La democracia., July 07, 1904, Page 4, Image 4

About La democracia. (Ponce, P.R.) 1890-1948

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POsiSIGSS uüiitil ilSSÍlFIOSI
MARERA DE EJERCER IflFLUBiClA
orprendente manifestación de la Comisión nom
brada por los lectores de 44 El Herald" y del
"Weekly Star" para la investigación
del Hipnotismo.
' I
' 'íH itl ;.?- fililí
i
G. S. LINCOLN.M.D.
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F. II. STOUPER, , t
Seo V Tes' de Conductores do F. C
rueuio, vuk
El Hipnotismo ha cesado de ser un mito ó creación fantástica de la imaginación i
eg hoy una realidad, una potencia, capáz de proporcionar infinitos beneficios, con
ei objeto de averiixuar el valor exacto de esta potencia, que tanto llama la atención,
ha sido nombrada una comisión, compuesta de un Facultativo, un Abogado bien
conocido un Clérigo eminente, y un Gefe de una sociedad ferrocarrilera.
Esta comisión ha hecho una serie de investigaciones acerca del poder del
hipnotismo para influir en las acciones y hechos de las gentes en todas las sendas de
U VlEl'primer paso ha sido adquirir maestría en la ciencia, en todos sus detalles ;
para poder decir con experiencia personal, el bien ó el mal que pudiera producir este
poder misterioso. La comisión se puso en comunicación con el New ork Institute ot
Science, de Itochester, New York, la gran escuela de Hipnotismo y Ciencias Ocultas,
del mundo y recibió plenas y completas instrucciones acerca del modo de influu
sobre los hombres de negocios, servirse de el en las enfermedades, etc., etc.
docos días aprendieron las instruciones y hoy son maestros del hipnotismo.
Quedó claramente demostrado que el hipnotismo puede emplearse sin que
el sujetóse aperciba de que la influencia se esta ejerciendo en el; y considerado
todo en todas sus faces, la comisión declara que es el descubrimiento mas valioso de
los tiempos modernos y que su conocimiento es esencial al buen exuo en esta vida
y bien estar en la sociedad. . ,
El Dr. Lincoln después de una completa investigación, dice que lo considera
como el mas maravilloso agente terapéutico ó curativo de la época. ,,.,,,
El Sr. Juez Schafer aunque es un lucero en la jurisprudencia, se dedicó a la
cura de los enfermos y en unas cuantas visitas, logró curar al Sr. John E. Myers, ds
Flemingtori, N. J. de un estraña enfermedad que le obligaba a guardar casa y
cama, durante nueve años, y que los médicos decían que habia de terminar
funestamente. La fama del Juez se ha propagado por millas al rededor, y hoy
centenares de personas acuden á curarse.
El Sr. Stoufer, con asombro de todos, hipnotizó al Sr. Cunningham, de Fueblo,
Col el cual vivía á unas cuants cuadras de distancia. También hipnotizó á un
anciano caballero y le hizo correr por las calles pregonando "vendo maní tostado.
Dice que el hipnotismo es indispensable en los negocios.
El Edo. Paul Weller, dice que todo clérigo y las madres de familia, deben
aprender el hipnotismo para beneficio de aquellos con quienes están en contacto.
Hablando de esta misteriosa potencia, el Sr. Eliot, presidente del Colegio de
Harvard " pronunció el siguiente discurso : Amados jóvenes t en cada uno de Vds.
hay una potencia sutil latente, que muy pocos habéis desarrollado; pero que cuando se
desarrolla, el hombre se hace Irresistible. Se llama Magnetismo personal ó
hipnotismo. Les recomiendo el estudio deesa ciencia. , ,n nn
El New York Institute of Science, acaba deubhcar una edición de 10.000
ejemplares de un libro que claramente explica los secretos de esta maravillosa
potencia y dá plenas instrucciones para la práctica, de modo que pueda Vd. emplearla
ia que nadie lo sepa. Cualquiera puede aprender. Se garantiza el éxito.
El libro también contiene un pleno manifestó de los miembros de la comit.on.
Se enviará en Español, Inglés, Francés, Alemán, Holandés ó Italiano. Absoluta
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iscurso de i, William Hi Hunt, pronunciado
en el Teatro el É 4 de Julio.
Pueblo de Puerto Rico:
La nota del dia es nota de patrio
tismo que nos trae á la memoria las
enseñanzas de la historia de nuestra
gran nación, de que, la libertad de
los hombres, creados iguales, es un
hecho real y positivo, j que las ga
rantías de la vida, de la libertad y la
consecución de la felicidad existen
verdaderamente donde quiera que on
dee la bandera de los Estados Unidos.
Trajéronse al Pueblo de Puerto Rico
mensajes de paz y buena voluntad
enorados por McKinley cuando hace
más de cuatro años honró á aquellos
de nosotros escogidos por él para
implantar el Gobierno Civil entre vo
sotros. Conservo vivo el recuerdo de
aquel dia de Muyo, cuando estuve en
su oficina en la Cas a Blanca, y me di
jo que tenía cifradas todas sus espe
ranzas en la obra que nosotros íba
mos á emprender en esta Isla y que
tenía absoluta confianza en que se
vería coronaba por el éxito más com
pleto. Después de haberse expresado
en estos términos le pregunta si tenia
instrucciones especiales que darme, y
contestó con aquella calma y serenidad
que caracterizaban al hombre: Ni
una sola palabra: Vaya usted allá y
haga lo mejor que pueda. Recuerde
que tiene usted todo mi apoyo en todo
lo que haga, y que la conciencia del
pueblo americano está con nosotros
empeñada en la obra. No se pro
nunció una sola palabra más de conse
jo, ni jamás mó dió otras instruccio
nes, ni nunca se han dado otras por
el Presidenta Roosevelt desde que lle
gué á Puerto Rico.
Las responsabilidades, por consi
guiente, de todo lo que se ha hecho,
caen sobre aquellos que han sido los
agentes de los Estados Unidos, reves
tidos de autoridad para el desempeño
le lás altas misiones que se pusieron
en sus manos. La conciencia del
pueblo americano ha estado con nos
otros, esto es, las fuerzas mentales y
morales de una gran nación se han
combinado para sostenernos y han
servido de estímulo en nuestros esfuer
zos, para traer al Pueblo de Puerto
Rico los beneficios prácticos del go
bierno libre-ley y órden, honradez en
ia administración, la igualdad de los
aombres ante la ley, instrucción libre,
libertad para expresar las ideas, ju
dicatura imparcial, poder legislativo
popular, contribuciones equitativas,
mejoras internas, un comercio que va
sxtendiéndoss; " y la dignificación ge
neral del pueblo.
Mostróse gran interés en la insti
tución del Gobierno Civil en Mayo de
1900, no tan sólo por los estadistas del
Norte, sino que se entró en él en la Is
la de Puerto Rico en una época en que
muchos puertorriqueños distinguidos
dudaban del resultado, en vista de las
dificultades de la situación. Menos de
diez meses habían transcurrido desde
la devastación producida por el hura
cán, la miseria y la necesidad cundían
por doquier, y menos de dos años ha
bían pasado de haberse declarado h
paz entre España y los Estados Uni
dos. El pueblo, durante unos cuatro
cientos años no había sabido lo que
significaba en la práctica el gobierno
civil; no estaba acostumbrado á asu
mir sobre sí las responsabilidades pú
blicas; no tenía un conocimiento real
de lo que era la vida bajo leyes hecha?
P -103 representantes del pueblo; no
podía apreciar, basándose en la expo
riencia, que en un Gobierno popular
cada uno de los ciudadanos forma par
te del mismo Gobierno; no pudo haber
comprendido la separación absoluta
d.el Poder judicial, del legislativo y
ejecutivo, no tenía práctica en formu
lar planes libres sin la intervención de
un monarca; de aquí que fuese natural
que muchos puertorriqueños juiciosos
viesen con algún temor á sus conciu- i
aaaanos vestíaos con los nuevos ó ím- I
ponanies aeoeres que soore ellos ha-
oían recaído, debido al cambio de So- j
beranía y á la sustitución del nodei I
militar por el civil; pero no era tam- I
poco de extrañarse que, á pesarde sus I
altas y laudables ambiciones, temieran
algunos que sus fuerzas no estuvieran
e.i armonía con la tarea. Más. mirar I
al otro extremo. Temáis aquí á un I
mnion ae personas en cuyos peches se I
encerraba el deseo por el cual habían
suspirado de generación en generación, I
pero que no se ñama realizado. I
Aquí teníais un mnion ae 1
perso-
v ñas que rogaban por la verdadera li- I ansiedad del gobierno no haya sido amplio. Cada vez que leo ú oigo ex
V bertad, cuyos sentimientos de justicia el dar 1
les dijeron que en el progreso de las
edades modernas, los Estados Unidos
... I
marcuauauaia vanguiraia aei mun-
do, y que allá, en el Norte, á unos po-1
eos ae cientos ae muías de sus playas,
naoia una tierra donde ,000,000 de
nersonas estaban unánime en A 1
- uju 1
ájs üuuiuiv tures,
nuestras son las instituciones que brin-
uan 1a pponuaiaaa y lian hecho posi-
Dio 1 a grandeza ae lamas grande de I á
la naciones, nuestra es la civilización
que trae a los hombrea de todas par-
tes hacia nosotros, conservando sus
mejores y rechazando sus peores eos-
tumores, coastiituyendo de este modo
cíuaaüano que ei viril, qu tiene
confianza en sí mismo, siendo mara
villosa la capacidad de su ciudadanía.
Había sonado la hora en que aún el
generoso gobierno militar de la nueva
nación había de desaparecer para tarse á sistemas de leyes radicalmente
siempre. El gobierno de la espada nuevos dentro de un período de tiem
había terminado y se dió principio á po demasiado breve. Por otra parte,
una nueva era en la vida de este buen s qUe hay elementos del pueblo puer
pueblo. torriqueño imbuidos con recuerdos tan
- Para traer al orden concreto el go- amargos y tan arraigados que culpan
bierno que la ley disponía principia-
mos á trabajar con asiduidad, encon
trando al pueblo deseoso y dispuesto
á prestar su cooperación, y orgulloso
de aceptar las responsabilidades que no. No hay ninguno que haya oido
debían confiársele. La Ley Orgánica estas distintas opiniones expresadas
era nuestra constitución, y paso á pa- Con más frecuencia que yo, y después
so implantamos dentro de sus disposi- le considerarlas con entera calma no
ciones, la institución perfecta que en ha sido tarea fácil, os lo aseguro, es
la misma se creó. Se inauguró un Go- coger un rumbo justo al parqueagra
bierno Civil, el Consejo Ejecutivo dable para todos. Solamente hemos
se organizó, se formó una Corte Su- sido agencias humanas y al hacer una
prema, se instituyó un tribunal de los revista de una gran obra de construc-
Estados Unidos, celebráronse eleccio-
nes y dentro de ocho meses se organi
zó una Asamblea Legislativa, con la
Cámara de Delegados, expresión ge
rmina, de la voluntad popular; y con
todos y cada uno de los distritos de la
Isla, representados por aquéllos á
quienes el pueblo mismo había im
puesto el deber de hacer sus leyes. En
el entretanto habíase establecido cada
uno de los departamentos del Gobier-
no, desempeñando altos cargos en ellos
vuestros conciudadanos.
Definiéronse las relaciones entre
el Gobierno General de la Isla y los
Municipios, los agentes de autoridad
del Gobierno asumieron sus funciones:
se anularon sistemas contributivos
anticuados y perniciosos, sustituyén-
dolos con métodos americanos moder-
nos, en los cuales el peso de la tribu-
tación cae sobre aquellos que han te-
nido la fortuna de adquirir la mayor
riqueza material; se aplicaron móto-
dos modernos para la fiscalización de
cuentas y gastos en los asunto 3 de go-
bierno; la construcción de caminos y
de puentes, la conservación - de las
propiedades públicas, la dirección del
sistema de telégrafos; y el fomento de
la agricultura, quedaron á cargo del
centro correspondiente; la instrucción
objeto fué de especial cuidado, y se
estableció un verdadero sistema ame
ricano de instrucción pública; se de-
cretaron leyes que trajeron el derecho
á juicios por jurrdos, hicieron claros
y terminantes los derechos inaliena-
bles del pueblo, establecieron el gran
auto de Habeas Corpus, proveyeron
una dirección mejor para las institu
ciones de beneficencia, dispusieron lo
necesario para el mejoramiento de la
salud pública, legalizaron la incorpo
ración de empresas mercantiles, des
ruyeron los sistemas inadecuados de
leyes penales y las abominables pre
sunciones contra los acusados de co
misión de delitos; dispusieron lo con
veniente para determinar los derechos
civiles y establecieron un código de
enjuiciamiento civil, el cual hará más maravilloso que se ha hecho por uu
fácil y rápida la efectividad del dere- pueblo "situado como estabais vosotros
oho. Gradualmente, por lo tanto, en en 1900 y revestido repentinamente con
los cuatro años hemos visto que han un gobierno civil propio, estará en los
ocurrido estos cambios, hasta que anales de Puerto Rico.
:ioy puede decirse verdaderamente que Nunca vaciló en la confianza que
es este un gobierno americano en su he tenido en el pueblo de la Isla, por
forma, americano en sistema, correcto que sabía que era sincero, que la ver
en principios, y, administrado con dad prevalecería, y que en pocos días
honradez y justicia, lo suficientemente la luz resplandeciente de la justicia
amplio para proveer la seguridad de iluminaría las mentes de los hombres
la vida y de la persona donde quiera y se dirían para sí y unos á los otrosí
que se extienda su jurisdicción. Nos hemos equivocado, nos he
En medio de esta transición ha lie- mos expresado con demasiada ligere
gado el libre cambio con la metrópoli: za, las banderas que ondean sobre los
como consecuencia el comercio ha to- macizos muros de San Cristóbal y El
mado otro rumbo con beneficio del Morro están allí como símbolos de jus
ciudadano de la isla,-así como también ticia, no de injusticia, como símbolos
Jel ciuladano del Norte. Permitidme de honor y no de deshonra, como sím
deciros aquí, que yo sé que nuestra bolos de libertad y no de opresión, do
industria cafetera está sufriendo y que
iebe auxiliársele por todos los medios
legítimos, y tan pronto como esto pue-
da hacerse. Preferente atención debe
darse á este importante asunto, procu-
rando obtener tratados de reciproci-
dad anm nuevamente! rattituvnn 1 P,,0t.
to Rico los mercados de la Europa
Continental. Estos resultados son di- í
fíciles de conseguir con prontitud, pe- I
ro deberéis insistir en ello y vues- i
tros esfuerzos seguirá el éxito.
En la ejecución de estos planes de
gobierno se ha tenido la más escruDu-
osa consideración de los derechos d
fos extrangeros que residen en la isla
ó que en ellas tienen propiedades. No
ha habido ni un solo momento nue la
á todo los que tienen derecho á ella,
ya sean ciudadanos de nuestro propio
-x-- w j is-vs ILUfti I
país, ó de España ó Inglaterra. Ale-
manía, Francia ó de cuarquier otra I
nación. Porque estamos plenamente
convencidos que no puede tener éxito U
otift no niiprJA lprsr riti l
i : !
cíeme no aiere la protección mas am-
piia a toaos ios que viven bajo sus le-1
yes y que tienen derecho por las leyes
de las naciones, escritas y no escritas, I
entera protección. f
Conozco, amigos míos, ouo al lie-
1 ' 1
var á cabo estos planes de gobierno I
han surcido diferencias da oniniones
honradas v sinceras: só oue mucho I
americanos han creido que no mar
cháb amo con sucieaie rapidez, yqusj
era un grave error confiar los ciuda
danos de la isla tanta responsabili
dades como les hemos confiado. No
participo de esa opinión y, orgulloso,
miro las hojas ds servicio de los fun
cionarios puertorriqueños. Sé, tam
bién, que hay muchos del pueblo de
Puerto Rico cuyas opiniones merecen
er altamente respetadas, quienes han
creido que marchamos con demasiada
premura y que sería una imposibili-
J a(j inculcar el respeto hácia
el go-
bienio civil, si se les obligaba á adap-
I aj gobierno por no haber derogado
enseguida todo vestigio del poder an
terior, sustituyéndolo únicamente por
iD que fuese más moderno y america-
ción política, en la cual ha sido n ce
sario tdar pasos de trascendencia á
din rio, no sería natural que no hubie
ran ocurrido algunos errores. Más
siempreconservamos fijo antenosotros
el principio fundamental de ser éste un
país americano, que es este un pueblo
americano y que ha sido necesario y
propio que vosotros sirvierais bajo
aquellas leyes y sistemas que afectan
el Dienestar puoiico que anancen y
promuevan el cariño hácia las institu
ciones de los Estados Unidos y cimen
ten aún más las relaciones de unión y
simpatía según vayan transcurriendo
los años.
Al mismo tiempo hemos tratado
de no olvidar que los cambios solo
pueden hacerse con vuestro consenti-
miento y deben hacerse sin destruir
innecesariamente lo que era bueno del
pasado, teniendo siempre la conside-
ración debida por las costumbres, los
hábitos, las simpatías, los deseos y
los derechos del pueblo. Por eupues-
to no han faltado e abuso, ei perjui-
ció y las malas inteligencias, pero con
el rostro frente al deber, con la reso-
lución de obtener un éxito permanente
y no transitorio, y con el firme nroüó-
sito de que los intereses de Puerto
Rico se robustezcan y no se debiliten
según pasen los años, hemos seguido
adelanto, y hemos vivido para presen
ciar lo que vemos aquí en este día,
una gran multitud de personas ansio-
sas y orgullosas de participar en el
dia de fiesta nacional del 4 de Julio,
celebrando la independencia de Amó-
rica y que abriera profundos senti
mientos de fe y confianza en la Isla y
su futuro.
Perdonadme un momento al ha
blar del futuro. El optimismo coa
respecto á Puerto Rico ha venido á
ser parte integrante de mi naturaleza.
Cada mes de los que he vivido aquí,
más y más fe he tenido en que en el
transcurso de unos pocos de anos, la
historia consignará en sus páginas
(que el progreso más perdurable y más
esperanza y no de desesperación. Sin
ellas nuestra fortaleza v no nuestrn.
debilidad, son para nosotros y para
nuestros hijos, una patria, unanaciÓn,
unabandera!
1 Yo he TÍsto el triunfo de lo que yo
esperaba! Revisto á un Dueblo rea.
Panoso de la ley amoldarse al nuevo
órden de cosas, razonando con propio-
dad que su futuro descansa en relacio-
nes íntimas con la madre patria,
n en los sueño visionarios de ningu
na forma de independencia, que son
únicamente msras fantasías del rnn
mento.creacionesde vivas imafrinarin.
Qes . impresionabilidades poéticas.
Reconozco y admiro ese espíritu q ha-
ce á vosotros desear un cobierno mlm
toríal ó de Estado, siento en mí que
estáis pagando un tributo de admira-
-irf. gvww"' ft A
ción al gobierno popular americano.
porque ese deseo y esa ambición tienen
por base el amor á los principios del
iTODierno americano, oue n tA in.
rf t-,i n i ,ia v.--. y
iorína' consejo que os aoy,
pueoio a jt-uerio iíico, animado de la
más alta sinceridad y simpatía en re
cordar lo breve que ha sido el tiempo
desde que se instituyó la forma actual
do gobierno y cuán corto ha sido el
Período de prueba.
' Cuatro años de instituciones de
socráticas parecen ser ua graa coa
rasí con cuatrocientos años da ds
(Coatinu ea ia pgiaa