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-LACT3ENSÄ OCnONEDITCBIAL MV FRACASO DELP. L. C. La contestación del Presidente de la Re pública a los diputados y senadores del Par tido Liberal Constitucionalista es justamente la que esperábamos; y no porque creamos que el memorial suscrito por ese grupo sea impertinente o desatinado, sino por la forma en que se procedió para darlo a conocer al Jefe del Ejecutivo. En México se ha perdido toda noción, no digamos ya de la alta política que se refiere a principios y orientaciones generales, sino hasta del formulismo de detalles, que tiene por objeto atenuar las asperezas de los nego cios más escabrosos y difíciles. ¿Qué se diría si nuestro Secretario de Re laciones recibiese, con traje de "charro", a los diplomáticos extranjeros? ¿Qué pensa rían éstos si las notas que se les envían estu viesen redactadas en pésimo castellano y con faltas ortográficas? ¿A qué censuras se ex- I pondría el Ministro si revelase al público j cuantos asuntos se tratan en la Oficina de su j cargo ? ! PUes oíro tanto sucede con la política, que j también tiene su protocolo, su diplomacia especial; protocolo y diplomacia que, a las veces, resultan indispensables para el éxito de la cuestión de fondo. Pero nosotros somos muy demócratas, y nos despreocupamos de las "pequeñeces." La verdad desnuda, ante todo; a reserva de | mentir, también con descaro, cuando lo pida el interés. Por eso los señores del P. L. C. no se cuidaron de entregar su memorial, con pú- i blica ostentación, al señor Presidente; y pa ra que todo el mundo se enterase de su conte nido, se hizo público, lo cual dió a sus preten rlones cierto cariz de desafío al Primer Man I datario, y a las justas indicaciones conteni das en aquel documento, visos de imposición insolente. Como era natural, el general Obregón con testó a los diputados y senadores, con esta frase seca: "Ustedes no tienen derecho a mezclarse en los asuntos de mi incumbencia," y nada más. Con lo cual el P. L. C. se quedó cariacontecido y sin saber qué hacer: más eorrido y avergonzado, que altivo y fie ro. Recordamos que cuando los diputados "re novadores" presentaron al señor Madero un documento semejante, no lo hicieron públi co. Los miembros del P. L. C., ni siquiera por el antecedente, procedieron en la misma for ma. y con ello obligaron al general Obregón a mantener una actitud, enérgica, que quizá no habría asumido si el "protocolo" hubiera sido el racional, el diplomático, de la discre ción y aún de la reserva impenetrable. Lo sentimos por el país: lo sentimos porque los bolshevistas interpretarán la contesta ción del Presidente como una derrota del P. L. C. y un triunfo rojo, de' los más sonados. El memorial decía la verdad, casi toda la ver dad ; es uno de los pocos documentos sensatos que hemos visto en manos de los hombres de la revolución; pero la "forma" de presentar lo al Ejecutivo fué desastrosa, y de allí el fracaso de una causa, buena en sí misma, y que pudo tener éxito. Para otra vez, señores "peleceanos," cor tesía, más diplomacia más finura, que nin guna de éstas se halla reñida con el valor civil y con los-' buenos principios de gobierno. Al revés, aquéllas completar» éstos. I EL COMENTARIO EXTRANJERO | EL FRANCES EN HOLANDA * : Ii Traducción del francés para •LA PRENSA". Tor convenio o por causa de mili Jad la lengua francesa se ha emplea io mucho en los Países Bajos: siendo un idioma elegante, idioma de corte, idioma diplomático y hasta un idioma de negocios, ha sido, en to lo tiempo, una de la» bases de la cultura general de los holandeses: el pueblo lo entien de un poco ;* se habla y se escribe, en ocasiones do una manera notable, en las demás clases de la sociedad. En H*55. *a municipalidad de Middel bourg hizo que se tradujeran al íra" cés. en interés del público, los privi legios de la ciudad: Middelbourg e ra entonces un puerto de mar y ese puerto era visitado por nuestros co merciantes. Un documento de la épo ca atestigua que en el siglo XII se en señaba el francés en la escuela para señoritas de la Abadía de Rijnsburg. cerca de Lcydc* y probablemente tam bién en algunas otras escuelas claus trales. Las investigaciones que con una paciencia, de benedictino llevó a cabo un joven profesor holandés. Doc tor de la Universidad de París, el se lior Riemens autor de un esbozo his tórico lleno do interés, intitulado: "La enseñanza del francés en Holanda, si cío XVI al siglo XIX". lo hicieron des cubrir las primeras huellas de la en señanza oficial de la lenjiua francesa, en la fecha del 26 de abril de 1503, ípoca en que los Burgomaestres de Amsterdam autorizaron al maestro Ja cob van Schoonhoven. de Brujas, pa ra abrir una escuela y para enseñar «I francés, especialmente. La tradición, que también parece re montar .uuy lejos, del estudio y del conocimiento del francés, se perpetuó después; las generaciones se han pa sado de mano en mano esa antorcha de ciencia y han mantenido siempre, piadosamente, su llama viva y alta» Ahor i, v-stá ar«ei,a.íi»',a iW. l«efd-iT brillo la llama: las generaciones ac tuales poseen menos bien nuestro i dioma que las generaciones preceden tes; hay una diferencia muy sensi ble entre la manera correcta, castiza v en ocasiones hasta refinada, como se expresan las personas de sesenta a ños y !a manera torpe, elementa,! o prosera como se expresan en ocasio nes ¡as personas de treinta años; y •*n tanto que en otro tiempo el fran cés era. en comparación <on el ale mán y el inglés la lengua que estudia ba de una manera más particular la juventud. e> *.\i>}*-n.e que ¡ttior.i los jóvenes poseen m<-Jor el inglés que nuestra lengua. En fin. esta lengua francesa, sagra da en iil isc"l«> :v—-•* ha--.- tan hv«f' tiempo, implantada en la calle y que ocupaba el lugar de honor entre los intelectuales y en los salones, acaba de sufrir un golpe singular. Era la única, entre todas las lenguas extran jeras. y aún las más "útiles." que se enseñaba en la escuela primaria holán desa: el conocimiento de sus elemen tos era exigid«.» en el examen de ad misión pSra la enseñanza media o se cundaria. Ahora bien, muy reciente mente. un proyecto de ley relacionado s:n 1a supresión de esta exigencia, e implícitamente con la supresión de la enseñanza del francés en la escuela primaria, fué votado en el Parlamen to holandés. El proyecto dió lugar a un debate bastante confuso en que se manifestaron las opiniones más o pues tas. Ante algunas resistencias, el Mi nistro de Intrucciñr. Pública, autor del proyecto, juzgó necesario proceder a una encuesta entre el personal consa grado a Ia enseñanza pues la medi da. que se rolat ionaba con uri plan de reorganización general de i», enseñan za primaria y de la enseñanza secun dar i;., no revcst'a absolutamente si . Oo un carácter pedagógico Habiéndoseles preguntado por medio de una circular a los directores de las escuelas medias, se pronunciaron: 53 en favor del mantenimiento del "statu quo" y 34 Se inclinaron a la reforma propuesta. Por su parte, la Asociación genrai de Profesores de En señanza secundaria, hicieron saber que deploraban la medida, y habiéndo seles invitado a que manifestaran su opinión a favor o en contra de la con servación del francés en el programa de admisión de las'escuelas medias, de 318 miembros, 177 votaron a favor y 137 en contra y cuatro se abstuvíe ron de emitir su poinión. Se podía considerar ganada la cau sa. pero ni el Ministro ni los miem bros de la segunda* Cámara tuvieron en consideración los resultados de la encuesta y ei conjunto de la reforma fué aprobado por una gran mayoría. Esta ha sido una medida de orden pu ramente pedagógico, por de contado, y serla puril tratar de .ver en ella una intención política cualquiera. Tanto en las revistas especiales co mo en la prensa y como en los círcu los de la enseñanza, se trabó una lu cha apasionada con motivo del deba te parlamentario. Las revistas y los diarios publican las cartas y artículos que les fueron remitidos, en que los 1»of esores y los padres de familia ha cían un verdadero asalto de argumen tos en favor del estudio del francés des de ia escuela primeria, o en contra de esta tradición. Algunos estudios nota bles acerca de la cuestión, tomada en su aspecto más elevado y más general, fueron publicados. En verdad casi to dos mostraron el peligro de la refor ma y se declararon en contra de ella; éstos están firmados con los nombres de algunos fervientes defensores de 'la cultura francesa: los señores Profe sores Salverda de Grave. Hesseling, ' Valkoff. Hovenkamp, etc i Por lo demás, había una antigua querella que parecía deber eternizar se en el momento mismo en que es ta solución, tanto inesperada, se pre cipitó. En 187» un cierto señor Zaaior abor dó ante una asamblea de profesores el proceso del francés en la enseñanza prini2 in 0 hizo votar, por unanimi dad. la proposición siguiente: '-La. mejor reglamentación de la enseñan ña exige que el estudio del francés no comience sino con la enseñanza secun daría." En 1312. el Consejo Superior de la! Asociación de Profesores de Enseñan za secundaria procedió, sobre el mis mo asunto, a una em-uenta semejante a la que acaba de hacerse ccn moti vo fiel proyecto de ley. De 130 res puestas. 13 fueron a favor de la supre sión definitiva del francés en la ense fianza primeria 12 tendían a disminuir la importancia de él; 10 pretendieron suprimirlo de la escuela primaria pa- j ra hacerlo objeto de un curso es pe-1 cial preparatorio en la Escuela media ¡ y 93 votaron por la conservación - de él, pura y simplemente. Más recientemente, en 1913. la A sociatión de Profesores de los Gim nasios. insistió, en su informe anual.' en favor de la conservación del fran cés en el examen de admisión. Sin embargo, la supresión del fran- ' cés de la escuela primaria era pedida por un gran número de inspectores de¡ escue's. En !?13. todavía, en la "Revista dej la Enseñanza de las Escuelas medias! \ de los gimnasias'. se entabló un I duelo encarnizado, siempre sobre la misma cuestión, entre los señores I Bolkenstein v Zeldenrust. inspectores j primarios, el primero reclamando la j supresión del francés y el segundo o poniéndose a ella. Durante toda la querella, y desde 1875 hasta 1920. les argumentos que se cambiaron fueron loa mismos; po t v-.->• .1 •. dr'an resumirse as': los partidarios de la reforma querían que. e" las Escue las primarias, todas las horas les fue ran dedicadas al holandés y a las cien cias generales; estimaban que el es tudio del francés, que distraía tantas horas por semana, por mes y por año. perjudicaba al estudio de los otros ra mos. más necesarios: y añadían quo esos gérmenes de francés, apenas sem brados. no podían producir frutos. Y los enemigos de la reforma afirmaban que. aún én la Escuela primaria, el francés era indispensable para la for macirtn futura y para la cultura ge neral del niño: arguTan también que esas horas ganadas en la escuela pri maria se perderían pira la escuela se cundaria en la que. en medio de un programa muy recargado, el niño, iba a tener que verse obligado a consá grale una parte de un titmpo mucho más precioso a los primeros tartamu deos del francés. Y sus adversarios re pet'an el supremo argumento—q' en es tos tiempos de realismo conviene pen sar en las razones prácticas que po nen en evidencia la inutilidad del francés, ya que los intereses comer ciales holandeses se orientan mfts y más del lado de Alemania y de Ingiato rra. a Esta realidad—que nos corresponde ría a nosotros transformar— ac£b¿ por obtener el triunfo sobre el idealis mo de lo? que quieren perpetuar la e legarie tradición de una Holanda ador nad. con la cultura latina y el espí ritu fr-c£s. Henry Asselin. j • EFEMERIDES i i MEXICANAS j ES NOMBRADO PRESIDENTE DE LA REPUBLICA EL ÜLNERAL HERRERA 30 lo mayo de 1S4S.—En este día fué electo por el Congreso Presidente constitucional de la República Mexi ' cana e; General D. José .íouquln de , Herrera, por nueve votos, contra, tres por el general -Santa-Anna, .dos por e! Sr. Trias, uno por D. Melchor Ocam op. y otro por el Sr. Pedrada, j En estos d'as parecería muy raro í que alguien renunciara la Presiden cia de la República, pero entonces no llamó la atención el hech-i de que el General Herrera, apeno a toda am bición de mando y honores, renuncia ra el alto puesto para el que había sido electo, pues eran conocidos óe todo e'i l>aís su modestia y su desinte rés. El Sr. Herrera alegó en su re nuncia el delicado estado dj su salud que le imj>edía dedicarse con la asi duidad que requerían las circunstan cias. al desempeño del cargo que se le confiaba. Efectivamente, el Sr. Herrera ha bía estado gravemente enfermo y aün había r»*ciblilo los últimos racramen tos, pero no obstante e-^to, la Cámara de Diputados se propuso ao admi tiré la renuncia. El 31 de mayo se dió eulnta en la sesión de la Cámara con l'n oficio del General Herrera en el cual renun ciaba •>! cargo de Presidente de la Kepública. Inmediatamente so mandó pasar dicho oficio a las comisiones de puntos constitucionales y goberna ción unida, suspendiéndose la sesión mientras las expresadas comisiones presentaban dictamen. En cuanto es te estuvo concluido se reanudó la sesión y se dió lectura al referido dictamen, que concluía con Ja siguien te proposición: "No se admite la re nuncia que del cargo de presidente constitucional de la república hace el ciudadano José Joaqu'n de -Terrera." Se dispensaron todos los tramites y se puso a votación el dictamc-n y fué aprobado por inmensa mayoría de votos. Ccn esto se creía í?ue el Sr. Herre-a admiritiría su nom:--amien to, pero lejos de eso, envió a! Congre so su segunda renuncia, lo cual dió lugar el 1 de junio a una sesión muy acalorada en la Cámara de diputados. El diputado Payno presentó la si guíente proposición: "Que se ; resen te en el acto el Sr. General Don José Joaquín Herrera a prestar el jura mento, sin perjuicio de que se tome dcspu-'?3 en consideración ?:u renun- j cia." Tomadn en consideración dicha pro- j posición pasó, lo mismo que la se- | gunda renuncia, a las comisiones uni das, ¡as que después de unn hora de deliberación se presentaron al Con- ( greso a las dos de~la tarde pidiendo que se les permitiera rendir su dicta men hasta las siete y media de la no che. "El diputado Pacheco se opuso a esa demora y dijo que bi>*n se vela que el objeto de ol'.a era que la comi sión oe acercara al Sr. Herrera, pero como para ello bastaban dos horas, pidió que söio esas se les concedieran a la «omisión. Se aprobó er to y la sesión se suspendió hasta las cuatro y cuarto de la tarde, hora on que la comisión presentó el siguiente dicta- i men: •".Pasado mañana, sá'iat'o. a las doce del da. se presentara a tomar posesión de la presidencia ae la re pública ti Excmo. Señor General D. Josí Joaquín de Herrera." La comisión trabajó mucho para lograr oue el General Hen era admi tiera la presidencia de la república y fué preciso que le hiciera ver los muchos males que se seguirían al pa's si no se encargaba él del poder. Lo anterior demuestra que tam bién ha habido en México hombres de altas virtudes, exentos de toda ambición, fuera de la de servir a su patria. EL REPARTO DE TIERRAS •m "• J CIUDAD DE MEXICO, mayo 20 d 1921.—Comentando la crisis íi nanciera porque «raTOsa el una persona que entiende de negocios v cuenta con esa ciencia que solo una larga vida puede darnos: la experien cia me decía hace poco, Inno de ne gros pesimismos y de tristes Se rios i—'Este malestar que a cada mo montn va acentuándose ,esta falta de dinero que tiene paralizados todos los negocios y "na hecho nulas las tran Snes que antes eran la vida del comercio mexicano, no son nada si lo comparamos con el desastre que va a traerno sel reparto de tjen». La primera consecuencia de ta" tun esta v alocada determinación del S°°Jrrn° es la suspensión de todo negocio tose de propiedad rústica ^quiera «ue -en au «xtens.on, asi como ia ban Garrota áz casi todas las grandes fin cas del pais que se encuentran con I ifaS puertas cerradas para ^tenerdi I ñero y poco a poco nan ido uendo • consumirse sus "llenos y sus iecur *os de todas clases, hasta quedarse sus dueños cruzados de brazos' «obre ti terreno árido y sobre los montes despoblados de animales. ^ -Cuando el reparto de tierras ten ca la ext*».sión que le daran las Le \es que s¿ discuten en la Camara y las que están siendo fraguadas en a - ¿runo* Estados de la Repub ica, sobre vendrá la verdadera crisis, la que pon drá al pais en condiciones peores que cuando la revolución, en todo su apo geo estaba adueñada del país, i en un 'estado tal, que ni siquiera se lo imaginan estes pésimos sociolo¿os > arel' Pésimos hacendistas. "El nvp^ perjudicado en esto, por 1 que senurá el perjuicio de la nación entera, será el gobierno, este gobur no qui no echa cuentas porque se ha encontrado con los placeras taba losos de Tampico de donde saca in creibles cantidades de dinero, > ton las cuales va pudiendo llenar las ext o-ncias de su enorme presupuesto, piro que a la hora del desastre que nos aguarda, no tendrá para cubrir i el deauivel que traiga la miseria pu b "He dicho que el gobierno sera el más perjudicado y tal vez haya come tido una exageración por mi afáni d pintar con mas v.vos coioies este error de nuestros gobernantes qu entraña un tremendo mal sin objeto ni disculpa, una enormidad cuja ra zón no encuentra nadie .porque no se rá en suma, sino una calamidad nia clonal que cuando haya perjudicado a todo el mundo irá a aar de rebote con el que la desencadenó; p:ro segura ffi' nte que los ¡nm-diatos perjudica Sos los que van a resentir primero los efectos de las absurdas ie>es, son lies propietarios que tienen en.su ma no la riqueza naciona»; vendrán de. pues los nuevos propietarios, aquellos qu« van a recb.r,.««. de milenarias injusticias, la P»"*» desprovista de agua ue riego, de ape ros y de animales de labranza 5 í por lo mismo, sera un elefante blan co en sus manos y una ruina también, porque no le dara la subsistencia y - S abandonada, inculta y estéril o vendida a un nuevo acaparador que siempre encontrará un recursojara burlar la Ley, por muchas cortap^as qus esta tenga para P^bir ta tes compras; y cuando ni el gian tirio pu-da beneficiar sus Jarras porque se las quitaron y e mo las hava abandonado porque llegue a la conclusión de que no es POs'b^ hac nada por cuenta propia, -nt°nces \ en drá la ruina del comercio, la dese?Pf ración de las poblaciones consumido ras y el desastre general que le anun C1 Tan sombrío cuadro rado si se desconocen los detaUeb qu justifican ampliamente toda la ante rior letanía de calamidades. De to dos los absurdos revolucionarios qu tanto daño han causado como »lai in mutación d3 propiedades, la de^truc %SS.ente, en un articulo 4» rio son capaces de justificar hasta lo expropiación de la. ^b?n»a ^ ™ n11A Haiaron al S^nor cíe cuestión del reparto de tierras po- ^ drá aparecer envuelta en nobles con tornos que hagan vibrar la fibra sen ¡ sibie de estos dulcamars de nuevo cu ño que tanto se preocupan del bien ajeno, a bass de bienes ajenos tam bién; pero a la luz de la realidad y en la forma que los están llevando a cabo los hombits del gobierno del señor O bregón, el reparto no viene a ser mas que un despojo en el cual los propietarios legítimos van a pagar la enorme popularidad que sin duaa les traerá a los dadivosos 51 saqueo agri I cola, mediaa de infalibles resultados 1 para obtener una elección y hasta una leleicción. No hay más que observar los pro cedimientos que siguen para el repar to de tierras que se está hackndo an ; tes de que las famosas lej es agrarias sean aprobadas,, basándose en el ar ticulo constitucional que permite al 'gobierno tomar las cosas ajenas a tí i tulo de utilidad publica. Antigua mente dicho artículo siquiera impo nía al ¿abierno la obligación de pa gar lo que quisiera, previamente: hoy, con una modificación que le hizo Don Venustiano—¡oh, la inmensa sa biduría de' Don Venustiano y de don Natividad Macias para dejar a los demás sin lo suyo!—y con la cual la nación puede pagar cuando buena mente quiera las cosas expropiadas, S3 le ha dado una amplitud tremenda al derecho de expropiación a titulo de utilidad pública. Los procedimientos de que hablaba, no puíden ser más expectativos: ios indios del punto X s¿ presentan ante el Presidente de la República o ante el Ministro de A gricultura y le manifiestan su deseo de ser propietarios, indicando al mis mo tiempo que en su comunidad hay tales o cuales tierras que llenan sus deseos y que les gustaría que de allí I les dieran su pedazo. Ya no se discu te más ei asunto: el Ministro o el Pre ! sidente ¡nandan unos comisionados a ¡ grarios, notifican al dueño de las co diciadas tierras que se va a quedar I sin ellas y en un momento hacen el I traspaso de la hacienda o rancho > : ponen en posesión de ella a los que lueran medie ros. peones o simples ve cinos de la prcpied-¿ despedazada. Va es de imaginarse i. lo que da-á It^ir tal franquivh. Una per.-ove a quien ya le tocó su turno, y de ln noche a la mañana se quedó sin mas propiedad que ia casa donde estaba a sentado el "casco" de su hacienda, me referia que la codicia y la indo lencia dí- algunos indígenas llegaba hasta pedir el reparto de tierras cul tivadas y en fruto, por el solo afán i de aprovechar la cosecha, y que des pués de lograda tal cosa, no volvían a ocuparse de sus ' Hogares agríco j las" como los llamó Don Emilio Váz ! quez Gómez en aquel luminoso provee to copiado del del Sumo Hacedor, pues leñaba el mundo de paraísos te ir. nales con sus correspondientes pa rejas de Adán y Eva en cada uno. En muchos lugares ya está acon teciendo lo cel vaticinio del experi mentado ami£0 mío, que cree que el reparto de tierras va a ser el desas tre más grande de México. Los nue vos propietarios, que en eso de pre visión y cálculo están a la misma al tura que el Ministro Villarreal y los diputados que discuten la Ley Agra ria, después de recibido su "pedaeo" se han dado cuenta de que para cul uvairlo se necesita, cuando menos, una junta de bueyes, un tronco de muáas o un tractor, se^ún ande de adelantado el propietario; se requiere semilla para sembrar, algún dinerillo para pagar peones y mucho más dine ro para sostenerse los meses que tar d'e en venir ]a cosecha. En una pa labra, necesita cada uno de los "bene ficiados" por el gobierno, alderredor de setecientos u ochocientos pesos para explotar y cultivar en debida forma su propiedad, y una entereza y un espíritu de previsión y ahorro que no saí>3 tener y que lo llevan a vender la tierra para comprar lo que necesita para cultivarla. Es d:cir, v'Pasa a :a 5a.) ^S25252525252525E5^25B525252Sdíiüü«íauocac3dauc3C3C3C3E ¡ COMPAÑIA PETROLERA MEXICAN I Benito Juarez S. A. jo de Monterrey, México Capital autorizado $5.000,000 M. SEPULVEDA, W. J. Me Kenzie - i Presidente I - -rÍÍ Secretario-Tesorero. T r Oficina en Estados Unidos. f 505 Turnbow Building. Houston, Texos. NO INVIERTA USTED SUS AHORROS Sin investigar el mérito de una empresa. No com pre lotes de terrenos petroleros sin saber dónde están situados- . , No acepte contratos que no entienda. Si están en inglés, pida su traducción escrita al español. No vendemos nosotros lotes de una extensión que pueda servirla de sepultura. No le ofrecemos abrir cientos de pozos de petró leo porque cada uno cuesta cincuenta mil dólares. No le proponemos que compre acciones en abonos para que reciba miles de pesos antes de 6 meses. Tenemos cerca de noventa mil acre* que vamos a explotar con el mayor cuidado, siguiendo métodos científicos y la opinión de reputados geólogos. Le invitamos a cooperar en una empresa mexica na, que contribuirá al desarrollo de la riqueza nacio nal. 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