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V La Democracia La Democracia I'oaco, SAíhIo, Julio 25 le 1991 LA CUESTION. ANTILLANA El debate sobro Ja cuestión antillana que se desarrolla en 01 uongreso y que revestir.! excepcional interés, agí que sobre el, problema ultramarino hagan las esperadas declaraciones los jefes de los partidos gubernamentales dentro de la monarquía, ya ofrece alguna notas que conviene recoger y señalar á la consi deración de las gentes imparciales. A nadie se le han ocultado las profundas diferencia que separan á los diputados de la Uuión constitucional de Cuba, y eo que entre ellos no hy ninguno que represante la poderosa disidencia surgida en la Habana y que se llama el grupo , de los económicos. En el de los actuafes representantes de la ortodoxia constitucional hay evi dentemente dos direcciones: la que acentúa el sentido asímijista, con espí ritu liberal, al punto de Vjo resistir en principio ni negar en absoluto ciertas recomendaciones hasta poco hace patro cinada solo por las autonomistas y la que va á remolque Ven el movimiento progresivo y propende al mantenimiento del viejo régimen, vqáriendo solo las for ma. Pero uno3 y otros coindicen ,pnñVs í en la crítica de la ma á medidas del actúa! Qo- á más ó menos atenuada, posición de les oradores. ,1 labios del director del Banco abana, viva en el ahogado penin oeñor Alvarez Prida y en el cate -'x ico cubano señor Castañeda. Et ste J ctxlerxs. La otra coincidencia es un aparta miento verdaderamente asombroso de la política, el tono y el sentido de los dipu tados conservadores de Puerto-Rico, que jactanciosamente so llaman representan tes del partido incondicional español de la pequeña Antilla. Estos diputados, y señaladamente los que más represeutan la intimidad de la directiva de aquel partido local y el espíritu. y los compromisos del jefe de aquel partido, que a diferencia de todos los demás jefes del mundo ha sido decla rado Éíoiemtiemente por ?us partidarios hace cuatro ó seis meses jefe vitalicio ; estos diputados han conquistado sin gé nero "da duda la representación más ge ouina de las ideas ultraconservadoras, asegurándose el monopolio de la nota patriótica como medio dts defender el estancamiento político y soluciones con fuía?, pe?o en el fondo totalmente con traria, á cuanto vive arraigado en todas las colonia? prósperas y tranquila?. Por foruna, aún en una Cámara tan conservadora como la actual, las vehe mencias y lo alardes de estos diputados, Jejos (siempre del razonamiento, comba tiendo con fortuna al eeñor Figueroa, provocando discretas y patriótica in terrupciones del señor Becerro de Ben goa y señalando al modo imaginable íi mediados del siglo xvill, como ideas pedigrreas las autonomistas de que están saturados todos los libros y todas las leyes de nuestra época; aún en esta Cámara, táles vehemencias, cuando no han sorprendido por lo desusado, bao logrado la indiferencia que en el orden político producen las alegaciones ociosas y ls fieras acometidas á enemigos ima ginario?. ' Pecas veces se ha evidenciado tanto una acción fuera de medios y do tiempo.. JVro sin juzgar la bondad y la oportuni- , ,1 -Pflin -d'f nrc0S, , LnJ-erf--"' ..omo o usícíOq al st'. ; relativamente coocilia aVputados conservadores- de n su nota más reservada y ti do teT' dur de lo. que recenta .w Ponerlos fiPñnr ftalvs?. cuanto lo que partido en relación con .. ..f. v-iIp. neia v quiere ei - ..,rSríinia!?al de Puerto-Hico. . . X TJ... nriifltn. C.OOVieUO I"""" quo esoa diputados crean que el poderío ríe EpaU y la integridad nacional son ' i...!,.., r.ri líi Autonomía de las - 1V TI Ul llll!".n j -J II - - - esta última idea y la colonia', y .que F JL JE T M. i 4 (42) M ARGELINA Yeriió'i española de Francisco - v SEGUNDA PARTE Caries existencia de un partido autonomista, organizado, regalar á la ciará luz del dia y moviéndose dentro deja ley y utili zando exclusivamente procedimientos le gales, constituye el mayor do los peli- gros. No. La solución autonomista no es, como ha declarado el señor Cánovas del Castillo en pleno Congreso, discutiendo con el señor Labra, una solución que cabe en la Constitución del Estado y consiente la integridad nacional. Tam poco es una polución patriótica como han declarado recientemente en su Ma nifiesto al país lo representantes de los trí's grupos organizados del partido re publicano español. Tampoco es defen dible, como la defienden ó la conside ran, aun sin aceptarla, los periódicos de mayor circulación de España, de donde, in duda, so ha ausentado la ciencia y el sentido político para establecerse en alguna aldea incondicional de la peque ña Antilla. De ningún modo hay que esperar, como espera el señor Gálvez (do la derecha cubana), que el concurso de los autonomistas contribuya á sacar ileso el interés de la patria, como con tribuyó decisivamente en 1880 para destruir el segundo movimiento sepa ratista. Hay que inclinarse ante las intransigencias y las denuncias de loa incondicionales portorriqueños. Tero la originalidad de esta opinión realmente no consiente debate. Lo contrario es lo que pasa en todo el mundo. Además, como es absoluta mente imposible evitar, en las colonias las aspiraciones autonómicas, y el fra- vHrt Japlítica j? símil i?ta.-Jbi i J: 1 - Ca&O uu l-J- -; :.'. i . -i-.-rfá-'-.í;w-ü Ue- muestran la Deuda y el presupuesto de Cuba, y el abandono escandaloso y ver gonzoso por mil motivos, de ios intere-i ses materiales en Puerto-Rico, lo que esos incondicionales persiguen, sin darse cuenta de ello, es que los periódicos se conviertan en anónimos, los comités en centros de conspiración, y las listas de partidarios en registros de sospechosos é índice de rebelde. En una palabra j el estado de guerra como base y razón de la colonización española, en una isla morigerada, culta, pacífica, á fines del siglo XIX, y ante la Europa y la Amé rica estupefactas. Por otra parte, también conviene, á reserva de ulteriores comentarios seña lar un punto entro los diferentes Abarca dos por los discursos á que nos referimos. Y es el que se refiere á Ja solución qua según los diputados incondicionales de Puerto-Rico debe darse respecto de la reforma electoral. Porque de labios de uno de ellos ya sabemos que estiman exagerada la cuo ta eleotoral fijada por el señor Fabié. Teniendo en cuenta .que el agricultor de Cuba paga hoy directamente solo el 2 por 100 y que el de Puerto-Rico paga el 5, afirma que lo procedente es fijr en 10 pesos la cuota para el contribu yente de Cuba y mantener la de 25 pe sos de la ley da 1878 para el contribu yente portorriqueño. Eh d fícil imaginar expresión más fe liz de la intransigencia y del estanca miento. Pero no hay para qué. discutir este extremo. Basta recordar estos datos, en vista de lo que hoy pasa c- n esa cuota de los 25 pesos, cuya invocación en los presentes instantes da derecho á creer que hasta ahora los incondiciona les de Paerto-Rico te han creído desaira dos porque la cuota para su isla no era de 62 duro, ó sea dece veces más que la de la Península antes del sufragio uni- Con efecto, recuérdese c fpuerto Rico ti.no cerca de 9QO g6I (o 2,533 electores, óa . men dfll 59,000 contribuyen tes por todor ' nue exigí en 55a) no pagan -eao3 de contribución, Tjr djr.de re- i que más de 810 de loa co?.tribu .Mh. P.Hrncen de representación wi Cór- ted-, que en la última elección, según las nrus nue constan en ia secretaría del o..r,nrúa. ooln hun votado 1.321 t'lecto- ri i Kfa la mitad de los inscriptos y el 0,14 por 100 de la población total; que de los 15 diputados electos, ei quo ius u iiq vnfíis pi oue meóos 40. v la generalidad de 50 á 100; y que pre- cisamente los diputaos que cuu mo o- la vft7 ia 1.1 restricción v ia á Daguerret Volvería á encontraise tíe an ta de Beaufort! libelante ue jaguvuci iruuiia n hnmhrw da corazón lacerado, tan débil oue auenas alentaba, que iguoraba cuanto k. refería al terrible pasado y que l fondo de su corazón UU JKJOUVl VltC3VJI l ftnrtr bfioia fisnosaT ,1 Acfft l í?o flsnftranía. Uíl DOCO ue Si Marcelina hubiess podido escoger entre v, ,,,,.-.-, (5(10 tenía qnn hactt.V 1 .P" intransigencia, son de loa que menos vo tos han obtenido, porque el diputado do Utuado Jo e3 por 87. votos y ei de Cá gnas por 69, siendo el número de elec- tures ue amóos uit-tntos mu y 17U res pectivamente. Pero á todo esto hay que añadir una consideración, y es que Ja razóa prime ra y fundamental de la resistencia que oponen los incondicionales puertorrique ños á la reforma electora!; la que confie san, no solo en conversaciones privadas, sino basta en conferencias como la que üJfimameote presidió el señor Sagasta, es que con una cuota móüca (no ya con el sufragio universal), los incondiciona les puertorriqueños no pueden luchar con los autonomistas. Después de esto, co ! hay de qué ni para qué hablar. Lo que se pretende es la dominación violenta de Puerto-Rico, y que Ja madre patria no pueda es cuchar las reclamaciones directas y legí timas de aquel país. Frente á estas so luciones los liberales defienden ; Que se dé la representación de Puerto-Rico ai que realmente la tenga, por una ley para todos ; Que antillanos y peninsulares acaten las leyes que voten las Cortes, suficien temente informadas por la representación natural de los países naturales ; Y que la garantía del imperio de Es paña está en la libertad, en el amor y en el enaltecimiento de la ciudadanía espa ñola eo todos los climas y á todas las distancias. tv, tpj ra " LOS CONSERVADORES DE PUERTO RICO (De La Justicia) Nuestro estimado colega El Liberal señala las profundas diferencias que han demostrado los diputados conservadores de Cuba y Puerto-Rico apenas comen zado el debate ultramarino, sin necesi dad de que los excitase hábilmente los autonomistas y aun contando con que la disidencia económica cubana no ha logrado tener representación en las Cor tes, vencida por los incalificables aten tados que caracterizan las actas de la Habana y que han obligado á la comi sión del Congreso á declarar su grave dad. Pero lo que más relieve tiene es la diferencia, que raya en la oposición, que sépala á los diputados conservadores de Cuba de los famosos INCONDICIONA LES de Puerto-Rico, los cuales se que dan con la representación de lo más ana crónico, reaccionario, intransigente y además con el monopolio de la retórica patriótica y de laa frases eonoras del li rismo vendeano. Nosotros muchas veces hemos esplica do la exageración de los reaccionarios de Puerto-Rico por su insignificancia nu mérica y su evidente impotencia, que contrasta con Ja fuerza positiva en los conservadores cubanos que por este mo tivo pueden aceptar la lucha en condi cione de relativa igualdad. Los incondicionales saben bien que sin leyes de privilegio y sin el apoyo hasta escandaloso del gobierno, no hay sombra de probabilidad de que puedan resistir á los liberales. Ahora se ha evidenciado esto con mo tivo de la reforma electoral excesiva. bobre esto nada mas fr.n;.' nue lo que El Lñer"jyg clü relación á las dtíC,ar5Snes recientísimas de los dipu tkoT ultra de Puerto-Rico y que son después de todo los que están más en la intimidad del señor Ubarri, 6 quien su partido acaba de declarar jefe vitalicio del mismo, con lo que ya se dice lo su ficiente raspecto del sentido liberal y mcJderno de es j bando. Jftl JM'f-KPl 86 expresa de ,jmodo: w " 1 n no Aquí copia La Justicui V rrafos del artículo La cuestión que publicamos íntegro en editorial. ADIfiSTRO Y SINIESTRO Aquel León y Castillo que pronunció en el Congreso, tratando ce comoanr ja autonomía, ei célebre jamas que vuyu UViUW - . nmri una iiihiuíuiuii ouuiu " i aquel León y Castillo, ha pronunciado 1 nniurii miH nadie eu un viua uu secioiu y u H.v. v . -i ' ' mi ,Y ,,nr nná no me lo connaia a un Huu oy vuestro ainigot a. ub . 1. sln,&M tnr el aleo á vuestro n 1 a vita ni a natiie. t UUHU1 I . ... I IucIiló Marcelina la cabeza y ae prouto levantó dic.eudo ; , -f , . . , No! No Ustinv' más mínimo a ni honor y teugo el parlamentaria estas frase "Tre. soluciones ofreco l j cupatióa aoti liarm. Lti eolQCióa autonomista con todas sus consecuencia. La solución asirailita absoluta, ea decir, ei asimiliamo en todo, tanto en lo económico cooío eo lo político, y e statu gio. El statu quo es la catástrofe á corto plazo ; algo peor que la ÍQtlepeudincia do Cuba : eí anexionismo, lo quo nusotros Leñaos consi derado siempre na gran crimen y una gran vergüenza." De modo que el ex-ministro de Ultra mar defiendo Ja solución asínailista abso luta, y en úitimo caso, antes que aceptar el statu quo, acepta, con todas sus conse cuencias, el régimen autonómico. Mucho nos queda que ver, Y que aplaudir á León, Si no olvida en el poder Lo dicho en la oposición. H.y un periódico madrileño, El He súmen que se ha convertido - en defensor de loa integristaa antillanos. Ese periódico conmemorando la fecha gloriosa en que los Estados-Unidos sa cudieron el yugo de la metrópoli, es cribe : u Fuerza ea convenir en que los territorios americanos, que tienen, desae la creación, un historia paralela á la nuestra 7 uor acci dento geográfico de demarcación la inmensa superficie de loa mares, reúnen exenciónales i condiciones de nacionalidad. . J El patriotismo, sentimiento. í? a -o.v J 7 v ";; -o.i cuyo cotn bre bxnáz-íüxó y se comete todo linaje de monstruosidades, es un impulso de auiuio d.fíc; de definir y máa difícil todavía de aplaudir por los que examinan las cosas á la luz do i;i razón. En la guerra separatista de los Estados de América, el patriotismo impulsaba á loa io gleees á conservar para eu nación la3 venta jas que se fundan on iu propiedad do un pueblo sobre otro pueblo, mientras para los americanos el patriotismo consistía en sacu dir eso yugo y en alcanaar para su país la ansiada independencia. 4 Qué bacei-1 E político que nn país que, como el nuestro posee colonias eu América, felicite por su independencia á la gran nación americana 1" Lo político es que España, abando nando su sistema inicuo, genere aquí los sentimientos del amor y do los arreba tos del odio. Toóos los pueblos tienen el inaliena ble derecho de ser libres. Nunca lo re cordamos nosotros, y por eso se abusa tanto de nuestra longanimidad. España defendió su independencia contra Bonaparte, y -fué heróica; los yankes mantuvieron su libertad contra Inglaterra, y fueron sublimes : Nosotros defendemos nuestra autono mía y 8e nos llama traidores 1 Si se juzga de tal modo Habremos de comprender, Que es necesario poner El éxito sobre todo. Y que es un rebelde al fin Ante el éxito menguado ? Uu loco, si derrotado ; Si triunfante, un paladín. Dice- el corresponsal pondencia : de La Corres- 44 Copio la opinión del señor Carvajal, para que se couvenzan los que en Puerto-Rico querían que el partido autonomista fe 1-Scia- rase repubHeaTÍ nadacoeeiaracióu. en la trib- halagüeñas pareceJrAiás en lo cierto estaban los que queríao afiliarse al señor sagasta, pues ios uipuwuuu fu3Íoniatas quo han intervenido en el debate, son los que más justicia han hecho á los au tonomistas." Y sin embargo alguien nos acusó de llevar el Yunque á las plantas del señor Sagasta. Queríamos, por el contrario, traer al señor Sagasta á los riscos del Yunque, y lograr para nuestra doctrina su poderoso auxilio. Por lo demás no constituye solo el señor Carvajal los partidos republicanos, ' ' ' 5 o . i , a H taso LU 1 - Re üda vez más eimpática á la opiniou es pañola. Ni estamos del toao mai, Ni el horizonte ee cierra, Porque nos hagan la guerra Cánovas y Carvajal. Afirm-m varios neriódicos que la Au- ,nni fArritorial ha revocado toaas las multas que impusieron hace poco los alcaldes. Valognes y de eu hijo, á jo á tei.t.tiivu o Maiceliua .tj.-. lArnes oue suceda una desgi aciaT 1 Vr::.nlAD tener la imaginación .,.nnArvHn aun algo del uiño y e-i o ..Ai I.. iinrintllCia. DO i-cuo.a ' .i..rt a 111 1 AilO lft llil de x w,ujt h;sta el ulUmo extieuja Pul?r á cabo un acto de de- uacieuuui uuv "w - 1 Y como el señor Ayo impuso á -La íH wnrpifiA una mtiltA do sesenta V tan- los(áuro3; y como nosotros fuimos co alzada al tribunal superior; y como no se nes ha notificado el levantamiento do esa multa, lo hacemos constar á fio de que el público no desconozca la verdad. Nos tocará ser la excepción ahora, ya que lo fuimos otras veces t l Se sostendrá una sola multa: la mul ta de La Democracia í Pues que somos tan culpables oo lo extrañaríamos, dada la rectitud de loa señores Magistrados. Tendremos mucha paciencia, Si aún no están en nuestras manos Por decreto de la Audiencia Los míseros mejicanos. RECORTES POLITICOS EL DEBATI IJL.TUAITIAIIIXO Como era natural, el tema prefeiettte de toda las conversaciones, fue el reaccionario discurso que, contestando al señor Labra, y con motivo de Ja interpelación sobre la política del Gobierno en Cuba y Puorto-Ri- co, pronunció el viernes el señor uanovas del Castillo. Este discurso que contradice toda ia tra dición que respecto al problama ultramarino tiene el señor Cánovas, acusa un gran des aliento y responda de tal modo a! creciente pesimismo del jefe del partido conservador, que se ha quedado este más rezagado que -"-r ---mfmH H u derecha 10 üiputauos eonservauuiea cubana, con lo cusí auoda dicho que oí elec to de dicha oración en las Antillas, y sobre todo en Cuba, será desastroso. Tamb'én ha llamado la atención quo el señor Cáuovas no tenga nada que decir de las divisiones y de loa alborotos de loa con servadme de Cuba, que son lo únicos que ahora ee agitan y vocean en la grande Au tiila. La cosa ea tanto más extraña, cuanto que el mismo viernes se recibió el correo de Ja Habana con la noticia de las nuevas disidencias que han producido la retsrida de la dirección y de la secretaría de El Diario de la Marina, de perfooas tan caracteriza das como los señores Acebedo y Armas, com batidas por eospechosas á pesar de tener una signiíicación muy distinta de la disiden cia económica (que está dentro del partido conservador cubano), y contra la cual ee han hecho verdaderos herrores en las alec ciones últimas. Asimismo 00 parecía propio del señor Cá novas insistir ea la vieja tendencia de sepa rar al señor Labra de sus amigos y correli gionarios da UHramar, enalteciendo loa lüóritos de aquel, y suponiendo equívoca la conducta de los otros, precisamente cuando á Madrid llegaban las noticias relativas a la Asamblea do Mayagüez, donde ha eido derrotada la tendencia favorable á la disolu ción dol partido autonomista de Pueito Rico, al propio tiempo qua los periódicos separa tistas de Nueva York se irritan contra eta resolución, que atribuyen públicauisnto á la ínfluoucia personal y al éxito de las vigorosas y continuadas gestiones del señor Labra sobre sus amigos de las Antillas. JLos republicanos centralistas Se ha constituido el Dirfctoiio interino del partido republicano centralista, formado por los exministros Sres. Salmerón González Pa lanca y Pedregal, y los diputados actuales Sres. Azcárate, Cervera, Labra y Melgarejo. lln acordado lepaitiree los trabajos, y desdo lu20 proceder á la organización defi nitiva de los comité provinciales, paralo cual se harán viajes á las principales capita les durante el verano, y repartir profusa mente el programa aprobado en la Asam blea de Junio, y cuyas priucipales afirmacio nes son las siguientes : UnidrViíírtfeH de JIT wt&&nrif&i&? ftúSVSv Federación con Portugal. Derechos de la personalidad humana sin restricciones. Soberanía nacional como fuente única del poder. Sufragio universal. Régimen repre sentativo parlamentario. Responsabilidad de todo los funcionarios y amovilidad del jnfe supremo. Autonomía de los Municipios y las provincias ó regiones, dentro de la na ción, para sus fines peculiares y concertados, como rganismos libres, con la unidad del Estado. Soberanía dol Estado en el orden del derecho, independiente de ia Iglesia en el ejercicio do sn propia función y procedimien tos de justicia que siu precipitación ni lasti mando derechos adquiiidos desateu los vín culos seculares de ambas instituciones. Libertad de cultos. Justicia, gratuita, ma gistrados reiponsables é independientes y supresión de los tribunales en que el Estado obra como juez y parte. Servicio militar obligatorio. Supresión de toda excepción haCty.pnBkiuiera qu Tíiua y pT el paTídela con UTdfÁ6n. Abolición de los del repaito de -la contribución territorial ó impuesto directo sobre la riqueza mobiliana. bupreaioa aei secreto burocrático y ue ia irreaponBauumau administrativa, Atención por el Ji.stauo ue instrucción primaria, sin menoscabo oei deiecho de los Municipios y la provincias a mantener oor su cuenta estamecimienios ienr v de a linertaa ae eusíuanza. - t ... 1 .. natácter iurldico del problema social, en 1 cual debe intervenir el Estado, sin menoscabo A la libertad individual, ejerciendo tutela dfttfti minados ortraniemos y teudieodo la ventana contemplando ensimismada y con los ojos enrojecidos la corriente miste riosa y profunda. En qué pensabaf ' JJabiaueela ccuníi'.j algunos trágtco pen samieutos. No la veía apenas Marcelina, y esto solo á las horas de comer y habría sido necesario oue estuviese ciega para no ver que era lo que vevetaban las miradas de la joven an íes tan dulces. . . - . w , r á quo to vivan por sí y en & condicione! dol de roe 11 o común iu i'i'i.i(0 como t .;oftnl. Jdentidnd do derecho políticos y civiles 'n Cuba y Poerto Rico iep;cto do la IVníusrda. Representación t u Córtes de Us corjarc is filipina, cuyes condiciones 1a per. mitán, y en toda las colonias la consagració je Jos derechos natura! del hambre, mando superior civil y nna organización interior autonomista, según K grados ds cultura y las circunst ncia'í cada una do qnollart. Procedimientos legales y pacíficos, sin renunciar en los casos fnoima!ei a 0 medios extraordinarios, para reintegrar á 1 sociedad en la plenitud de iu s beranli Inteligencia Intima y cordial de todo loi partidora en Ja forma más amplia y e2c posible. Adhesión al Mauifiettode Mayodt fas minorías parlamentarias republicana. Vit absurdo organizado El partido incondicional es lo más condicio nal posible y lo más arrogante imaginable. Porque no e limita á ofrecer su concurso 4 todos los gobiernos qua la nocióu española legalmente se dé; ni siquiera se resiva jt pura estimación d esta legalidad. No, Ene partido o atribuye el dsrecho de iuegar cuan do el gobierno de la nación y los partidos peninsulare sirven ó no la cansa que él de. tiende. Para ello, naturalmente, ha de ttner algdn criterio. Do seguro, determinadas ideas y determinadas soluciones serán, á su juicio, las adecuadas al fin que persigne, á no ser que todo lo deje en vago y lo fíe A la apre ciación arbitraria que de las circunstancia hgan loa directores del partido. Sí es lo primero, resultará que deupués de tanto dscir y protestar ese partido incon dicional, ea uno do tanto partidos de Eepu ñs, con ía desventaja do la arrogancia ds sus pietonsiones, de la satisfacción cou que niega á todos los ritmas partidos (y sobre prender y resolver el problema colonia! dede alto y en vista de los doraás proble mas; de-la perturbación que trae el juego político de España con la exageraciones de un mete interés local, y, por último, de la ffilta de franqueza con que procede, atribu yendo uu carácter genéricamente patriótico á una campaña esencialmente reaccionaria, poique rs notorio que esos incondicionales de ninguna suerte creen r" ! " . intí'gfid'vd nacional y c'wr.t!0.,.- Pnerto-R'co las libertade modernas, el su-fí fragio universal, la descentralización y c'ú régimen democi ático. ii Son, pues, uuos reaccionarios que no eo atreven á defender sus soluciones con argu mentos r-acadoa de la propia naturaleza de é-tas. JLITEI&ATURA LA JAULA YAOIA Luisa era la joven más encantadora y graciosa del pueblo. Sus amigas le en vidiábala aquella hermosa cabellera rubia y aquellos piecesitos pequeños como las avellanas. Los mozos anhelaban quemarse con el fuego de sus miradas y soñaban con las sonrisas de sus labios, como las maripo sas con las corolas de las flores. Pero Luisa segúu opinaban en el pueblo era una joven excepcional. Te nía rarezas inexplicables. No amaba á nadie. Y esto daba motivos para que hombres y mujeres so ensañaran con ella. Su amigas decían : Es una vanidosa. Se cree la mujer más hermosa del mundo y sueña eo ca sarwe con algún príncipe oriental. Dicea mireíi ustedes que rareza que está éo amores con un paiarito, el cual tiene L4o.cjrrado en una jaula. Luisa no ignoraba-vi de ella se decía, pero no hacía caso de aq'údABk murmuraciones. Su ocupación favorita consistía eo cuidar de ua canario muy chi rlatán que le había regalado su novio, un mocetón guapo y moreno, que se ha lia en Madrid estudiando medicina. Todas las tardes bajaba al jardín da eu casa, colgaba la jaula en las ramas de uu pequeño arbusto, abría la puertecita y sentándose en un banco, llamaba cou las; manos al pajarito, quo agitando lai alas, iba á posarse en los hombros de íu dueño. Entonces Luisa ladeaba un poco la cabeza, entreabría los labios sonriendo y el canario empezaba & picotear los grano de alpiste que le ofrecía aqu ella boca eu-vUtiuavi-ñz- A; veces iuterrumpía su faena, fingía marcharse, y deteniéndose en las ramal de los árboles, se ponía 6 cantar, alegre y regocijado, hasta que Luisa le llamao con voz cariñosa, Ven, pajarito mío. Toma un beso... Anda, ingrato : ya no me quieres. M& voy á enfadar. Y el pájaro, como si entendiese íes palabrt s de la niña, volvía á posarse so bro sus hombros. visto ete movimiento, y la recibió en sus bra zos estiechandola en ellos con mucha fuerta temiendo que se le escapase. Iiechazóla Modesta y quiso desasirse gol peándola eo los brazos bíu saber lo qoe a hacía, porque en aquellos momentos estaba loca. -Déjame! (Márchate! Desgraciad! Qué ibas á haceil Quiero morir! Saéltamel nfni Hija mia! 4N0 roe conoces! eso deatíT-- i 1 i o eefuereo para j u madre, y 1 .i aumentaron sus freotin, paralizada 18 tenía para suje- idesta. i ledobló as d una manera uer- fquo lecbataba a a j . x Urnas fue rt y monté no quiero pensar eu il;:i y toda la vida ta "que mi hermano t? J Ab! Déjame! Sut- W ojos deemeiuradaiiicnte xaba Mdicoliu-4 mi- que ioco á poco es'a iuaso i mu vas Con 1A3 VUlltuw oprimiera la joven ndo. al rio, tulue el que v tu madre.. - cAhuaU p r h "íüt,oc:r. M'i"K" do tl colmo '' kó Ii 1 o Imm 101 y (Jvntinuxirá.J