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í : i LIBROS EN ESPAÑOL Compre usted sus libros en español a la Casa Editorial Lozano, 118 N. Santa Rosa Ave., San Antonio, Texas. Es la más barata — — DIARIO POPULAR INDEPENDIENTE «f® AÑO VII. DIRECTOR, Ignacio E. Lozano. San Antonio, Texas,Martes, 18 de Mayo de 1920 Fundado en 1913. SSES.'eSSí T0 ADVERÍÍSERS We guarantee LA PRENSA has a larg'e circulation than any other Mexican newspaper in the IJnit^d States. — — — — Núm. 1873. R DE ACUERDO Se va aclarando la situación política. —Obregón se dirige al pueblo. González también habló desde el Palacio Nacional.-Fueron capturados los archivos oficiales.-EI. primer préstamo a los comerciantes de la Ciudad de México Tfieírama Espet<al para LA PRESSA. CIUDAD DE MEXICO. Mayo 11.— La sitoaeK'n política va definiéndose los que temieron que surgiera un >«rio conflicto entre gonzaüstas y obregomstas han perdido *us temores ho>, al anunciarse, de una maneia tácitamente oficia!, «iue ObrecAn y Gom:«ilez llegaron a un acuerdo en sus pretensiones y que resolvieron eliminar toda dificultad para llegar a una solución favorable. A til acuerdo llegaron Obregón y González en la junta que celebraron ayer en las oficinas de segundo piso. »n 'a ralle HumboMt. - ¡. la c..sl obtuvieron presente?, en calidad de consejeros y secretarios. el licenciado Alberto M. González y el ingeniero | Antonio Molina Enriquez. por parte de Obrecór: y el licenciado Aquiles Elorduy y o! «íflor Irán s?arab:a por parte de González. Se trató en dicha conferencia, especialmente. la, manera de resolver la cuestión del Poder Ejecutivo, que quedó acéfalo con la ^salida de Carranza: pues .os o"r»s el Legislativo y el Judicial, fueron reconocido* por la revolución cor forma al Plan de Agua Prieta.» El Acuerdo Obregón-González Después de una hora de discusión, I ~>bregfln y Gonzáiez acordaron anun- ¡ •:ar qu<> hnhlan convenido en o siguiente I--» Comisión Permanente del Concreso de lal'nión va a nombrar un Presiden-e inter.no de la República, ron el fin de que pueda desde luejro ciar al Congreso General al que su vista <ii» las amplia* carantías que se les han otorgado a todos los diputados es posible que se r»una anres de diez días. "Reunido el Congreso Genera' por ~onvocta:oria hecha por e! Presiden?" interino, harí el nombramiento de Presidente Provisional de !a Repúbica. durando en su enea.reo hasta que hecho e! computo de las e'ecc.ones or«»sider!',:a!es > declarando e! ciudadano que d»ba resir los destinos de '-i P«p¡3blica. hasa eptreca del Peder Ejecutivo." La Comisión permanente Hor <e esperaba que *-e reuniera H Comi>i' « Permanente de> Congre «o para discutir la situación rcle'iva Ejecutivo v e! nombramiento de 'in Pres!den»e :n:er¡no. El Secretario •1» ro'^-ida Con^'ión. Diputado .Tos¿ Pe«queira. srirA una circular a 'n« diputados y sanadores. convocándolos a una junta, anunciando al (mimo tiempo que gozarán 'odos ellos d> completas carar.tlas. T_a ma-or parte de lo* componentes d«» la referida Comisión se encuentran ocultos . dehido a que dirha Comisión la intesran casi puros elementes civilistas o adictos enteramente a Carranza y que a! ser evacuada ¡a ciudad procedieron a ocultarse temerosos de ser víctimas de atropetlos por parte de los obrec^nistas y ponzalistas. Si la Comisión Permanente se reúne hoy como se cree posible, dados .os esfuerzos que están haciendo para eüo los diputados y senadores idependiente» . el nombramiento de un Presidente interino quedará resuelto stn tropiezo maver - O-.rrurso de Obregón Alvaro O^reRón. al entrar a c^ta Capital el dominco fu* objeto de una r»c®pciór entusiasta. Desdo el balcón de! herí»! Pt Francis. Obre;rón dirigió a "a Ciudad de México su primer discurso dr vencedor d» las hues te« de Carranza. Obrejír. dijo al pueblo: "Yo quisiera traer basta es:e balcñn a cada uno de los soldadas, de esos anónimos, del Ejército, que conquistan con su sangre las libertades y que no tienen el derecho de que se conozca su nombre y que son. sin embargo, los que salvan nuestras institución»». Yo quisiera traer hasta tertad. Pero en la imposibilidad de aquí a cada '¡tío ri«> ]r>s ofiriq"»R «ju» con cailarrffa _> civismo ahrataron «sta causa, qu» es ¡a causa d«' pr;» blo, porque es !a causa, de nuestra litraerios hasta, aqut. a la pléyade de anónimos y a esos grupos de oficíale?. traigo en mi compañía a los Jeíes que con ¡gua! civismo y con igual dignidad se han adherido a un movimiento que consolidara para siempre los principios democráticos, pese a la reacción. y pese a los reprobos de nuestras libertades. Ellos se llaman Francisco y R6mulo Figueroa. de una familia libe-il por abolengo, cuya *:»ngre ha regado ya las estepas de nuestra República. para conquistar iasy libertados. Eilos se llaman Fortunato Maycotte. que es un luchador también de abolengo y cuyo nombre ya figura en ia Historia con caracteres gloriosos. Elios llaman Salvador González, que sin vacilaciones de ningún género abraz-3 -a causa del pueblo: Cosío Robeio. que la secundó con igual civismo. Todo ese grupo de entusiastas luchadores por nuestras libertades. secundado de un no menos digno grupo de coroneles, cuyos nombres no quiero citar porque olvidaría alguno d* olios y no deseo hacer di* tinciones, todas aquellas personas se han colocado sobre el mismo plano de moral y de civismo. Hace tres semanas quizá, que los hombres honrados tenían que disfrazarse en la capital de la República, para no recibir 1a puñalada por la espalda. Y cuando los hombres honrados tienen que disfrazarse, es que !a moralidad muv deprimida en una administración. No voy a formular ataques a la administración d« Carranza. pn--<nie si ayer s<» necesitaba civismo para, señalar sus errores, ahora serta cobardía verificarlo. cuantío está caído . E! general Gustavo Elizondo. que fué designado para batir "a los infiden-es." romo ¡os llamara la prensa | mercenaria, al tomar contacto con nosotros, nos tendió su mano y nos [ dijo: "estoy con ustedes porque es la causa del pueblo." Sea. pues, ciudadanos de la Metrópoli. este día, un día de sioria para la vida de nuestra incipiente democracia. Sea «sre movimiento—que mSs qu« armado, hi sido un movimi nto mora!, consecuencia d<* la opi nión pftblica.—un «jemplo que se gra h* en nnc-stra Histoiia. para que ningdn hambre en lo suce«ivo. pre•enda. violar !o« derecho? sagrados de un pueblo que los ha conquistado con sacrificios y sangre en un período de diez años de lucha intestina." C^r.zález Habló También Pablo González, que entró a esta capital antes que Obregón, ocupó el Palacio Nacional, y desde el balcón central dirigió un extenso discurso al pueblo que se habla reunido en 1h •norme Plaza de la Constitución. "No rae lancé a la lucha contra el Gobierno que ha caído ídijo Gonz'»zk\i" :ii por un superficial espíritu de aventura ni por una degradante ambición personal, m se sobrepusieran er. mi ánirau a !a obligación que como ciudadano y como soldado ?~nRO de vela - por la paz pública y por el respeco a las Instituciones establecidas. Ar.tes de lanzarme a esta actitud ago té cuantos medios estuvieron a mi alcance p'i^a detener al señor «""arran za, er. (OI absurdos proyecto* di imponer por la fuerza un suceso!- *n la Pre.-Htiencia ) detener. también, el tremendo conflicto que sobre el Ejecutivo Federal se estaba precipitando por causa de esos mismos 'proyectos da imposición. "La mejor prueba de la Justificación del movimiento verificado, es 1*. unanimidad con que lia procedido el Ejército y las simpatías con que en todas partes se ha visto su actitud, siendo de notarse que la acción ha sido casi espontánea que no mediaba una organización previa, ni preparación d» ninguna especie, estableciéndose de mod<> natural la más por fecta armonfa entre todos los »it»mon tos revolucionarios para defender los derechos de todos. El señor Carranza suponía por lo que dice en su manifiesto. que entre e! sr»-n<»ra'. Obregón y yo llegó a existir un completo acue.-do para verificar el movimiento revolucionario con los elementos militares con que uno y otro pudiéramos contar, y lo cierto es que no hubo tal rcuerdo expreso, que <»n nuestra calidad de candidatos indeoendiemos nos sentimos unidos por el peligro que para los derechos de ambos representaban las cínicas maniobras imposicionistas d«*i Gobierno. qu° de« aparecieron malas interpretaciones y falsos conceptos que antes existían pntiv nuestros respectivos partidos, que se estableció una corriente <1'' franca cordialidad ertre nuestros rn¡ pos. y que bastó el simple hecho d« nuestra, salida en esta capital para que « produjera en el Fj^rcito un formidable movimiento de adhesión a la causa de la libertad rl» sufragk que ambos por igua! representábamos cesando todo tronero de suspicacia; y divisiones, y afiliándose con el <joneral Obregón multitud de partidarios políticos míos, así como partida ríos de él con toda voluntad iban a ponerse a mis órdenes. "5 o tengo plena, confianza de qur los revolucionarios saldremos limpios de í&ta prueba y de que este movimiento armado, dolores en el fondo, a pesar de !a victoria de estos monten -os, recibirá en poco tiempo su más absoluta justificación, al devolver al país e¡ hien de la normalidad y la paj ctue momentáneamente le ha quitado Juntamente con el restablecimiento efectivo y sólido de las libertades políticas que el Gobierno derrocado pre tendió brutalmente arebatar." Los Archivos son Capturados De los trenes militares que lleví Carranza, varios han sido capturados contándose entre ellos uno que Ue^a va los archivos de las Secretarías di industria y Comercio y Relaciones tenores. I^'s compañías petrolíferas ha.b(ati demostrado eran inquietud por los aT chivo®, pues temían que se perdierar los expedientes que amparan sus derechos legalmente adquiridos en Ioí terrenos petrolíferos que vienen explotando. Tales ar.chivos fueron recuperados. habiendo sido ¡lani&do e! señor Poulat para que se encargara nuevataente de los archivos de! Departamento del Trabajo. Ademas df los archivos, fueron recuperados varios millones de pesos en estampillas petroleras y diversos documentos de importancia l.'jia comisión de varios militares llegó ayer a esta capital para informar a Obregón y Hill sobre los asesinatos cometidos en la ciudad d® tTas* a la ©ct»vn.) 1 PELAEZ DICE ] QUE LA LUCHA HA CONCLUIDO Tcltffrtma Etprrial pera f.A PREXS.i. LAREDO. Texas. Mayo 17.—Manuel Pelaez ha dado por terminado su movimiento revolucionario y en !o sucesivo obrará de acuerdo con los elementos obregonistas. según propia declaración que el jefa revolucionario de I a zona petrolífera hizo en Tampico. PelSez.—como lo anunció LA PRENSA oportunamente.—entró al Puerto de Tampico juntamente con Arnulfo Gómez, el jefe sonorense que se sublevó en Papantla y con quien Peláez sumó sus elementos, revolucionarios en contra de Ca- | rranza. En una entrevista concedida a los representantes de varios periódicos, Peláez manifestó que él da por terminado su movimiento revolucionario porque ha desaparecido la causa que lo motivó y que esta firmemente resuelto a cooperar con ¡ el nuevo régimen para la consolidación de la paz. Djjo, también, que cree que cesará la lucha en todo el país, expresando que si en algunas partes del país se continúa juchando ello se deberá únicamente a la ignorancia en que sa hallan algunos jefes respecto de la verdadera situación. Peláez ha sido muy agasajado en Tampico desde que arribó a dicho Puerto, siendo las empresas petroleras las que han tenido para él mayores manifestaciones de simpatía y las que le ofrecieron un banquete al que asistieren los representantes y altos empleado» de la» principales empre»»* petrolera* i tienen oficinas en Tampico. IDESESPERADA Y SANGRIENTA FUE LA ULTIMA BATALLA DEL CARRANCHO ¡' IÍMM K BjWI HUÉSHHS ílffi 1 Contrastaba con esa actitud viril de ios dos jefes, la pusilanimidad del Embajador Ignacio Bonillas y del joven general Juan Barragán Ofrecía mil pesos por un caballo Bonillas ! y corría frenético porque habían matado el i suyo í Teir grama Especial para LA PREXSA» CIUDAD 1»K .Mh'XICO. Mayo IT.Verdadvras proezas de valor y de heroísmo ha hecho don Venustiano Carranza en su lucha contra los revolucionarios nvip tratan ci* capturar !v. según la» últimas noticias recibidas en esta capital. Su conducta eti el combate de Rinconada, en donde sus fueteas sufrieron una completa derrota, ha causado la aiirmracK-n de sus propios enermsos. que no creían al es-Primer Jefe capaz «le acciones tan atrevidas como las que ha realizado. Seewn los relatos llegados aquí, el .srupo de fuerzas carrancistas que defienden a don Venustiano. y que se hallan mandadas por «•! General Francisco -Mure ufa. hallándose sin asrua, s:n provisiones y copadas prác ticamente por una fuerza muy superior. decidí'") luchar bravamente has! ta el final. Ki Genera! 'Murgufa. •iando pruebas de un valor inaudito y de una lealtad extraordinaria, se propuso salvar a su jefe y decidid arrojarse con »l puñado d» hombre® que le quedaba, sobre el enemigo para abrirse p,-iso. El y el propio Carranza encabezaron la maniobra y después ríe batirse desesperadamente con el enemigo, lorraron romn-T el cerco y escapar iiAcia las montañas. MUPtGUIA RECHAZO EL SALVOCODUCTO Cuéntase que cuando mensaje ro del jefe revolucionario lleg'> ai campamento de Murguia, para ofrecerle un sa!\o-condticto para Carranza, si s« rendfs. -Murguia en un rasgo de brutal altanería, hizo pedazos el mensaje y los arrojó al mensajero en la cara. Después de .Vlurguía, el propio don Venustiano es el rjue más pruebas lia dado en esta dura prueba por que atraviesa, de sangre fría y de valor. Frecuentemente se pone al frente de sus hombres y personalmente dirije las operaciones, habiéndose visto en varias ocasiones en inminente peligra de caer prisioneros de los enemigos o muertos por las balas de estos. Los carrancistas esperaban firmemente que el General Guadalupe Sánchez, acudiría en su socorro, pero al tener noticia de la defección de éste jefe, el grupo del ex-Primer Jefe perdió toda esperanza y Murguía decidió entonces dirigir todos sus esfuerzos a. salvar al que él considera aún como el único representante legal del Gobierno. "MIL PESOS POR UN CABALLO." Pero así como se desarrolla-on escenas de valor y heroísmo pcjf parte de esos jefe®, ofras tragi-c-imicns tuvieron lugar el día de la luci.a final. RECONOCE A LA REVOLUCION EL TANTO HERNANDEZ FERRER COMO EL VICE CONSUL SON OBREGON1STAS Tetegrav.n f.'.'prr'al jvjre I -1 PREííSA. HABANA. Mayo 13.—I-os últimos representantes enviados por el gobierno de Caranza a Cuba, han reconocido de una manera definitiva al nuevo estado de cosas de México y así lo han anunciado a los periódicos. El Ministro rienipotenicario. Hernández Ferrer. ha estado publicando los mensajes que le ha dirigido el ^nador Juan Sánchez Azcona, con su carácter de encargado provisional de la Secretaría de Relaciones. El primer despacho recibido por Hernández Ferrer suscrito por Sánchez Azcona fué el relativo a ¡a salida de Carranza de la capital de la República y a la entrada, de Obregón y González a ia misma. En los últimos mensajes, que el Ministro ha dado a la publicidad. Sánchez Azcona le comunica que 1a capital de la República reinan la tranquilidad y la confianza, que tanto los nacionales como los extranjeros gozan de todo género de garantías y de que los negocio? han vuelto a su normalidad como resultado de la confianza que inspira el acuerdo en que han venido obrando Obregón. González y el Gobernador Adolfo de la Huerta. Por su parte, el Vice Cónsul, capitán Gabriel J. Morales, manifestó a! Ministro Ferrer y a los periódicos que reconocía el nuevo régimen hecho cargo de' consulado. Morles y Hernández Ferrer, vinieron recientemente a ,1a Habana, habiendo salido de la Ciudad de MAxico tina som^ns snt«s de qn» Carranza (Tas» & 1a J FUE UNA FUGA LOCA LA DE LOS CARRANCISTAS AL ABANDONAR MEXICO ; Ultimas hazañas de los generales jj Golpeaban a los ferrocarrileros'"porque no estaban listos los trenes.— Veinte de estos, entre ellos el "dorado," formaron e1 convoy.—Carranza promete solver y reparte monedas a los niños v Lop periódicos de la Ciudad de México «jue empiezan a llegarnos. traen importantes detalles de ios acontecimientos registrados en aquella capital a la salida de Carranza y la entrada de las fuerzas revolucionarias, detalles qüe i.o fué posible obtener durante los •últimos ocho .días, debido a la interrupción de las comunicaciones. Los diarios de fecha S del presente publican relatos de cómo fué la salida de Carranza y l-is suyos, haciéndolo "El Heraldo de México".,en los siguientes términos: "KI aspecto de la Estación de Colonia. óesde las diez y media de la noche de ayer, hasta hoy en la mañana, tuvo para nosotros especial interés, por haber sido uno de esos raros espectáculos nue se ven pocas veces. Ese asp-cto pudo ser pintoresco, si no fuera porque una extraña incertidubre dominaba a todos ¡os espíritus, dando tina rota de zozobra y congoja. ¡ Las retiradas, por más ordenadas que sean, tienen quién sabe qué perfi! les trágicos e inquietantes. Imaginaos ahora, los temores de quienes acompañan al señor Caranza en esta nueva odisea, conociendo a cada minuto un nuevo rumor, a veces confirmado, sobre ¡«; posibilidad de un desastre. LOS TRENES. A las diez y media, repetimos, el aspecto de los andenes era curioso: En el principal, el tren presidencial tiende su recta de carros magníficos, vigilados en las plataformas por soldados de •"Supremos Poderes." Forman el convoy más de veinte carros, siendo destinado el último para el señor Carranza y las personas de su familia. En este coche aguardan, el general Juan Barragán que viste uniforme de campaña y sombrero texano, acompañado de los miembros del Estado Mayor, capitanes Suárez. Amador. Ramos y otros, armados y pertrechados cuidadosamente. En el andén del centro, el tren d» la Secretaria de Hacienda, formado por quience coches distribuidos en la siguiente forma: siete para empleados y equipajes de los mismos; tres para valores, timares, Comisión Monetaria, etc, y cinco a donde van grandes cajas con diversos objetos. En el de la derecha, está el convoy del general de la Torre, compuesto de once furgones, cuatro góndolas y dos periqueras, ocupadas por caballadas, forraje, etc. Algunos lugares disponibles de este trer>. son ncup.idos por muebles, archivos. .-te., de las Secretarías d» Agricultura, Comunicaciones, Relaciones Ex-, tenores y otras, objeto» Titilados por adictos al señor Carrañas. EL TREN DORADO El convoy de la Secretaría rie Hacienda.—sepún frase gráfica de uno de los oficiales del general de la Torre»— era e'. tren dorado: Siete de sus cairos estaban ocupados por empleados de aquel Ministerio y equipajes de los mismos. En otros cinco, violentamente se había dado ¡upar a más de cien pequeñas cajas en cuyas tapas se lefa en tinta roja: •"Cartuchos." Otra ¡eran cantidad de dichas cajas había sido puesta en tres carros correo, además de otros muchos bultos en los cunles fueron empacados troqueles de la Casa dt Moneda, facsímiles de la Impresora de Estampillas, piezas de la imprenta del Gobierno y documentas de !a Tesorería General de la Nación, de la Cor.traloria, del Timbre y de los óeparlamentos de Aduanas, Hacienda, Personal y otros. La descarga y acomodo de este gran cargamento, fué personalmente vigilada por e! señor llcenci?do Luis Cabrera. por el señor de la Canal. por el Tesorero de la Nación y otros altos empleados del ramo. En ei tren de la Secretaría de Hacienda. ndemSs de lo que hemos citado, fueren dos mil cuatrocientas barras de plata: absolutamente todos los depósitos que en la Comisión Monetaria habían hecho particulares, casas, de comercio,, oficinas bancarias. etc., mil doscientas cajas de lata, conteniendo timbres de documentos por valor de cincuenta millones de pe?os: cuatrocientos millones »le pesos en papel del llamado Banco Unico y más de doscientas cajas, ías que citamos a! principio y que llevaban el letrero 'Cartuchos") caja»; que en su totalidad, conteníáj VEINTISEIS MILLONES DK PESOS. ORO NACIONAL, producto de lo recogido en las cajas de la Tesorería General de la Nación, Comisión Monetaria y reconcentración de fondos de las Jefaturas de Hacienda. Oficinas del Timbre, etc. Este acarreo de valores y cajas prosiguió hasta después ce las sei^ de la manara, hora en que fué alistado para I>a»-'ir el citado tren de Hacienda. después ,-ie ,'iaber -ido ocupadas las alturas de los coches, por una escolta de ciento cincuenta jiombres. UNA HAZAÑA DE RAFAEL DE LA TORRE. Mementos después de haber quedado listo e! convoy del señor Cabrera, el sreneral Rafael de la Torre, imnacenta:lo rorqu'1 su tren no había sido arreglado en determinado orden, tuvo un t er;i\a altercado con un Infeliz emplea-1 do de la Estación, a quien abofe'eó cruelmente, finalizando con vario* fue, % ta••os y puntppióí-. ! <" >rrto os dr suponerse, la actitud d<»! ; sren- r.il ■j<» la Torr* c*usó )ridisa»c»on. 1 (.Pasa a k oclink) } Barragán nov pocfia huir, pues el "Ford' que tripulaban se negó a funcionar en la. hora fatal , - ^ "K< General Jefe del Estado Mayo» de Car«BU» Juan Barragán, se des- \ pojó por primera vez de su flamante y vistosc uniforme y a toda costa trataha de escapar en un automóvü Ford que se^le paró en la carrera y daba muestras de gran desesperación al mover la manivela y echar a an>ier el carie. Ignacio Bonilla?, el es-Embajador en Washington, perdí.'» su caballo en la batalla y so • le veía correr por todos lados entre las tropas, gritando azorado: "Mil pese? por un caballo." Varios caballos sin jinete asusta- j dos por el fragor de la batalla co- I rrlan sobre e! campo y Bonillas trataba de coger a alguno, pero en vano corría tras ellos. Un cachorro de león, animal predilecto de Francisco Murguía. torcuS parte en ia confusión, lanzando estridentes rugidos que vinieron a aumentar el pánico de !os fugitivos. CARRANZA A PUNTO DE RENDIRSE Cuando todo parecía perdido, Carranza con una cahr.a estoica, se dirigió a Murguía y le sugirió que io mejor sería rendirse, y ordenó qut . fueran quemados los archi.-os y loifi trenes que se llevaron ¡le ésta ca^ pitaU Murguía secundado por Cabrera, lopró al fin persuadir a rranza de que no hiciera til, aun quedaba una probabilidad de capar a las montañas, para 1o ct^H se concertó un plan que tuvo éxilo.^H 1 CONSUL OVE SIGUE SI . CARipSiA EL DE DOUGLAS, ARIZ., NO RECONOCE MAS FDTE.ÜÜE A D. VENUSTIANO "Hüso constar que mi deber es ser* vir fielmente al gobierno constituidle (le ia República Mexicana y que nc obedeceré otras órdenes que las dimanadas de ese propio gobierno presidido por «6n Venu.strano Carranza." Tal es la declaración que hace •! señor Jos-5 M. Arredondo, Cónsul del gobierno de Carranza en la ciudad de Douglas. Arizona, en un mensaje telegráfico que ha dirigido a LA PRENSA, con la súplica de que lo demos a la publicidad Arredondo se ha rehusado a entregar ¡a oficina consular que está a su virgo en ia menicoiuida ci¡'da>I d* 1. (Mii-'l s, ai r?prescn<^iit<! comi-rcia! nombrado por el gobierno revolucio•'.•'.rio encabezado por el señor Adolfo de U Huirte y ha dec'aratío q s-; man tendrá < n su pu .:-:•> rr.ient.'.s no haya c*íi r.'ói co un iji-tv'O gob:-=r». q dei>i«iu:n<-i:tf constituido. Dicho Cónsul en Douglas, Arizona. íi:é quien intentó obligar al Cón.-;:J ej Nogales. Arizona, E. Tamez, a entrega r la oficina que es a su cargo, a raíz de haber sido desconocido el gobierno de Carranza por el gobierno del Estado «le Sonora, por ■el cual Tamez manifestó desde luego sus .simpatías.