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La Democracia
La Democracia
Poiicp Jueves Nvlirc. 12 4e 1891
ABAJO LAS CARETAS
Y
Aonqao todavía guardamos in
numerables apuntes relativos al
señor Cepeda, apuntes que el país
debo conocer y quo irá conocien
do día tras día, resumimos hoy
esta serie do artículos fijando do
un modo concreto nuestras afir
maciones, que resultan probadas,
ya por su propia notoriedad, ya
por el silencio elocuente do la lie
vista. Queromos presentar la cuestión
soncilla, escueta, sin pompas de
lenguaje, á fin do quo el país con
templo la verdad y pronuncio su
inapolablo veredicto.
Hostil tn pues:
Quo la Revistaban sus Puntos
negros, injurió al partido en masa,
llamándole holgazán y vagabun
do, borracho y libidinoso, con el
fútil pretexto do quo es pobre y
no tiene con que comprar perfumes.
Que en ru editorial El asesino
mortificó á las gentes do pueblos
chicos y apartados, declarando quo
son propias de tales gentes las pe
quenas envidias de vecindad.
Que no conoce la gratitud, ya
quo siendo deudor do grandes fa
vores á las grandes casas puerto
rriqueñas, una vez caídas las di
rige ataques inconsiderados y las
humilla con insultantes paralelos.
Quo defiendo y justifica á los
quo acusan y persignen, en nombro
do Gallart, ;i los patriotas que
combatieron la candidatura de
eso hombre funesto con varonil
energía.
Quo prometió a los incondicio
nales atacarnos y nos ataca, ofre
ciendo el escandaloso espectáculo
do quo puedan iníluir en la pren
sa autonomista los más implaca
bles enemigos do la libertad y do
i ? l
Quo estableció paralelos entre
su figura política y la figura de
Pérez Morís, invocaudo los vín
culos do paisanaje quo unían al
: nfjguo director del Boletín con
';ual director de la Revista.
ic, después do provocar una
;iica bastarda, dftíutó'las
t W juagUrJír rñe Directorio,
obligándonos, con su persistencia
en el ultrajo, á recoger las injurias
acumuladas en cuarenta días de
iracundia sin ejemplo.
Quo sus conciliábulos integr is
las hacen temer la posibilidad de
un convenio tondeñto á destruir
el partido, ocasionar crisis vio
lentas y lograr por la astucia la
disolución inmediata, radical y
definitiva.
Quo su valor temerario no exis
to y su debilidad so pono do relie
ve en Jos asuntos Arjona y Mendi
zábal primero; en Jos asuntos Ari i
llaga y Muñoz Rivera más tardo.
Que necesitando mandar en ab
soluto, siempre que alguien so
permito disentir do su criterio lo
excomulga ex catliedra y lo amo
drenta con eV mísero espantajo do
las ligas boicotizadoras, predica
das por él en su catecismo.
Quo no pudíendo encontrar una
"síJin brande culpa en nuestra vida,
brevo pero sin mancha, nos pre
senta como insurrectos, y atrae
sobro nosotros el odio do los po
deres públicos y do los españoles
peninsulares.
Quo ha hecho una política fu-
JfcL
JT3 rw
ti 4 M.
7)
JUl.ES ITXAIIY
M A II O ELI NA
Versión española tle Francisco Caries
SEXTA PAUTE
nesta alejando do nuestra agrupa
ción á muchos hombres do valer
quo no transijen con su sistema
do imponerse por la amenaza, por
el terror y por la insidia.
Qno oí desencanto abrumador
en quo el país ha caido so debe á
sus intemperancias, á sus errores,
á las nerviosidades do su tempe
ramento y á so afán do deprimir á
cuantos indígenas le estorban ó le
eclipsan.
Quo esta ciudad do Ponco lo es
deudora do su decadencia política
y social, proveniente do los enco
nos quo Cepeda quiso desportar y
no pudo contener.
Quo careció do energía para lle
var adelante la causa do El Pe
queño Marat y para obtener el
castigo do los componteadores: do
los turbulentos sicarios do Escu
dero, Ulsurrum y Echevarría.
Que echa en cara al país imagi
narios servicios, que aún siendo
reales, quedarían sobradamente
compensados por la esplendida
generosidad do nuestros hombres,
nunca reliados á satisfacer sus
deudas morales con largueza.
Ija Revista ancla al veredicto
del Directorio, y de ese acto suyo,
quo rovisto una significación tre
menda, hablará también La De
mocracia.
Nosotros queremos e3e veredic
to y esperamos otro más solemne;
más grave: el veredicto del país
autonomista.
Al iniciar la última discusión
ol señor Cepeda busca una vía pa
ra separarse del partido.
Y ya lo deja entender cuan
do pido al Directorio declaracio
nes quo el Directorio no hará de
seguro.
"Estas declaraciones escribe la
Revista son tanto más dedosear
cuanto que nosotros y con nos
otros todos nuestros amigos las
esperan impacientes paiia kesol-
VEK SU CONDUCTA ULTERIOR."
No nos coge do sesto el señor
Cepeda: ya sabíamos qn prepara
ba la evolución inicua.
En ella no han de seguirlo ñau
ónos amigos: no abundan tanto
en Puerto-Kico los serviles que
lleven su adhesión hasta la infa
mia.
PARNBLL
liemos arrancado al escritor
inviolable, una por un, euo múJ
tiples caretas, Ahí está, sin más
cara, ante la multitud especiante.
Con sus actos, con la doctrina
quo deson vuelve, con los propósi
tos quo revela no es un demócrata
convencido, no es un liberal sin
cero. Si es grande la soberbia que le
perturba y le sugestiona es más
grande la ambición quo lo condu
ce á las tiendas incondicionales.
Allí tiene un puesto. Desde
que murió Pérez Moris sus parti
darios no encuentran quien le
reemplace; ni Elices Montes, ni
Balbás, ni Itegúlez, ni Pineda po
drían continuar las campañas li
berticidas del viejo combatiente.
Cepeda es el futuro paladín de
los principios conservadores.
Hemos hablado á tiempo.
Hemos visto acercarse la trai
ción. Hemos repetido el alerta por
los ámbitos do Puerto-Rico.
Todos conocen ya al tránsfuga
que nos niega.
.Al apóstata que nos engaña.
Al Judas quo nos vende.
Los que quieran seguirle que le
sigan.
JAN JOT HL OUGANILLEUO
VII
El alíaciano contaba Listonas según las
cuales s:en)pro Labfalo tuca do desear peñar
el papel ú 1 s u ícnto qao gana batallas, y á
enyea conat-jos desconocido de todos, habían
e ai do ííiiigtic'títas derrota.
Vatriti, por su parte, observaba á ambos
ron tundía curiosidad, pro más qno á Glou
Oluu al uu-aciA; , como si cutre arabos exis
tiere pie tío y secreto acuerdo.
t vez ea cuando respondí llar turan n á
las mii ;da a del tabernero coa una maligna
sonrisa.
Terminado el relato de laa batallas y de
los recuerdos recíproco, los do compadres
filtraron cu el terrena do laa confidencias
ínthsu-s oo era pez ó Jíartmsnn cantando que
no listín mucho ticmtu) había Unido la des
gracia, le perder á su ruad re.
A esto let-pondió Gíou Glou que ora ma
cho i:fm si fui tunado porque conservaba la
eoy.
Y á qué os dedicáis? pregaotá el'alsa
ciano. Soy músico, e i '-r .me. dedico h to
car el urgaiiillo -ur i : í e:;lh . . .r te upo yo
la colpa da no pmu-r I .cr otra cosa, Laito
io ciento, pero me 'o impide la t.dta de nú
b i ,u'c.
Y gí'gúa pai
Quién fué el quo 03 lo dijo! replicó
G!ou Glou, Qaó os importa á vos que ha
ga poco ó mucho?
Fué el patrón quien meló contó, y la
verdad es que maldito lo que me importa.
Eu el ánimo de Glou Glou empezó á ger
minar una vaga sospecha y en medio de su
crectento embriaguez conservaba aún algún
destallo de razóo, que no ise apagó porque
creyó haber observado señales de inteligen
cia entre el patrón y el obrero alaaciano.
Ah! murmuró, Se estarán burlando
de mi? Tra de Dioe, ya me emborraché!
Haciendo un esfuerzo quiso levantarse de
la mesa, pero era tal el efecto instantáneo
que el vino produjo sobre I pobre hombre,
quo apenas 60 podía tener en pie.
VIII
unos labio ntreaüicrUj y en unos oíos
j entornados esperanzas para el porvenir y
tuerza para ib pelea.
Hecho semejunta no podía molestar ó
nadie; á nadie debía preocupar tampoco,
como uo fuea ai marido de la adultera;
este marido soporta, aegún del proceso
se desprende, por espacio de mucho
tiempo su ultrajo á cambio de favores,
que ni Parnell regateaba ni el ctro era
parco en solicitar. Aquel idilio íntimo
no constituía grave falta en lo que al
hombre público respecta. Es de suponer
que á miichos políticos ingleses les ocu
rrirá lo mismo que á Parnell.
Pero los calumniadores de antea, loa
envidioso de siempre, tuvieron noticias
de tales amores; el momento era onortu
110, la ucasióu buena para seguir la obra
comenzada; -convencióse al "marido, no
de que debía vendar bu honor con e
plomo ó con el acero, sino de que debía
mantener un proceso ruidoso que anulase
al hombre político, aplastándole con e
peso de una condena.
1 ee incubo el proceso y hubo testigos
hábiles y jueces complacientes y vino la
condena y cayó Parnell. La calumnia
se puso un trajecito de virtud ofendida
y logró su objeto.
Parnell había caido; la envidia mos
iraDa en su rostro lívida una asquerosa
sonrjsa de satisfacción y de triunfo.
Las medianías ee felicitaban. Habían
destrozado á un hombre Buperior.
Tributarán ahora, que Parnell ha
muerto, respetuosos homenajes á su me
moría ?
Tal vez.
No será el primer asesino que vista
luto por su victima.
V
Joaquín Diccutit.
A. .!!! SI? i O Y SINIESTRO
Todo el mundo quere explicarse, aho
ra que Farnell ha muerto, el motivo de
su caída y de su desgracia política.
La figura del jefe irlandés, rodando de
las alturas de la fama, del prestigio y de
la autoridad suprema, hasta el desprecio
y el olvido, preocupa todos los ánimos y
no faltan quienes, eu su afán de buscar
novedades, atribuyen á las relaciones que
Parnell sostenía coo una mujer casada y
á la sentencia condenatoria recaida sobre
el asunto, la derrota del ilustre orador y
del atrevido revolucionario,
No hay tal, Parnell ha caido por ser
Parnell; con querida ó sin querida, in
culpable ó culpado le hubiese ocurrido
lo mismo; tenía demasiado talento, de
masiada energía, sobrada independencia
y excesivo valor para no despertar el
odio de las medianías y la envidia ren
corosa de los pequeños. Aquel hombre
activo, amante de su país, por el que es
taba dispuesto á sacrificar y sacrificó
muchas veces su porvenir y su reposo
aquel orador de palabra robusta, arre
batadora y entusiasta que conmovía
arrastraba al pueblo en meetings y asam
bleas, aquel político que iba derecho
su objeto sin detenerse en concesiones
vergonzosas, tu apelar á sinuosidades co
bardes, aquel temperamento de luchador
sostenido por un espíritu inflexible, tu
vo, por razón misma de sus méritos ex
traordinarios, que crearse muchos eue
migo.
Los subjefes de su partido le odiaban
porque no valían tanto como él, sus ad
versarios políticos porque era un adver
sario temible, tenía enemigos en todas
partes y esos enemigos decretaron su
muerte civil, contando con que el pueblo
irlandés, el mismo pueblo á cuya defensa
se había consagrado Parnell, les ayuda
ría á derribar el ídolo á impulsos de esa
versatilidad inconsciente y de ese rencor
instintivo que obliga á las masas á susti
tuir á un dios por otro y a aborrecer al
que siendo superior á ellas los encami
na y los dirije.
Parnell valía mucho y era preciso que
cayera; su perdición estaba decretada
por Ja envidia y por la ingratitud.
Antes de que recayese sobre él sen
tencia alguna, antes de que, no la vir
tud, la hipocresía inglesa, pudiera en
contrar uu pretexto, ya que no justo,
útil para derribar al hombre, se -trató de
hacerlo usando de la másterrible y de Ja
más inicua de las-armas: la calumnia.
Parnell fuf acusado de ladrón, de
hombre sin' conciencia, pronto á ven
derse por dinero y á sacrificar la ventu
ra de su país ñor un Duñado de oro: la
acusación se entabló en regla, con ensa
ñamiento, con verdadera furia, con rara
habilidad; hubo un momento en que la
fama del leader irlandés fué pasto de co
rrillo, prsa de periódicos, víctima de
venganzas ruines y de acariciados odios;
id fp i 5prr fn Cfimil ni P.fí á. biimra anturj 1 u
deshonra del protector delrlanda; Parnell
parecía perdido ein remedio; pero Parnell,
fiado en su honradez y en la nobleza de
su conducta, acudió á la lucha, deshizo
con mano robusta y con pruebas claras
la calumnia contra él urdida; desenmas- En ese remolino de la mayoría conser-
caró á sus enemigos, robusteció su honor, vadora naufraga por tercera vez I uu
recobro su prestigio y apareció a los ojos acta de nuestro director.
del mundo libre de toda culpa y limpio Pisoteando las leyes; olvidando los
de toda mancha. respetos debidos al Gobernador; des-
Parnell venció; pero el triunfo no fué acatando en el fondo á la Audiencia,
completo, que nunca pueden serlo las los mantenedores del integrismo nos pro-
victorias obtenidas sobre la calumnia, hiben penetrar en el sancta sanctorum de
Lio que no podía sostenerse en voz alta sus privilegios'.
siguió murraurándose por lo bajo; el Ya presumíamos este abuso.
trabajo de mina sustituyó á la lucha Para nosotros no se escribió la palabra
cuerpo á cuerpo; los enemigos dejaron benevolencia.
la 11 anura para emboscarse en la oscu- Ni la queremos, ni la solicitamos ni la
ridad acechando su presa, prontos á caer aceptaríamos ;,amás.
sobre ella y á destruirla en la primera Continúa U barrí sus tareas; aumente
ocasión propicia y en el primer oportuno los sueldo, involucre la contabilidad,
momento. y arruine la provincia.
Una pasión íntima, un afecto privado Para eso es el amo; para eso le rinden
que qn nada perjudicaba los prestigios bomenai'e los que secundan su labor
del hombre público, fueron suficientes eterna.
á tal propósito. No conviene que represente el señor
Parnell amaba á una mujer. Allí, en Muñoz Rivera a los ntrioUs de Oguast
un barrio cualquiera de Lóndres, tenía Puts ya se verá Jo aue dicen .'os iu 1-
i-i - ... -.1.
su niao ae amores, donde le esperaban güítrados españoles.
todas las noches unos brazos abiertos de
Porque los recursos que interponga- así como mi filiación política me ha!
mos se resolverán muy tarde.
Con eso ardid tan menguado
Se no9 burla y entretiene:
Pero no tengáis cuidado;
Ya eeremos diputado.
Allá, eo el siglo que viene.
KA J VIVI bU lVtlVJV roU J i A . O V fcAj j "i
del cargo do reciento creación, tong
honor da ofrecer gt atuitamente miaj
destoa servicios al Directorio, por aí
conveniento aceptarlos, realizando
una couHiuuruuiu ocurjuiniu en ios Chí
La Diputación Provincial celebra sus
sesiones.
Asisten trece diputados incondicionales
y tres autonomistas.
Trece : el número fatídico de los au
gures.
Tres: el número simbólico de las lo
gias.
Los trece representan un poder abso
luto.
Los tres una idea redentora.
No hay lucha posible.
La fuerza ideal del derecho es arrolla
da por la fuerza brutal del número.
El criterio de Santurce triunfa en toda
la línea. 1
A ese punto nos traen diez y ocho
anos de oposición sin tregua.
No desmaj'emos.
Cinco eran los paladines de la repú
blica frente al imperio napoleónico.
Y, tras los desastres de Metz y la rota
de Sedán, la república venció y subsiste.
lengarnos fe en el axioma latino:
Mens agitat molem!
No se puede discutir
Lo que es verdad evidente ;
Hemos perdido el presente :
Aún nos queda el porvenir.
de nuestra patriótica colectividad.
Ya nuo me estoy dirigiendo á ese
Ocurría hace poco un choque de tro- r0ctorio he de aprovechar la ocasión
nes en Burgos. ra hacerle sabor quo algunos periól
Y, para demostrar que somos verda- 0 Madrid no incluidos por cierto e;f
deros españoles, ocurre ahora otro cho- recientes votos de gracia de la Aeaml
que de trenes en Vega-Baja. de Mayagüez y do la Delegación c
Allá el siniestro reconocía por origen El País. El Heraldo. El Imnartial
aeaciencias en el servicio telegráfico.
Acá la misma causa determina la ca
tástrofe. La similitud es clara.
Y sobre todo es triste.
Aún no se ha inaugurado un trozo do
vía completa y ya comienzan los tras
tornos y Jas desventuras.
La experiencia nos va convirtiondo
Globo, El Demócrata. El Motín, hi
ria y otros, que casi todos por media
mía han defendido antes do ahora la
formas liberales quo solicita nuestro
tido, so hallau dispuestos á pere
en fiu generosa actitud y sin aspir
otra recompensa que al favor del pú'J
expontáneameoto otorgado.
Rueso á usted eo sirva dar cuon
en pesimistas. En Puerto Rico resulta e8ta comunicación al Directorio qm
malo hasta el ferrocarril! ted tan dignamente presido, tenien i
un muerto y nueve heridos reclaman amabilidad de notificarme el aci,
la atención pública. que en vista do ella recaiga y qu
c que esa compañía concesionaria quedo esperando con todo el interés
no cumple sus deberes? me inspira Ja desinteresada defensa
Pues que se Ja castigue imponiéndola siempre hice de Jos intereses de mi p
multas, exigiéndola indemnizaciones, po- Dios guarde á usted muchos a fie
oienao coto a las laicas que cometa.
Urge evitar que venga por ahí la asi
milación que nos prometen los poderes
wo aí irauu. ci-k J T..l: Til n
Sería una asimilación llegada por la . , , , , n . . , , J .. '
t c u b c v a Bidente de Directorio del partido l
vía francesa, que no nos haría felices de . . . - 1
seguro nomista puertorriqueño."
Y es necesario ante todo Nade con aptitudes superiores U
Cou prontitud rebelarnos aptitudes de Antonio Cortón para s
Si quieren asimilarnos el cargo de conGanza que pretende.
De ese modo. yjn kD 1 na tím..ia a
fnrimn vnrrrnnTanffl n 11 niirr m.
"o.ium x wuu, p.uwu.uuuü ,e panrUeo 8ll8 trabajos.
Madrid, Octubre 8 de 1891.
Antonio Corto
con su acostumbrada rectitud, nos ab
solvió libremente en dos de los procesos
que se nos seguían por injurias al ilus
tre señor don Policarpo.
No hay delito alguno justiciable,
decía el ministerio fiscal.
No podemos aplicar ningún castigo
al periodista, replicabao los íntegros
Magistrados.
Y aquí tenemos la sentencia abeolu-
w- m 1 ti
üusca, sr, las satisfacciones del cj
cumplido y quiere ser útil á la ti
que guarda sus más dulces recuerdo
ni tal vez los aceptaría si el país ríe i
tara imponérselos.
Es un patriota que ofrece á la p
sus talentos, sus relaciones, su acth
y sus bien conquistados prestigios.
Sin duda nuestro Directorio ha
tona v alia rnnfpmnlnmn n.1 íflmrrn. da I m e 11 1 11
i. j , . J sueno iavoraDicmence 1a nonie pn
Arecibo muñéndose de rabia. gi6 Nosotros nensamos anadón
LI afán de hacer denuncias conduce LiAfn nnr ravan reiría n'nn nJ
A don Prlr 4 ton latnantnKIaa a vr1 io I. . .
, cho el honroso y difícil destino aue
be incomoda cuando alguien dice Ja en(jtí
verdad y sin encomendarse & Dios ni al M AÚn . rrmna nllfl flafn .
naoio dicta sus comunicaciones, mete I nnnrf nn CT nrtKU ..hrs nfl,l
ruido con sus desplantes y se arriesga á nrínfa 0;rofíQ i x,; ,1
ni rriAft ridfnii na HounolaKrAo 1
Por suerte nuestra hay todavía macis- U; v i níimkrfl ; ,i pnnrfrt.í
u.uum.c iLupaiwm y ci UC5UHJd Hlirnnf o A o f nrmonlnc .1,,! CS ...
en ra respecaDinaaa ae la toga incorrup- paJacj0
noie.
Bueno fuera que estuviésemos á mer
ced de los alcaldes que pretenden impo
ner al periodismo sus errores y sus cá-
balatd
EL CHOQUE DE VEGA-BAJ
le-
jCotaujua abtiuel toe!
Y en esta porfía,
Por más que los cuartos
aquellos dormitan
Bien podemos iecir que don Polo
Perdió Ja partida.
UN RASGO DE CORTON
(De nuentro corresponsal)
Los diversos relatos que hacen
jornaleros que marchaban en las
gonetas, están contestes en que fia
rroroso el encuentro. Dicen qik
plata-formas cargadas con el materi.
piedra conducido por el tren quede
ga-Baja se dirigía á Manatí, llevaba t
violencia, que por estar delante d f
máquina se elevaron después del cii
Nuestro excelente amigo, el autor de por encima de la mánuinn nuo verA J
T j : j:'- i i 'i , . . I i- . '
x unuemontum, aingio el a de Uctubre al dirección contraria, y caían luego
Directorio autonomista Ja solicitud ge- re la vía, retorcidas 6 hechas ped;
nerosa que copiamos: La gente que iba dentro de ellas ve
íítt u- a l -j . Por ,os aires como bandada de pái
Habiendo tenido conocimiento de al escuchar el estampido do la nóU
T VrLr a 80 propo- unas impulsados por Ja potente fui
"7 : r üiübq íuaaria del choque, y otras que do los peligro
oár d 3: T . 1UDCIOneac- cogían el que les pareciera menor, r
naíínfari representación jábanse á la vía en dondo caían unci
parlamentaria, gestionar en el Ministerio cabeza, otros de costado, y todos w.
c u Sdo. t ll a8Unt haCCr Pub,i" n0S y C8SÍ aquebrajados por las pie
car artículos en Jos periódicos, escribir por las cercas y por los trozos de
correspondencias políticas etc. las cua- ramas 7
L"' 1D Qa9. Ca8Í t0daa 7 otras o- El viernes fué para Ja Ve un di i
nos IZb Á ti hBCe a!gU d0l0n la8 aDU8tÍas venían uceói6ní
sequio de mis a 7 aumentando á medida que se r
sequío de mis amigos y corre lo nnnri. h,'u,. . ., , , . i
Hnhdnr nof - o-- , uutitiuu uei mgar cei sin.c
I T -"" que se na dotado Ya eran tres loa hr,la nnn,
todos deHPJihan
wJWVf AC O ilU L
tidad harto crecida
v T?.., .. T? r i
nar fifí n.ir. en Ina Pimlpa ha rofntrinhn ol (Türamnü fí : riin.ituniA,-. 1 ,;..-t j j j i . J lt"'l QQ
, - , - - - . ... feM,vv,0 i x'Yu'" tü.umu leiauuar uaua ;a pooreza do nnpufr
luchador, el hombre combatido, el repre- de la Audiencia. tido, canoso de evirr h . ! 1 I"
D,nn, a,, ;a i j,r, i' .... i , u 7 feauoso ae evitar a éste el referido
ruteno UD uua luCa jr .ci ueiBusyr ud uu orno que ei lermino ie nuesiro man- gasto, y creyendo por otra nar
pueblo, saboreando sus triunfos, llorando dato concluve en 1.893. v el vicorono mi o.aUAíxA Aa : -
parte, qu,
sus desdichas, y avaro de recoger eo distrito tendrá uu diputado in nomine. raleza de mis estndin Ja-? atU
taban á siete. Por fin resultaron
nueve los heridos de más ó menos i
vedad y un muerto. Cuando los eu
ron en camillas un numeroso trentú
vadía las calles y eran de oir los con
canos que cada espectador, en med
Pasóse desesperadamente la ruano por la
la ; la
por cora-
trente y cayó deímioiuado eti eu eilla : la
tazón to apagaba desapnrecieudo
i píeto auto la embriaguez
Papo otra botella, dijo el alsnciano
Puesto qoe ia regíais, no paedo negar
me ó aceptaría; pero par may bueno qae
sea vaestro vino, patróo, no igualará nunca
al quo me hicieron proVar no hace mucho
tietíipo en una casa qua no eata may lejos
le aquí.
Ah! jAh! 4Y qué vído ea ese, amigo
G I o 1 -G I o u f p r e j o n t e 1 abadano con ma
cho ir. le e. 4. .
Parecióle á Jan Jot, al eir el apodo de
Glou-Glou en boca del desconocido, que íe
habí. 4i cruz ni la cara do un latigz, y por
scíjunda v. z ,'f-r (niaarou la? s. 3 pechas en ea
áüiirtí.
4 G:ou-G?ui f repitió. j Me coaocéis !
Q'jíéu es dij' cómo me Maura t.ihí
Pr un momboto quedólo dc-.'oncertado
I ei Ui'reio, qae eo- repaso rauv pronta eeháa-
i taco muy puca tíerüpajdose á reir. "
Toe ei palróü 1 1 quo Lncc aa morueotOj
03 llamó de esa manera, v á fe mía es on
lindo apodo qae indica anee! aae lo lleva
es un liumDre alegre, may amigo de la bro
ma y el jaleo.
Estáis segaro de lo que decÍ8Í
Sí.
Siendo aeí, no tengo nada que reclamar.
Y como íbamos diciendo, pretendíais
haber bebido un buen vino en una casa uo
mnj lejos de aquí.
Sí, un vino, amigo, mucho má vitjo
que vos, on vino qae tenía tantos sil os co
mo yo!
Imposible!
Es lo mismo que tengo el honor de
decíroslo.
Y en dónde hay ese vino tao añejo!
A dos pasos de aquí.
Pero, en dónde?
En casa del señor Beaufort.
Y qnó teníais que hacer ea casa del se
ñ'rr ÜeaafortT
Pues fui....
Por tercera vez callóse Glou-Glou, y sa
mirada indecisa fijóse en el individuo que te
nía delante, y al que iba á confiar un secreto
comprendiendo de nna manera vagn qu ge
hallaba en el priccipk de una pendiente fa
tal. AL1 exclamó. Prefiera callarme
Oh! Se trata de algún secretol Pero,
400 va ese Beaufort al que acusan de ast!
eatoT ,
Estáis muy al corriente do todas las no
ticias de lo que aquí pasa, on hombre que
ac ib:i do Pegar á este' país.
Si nadie habla de otra coa eu todas
pane! Uoaoceis, entonces, á ese señor
!.. uf"íf
Ya lo cteo,'pardiez! Y na hace poco
ños q ; e digun-, lo mismo qut á su anti
cuo so-lo el s-ñor Juan Daga erre de Ma
ríen val.
El euüor Dagaerre ea m aocíof
í, gocio y aaio.
Y viven en !a misma c:ssa?
si, en quena que se vé de.de aquí
t-uando es de día. Ah! Lo que es el señor
uapuBrre esiuvij muy euitírmo, y a no ser
Será posible, mas oa rnit r,
ni nn onfKA . . "
rt. I rri t 1 t . " """ni
por lo cuidado del señor Geiardo. uo á la nnorU taia "P.J0 I0.a-Glou hacia
qoó habría si.io de él.... airl ,ibrft h í.; "V.!3"e '.a '"Pasión del
Ahí tené-s un móJ.co que cuida bien á -uUóle todo lo confr,H . JTÍ! - A P?r? eace-
enfermos, qué buena mano tiene! Y qué mado y no sentado en ' nn hnZ X?' aP:-
, "iujvuuhu,
Rcongojado En
bueno e! beupre tiene en los Jahivé nna Dios mío! mnrmnr
palabra cariñosa para aleutaros y cons.! ros. qae voy á quedarme dormido!
xur 10 quo roy vieuao, conoce. s a tdo xieneiose contra su embriaírnt
el mundo en Croi!. en pie. emonagoea y ee puso
Y me vanaglorio de e lo, pero más que Siguióle el aleaciano haatA 1 n,K, 1 a
á nadie tinto al docto, Guardo que liJga paerta y desde allí ircoítemS ó- 1 6 l&
hasta el extremo de tuer tant conri íuz n Es preciso que hablt-f .aL.
mí qne me cuenta todos na a-untoa y fo e -o cuente todo v rin L ler,. ,qae me
desdeña de vez eu cuando de Derfirma i.n oalih! -rfift .. j!..."40 ua C"o ana
w . .
consejo.
Un consejo á vof Se conoce qoe t-
uu" fi'1'1 uo ui ornearos conmigo!
. r . . a t . . xt 1 , "
4vaü uioimo iaua oe fts, y pra que
u ron fas cosas, ayer tun ir más
iejí s.... pero vale que me caü
palabra! -dijo entre dientes
nn- volvoe sonriendo
nuevo amigo.
i.stoy mejor, el m.
un desvanecimiento.
Ah La cabeza!
no beberé del vaso, que se le escapó de la mano
"ouuub ea ei banco, y se llovó las mam
pecho lanzando una terrible exclamación
Me ahogo! gimió. Me LaUéia
aguardiente!
Y 'o Qo es ahora ma3cnlló entre !
tes el obrero alsaciano si no está born
renuncio á mi empresa.
Qaedóse el desventurado Glou Goc
pie atiranto un momento y coo los ojos l
mesuradamente abiertos diiiíriendo mnJ
ae terror al obrero qao le iuiraba sonrie
Con an ademán brusco desabrochó ó tu
Uicho arrancó los botones al cuello de sa
misa, cayendo pesadamente sobre el la
y al buscar un punto de apoyo y no halla
haría an .1 ,7 . uwn "aíJí inerte ai suelo, en r
A .utuvi 1 11
tF.!.f iPl,i .vr , . . . . .
miam 1 ,4 "4 jo os vayass a uorruu t
maia im-1 ra. G nn nir. i J .
tuve como km '- uijo . aiaaciano.
T '' uw o respondió.
-.Confio á voS! Uu mendigo, un o"ta- Q116 Paá lo menos cin Iivlí lf . A didas, intentó lev :", i "S". . ,
uininriü'í .1 1 1 tv U....I 1 ' wv-iui nuil 1.
VOS llílT COiPl(4 fí nn vA
éSí ie lirsnie y que emouitaro a ;s, Gíou
nilíero
(i .mi
Os repito qc:e ayer por U ranDuiift....
E -iNfcino inclinó la ebe hifiva.le-
la íte esperando cua hví z ?a . utnfíA,
f.v- v iiu iirfj ludí
' t.o. wd ru riiiu;i H 6 CaUf Vt
irrebatible, quetíiba al-o d ratón en et f
do del n!m ' de! orgtni'iem, y esto eont
huía á qu tuviese m el , y echándose ha
atrás .i uu-i ea p o v so au ró e . ' .r.
B retante hiib'ó y bebí y!iíjo
Va si -i, ofrr Vfá t.d X 0 uf
ruanco ee está r-í 0;- ..
vasiro d " " ---a.. Luuy oien
..vuDUffseser.
aira frr grande de
6-Val aV"tlgoÜQa ? horrorosa.
-quiero eerviroa.
qae fuertos resultaion infructuosos, porque G
agua fresca y bueno.
an
de
IX
acc pt rso!
G:-id ie! lie bebdtí ItiUcIl .
mere. creo que r uin Ii.tI.
vecho.
Entonces n.V merecéis seguir ustud
pudo do G!ou-(Jlou.
uetiesa a
EntrÓHW ni ft!fiQianrt . .
Dac.Sose al oído !). T UBna 6 iccll
menta. del ubuero díjole rápida-
"ugiS'i. pj,.
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Oíiedeck
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Ahí ; rMVfr
quien bel,'-
-vB, wu,Brnüo en una masa inerte,
parecía un cadáver qne otra cosa.
An -Le di una doio iiAmiuin fa
rJJíZZ7 boiracho perdido, y lo f
, vec vs no nabiará.... Maldito r
tratiempo! Qqó hacer ahora?
queréis ayndarm
(III A ra trn. ..' : .
. " "rgienaose al tabernero
uadma y j0 llevaremos 4 ea cuarto arril
el deavan.
C00' COD8)t qno lo hngáis, va'o f
qao se quede ahí, porque arriba se ahog '
yqaí hace íqAs fresco. Ob! No os I
muos ya está
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