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La Democracia Í. J ti La Democracia lot2cet i 'Mtriila-, fiebre 5 tic 1891 PUESTEA ACTITUD i AÍguion dijo, y "no faltarán gen íes que finjan creerlo y lo propa guen y le extiendan por ahí, quo A Democracia ca sucesora y heredera do La Crónica, do El Fue llo y do El Cronista ; quo obedeco á las inspiraciones do su editor y ouo nuestra pluma corre dócil y sumisa sirviendo á la Toluntad do fitiíon nos pajxa el salario. . Nunca quisimos destruir la bur da v trivial imputación ; primero, noroub nos honraría demasiado sejíiiir; las huoüas do La Crónica y El Pueblo, en quo tanto lustro da ban al país hombres como Baldo riotv, Braschi, Marín y Vizca rrondo. quo pnedon figurar y figu ran en el número do los maestros : después porquo todo el mundo sa bo quo no somos capaces do acep tar la inás ligera imposición, ni do someter a inteligencias extra ñas, por grandes quo sean, ol en torio independiente y libro de quo nos dotaron la naturaleza y el estudio. Nació La Democracia en vir tud do un contrato por ol cual no eo nos señala sueldo alguno, sino la participación proporcional quo nos corresponda en las utilidades do la orí) presa. Y esa participación, merced a los creciouíes favores del público, so eleva; siempre á una cantidad mucho mayor quo los oiEsr pesos mensuales, inventados por la ma ledicencia ó por la intriga. Por lo demás, el señor Marín no ha escrito uno sólo do nuestros editoriales, ni pretendió jamás ins pirarlos, jni so propuso intervenir, directa ó indirectamente, en la marcha del periódico, quo obedeco á nuestra dirección única y quo redactamos do la cruz a la fecha, en cuantos artículos y suoltos y noticias aparecen originales, sin un nombro ó un seudónimo que los autoricen. K señor Marín sabo quo tiene á su disposición las columnas de JjA Democracia y quo sus ideas ge nerosas, su experiencia profunda y Jen guaje varonil podrían serU tjuo mantenemos por el triunfo de nuestra causa; poro el señor Ma rín, retirado en absoluto de la polí tica militante, NO quiere pene trar do nuovo on un campo cuyas actuales estrecheces lo inspiran honda lástima y vehementísimo dolor. I Conoco él nuestros trabajos lue go quo circulan en centenares de hojas, por la ciudad y por la isla : á veces los aplaudo ; á veces so manifiesta en desacuerdo con nos otros, acá, en las intimidades do la oficina ; jy, do todos modos, respeta nuestros puntos do vista y siguo con i iterés nuestra ruta, semejante á un viejo amigo quo, desde la playa serena, contem plase do quójsuorte va dominando nuestra barca los arrecifes y las olas. No significa esto quo so propon ga obedecer I La Democracia al capricho do su director y quo des deño toda otra fuerza impulsiva : nó, La - Democracia admito la colaboración anónima del espíritu público y recorro los rumbos quo 61 fija y so someto á la sanción au gusta del partido en quo sirve con honor. i FOüJjLETTIR (97) M A 11 O E LINA Virsión española de Francisco Caries SEPTIMA PARTE EL CASTIGO i i 111 l"Tn nr.fprrt nnn itTípaba do a ti trábalo v jr. vivía ea la población lijo que en el ca lino l;t!.íi?. cruzado coi la charrette inglesa Lia ció v presiileote del tribuna! á loa criado de Beaufort,1 é lo que 88 oyó nada ni' quo cora. de reWncia, y Juan, el nya t!a do cámara, repitió la declaración presta dwintetd j'ivi d instrucción á propósito -"o! revólver do su amo. I, k o a! fin su lama a la declaración más írrr (ortante, á ia do Gerardo. - Al oír el nombro del aédico oyóso en la do la Audiencia' un prologado rumor, y tollos lo prepararon! para escachar con rúa-: ".Inte do l:i víáta circuló el rowor de qoeí Wiiio m f andaba! en tú informo pericial Gerardo, f do ani qao todos los irir sírcate cf o vi ; ' ::i qC8 6 a declaración a .:t muy intere?:into. i:! prt?i'd?nt del tribuna! o dirigió A be diciendo Tent-J la bondad, dottor Gerardo, do js araos de lo quo Ir trnecióf!. RÍJür cr, os , ftn:mLr.v.h h bcrMa d.i cüor Ikanfort 'f -J r t i Consecuonto consigo misma, con sú historia v con sus princi pios: obedeciendo á muy altas y ! muy respetables indicaciones: comprendiendo quo las personas sensatas no aprueban quo ol perio dismo so convierta en palenque ao pasiones personales; convencidos do quo no hay término decoroso para una contienda si nno de los contendientes rehusa acudir al si tió en quo los caballeros veniilan sus asuntos graves ; resueltos á no dar importancia a infantiles des ahogos ni á debilidades femeninas, hemos suspondido la polémica á quo so nos provoca sin descanso. Nuestra honradez fía en el buen juicio del país y en la firmeza del Directorio, Ojalá quo no so nos obligue á rectificar una actitud quo conside ramos recta y digna I Nos correspondo callar y espo ras A otros toca hablar y resolver. CANOVAS Y ROTHSCHILD (De Xa Lucha. Preocupado coa la baja que experi mentaban en la Bolsa de París los valo res Rusos, Mr. Rouvier, Ministro de Hacienda del Gabinete Francés, celebró hace pocos dias una conferencia con e barón de Itothschild á instancias del Gobierno del Czar. En esa conferencia, después de expo ner sus agravios para con Rusia, el opu lento banquero dijo á Mr. Rouvier : " Nadie me gana en patriotismo A Francia le conviene que Rusia tenga una situación financiera desahogada. Por servir á mi país impondré silencio á mis resentimientos. Vaya usted tran quilo, señor Ministro. Yodaré órdenes para que desde hoy se verifique el alza en los valores rusos." Esto incidente ha tenido en estos dias su segunda parte. Preocupado con la baja que experi mentan los fondos españoles en la Bolsa de París, el señor Cánovas del Castillo ha decidido, según noticia que ha circu lado recientemente, prescindir de los banqueros franceses, y al efecto ha cele brado una conferencia con el señor mar qués de Comillas, Jefe la Compañía Trasatlántica. No sabemos qué respuesta haya dado el heredero de Antonio López al Presi dente del Consejo de Ministros. LiO uoico que vemo3 y sabemos es que al dia siguiente de la entrevista de Mr. Rouvier con el barón de Rothschild, es taban en aha Jos valores rusos. Y que. pesar s señor Cáno- ei marqués de Comillas," los Yon- dos españoles continúan bajando. Esto no necesita comentarios. Pero cabe penaar que ni el señor Cánovas es Mr. Rouvier, ni el marqués de Comillas es el barón de Rothschild. ECOS DE EUROPA El Congreso internacional de la paz ha terminado sus tareas después de votar todas las proposiciones que figuraban en la mesa. Para la nueva conferencia qu.e habrá de celebrarse en 1892 se ha des ig nado á Berna. La proposición del lele gado español señor Marcoartü p?ra que se declare la neutralidad de los icsmos y estrechos, ha quedado aplazada hasta que se celebre la nueva conferencia. En el próximo consistorio Su Santi dad León XIII hablará de la actual si tuación del Pontificado y de las deter minaciones á que dicha situación pueda dar origen. Loa restos mortales del gran poeta florentino que fueron eihumados' en el mes de Mayo de 1SC5, tendrán eo breve digno y suntuoso asilo en un magnífico monumento que por suscrición nacional va á erigirse en Rávena. En uno de los juzgados de Málaga se rá presentada una demanda por todo extremo curiosa. IV Dominado por visible emoción púsose ea pie el médico, y sos miradas ee cruzaron con las de Jleasíüi t, Este eonrióao tristemente como queriendo decirle : Sé cuales boo vuestros sentimientos y lo i que vale vuestro corazón j Eé, además, que todo cuanto vaia á deolarar oa lo dictará vuestra lealtad, y quo eea eato lo que quiera, no modificará lo máa mínimo el afecto que oa profeso, qué queréis que hagamos! No tendía la culpa de lo que sucede, sino que todo ello es hijo de la casualidad, de la que soy la víctima. Hablad, Sr. doctor, dijo el presidente. Empezó Gerikjdo ta declaración cn voz sorda, y en un principio casi ininteligible. Llamóme el juez señor Laug;r para que examinase ei cadáver del afíñor Luis Valog DV9f al qao acababan de aseeinar de en tiro en el bosque do ilalatte y sólo pude ateíü- gnar a muerte Reconocí, ei i embargo, la Lérida, y más que nada, el trayecto recorrido por la bala, y estas observaciones llamáronme mucho la atención, sobre, todo cuando ta as adatante pasé a reconocer Iz V?rida recibida por el señor Beaufort ea une- da ios doa lados de ia Ilcednoa el favor, señor Gerardo, de darnos cuanto informe o ea posible acer- ca de vuestras observaciones. 2o puedo, eeñor presidente, hacer má3 quo repetir aquí los mismo, tíriiiooa de mi informo perical.... si ordenáis eu lectura... 2o, eeaor Gerardo, no basta lo qna indi- ib: asi. nao 03 rae: o con macna e a carecí miento qao tencáia á bsea repetirlo do viva voz mpliánoÍo con caanto detalles ja?gqé;B indispensable para inteligencia de Jos p e ñ r re a jan d os. IMlido y tembloroso volviólo el doctor Qe- .e un íoven oue naoienao pedido en matrimonio á una prima her mana Brjy& y costeado los gastos de la sPp,osa, pues el expediente estaba ya mry adelantado, se encuentra con que última hora ea arrepiente ia novia y sin excusa legítima rompe el compromi so. El desairado amante pide daños y perjuicios. Es el segundo caso de esta naturaleza que ocurre en aquella, y pron to conoceremos la sentencia que debe ser en extremo curiosa. En Mesina se han batido á muerte, por razones de carácter privado, dos personas que gozaban de estimación en aquella ciudad. El arma escogida fué la pistola. Uni camente por muerte ó absoluta imposi bilidad física de cualquiera de los adver sarios podía terminar el lance concertado en las condiciones propias de los duelos excepcionales. Los adversarios eran el marqués Dosi, teniente de infantería, y el Sr. Contari ni, secretario del Municipio. Tocó diaparar primero al marqués Do si, que no alcanzó á su contrario. El se ñor Con tari ni avanzó diez pasos, hizo fuego, y el marqués Dosi, herido en la frente, cayó para no levantarse más, Ei resultado completo de las eleccio nes municipales verificadas ayer aquí confirma el enorme triunfo alcanzado por todos los candidatos monárquicos. En el sexto distrito la minoría está también representada por el elemento monárquico. Los periódicos hacen resaltar el com pleto fracaso que han sufrido los repu blicanos de Lisboa en las elecciones de ayer. Hallándose jugando cerca de la ria, Bilbao, una niña de doce años cayó al agua, siendo salvada por un perro de Terranova, de la propiedad de un afila dor. La escena ha sido presenciada por mu chísimas personas. Antes de que llegara una lancha que había sido avisada por algunos que pre senciaron la caida al agua de la niña, el hermoso animal se fué nadando hasta donde estaba la chica, quien se agarró al cuello del perro, llegando á una escaleri lla del muelle, no habiendo que lamentar más que el susto consiguiente que sufrió la criatura y algunas contusiones que le fueron curadas en el hospital. The Times publica un despacho de Nueva-York diciendo que, según noti cias de autorizado origen el gobierno de Alemania ha adquirido por anticipado todo el material de guerra que pueda construirse en Jos Estados-Unidos. En la sesión de la Cámara de los Di putados, Sír. Laucha interpelado al go bierno sobro la crisis financiera, pidiendo que sean expulsados de Francia los ban queros judíos. El ministro Mr. Rouvier dice que la Hacienda de Francia se halla adminis- radíi con probidad y prudencia, y que el ministerio no se rebajará á discutir con Mr. Laur. Ei presidente del Consejo de minis tros, lord Salisbury, ha celebrado largas conferencias con los embajadores de Ale mania, Italia, Turquía y España. En los círculos políticos se hacen mu chos comentarios sobre estas conferen cias; pero m guarda absoluta reserva respecto de los asuntos tratados. El asunto de la Melba, la cantante á quien han puesto de moda sus amores con el duque de Orleana, se ventilará también con las armas en la mano si el duque acepta el reto da mister Carlos Armstrong. El periódico el World, hablando de la intención de éste de provocar un desa fío, dice que mister Armstrong es digno de medir su espada con el pretendiente al trono de Francia. Eu Bruselas frecuentó mucho la sala Dupont, admirando á los aficionados por su fuerza y su destreza en la esgrima. Los asaltos en que tomaba parte el ma rido de la Melba atraían siempre . una concurrencia muy numerosa. Tuve en nn principio, eeScres jurados. dijo con voz conmovida, qae reconocer la herías, qae prodajo la muerte a! señor Ya- logues, y adquirí la convicción da qae la ha bla recibido a una distancia de cinco o seis me ti os por lo menos. La bala faé recta al corazón sin desviarse lo más mínimo n bu camino, recorriendo, conforme manifestó en mi declaración cscri ta, un trayecto eu linea recta.... Lo que íiace suponer, conste que voa también lo dijisteis eu vuestro informe, repücó el presidente interrumpiéndole, que e! tirador, es decir, el asesino, se bailaba en el mismo plan qae la victima. Sí, señor, y la observación es muy acer tada y cieita, además, porque no vi la menor desviación en el trayecto recorrido por el proyectil. 1 Y en lo qae se refiere 1 señor Beau fort! preguntó el magistrado. En lo que se refiere á éste no observó en su bérida ninguno de loa signos especial íai tnos que caracterizan las heridas recibidas h qüfmarropa, lo que prueba que el disparo qae hirió al señor Beaufort debieron hacerlo á una distancia da tres á cuatro metros lo menoa. No manifestasteis, á pesar de la insis tencia demostrada por ei señor jaez ce job- Craccióa. ooeera numamente diíicn. n r no decir ira posible, determinar el cafibr de la baia quo caceó esabertdaT Así lo dije, porque ca efacto ei proyec til no penetró sino qae traró una huella mny ligera bacía la sieo deaüorando la piel de arriba á abajo. En ua caso como el de que e trata, es imposible formalar una opinión concreta. Un esranáo reconocimiento ordenado por el señor Laogc -r tampoco produjo nin- j t'Vin lesiiítHüO. y i cuociujioct-a i.v jos en-i cargados de hacerlo eos exacta menú tonal A la vesírg..3 v-i5 . . Trátase d Le Journal 0(:cl la República francesa inserta una curiosa estadística fijando el número de divorcios que se nan pronunciado en Francia, número que ha aumentado considerablemente en estos últimos años, á contar desde la promulgación de la ley Naquet. El año de 1886 se registraron 2,950 divorcios; 3,630, el 1887; 4,700, el 1S88 ; 4,736, el 18S9, y 5,450 el año último. Como se vé, los divorcios aumentan considerablemente en Francia, corres pondiendo 7 á cada 10,000 matrimonios. The Daily Chronicle publica un des pacho de Shanghai, diciendo que aumen ta allí la agitación popular y que es de temer que estalle una revolución. Ei despacho añade que el Gobierno del Celeste Imperio ñusca la manera de indisponer á Rusia con Inglaterra, pero que hasta ahora no ha tomado ninguna disposición que pueda satisfacer á Euro pa. Uo pastor protestante ha realizado es ta ingeniosa idea que tan cómoda resul ta para los fieles de su iglesia. Hace ya algún tiempo trató del asun to con una compañía telefónica, y pues ta en práctica ha dado excelentes resul tados. En muchas ciudades de Inglaterra ha obtenido el sistema gran aceptación, y hay infinidad de personas que para cum plir los deberes religiosos no necesitan molestarse en ir á la capilla, les basta 30 n ponerse en comunicación con el pastor, y punto concluido. n ii i .i -qn - A 'DIJGSTltÓ Y SIIVIES1RO El País, publicación madrileña muy ilustrada é importante, órgano oficial de Ruiz Zorrilla, en un artículo que consa gra á hacer la apoteósis de la república, dice que ésta llevará el esptrttu revolu cionario al ejército, á la marina, al mu nicipio, á las relaciones de la Iglesia y del Estado, á las reformas de la adminis tración, á los tribunales. Y ni aún le ocurre mencionar á las colonias que hace cuatro lustros esperan con ansia el santo advenimiento del üe roe de París. Ese olvido no deia de tener su dia- - y culpa. Qué importa á los revolucionarios es pañoles un pueblo que lea niega sus vo tos; que rehuye su contacto; que ee re cata en la sombra de una pasividad in comprensible, y que. llamándose demo crata, escatima todo concurso al predo minio de la democracia! Ruiz Zorrilla no vendrá ; y si viene, en tanto que persistimos nosotros en la somnolencia que nos anula, seguirán los incondicionales en la Fortaleza, hacien do mangas y capirotes de lo que vale más v significa más en nuestro mísero terruño. Hay quien se resigne á tal desdicha y quien se subleve contra ella : los resig- nados son setecientos mu : ios protes tantes son siete. De ahí que se abuse hasta tal punto de nuestra mansa longanimidad. Tiene razón El País : la república no llega á las latitudes antillanas mientras el óbolo de las antillas no caiga en la escarcela de la revolución. Do UT DES. El que no pone no saca ; Y, aunque mucho nos irrite, Hoy, como antes, se repite El juego de toma y daca. Opiniones de otm diario madrileño: El Eesumen: "Una larca experiencia lo demuestra. En caanto una situación política empieza á pe dir defensas á loa tribunales de justicia con tra las manifestaciones de la opinión públi ca, esa situación está herida de muerte. El crobierno del señor Cánovas está ya eo ese caso. Hace unos días El Imparcial, ayer El Paü, han sido llevados á los tribu nales por emitir juicios y opiniones acerca do asuntos sometidos de lleno, por eu carác ter público, al examen y censura de la pren sa En ultramar las más hermosas teorías flaquean por su base. Aquí fuimos diez veces denunciados, secuestrados, multados, encarcelado. jY qué! ,I..JJJL I l- giLJ-!-J 1 ' asegurar que la bala tiene el mismo calibre del revólver encontrado en el bosque, v no exista ningún dato que pueda demostrarnos que ese calibre ea major ó menor. Al acabar de decir el doctor Gerardo estas palabras volvióso el presidente del tri banal hacia los jurados: Creo, señorea íarados. diio, que co tengo necesidad de insistir mucho par qae comprendáis la gran importancia qae tiene ese informe pericial. Sí Beaufort y Valognes hubiesen estado lado á Jado eu el mismo coche, debían haber recibido, ei no Ja mismas heridas, dos qae nresentaran, por Jo que hace al trayecto da los proyectiles, idénticos caracteres, y como veis, señorea jurados, las nenaas ae qae nos estamos ocupando, diáeren de una manera notabilísima. Una de esas heridas sine la línea recta, la otra de arriba á abajo.... Dentro do poco el señor Beaufort podrá darnos algaoos deta lles acerca de este particular. D io el magistrado y mirando al módico que en pie y eumarnente pálido y conmovido esperaba continuare' el interrogatorio, aña dió : Macha gracia, señor Gerardo, ino te néis nada máii qae decirnos? D-tensadme, aenor presidente, ptro desearla decir algo más. Hablad, oa escuchamos. - Desearía, eeñer presidente, hacer de manera que la justicia concibiese dadas fun dada en ese médico informo firmado por ni como perito,..", quisiera obligarla á vacilar. á mostrar".'' .indecisa, y á comprender, ta una palabra tíán poco conclayente ei mi informo. Es cierto que curap" COQ 131 Eiissón, qae por tanto podéis iropon1129 silencio orde- nánuutJH qQ9 c.--rr nn:ld hu'b!ar. . r-í I.-.,.!.,.,..!' " TI u í El público, para quien la prensa ea agita, permaneció tranquilo, el Gobier no, á quien la prensa ataca, continuó 838 campañas, y loa periodistas sofrieron, en sus personas 6 intereses, los golpes de una severidad implacable. . Lo que en la península ibérica resulta un axioma, en la ínsula americana resul ta un juego de palabras. El poder por encima de nosotros y los caciques por encima del poder : tal la sín tesis suprema de nuestros males. Clamará contra ellos el periódico j molestará nu independencia á los próce rca ; eo dictará el mandato de secuestro ; se decretará el auto de prisión ; irá el paladín de los ideales sublimes al calabo zo de los delincuentes relapsos, f que dará en pió el sistema que nos tritura, y se repetirá el drama del calvario moder no tantas veces cuantas haya un Cristo que soporte y una muchedumbre que se lave las manos y un sayón que ejecuto la sentencia. En estos y otros belunes De sobra tenemos visto En cuál ocasión y á quiénes Les toca el papel de Cristo. Ayer, á las doa de la tarde, se reunió en segunda convocatoria, la Junta Municipal.- Había circulado el aviso previo indis pensable ; había tañido oien veces, con vibraciones lentas y claras, la esquila del consistorio j se ponían sobre el tapete asuntos de trascendencia ; se amenazaba á los remisos con la multa, y de una corporación que se compone de sesenta individuos, acudieron asómbrese el mundo 1 acudieron trece. Después, el dia en que asomen los conflictos pecuniarios, y se impongan los consumos, y se arruine la ciudad por culpa de sus administradores apáticos, ese dia pondrán el grito en los cielos y bus carán en vano remedio á las situaciones que van creando de consuno la impe ricia y el abandono. Los miembros de ese municipio de bieron renunciar los cargos que Ies con fiara el voto de sus conciudadanos ó el capricho del gobierno, si pensaban pro ceder como proceden. Bien merecida se tienen la multa que el alcalde no les impondrá, y mejor me recido tienen que el pueblo les pida cuenta do su gestión inútil del poco ce lo con que se ocupan del deber acepta do ; de la desmoralización que introdu cen y del desbarajuste que protejen. Si han de nombrarse Ayuntamientos y Juntas que huelgueo así, es preferible dejar que as cu rules se llenen de polvo, y que el representante del poder colonial eea en Ponce un eeñor absoluto é irres ponsable. Con hombres de tanto empuje Y tan rara actividad, Hasta el firmamento cruje. I Se ha salvado la ciudad 1 Ponce está de fiesta. Ponce se divierte. Luego Ponce es rico. Se desplomaba el acueducto peligra ban los techos del hospital no existían el puente del Portugués ni el puente de Canas j carecíamos de carreteras y el Ayuntamiento dirigió elocuente alocu ción á sus conciudadanos, invitándoles á levantar espléndida colecta con destino á las reparaciones que exigen las obras en ruina. Hubo en la alocución tonos patéticos, sentidos, conmovedores, y nadie se mo vió de su hogar, y nadie quiso combatir el desastroso efecto de las lluvias. Ni colecta, ni reparos, ni nada. Vienen las fiestas j toma la iniciativa el señor Ayo ; se mueven las comisiones se abren las bolsas, y hay dinero y habrá bailes y globos y cohetes y tómbolas y hermssse y músicas y banderas y gri tos y tumultos y todo eso que se llama regocijo popular. El paralelo es delicioso, piramidal, morrocotudo, estupendo. Para lo útil, para lo urgente, para lo que de veras reclama atención y sacrifi cio, ni un centavo. Para lo supérfluo, para lo estéril, para lo que de veras debe desdeñarse y prete rirse, cientos y cientos de sonantes meji canos. Vaya : á divertirnos ! á la que trato y estimo en lo mucho que vale. No comprendo, eoñor Gerardo, qae es lo qae podéis decir en este asunto que no bo refiera ai informe que presentisteis al jurga do de instrucción. "Al defensor del señor Beaufort ea á quien corresponde defenderle, y vnestra opinión personal respecto al acusado, importa muy poco & loa señores jurados. Os ruego, señor presidente, que oa dig néis prestarme un poco tía atención. El abogado de Beaufort creyó llegado el momento de intervenir en eata cuestión. No veo ningún inconveniente, señor Presidente, en que el tribuna! acceda á lo que pide el doctor Gerardo, dijo, y si el ministerio nscai no ee opone, acepto por mi parta desde luego cuantas explicaciones Due- dan contribuir á ilustrar á los eeüores iura doa para qae estos puedan resolver en juati cia con arreglo á su conciencia. Conferenciaron entra sí Ion níP!"t,iin - , o - f J pasados anos minutos, el presidente. del tri- Lnnl A iri n AnAnaa. .1 mAAi.tn 1. Hablad, eeñor Gerardo. mnÁ a nn teaéia qae decirnos? . 4 No quisiera oftoder 4 la justicia á la qae respefo infinito, pero quisiera, ein embargo, ponerla en guardia, contra sf miams, pues ocede nía v bien eoaivocarsn v m rrr.fni son irrcparab'ea. No paedo permitir, señor Gerardo, qne continaéis expresándoos en eo tono, dijo el presidente coa acento eevero. rvr .. ...... cMapcuBaume, eenor presidenta, por el engatga qae &cabo de ogarv nn Ion ca fe dictado, nr nn la t b j rn vu vueátr8 crob.-niaR tint, ,;.- i v df-'-S inatacable itct"" ,!...! .'. . - j . tí A olvidarnos de que es peligroso can canear á un país que lleva el anatema en su frente y el cáncer eu su seno. A bailar. A holgar. A reir. Bien podemos despreciar Los problemas del mañana, Ahora quo vamos á echar La casa por la ventana. JLITEKATIJKA UN BESO María no era una mujer, era una adolescente. Sus azules ojos tenían la suave luz del cielo al despuntar la auro ra; sus descuidados rizos la misma luz quo el primer rayo de sol. Era un ángel, un sér precioso, con carne como yo, pero más pura; con más luz en el fondo do sus ojos, con más bri llo en les ondas da sus rizos. Yo contemplaba aquella verdad in creíble, aquel amor, aquel sueño supo rtar á mis sueüos me contemplaba por dentro, y una vez interior me decía: Tú no la harás feliz, ni lo serás tampoco. María, al verme pensativo, se entris teció. En quó piensas? me dijo. Mi alma está triste le contesté. Pues cuando sientas tristeza en el alma, mírame á la frente. Y sonrió, y con su pura mirada me dijo: Ahí la tienes. Yo acerqué con unción mis labios y la dí un beso beso que quemaba, que daba sed de un amor lleno de fuego, do llamas, de desmayos. ... Cuántas veces en mis noches de in somnio be meditado en aquel beso; cuán tas veces he sentido el fuego que ha de jado en mí, y acordándome de ella, he pensado en los tormentos que por pro barle mi amor Je causé! Alma de niña, lanzada repentina mente del paraíso de su amor al infierno del deseo; desviada de mí por atraerla á mí; obligada á odiarme por desear quo me amara! Ha pasado mucho tiempo y todavía me parece percibir el eco de una voz angelical que me dice con dulce y apa cible acento: Me mataste con tu beso! Y dicen los hombres que un beso co es más quo el resultado natural de una palabra de amor! Mariano Abril. FRAGILIDAD Te aseguro. ... Entonces ella se puso en pié, dando por terminada la conversación, y tran quilamente, sin alterarse, con acento se reno : I Pero á qué vienen esas explica ciones T Es inútil que trates de justifi carte. Además, te repito, que encuen tro muy lógico que te hayas cansado do mí, porque admitido este hecho, hallo también muy natural que yo me baya cansado de tí.. Estamos en igual caso, amigo mío : Sí, confesémoslo lealmento : uno y otro nos hemos encañado. . Pero al fin reconocemos nuestro error. Quién no se equivoca en este mundo? Ah, no hay amor qua resista á la influencia del tiempo I i Te acuerdas No hace todavía trea meses que en este mismo gabinete, á esta misma hora, caíamos el uno en bra zos del otro, jurándouos amor eterno. Y ya ves que pronto ha terminado todo. Te digo que es cosa de desesperarse 1 l Por qué el amor no ha de durar siem pre 9 ( Ah mezquindad humana 1 No me acuses de ingratitud. Si vie ras tú lo que daría yo por quererte como antes I Pero no puedo ! Ay 1 Yo soy la imagen del tiempo i frío hoy y calor mañana. Mi corazón es un barómetro que indica siempre va riaUe. Pobre amigo mío ! Quizás tú conti núes queriéndome ; quizás todavía no te hayas cansado de mí ; y sin embargo, es preciso que terminemos. Y con acento conmovido, añadió : fort y la profonda compasión que me inspira el verle ocupando ese puesto. 'lie dicho y volveré á repetir ahora que si tuviese que redactar de nuevo el informe no cambiaría en él ni una sílaba, no obstante, y conste qúe hablo no como el amigo del señor Beaufort, sino en mi calidad de médico, no paedo menos de cbserrar que me qaedé sor prendido al ver la capital importancia quo desde un principio dieron á mi trabajo y á mis observaciones profesionales. "líace tiempo, cuando discutí mis conclu siones con el señoi Langier, halló una expli cación del cómo había sido causada la herida, explicación tan sencilla como la que bo pro sentó después en el sumario. "Decíale yo al señor Langier y las cir cunstancias eran demasiado graves para que no Kíe acuerde textualmente de mis palabras: Valoguea y Beaufort estaban sentado jautos en el coche; el primero guiaba, y el asesino, que se hallaba oculto en la rambla, encontróse por su cusma posición al mismo nivel de Valoguea y más alto que Beaufort. Dieparó doa veces bu revólver y la herida ofrecen, á consecuencia da la posición qae ocupaban los heridos, caracteres completa mente distintos." Los señores jurados tendrán en cuenta vuestras observ&cione, ajüor Gerardo, contestó el preBÍdeoto,-4Bia eso todo lo que teníais que manifestarnos? Permitid que oa diga, ademé, señor presidente, qae esto íntiraamento conven cido de la inocencia del etñor Pedio Beau fort. -En un informe cotifidencitl que está anido ai proceso, eí eeñor Laugier d i cuanta de una conversación que dice haber i-ote-nido coa vos, y en lu qu . acgü parece, del contfeüii'o iñ vcvittaj fr rt? A-eprendía, ó Con ! SI i o c :,T I"