ba, surgió una ola de esperanza en los cu banos que consideraron aparejada a esta acción del Presidente de los Estados Unidos, la liberación de la Patria. La solución dada en principio a la crisis y el hecho de que por haber retirado Rusia las bases de cohetes no se produjera la inva sión norteamericana de la Isla que mu chos creyeron inminente —, no significa que hayamos retrocedido en nuestra lucha sino que. por el contrario, hemos obtenido indu dable progreso junto al éxito logrado por el gran líder del mundo libre. No es lógico que un infundado pesimismo y 1a natural impa ciencia del regreso haga que los cubanos del exilio convirtamos el éxito en derrota. In dudablemente, por primera vez Rusia re trocede ante la firme actitud del Presidente de los Estados Unidos y se desmoraliza ante el mundo democrático y las Naciones neutra listas. Su títere Castro se desconceptúa como líder de las izquierdas nacionalistas de los pueblos democráticos de -América, quedando en evidencia, como un simple lacayo del im perialismo soviético, bajo 1a férula del In terventor Mikoyan. Este episodio no puede contemplarse a través de nuestra justa ansiedad de ver a Cuba libre, sino como una etapa positiva de un proceso en desarrollo, cuajado de dificul tades, en que son muy complejos los prob > mas a resolver, pero cuyo único final no pt > de ser otro que 1a liberación de la Isla por los cubanos con te ayuda aliada. La lucha nuestra se encuentra en el pro pio proceso en que se venía desenvolviendo cuando se intercaló el incidente que se ha sus tanciado con toda energía por los Estados Unidos, evitando una conflagración, superan do parcialmente la crisis y obteniendo los objetivos deseados. El problema subsiste con la misma gravedad, las mismas circuns tancias y estrategia de antes. A quien con tanta maestría de estadista está conduciendo estas negociaciones, aca so tes más trascendentales de 1a historia por te amenaza de la guerra nuclear que ha man tenido en tensión al muidlo, no se le puede ocultar que mientras Cuba sea base del mar xismo el mal persiste. Si bien se ha disipado para esta Nación el peligro de las bases de A ★ ★ Puerto Rico y ¡a Alianza Para el Progreso Por SEVERO E. GOLBERG SAN JUAN. Recientemente estuvo en Puerto Rico don Teodoro Moscoso, Coordina dor de los programas de la “Agencia Inter nacional para el Desarrollo,” para los países de la América Latina. Tuvimos ocasión de escucharlo en una conferencia pública sobre tes problemas de 1a Alianza, Pero, en ver dad, te conferencia pudo muy bien titular se — quizás con mayor propiedad — los problemas del Sr. Moscoso.” El hecho de estar entre sus compatriota» y de tener en la audiencia a varias personas que fueron colaboradores suyos mientras di rigió 1a “Administración de Fomento Eco nómico” en la Isla, le dio a la conferencia el Sr. Moscoso un tono de “confesión.” Don Teodoro se enfrentó a la Alianza con 1a expe riencia puertorriqueña; lo cual le trajo mu chas sorpresas. En Puerto Rico — explicó el Coordinador — damos por descontados una aerie de cosas cuando concebimos los pro gramas de fomento económico; pero esta fór mula no es aplicable a ningún otro país de es te hemisferio. Por ejemplo, en Puerto Rico, Don Teodoro no tuvo que preocuparse nun ca por el problema de divisas, ni tuvo que bregar con elementos de extrema izquierda, comunistas o fidelistas. Tampoco tuvo el Sr. Moscoso preocupación ninguna por la ausen cia de organismos centrales de planificación y presupuesto, de un sistema contributivo o de una reforma agraria. Ni tuvo en ningún momento que luchar en Puerto Rico contra una tradición militarista o contra cambios bruscos da gobierno. Todo lo anterior indica que la dirección de te “Operación Manos a te Obra.” en Puer to Rico, fue y es. sin duda, una tarea mucho más fácil y memos dramática — porque el escenario tenía toda la utilería necesaria pa ra 1a obra — que 1a de implementar pro gramas de desarrollo social y económico en los países latinoamericanos. Otro dato que puede añadirse, es el de la homogeneidad de la sociedad puertorriqueña y la pequeñez geográfica de la isla, lo que facilita la pla nificación de programas y de proyectos de desarrollo concebidos integralmente para to da 1a isla. Salvo en el deseo de superación ante los problemas de escasez, subdesarrollo y falta de recursos naturales, y de 1a devoción por •1 servicio público de los puertorriqueños, — todo 1o cual se resume en una determi nada actitud filosófica colectiva ante tales problema» — ai caao de Puerto Rico no pue de pregonarse como “modelo” para ningún otro país. Es un grave error pretender ha cerlo. Puerto Rico es un país diferente en muchos aspecto*: nuestra economía está in tegrada con 1a de los Estados Unidos, tene mos comercio libra con Estados Unidos, nuestro aistema monetario es el de Eatado* Unidos, aomoa ciudadanos americano», reci kunoa ayuda iadarai igual qua cualesquiera cohetes instaladas en nuestra Isla, no o* ló gico desconocer que mientras el régimen co munista dñ Castro esté en Cuba, esclavizan do al pueblo cubano, será posible el mante nimiento oculto de armas nucleares o la instalación de bases que pongan en peligro de nuevo al Hemisferio y que también si guen en peligro de sufrir la subversión co munista las Nacones Latinoamericanas, fá ciles presas de la falaz propaganda marxiste que aprovecha sus débiles estructuras econó micas, ni tampoco olvidar que nuestra pobre Patria cautiva sufre la más cruel y oprobio sa tiranía, y que los cubanos pelean y mue ren a diario por la libertad. Los cubanos tenemos que perseverar en el empeño y tener fe en las reiteradas afir maciones. tanto del Presidente Kennedy, co mo del Vice Presidente Lindon Johnson y el Secretario de instado Dean Rusk, que han expresado con claridad, que el comunismo no es negociable en América. De ahí que la promesa formulada por el Presidente Ken nedy en la carta de Octubre 27 al Premier Khrushchev, de no invadir a Cuba como ga rantía especifica dentro de las negociacio nes, a condición de que se retiraran las ar mas ofensivas, es una promesa circunstan cial y momentánea. En manera alguna puede esa promesa ser garantía de futuro y menos comprometer a los cubanos que luchamos por rescatar a nuestra Patria de la esclavitud co munista. No puede ser un firme compromiso porque no se ajustaría al cabal cumplimien to de los acuerdos legales, tanto de orden nacional como internacional, y los morales y políticos contraídos por el propio Presiden te Kennedy en reiterados pronunciamientos, y, sobre todo, en su inolvidable discurso de Abril 20 de 1061, donde afirmó: “Nuestra pa ciencia no es inagotable. Si alguna vez pa reciera que la doctrina interamericana de no intervención, meramente oculta o excusa una política de inacción: si las Nacionses de es te Hemisferio fallaran en el cumplimiento de sus compromisos contra la penetración comunista externa, entonces — deseo que se entienda claramente — este gobierno no va cilará en cumplir sus obligaciones fundamen tales que son las relativas a la seguridad de esta Nación: “Cuba no deberá »er abandona da al comunismo y nosotros no Inténtame* abandonarla.” “Es claro que esta Nación, concertada con todas las Naciones libres del Hemisferio, está obligada a examinar más de cerca y de modo más realista, la amena za representada por la intervención y domi nación del Comunismo extra - continental en Cuba. Nosotros y nuestros amigos latinos tendremos que afrontar el hecho de que no podamos aplazar más tiempo la solución al real problema encarado por la supervíviencia de la libertad en este Hemisferio.” Luego si esa promesa de no invadir a Cuba, estuviera comprometiendo el futu ro, invalidaría las anteriores afirmaciones y estas negociaciones servirían para garanti zar la primera conquista del Comunismo en (Continúa en la Pág. 9 Col. 1) de los 50 estadós federados, no tenemos que sostener un ejército porque el servicio mi litar es, también, federal, etcétera. Nos parece, pues, que la experiencia de Puerto Rico, en verdad no le fue de gran ayuda al Sr. Moscoso. De esto puede deducir se que, durante su primer año como Coor dinador de 1a Alianza para la América La tina. el Sr. Moscoso ha dedicado — ha tenido que hacerte — te mayor parte del tiempo a aprender. Esto quizás sea un factor a consi derar cuando ge habla de 1a lentitud eon que progresa la Alianza. Pasado un año, sin embargo, el St. Moa coso, que posee, sin duda, un gran talento para las cosas prácticas, ha aprendido mucho sobre los países de América; ha logrado cap tar 1a “razón de ser” de la Alianza para el Progreso. — obra cooperativa en 1a que Es tados Unido» es “primus inter pares” —, ha aumentado sus conocimientos de la teoría económica y capta con claridad los objeti vos de 1a Alianza: desarrollo nacional, inte gración económica de cada país y 1a pro tección de los productos básicos de 1a Amé rica Latina. Según el Sr. Moscoso el modo de vida de la ruralía es el mejor índice para saber có mo marcha la economía de un país El creci miento económico no puede medirse por loa edificios — hoteles, casas de apartamento* o de oficinas visibles en las capitales. Los programas de fomento no deben orientarse ni hacia el desarrollo económico ni hacia el desarrollo social, exclusivamente; es mu cho más sensato y realista “equilibrar” am bas tendencias. Pero, si las circunstancias hi ciesen imperativo enderezar sólo uno de los entuertos, deberá preferirse 1a alternati va del desarrollo económico. Superada te falta de experiencia con que el Sr. Moscoso se hizo cargo del puesto que ocupa, y habiendo, por lo menos, identificada ya algunas de tes dificultades que mantienen la Alianza en un ‘‘paso de tortuga” — entre ésta», señaladamente, la adiposidad del trá mite burocrático del Gobierno Federal de los Estados Unidos — es de confiar en que en lo sucesivo 1a Alianza ha de ganar "mo. mentum". Preguntado el Sr. Moscoso, al final de su conferencia, sobre tes inconvenientes que ae derivan de 1a subordinación de la Alianza a 1a Agencia Internacional para el Desarrollo y 1a de ésta al Departamento de Estado — con todo lo que ello implica en términos de controles trámite, burocracia contestó el Coordinador: “Quisiera hablar de eso, pero no voy a hacerlo. " -, Pues mejor es que hable, nos parece a nosotros. Y que hable a tiempo, para que se corrija lo que debe corregirse. Porque «i ta le* rectificaciones no se hacen a su debida hora, es fácil anticipar lo que ha de ocurrir. Pero, no vamos a dacirio »«* k EL ANGLICISMO EN EL ESPAÑOL CONI EMPOR ANEO Por el te. RICARDO J. ALFARO ORGANIZACION (Continaeión) En consecuencia, es contrario a la tradición castellana llamar ORGANIZACION a te entidad organizada, es decir, hacer la palabra sinónimo de ASOCIACION, INSTITUCION, u ORGANISMO. El siguiente pasaje, tomado de un anuncio publicado en un diario bonaerense, es puro inglés: • - Este año se cumplirán 31 desde que 1a ORGANIZACION BSSO inició «is actividades en 1a Argentina ” Aquí es palpable que lo castizo será decir la COMPA ÑIA, la EMPRESA o la ASOCIACION ESSO. El Carrousel de Washington Por DREW PEARSON —Los Militares han Sido Rebajados de Posición Dentro del Kremlin —El Mariscal Malinovsky Está Furioso, por la Actitud de Khrushchev —Kennedy Teme que los Republicanos l« Acusen de un "Yalta" Sobre Cuba WASH1NGTON, Nov. (E P. S.) — Dos significativos de bates sobre la estrategia de los Estados Unidos y de la Unión Soviética han venido teniendo lugar en la Casa Blanca y en el Kremlin. Cada uno tiene relación direc ta con el otro, y también so bre la paz del mundo entero. EN EL KREMLIN: Según informa 1a embajada norte americana en Moscú, hay to da apariencia de una lucha por el poder entre Khrush chev y el Ejército Rojo. Los últimos informes de la em bajada dicen que el mariscal Rodion Malinovsky, jefe del Ejército Rojo y el hombre a quien Khrushchev ha segui do en muchas materias políti cas, está furioso por el retiro soviético de Cuba. Malinovsky acompañó a Khrushchev a Pa rís para la abortada reunión "en la cima” en mayo de 1960, y ha estado a su lado en te mayoría de tes ocasiones ofi ciales durante los últimos dos años, una indicación de que se le considera como el hom bre número dos en la jerar quía soviética. La embajada dice además que los funcionarios militares han sido rebajados de posición en el Kremlin y que Khrush chev ha nombrado a elemen tos moderados para posicio nes importantes. Por ejemplo, •1 viceprimer ministro Miko- VVV'VVVVVVVV MV lSxclu*i*0 pare DIARIO LAS AMERICAS} El año consta de doce meses. Diciembre es el duodéci mo mes del año. Estamos en el día inicial del último mes del año 1962. de 30 al año de 1963. Diciembre consta de treinta y un días. Han transcurrido, pues, once meses : cuarenta y ocho semanas, trescientos trein ta y cinco días del año 1962. Transcurridos once Aieses, cuarenta y ocho semanas, trescientos tremía y cinco días de 1962, pese a la promesa formulada por la dirigencia del exilio, continuamos en el destierro. Ahora, con menos esperanzas de regresar que en los días inaugurales del año. En nuestro trabajo publicado con fecha 21 de agosto del presente año, afirmamos textualmente: “El destierro se acer ca al fin de su incertidumbre y tu Inactividad. La ineerti dumbre es el producto de la inactividad. Y 1a inactividad tie ne, como toda carta de crédito, una inexorable fecha de expi ración: 31 de Diciembre de 1962.” En el curso del trabajo publicado en la susodicha fecha agregaba: “El dia 7 de Diciembre de 1962. el exilio será In formado. Y el día primero de enero de 1963, será convocado para movilizarse y activarse. El día primero de enero de 1963, toda la endeble estructura «obre la que descansa la conformación del exilio desaparecerá. Toda la estructura del exilio se vendrá al suelo, estrepitosamente. Ese día, comienza la Revolución en el exilio. Para proyectarse con propios per files hacia te liberación de nuestro país.” ★ ★ ★ Durante más de dos años he mantenido Inalterablemen te una tesis. Esa tesis postula que el problema de Cuba ea competencia de los cubanos Esa tesis postula que el régimen comunista puede ser derrotado mediante 1a utilización de la guarra psicológica, mediante te utilización de una nueva mo dalidad de la guerra de guerrillas. Durante más de dos año* afirmé, frente a 1a indiferencia del exilio, que la invasión por parte de los Estados Unidos y la OEA no se produciría. El tiempo se encargó de concederme te razón. E3 tiempo se encargará de concederme la razón cuando el régimen comu nista sea derrotado por medio de la guerra psicológica, por medio de 1a nueva modalidad de 1a guerra de guerrillas. La promesa formulada ante el destierro, en 21 de agosto de 1962, está a punto de ser cumplida. El próximo día 7 de Diciembre, fecha en que te Patria conmemorará una de sus fechas luctuosas, la caída del General Antonio Maceo y Gra jales, el exilio aonocerá los pormenor** de un pten para ga nar la paz, a 1a hora de 1a derrota del aomumamo. Eae plan aeré puesto en ejecución en Cuba libre, cuando «2 plan para llevar 1a guerra a Cuba esclava, haya sido aritos amento eumplido. ★ ★ ★ ple En este minuto histórico, el pueblo a nitud la responsabilidad y «1 deber 4* planificar, conducir, orientar, esta lucha. En este minuto histórico, *1 exilio queda dividido en dos bandos. En el bando de lo* que erees en Cuba y en el bando de los que desconfían de Cuba. A los que confian en Cuba, a los que creen en Cuba, a los que depositan su fe en el heroísmo y te capacidad de #*• critic to de los cubanos, llamados a nutrir filos ú •upremo de la liberación. Cuba aeré Hbre. ted cp cndintc y soberana, por la determinación de victoria, el coraje y la «v pinada deefetta At hijos. yan como negociador en Ls Habana; al subsecretario d« Relaciones Exteriores Vasily Kusnetzov como enviado es pedal a las Naciones Unidas; al general Batov como coman dante de las fuerzas de tes naciones que integran el Pac to de Varsovia; a Alexei Ko sygin, un industrial, para pro nunciar el principal discurso conmemorando el aniversario de la Revolución. Esta cele bración estuvo exenta del so nido de sables. Todo lo anterior favorece una actitud más "suave” hacia los Estados Unidos. —CARTAS A LOS NEUTRALES La embajada dice igualmen te que Khrushchev se tragó su orgullo acerca del asunto cubano, aceptó reanudar tes conversaciones sobre el desar me y ha aumentado su pro paganda pacifista. Finalmente, ha enviado cartas personales a tes presi dentes Sukarno, de Indone sia, Nasser, de Egipto y Nkrumahn de Ghana, todos principales neutrales, dicien do que su retirada en Cuba fue dictada por el sincero de seo de Rusia por la paz. Los Estados Unidos, dijo, estaban listos para ir a la guerra: por lo tanto, su único recurso pa ra evitarla era retirar las ar mas rusas de Cuba, y expresa (Continúa en la Pág. 9 Col. 5) … o 0 9 |“ Ls * por RENE VIERA r. ■ -