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La democracia. (Ponce, P.R.) 1890-1948, July 25, 1891, Image 2

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V
La Democracia
La Democracia
I'oaco, SAíhIo, Julio 25 le 1991
LA CUESTION. ANTILLANA
El debate sobro Ja cuestión antillana
que se desarrolla en 01 uongreso y que
revestir.! excepcional interés, agí que
sobre el, problema ultramarino hagan las
esperadas declaraciones los jefes de los
partidos gubernamentales dentro de la
monarquía, ya ofrece alguna notas que
conviene recoger y señalar á la consi
deración de las gentes imparciales. A
nadie se le han ocultado las profundas
diferencia que separan á los diputados
de la Uuión constitucional de Cuba, y
eo que entre ellos no hy ninguno que
represante la poderosa disidencia surgida
en la Habana y que se llama el grupo
, de los económicos.
En el de los actuafes representantes
de la ortodoxia constitucional hay evi
dentemente dos direcciones: la que
acentúa el sentido asímijista, con espí
ritu liberal, al punto de Vjo resistir en
principio ni negar en absoluto ciertas
recomendaciones hasta poco hace patro
cinada solo por las autonomistas y la
que va á remolque Ven el movimiento
progresivo y propende al mantenimiento
del viejo régimen, vqáriendo solo las for
ma. Pero
uno3 y otros coindicen ,pnñVs
í en la crítica de la ma
á medidas del actúa! Qo-
á más ó menos atenuada,
posición de les oradores.
,1 labios del director del Banco
abana, viva en el ahogado penin
oeñor Alvarez Prida y en el cate -'x
ico cubano señor Castañeda. Et ste
J ctxlerxs.
La otra coincidencia es un aparta
miento verdaderamente asombroso de la
política, el tono y el sentido de los dipu
tados conservadores de Puerto-Rico, que
jactanciosamente so llaman representan
tes del partido incondicional español de
la pequeña Antilla.
Estos diputados, y señaladamente los
que más represeutan la intimidad de la
directiva de aquel partido local y el
espíritu. y los compromisos del jefe de
aquel partido, que a diferencia de todos
los demás jefes del mundo ha sido decla
rado Éíoiemtiemente por ?us partidarios
hace cuatro ó seis meses jefe vitalicio ;
estos diputados han conquistado sin gé
nero "da duda la representación más ge
ouina de las ideas ultraconservadoras,
asegurándose el monopolio de la nota
patriótica como medio dts defender el
estancamiento político y soluciones con
fuía?, pe?o en el fondo totalmente con
traria, á cuanto vive arraigado en todas
las colonia? prósperas y tranquila?.
Por foruna, aún en una Cámara tan
conservadora como la actual, las vehe
mencias y lo alardes de estos diputados,
Jejos (siempre del razonamiento, comba
tiendo con fortuna al eeñor Figueroa,
provocando discretas y patriótica in
terrupciones del señor Becerro de Ben
goa y señalando al modo imaginable íi
mediados del siglo xvill, como ideas
pedigrreas las autonomistas de que están
saturados todos los libros y todas las
leyes de nuestra época; aún en esta
Cámara, táles vehemencias, cuando no
han sorprendido por lo desusado, bao
logrado la indiferencia que en el orden
político producen las alegaciones ociosas
y ls fieras acometidas á enemigos ima
ginario?. '
Pecas veces se ha evidenciado tanto
una acción fuera de medios y do tiempo..
JVro sin juzgar la bondad y la oportuni-
, ,1
-Pflin -d'f nrc0S, , LnJ-erf--"'
..omo o usícíOq al st'. ;
relativamente coocilia
aVputados conservadores- de
n su nota más reservada y
ti do teT'
dur de lo.
que recenta
.w Ponerlos
fiPñnr ftalvs?. cuanto
lo que
partido
en
relación con
.. ..f. v-iIp. neia v quiere ei
-
..,rSríinia!?al de Puerto-Hico. . .
X TJ... nriifltn. C.OOVieUO I""""
quo esoa diputados crean que el poderío
ríe EpaU y la integridad nacional son
' i...!,.., r.ri líi Autonomía de las
- 1V TI Ul llll!".n j -J II - - -
esta última idea y la
colonia', y .que
F JL JE T
M.
i 4
(42)
M ARGELINA
Yeriió'i española de Francisco
- v SEGUNDA PARTE
Caries
existencia de un partido autonomista,
organizado, regalar á la ciará luz del dia
y moviéndose dentro deja ley y utili
zando exclusivamente procedimientos le
gales, constituye el mayor do los peli-
gros.
No. La solución autonomista no es,
como ha declarado el señor Cánovas del
Castillo en pleno Congreso, discutiendo
con el señor Labra, una solución que
cabe en la Constitución del Estado y
consiente la integridad nacional. Tam
poco es una polución patriótica como
han declarado recientemente en su Ma
nifiesto al país lo representantes de los
trí's grupos organizados del partido re
publicano español. Tampoco es defen
dible, como la defienden ó la conside
ran, aun sin aceptarla, los periódicos de
mayor circulación de España, de donde,
in duda, so ha ausentado la ciencia y el
sentido político para establecerse en
alguna aldea incondicional de la peque
ña Antilla. De ningún modo hay que
esperar, como espera el señor Gálvez
(do la derecha cubana), que el concurso
de los autonomistas contribuya á sacar
ileso el interés de la patria, como con
tribuyó decisivamente en 1880 para
destruir el segundo movimiento sepa
ratista. Hay que inclinarse ante las
intransigencias y las denuncias de loa
incondicionales portorriqueños.
Tero la originalidad de esta opinión
realmente no consiente debate.
Lo contrario es lo que pasa en todo
el mundo. Además, como es absoluta
mente imposible evitar, en las colonias
las aspiraciones autonómicas, y el fra-
vHrt Japlítica j? símil i?ta.-Jbi i J: 1 -
Ca&O uu l-J- -; :.'. i . -i-.-rfá-'-.í;w-ü Ue-
muestran la Deuda y el presupuesto de
Cuba, y el abandono escandaloso y ver
gonzoso por mil motivos, de ios intere-i
ses materiales en Puerto-Rico, lo que
esos incondicionales persiguen, sin darse
cuenta de ello, es que los periódicos se
conviertan en anónimos, los comités en
centros de conspiración, y las listas de
partidarios en registros de sospechosos
é índice de rebelde. En una palabra j
el estado de guerra como base y razón
de la colonización española, en una isla
morigerada, culta, pacífica, á fines del
siglo XIX, y ante la Europa y la Amé
rica estupefactas.
Por otra parte, también conviene, á
reserva de ulteriores comentarios seña
lar un punto entro los diferentes Abarca
dos por los discursos á que nos referimos.
Y es el que se refiere á Ja solución qua
según los diputados incondicionales de
Puerto-Rico debe darse respecto de la
reforma electoral.
Porque de labios de uno de ellos ya
sabemos que estiman exagerada la cuo
ta eleotoral fijada por el señor Fabié.
Teniendo en cuenta .que el agricultor
de Cuba paga hoy directamente solo el
2 por 100 y que el de Puerto-Rico paga
el 5, afirma que lo procedente es fijr
en 10 pesos la cuota para el contribu
yente de Cuba y mantener la de 25 pe
sos de la ley da 1878 para el contribu
yente portorriqueño.
Eh d fícil imaginar expresión más fe
liz de la intransigencia y del estanca
miento. Pero no hay para qué. discutir este
extremo. Basta recordar estos datos,
en vista de lo que hoy pasa c- n esa
cuota de los 25 pesos, cuya invocación
en los presentes instantes da derecho á
creer que hasta ahora los incondiciona
les de Paerto-Rico te han creído desaira
dos porque la cuota para su isla no era
de 62 duro, ó sea dece veces más que la
de la Península antes del sufragio uni-
Con efecto, recuérdese c fpuerto
Rico ti.no cerca de 9QO g6I
(o 2,533 electores, óa . men dfll
59,000 contribuyen
tes por todor '
nue exigí en
55a) no pagan
-eao3 de contribución, Tjr djr.de re-
i que más de 810 de loa co?.tribu
.Mh. P.Hrncen de representación wi Cór-
ted-, que en la última elección, según las
nrus nue constan en ia secretaría del
o..r,nrúa. ooln hun votado 1.321 t'lecto-
ri i Kfa la mitad de los inscriptos y el
0,14 por 100 de la población total; que
de los 15 diputados electos, ei quo ius
u iiq vnfíis pi oue meóos 40.
v la generalidad de 50 á 100; y que pre-
cisamente los diputaos que cuu mo o-
la vft7 ia 1.1 restricción v ia
á Daguerret Volvería á encontraise tíe an
ta de Beaufort! libelante ue jaguvuci
iruuiia n
hnmhrw da corazón lacerado, tan
débil oue auenas alentaba, que iguoraba
cuanto k. refería al terrible pasado y que
l fondo de su corazón
UU JKJOUVl VltC3VJI l
ftnrtr bfioia fisnosaT
,1 Acfft l í?o flsnftranía. Uíl DOCO ue
Si Marcelina hubiess podido escoger entre
v, ,,,,.-.-, (5(10 tenía qnn hactt.V 1 .P"
intransigencia, son de loa que menos vo
tos han obtenido, porque el diputado do
Utuado Jo e3 por 87. votos y ei de Cá
gnas por 69, siendo el número de elec-
tures ue amóos uit-tntos mu y 17U res
pectivamente. Pero á todo esto hay que añadir una
consideración, y es que Ja razóa prime
ra y fundamental de la resistencia que
oponen los incondicionales puertorrique
ños á la reforma electora!; la que confie
san, no solo en conversaciones privadas,
sino basta en conferencias como la que
üJfimameote presidió el señor Sagasta,
es que con una cuota móüca (no ya con
el sufragio universal), los incondiciona
les puertorriqueños no pueden luchar
con los autonomistas.
Después de esto, co ! hay de qué ni
para qué hablar. Lo que se pretende
es la dominación violenta de Puerto-Rico,
y que Ja madre patria no pueda es
cuchar las reclamaciones directas y legí
timas de aquel país. Frente á estas so
luciones los liberales defienden ;
Que se dé la representación de Puerto-Rico
ai que realmente la tenga, por
una ley para todos ;
Que antillanos y peninsulares acaten
las leyes que voten las Cortes, suficien
temente informadas por la representación
natural de los países naturales ;
Y que la garantía del imperio de Es
paña está en la libertad, en el amor y en
el enaltecimiento de la ciudadanía espa
ñola eo todos los climas y á todas las
distancias.
tv, tpj ra "
LOS CONSERVADORES DE PUERTO RICO
(De La Justicia)
Nuestro estimado colega El Liberal
señala las profundas diferencias que han
demostrado los diputados conservadores
de Cuba y Puerto-Rico apenas comen
zado el debate ultramarino, sin necesi
dad de que los excitase hábilmente los
autonomistas y aun contando con que
la disidencia económica cubana no ha
logrado tener representación en las Cor
tes, vencida por los incalificables aten
tados que caracterizan las actas de la
Habana y que han obligado á la comi
sión del Congreso á declarar su grave
dad. Pero lo que más relieve tiene es la
diferencia, que raya en la oposición, que
sépala á los diputados conservadores de
Cuba de los famosos INCONDICIONA
LES de Puerto-Rico, los cuales se que
dan con la representación de lo más ana
crónico, reaccionario, intransigente y
además con el monopolio de la retórica
patriótica y de laa frases eonoras del li
rismo vendeano.
Nosotros muchas veces hemos esplica
do la exageración de los reaccionarios de
Puerto-Rico por su insignificancia nu
mérica y su evidente impotencia, que
contrasta con Ja fuerza positiva en los
conservadores cubanos que por este mo
tivo pueden aceptar la lucha en condi
cione de relativa igualdad.
Los incondicionales saben bien que
sin leyes de privilegio y sin el apoyo
hasta escandaloso del gobierno, no hay
sombra de probabilidad de que puedan
resistir á los liberales.
Ahora se ha evidenciado esto con mo
tivo de la reforma electoral
excesiva.
bobre esto nada mas fr.n;.' nue lo
que El Lñer"jyg clü relación á las
dtíC,ar5Snes recientísimas de los dipu
tkoT ultra de Puerto-Rico y que son
después de todo los que están más en la
intimidad del señor Ubarri, 6 quien su
partido acaba de declarar jefe vitalicio
del mismo, con lo que ya se dice lo su
ficiente raspecto del sentido liberal y
mcJderno de es j bando.
Jftl JM'f-KPl 86 expresa de ,jmodo:
w " 1 n no
Aquí copia La Justicui V
rrafos del artículo La cuestión
que publicamos íntegro en
editorial.
ADIfiSTRO Y SINIESTRO
Aquel León y Castillo que pronunció
en el Congreso, tratando ce comoanr ja
autonomía, ei
célebre jamas que vuyu
UViUW - .
nmri una iiihiuíuiuii ouuiu " i
aquel León y Castillo, ha pronunciado
1 nniurii miH nadie
eu un viua uu secioiu y u H.v.
v . -i ' ' mi
,Y ,,nr nná no me lo connaia a un Huu
oy vuestro ainigot
a. ub
. 1. sln,&M tnr el aleo á vuestro
n 1 a vita ni a natiie.
t
UUHU1 I . ... I
IucIiló Marcelina la cabeza y ae prouto
levantó dic.eudo ; , -f , . . ,
No! No Ustinv' más mínimo a ni
honor y teugo el
parlamentaria estas frase
"Tre. soluciones ofreco l j cupatióa aoti
liarm. Lti eolQCióa autonomista con todas
sus consecuencia. La solución asirailita
absoluta, ea decir, ei asimiliamo en todo,
tanto en lo económico cooío eo lo político, y
e statu gio.
El statu quo es la catástrofe á corto plazo ;
algo peor que la ÍQtlepeudincia do Cuba : eí
anexionismo, lo quo nusotros Leñaos consi
derado siempre na gran crimen y una gran
vergüenza."
De modo que el ex-ministro de Ultra
mar defiendo Ja solución asínailista abso
luta, y en úitimo caso, antes que aceptar
el statu quo, acepta, con todas sus conse
cuencias, el régimen autonómico.
Mucho nos queda que ver,
Y que aplaudir á León,
Si no olvida en el poder
Lo dicho en la oposición.
H.y un periódico madrileño, El He
súmen que se ha convertido - en defensor
de loa integristaa antillanos.
Ese periódico conmemorando la fecha
gloriosa en que los Estados-Unidos sa
cudieron el yugo de la metrópoli, es
cribe :
u Fuerza ea convenir en que los territorios
americanos, que tienen, desae la creación,
un historia paralela á la nuestra 7 uor acci
dento geográfico de demarcación la inmensa
superficie de loa mares, reúnen exenciónales i
condiciones de nacionalidad. . J
El patriotismo, sentimiento. í?
a -o.v J 7 v ";; -o.i cuyo cotn
bre bxnáz-íüxó y se comete todo linaje de
monstruosidades, es un impulso de auiuio
d.fíc; de definir y máa difícil todavía de
aplaudir por los que examinan las cosas á la
luz do i;i razón.
En la guerra separatista de los Estados de
América, el patriotismo impulsaba á loa io
gleees á conservar para eu nación la3 venta
jas que se fundan on iu propiedad do un
pueblo sobre otro pueblo, mientras para los
americanos el patriotismo consistía en sacu
dir eso yugo y en alcanaar para su país la
ansiada independencia.
4 Qué bacei-1 E político que nn país que,
como el nuestro posee colonias eu América,
felicite por su independencia á la gran nación
americana 1"
Lo político es que España, abando
nando su sistema inicuo, genere aquí los
sentimientos del amor y do los arreba
tos del odio.
Toóos los pueblos tienen el inaliena
ble derecho de ser libres. Nunca lo re
cordamos nosotros, y por eso se abusa
tanto de nuestra longanimidad.
España defendió su independencia
contra Bonaparte, y -fué heróica; los
yankes mantuvieron su libertad contra
Inglaterra, y fueron sublimes :
Nosotros defendemos nuestra autono
mía y 8e nos llama traidores 1
Si se juzga de tal modo
Habremos de comprender,
Que es necesario poner
El éxito sobre todo.
Y que es un rebelde al fin
Ante el éxito menguado ?
Uu loco, si derrotado ;
Si triunfante, un paladín.
Dice- el corresponsal
pondencia :
de La Corres-
44 Copio la opinión del señor Carvajal, para
que se couvenzan los que en Puerto-Rico
querían que el partido autonomista fe 1-Scia-
rase repubHeaTÍ
nadacoeeiaracióu.
en la trib-
halagüeñas
pareceJrAiás en lo cierto estaban los que queríao
afiliarse al señor sagasta, pues ios uipuwuuu
fu3Íoniatas quo han intervenido en el debate,
son los que más justicia han hecho á los au
tonomistas." Y sin embargo alguien nos acusó de
llevar el Yunque á las plantas del señor
Sagasta.
Queríamos, por el contrario, traer al
señor Sagasta á los riscos del Yunque, y
lograr para nuestra doctrina su poderoso
auxilio.
Por lo demás no constituye solo el
señor Carvajal los partidos republicanos,
' ' ' 5 o . i , a H taso LU 1 - Re
üda vez más eimpática á la opiniou es
pañola.
Ni estamos del toao mai,
Ni el horizonte ee cierra,
Porque nos hagan la guerra
Cánovas y Carvajal.
Afirm-m varios neriódicos que la Au-
,nni fArritorial ha revocado toaas las
multas que impusieron hace poco
los
alcaldes.
Valognes y de eu hijo, á jo
á
tei.t.tiivu o
Maiceliua
.tj.-. lArnes oue suceda una desgi
aciaT
1
Vr::.nlAD tener la imaginación
.,.nnArvHn aun algo
del uiño y e-i
o
..Ai I.. iinrintllCia. DO i-cuo.a
' .i..rt a 111 1 AilO lft llil
de
x w,ujt h;sta el ulUmo
extieuja
Pul?r á cabo un acto de de-
uacieuuui uuv "w -
1
Y como el señor Ayo impuso á -La
íH wnrpifiA una mtiltA do sesenta V tan-
los(áuro3; y como nosotros fuimos co
alzada al tribunal superior; y como no
se nes ha notificado el levantamiento do
esa multa, lo hacemos constar á fio de
que el público no desconozca la verdad.
Nos tocará ser la excepción ahora,
ya que lo fuimos otras veces t
l Se sostendrá una sola multa: la mul
ta de La Democracia í
Pues que somos tan culpables oo lo
extrañaríamos, dada la rectitud de loa
señores Magistrados.
Tendremos mucha paciencia,
Si aún no están en nuestras manos
Por decreto de la Audiencia
Los míseros mejicanos.
RECORTES POLITICOS
EL DEBATI IJL.TUAITIAIIIXO
Como era natural, el tema prefeiettte de
toda las conversaciones, fue el reaccionario
discurso que, contestando al señor Labra,
y con motivo de Ja interpelación sobre la
política del Gobierno en Cuba y Puorto-Ri-
co, pronunció el viernes el señor uanovas
del Castillo.
Este discurso que contradice toda ia tra
dición que respecto al problama ultramarino
tiene el señor Cánovas, acusa un gran des
aliento y responda de tal modo a! creciente
pesimismo del jefe del partido conservador,
que se ha quedado este más rezagado que
-"-r ---mfmH H u derecha
10 üiputauos eonservauuiea
cubana, con lo cusí auoda dicho que oí elec
to de dicha oración en las Antillas, y sobre
todo en Cuba, será desastroso.
Tamb'én ha llamado la atención quo el
señor Cáuovas no tenga nada que decir de
las divisiones y de loa alborotos de loa con
servadme de Cuba, que son lo únicos que
ahora ee agitan y vocean en la grande Au
tiila. La cosa ea tanto más extraña, cuanto
que el mismo viernes se recibió el correo de
Ja Habana con la noticia de las nuevas
disidencias que han producido la retsrida de
la dirección y de la secretaría de El Diario
de la Marina, de perfooas tan caracteriza
das como los señores Acebedo y Armas, com
batidas por eospechosas á pesar de tener
una signiíicación muy distinta de la disiden
cia económica (que está dentro del partido
conservador cubano), y contra la cual ee
han hecho verdaderos herrores en las alec
ciones últimas.
Asimismo 00 parecía propio del señor Cá
novas insistir ea la vieja tendencia de sepa
rar al señor Labra de sus amigos y correli
gionarios da UHramar, enalteciendo loa
lüóritos de aquel, y suponiendo equívoca la
conducta de los otros, precisamente cuando
á Madrid llegaban las noticias relativas a la
Asamblea do Mayagüez, donde ha eido
derrotada la tendencia favorable á la disolu
ción dol partido autonomista de Pueito Rico,
al propio tiempo qua los periódicos separa
tistas de Nueva York se irritan contra eta
resolución, que atribuyen públicauisnto á la
ínfluoucia personal y al éxito de las vigorosas
y continuadas gestiones del señor Labra
sobre sus amigos de las Antillas.
JLos republicanos centralistas
Se ha constituido el Dirfctoiio interino del
partido republicano centralista, formado por
los exministros Sres. Salmerón González Pa
lanca y Pedregal, y los diputados actuales
Sres. Azcárate, Cervera, Labra y Melgarejo.
lln acordado lepaitiree los trabajos, y
desdo lu20 proceder á la organización defi
nitiva de los comité provinciales, paralo
cual se harán viajes á las principales capita
les durante el verano, y repartir profusa
mente el programa aprobado en la Asam
blea de Junio, y cuyas priucipales afirmacio
nes son las siguientes :
UnidrViíírtfeH de JIT wt&&nrif&i&?
ftúSVSv Federación con Portugal. Derechos
de la personalidad humana sin restricciones.
Soberanía nacional como fuente única del
poder. Sufragio universal. Régimen repre
sentativo parlamentario. Responsabilidad
de todo los funcionarios y amovilidad del
jnfe supremo. Autonomía de los Municipios
y las provincias ó regiones, dentro de la na
ción, para sus fines peculiares y concertados,
como rganismos libres, con la unidad del
Estado. Soberanía dol Estado en el orden
del derecho, independiente de ia Iglesia en el
ejercicio do sn propia función y procedimien
tos de justicia que siu precipitación ni lasti
mando derechos adquiiidos desateu los vín
culos seculares de ambas instituciones.
Libertad de cultos. Justicia, gratuita, ma
gistrados reiponsables é independientes y
supresión de los tribunales en que el Estado
obra como juez y parte. Servicio militar
obligatorio. Supresión de toda excepción
haCty.pnBkiuiera qu
Tíiua y pT
el paTídela con UTdfÁ6n. Abolición de los
del repaito de -la
contribución territorial ó impuesto directo
sobre la riqueza mobiliana. bupreaioa aei
secreto burocrático y ue ia irreaponBauumau
administrativa, Atención por el Ji.stauo ue
instrucción primaria, sin menoscabo oei
deiecho de los Municipios y la provincias a
mantener oor su cuenta estamecimienios
ienr v de a linertaa ae eusíuanza.
- t ... 1 ..
natácter iurldico del problema social, en 1
cual debe intervenir el Estado, sin menoscabo
A la libertad individual, ejerciendo tutela
dfttfti minados ortraniemos y teudieodo
la ventana contemplando ensimismada y
con los ojos enrojecidos la corriente miste
riosa y profunda.
En qué pensabaf
' JJabiaueela ccuníi'.j algunos trágtco pen
samieutos.
No la veía apenas Marcelina, y esto solo
á las horas de comer y habría sido necesario
oue estuviese ciega para no ver que era lo
que vevetaban las miradas de la joven an
íes tan dulces. . . - . w ,
r
á quo to vivan por sí y en & condicione!
dol de roe 11 o común iu i'i'i.i(0 como t
.;oftnl. Jdentidnd do derecho políticos y
civiles 'n Cuba y Poerto Rico iep;cto do la
IVníusrda. Representación t u Córtes de Us
corjarc is filipina, cuyes condiciones 1a per.
mitán, y en toda las colonias la consagració
je Jos derechos natura! del hambre,
mando superior civil y nna organización
interior autonomista, según K grados ds
cultura y las circunst ncia'í cada una do
qnollart. Procedimientos legales y pacíficos,
sin renunciar en los casos fnoima!ei a 0
medios extraordinarios, para reintegrar á 1
sociedad en la plenitud de iu s beranli
Inteligencia Intima y cordial de todo loi
partidora en Ja forma más amplia y e2c
posible. Adhesión al Mauifiettode Mayodt
fas minorías parlamentarias republicana.
Vit absurdo organizado
El partido incondicional es lo más condicio
nal posible y lo más arrogante imaginable.
Porque no e limita á ofrecer su concurso 4
todos los gobiernos qua la nocióu española
legalmente se dé; ni siquiera se resiva jt
pura estimación d esta legalidad. No, Ene
partido o atribuye el dsrecho de iuegar cuan
do el gobierno de la nación y los partidos
peninsulare sirven ó no la cansa que él de.
tiende.
Para ello, naturalmente, ha de ttner algdn
criterio. Do seguro, determinadas ideas y
determinadas soluciones serán, á su juicio,
las adecuadas al fin que persigne, á no ser
que todo lo deje en vago y lo fíe A la apre
ciación arbitraria que de las circunstancia
hgan loa directores del partido.
Sí es lo primero, resultará que deupués de
tanto dscir y protestar ese partido incon
dicional, ea uno do tanto partidos de Eepu
ñs, con ía desventaja do la arrogancia ds
sus pietonsiones, de la satisfacción cou que
niega á todos los ritmas partidos (y sobre
prender y resolver el problema colonia!
dede alto y en vista de los doraás proble
mas; de-la perturbación que trae el juego
político de España con la exageraciones de
un mete interés local, y, por último, de la
ffilta de franqueza con que procede, atribu
yendo uu carácter genéricamente patriótico
á una campaña esencialmente reaccionaria,
poique rs notorio que esos incondicionales
de ninguna suerte creen r" ! " .
intí'gfid'vd nacional y c'wr.t!0.,.-
Pnerto-R'co las libertade modernas, el su-fí
fragio universal, la descentralización y c'ú
régimen democi ático. ii
Son, pues, uuos reaccionarios que no eo
atreven á defender sus soluciones con argu
mentos r-acadoa de la propia naturaleza de
é-tas.
JLITEI&ATURA
LA JAULA YAOIA
Luisa era la joven más encantadora y
graciosa del pueblo. Sus amigas le en
vidiábala aquella hermosa cabellera rubia
y aquellos piecesitos pequeños como las
avellanas.
Los mozos anhelaban quemarse con el
fuego de sus miradas y soñaban con las
sonrisas de sus labios, como las maripo
sas con las corolas de las flores.
Pero Luisa segúu opinaban en el
pueblo era una joven excepcional. Te
nía rarezas inexplicables. No amaba á
nadie. Y esto daba motivos para que
hombres y mujeres so ensañaran con
ella.
Su amigas decían :
Es una vanidosa. Se cree la mujer
más hermosa del mundo y sueña eo ca
sarwe con algún príncipe oriental. Dicea
mireíi ustedes que rareza que está
éo amores con un paiarito, el cual tiene
L4o.cjrrado en una jaula.
Luisa no ignoraba-vi de ella se
decía, pero no hacía caso de aq'údABk
murmuraciones. Su ocupación favorita
consistía eo cuidar de ua canario muy
chi rlatán que le había regalado su novio,
un mocetón guapo y moreno, que se ha
lia en Madrid estudiando medicina.
Todas las tardes bajaba al jardín da
eu casa, colgaba la jaula en las ramas de
uu pequeño arbusto, abría la puertecita
y sentándose en un banco, llamaba cou
las; manos al pajarito, quo agitando lai
alas, iba á posarse en los hombros de íu
dueño. Entonces Luisa ladeaba un poco
la cabeza, entreabría los labios sonriendo
y el canario empezaba & picotear los
grano de alpiste que le ofrecía aqu ella
boca eu-vUtiuavi-ñz-
A; veces iuterrumpía su faena, fingía
marcharse, y deteniéndose en las ramal
de los árboles, se ponía 6 cantar, alegre
y regocijado, hasta que Luisa le llamao
con voz cariñosa,
Ven, pajarito mío. Toma un beso...
Anda, ingrato : ya no me quieres. M&
voy á enfadar.
Y el pájaro, como si entendiese íes
palabrt s de la niña, volvía á posarse so
bro sus hombros.
visto ete movimiento, y la recibió en sus bra
zos estiechandola en ellos con mucha fuerta
temiendo que se le escapase.
Iiechazóla Modesta y quiso desasirse gol
peándola eo los brazos bíu saber lo qoe a
hacía, porque en aquellos momentos estaba
loca.
-Déjame! (Márchate!
Desgraciad! Qué ibas á haceil
Quiero morir! Saéltamel
nfni Hija mia! 4N0 roe conoces!
eso deatíT--
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