Newspaper Page Text
¡Boletín /mercantil be fltto.=lßícc VMAam utlto! t ••ntavts.l AÑO LXIX. i los soscriptores y Agentes Para la buena marcha de esta Adminis tración, no admitimos altas de suscripto- IWB á este diario sino desde el I o de cada HMB. LasBAJAS se avisarán los días 30 ó SI; adviertiéndose que las que se dieren con posterioridad no se tomarán en cuenta ni surtirán efecto en la contabilidad hasta el día último del roes siguiente al en que se soliciten. LA NACION ENVIDIADA COMO SE MATAS LOS TANKIS Con más asiduidad que conciencia había muchos individuos, ponderan do las excelencias de la vida, leyes y costumbres norteamericanas Ahora una importante revista ex tranjera ha publicado algunas noti cias que erizan el cabello, acerca de la observancia de la higiene en la alimentación en los Estados Unidos. La falsificación de los comestibles y de las bebidas, á pesar de las leyes severísimas promulgadas para impe dirla, ha alcanzado proporciones tan aterradoras que en marzo de 1905 el Dr. Rigelow, jefe la división espe cial de los artículos alimenticios, aca bó su Memoria anual en esto térmi nos. "A despecho de todas las pre cauciones tomadas para evitar la adulteración de los alimentos, de to dos los medios de la ciencia para descubrirla, de las cruzadas organi zadas en muchos Estados para termi narla, de la enérgica campaña de la prensa para combatirla, la plaga au menta. Los falsificadores hallan me dio de quedar impunes y continúan sus maniobras.” Y en 1906, el La boratorio confesaba: “Nosotros es tamos ya llegando al momento en que la gran república no sea más que una colosal fábrica de venenos. En 1903. en los Estados Unidos fué promulgada una ley, prohibiendo la entrrda á todo producto alimenticio extranjero de pureza dudosa. Cual quiera peasará que tan higiénica me dida fué adoptada en beneficio de la salud pública. Aquel ataque de mo ralidad, como otros que han padecido los norteamericanos, no fué más que un gesto hipócrita, para encubrir la envidia que les inspiraba el enrique cimiento rápido de los extranjeros productores, exportadores, comisio nistas y vendedores de artículos adul terados.... y para que éstos fuese* de su absoluta fabricación y en be neficio propio. Desde 1903. la pureza de les co mestibles fué sacrificada á ía baratu ra del precio. Este sistema iiegu á prosperar de tal modo y el público lo aceptó con tanta candidez, que muchos fabricantes americanos no ocultaban que sus cien mil ‘dollars” anuales de ganancia eran debidos al poco precio de un producto que no tenía de real más que el nombre con que se vendía. Y, ¡qué productos! Embutidos conservados con ayuda de ácido bó rico ó del benzóico; carnes, pescados, legumbres, leches, manfecas, etc., putrefactos, y en los que intervenían las substancias químicas más rápida y terriblemente venenosas. El fabri cante americano deseaba aprovechar lo todo, no perder el menor residuo, y el consumidor estaba obligado á adquirirlo todo, todo, despojos pútri dos de las harinas, deshechos de ani males, legumbres en descomposición, todo lo peor, con tal de qne no ofen diera á la vista y al olfato Los “packers,” se enriquecen fa bulosamente. Los Armour, los Smith vivían felices con el mayor cinismo. El éxito de la novela de Upton Sin clair turbó la calma de sus operacio nes. Gracias ála novela “Le Yun gle," se persiguió á los falsificado res, pero estos hallaron medio de li brarse de la severidad de la ley, y poco tiempo después, valiéndose de la irresistible influencia de la publi cidad, con reclamos y artículos con ▼enci*fon al público de que la novela de Sinclair no tuvo otro objeto que alcanzar éxito y enriquecer al autor y á los editores Hoy, el público no cree que se expendan comestibles nocivos. Los “packers" han abierto al públi co sus talleres con objeto de que pue- DIARIO INDEPENDIENTE DE INFORMACION UNIVERSAL. da presenciar sus manipulaciones químicas, y enterarse de la inocencia de los productos elaborados. Pero, en cambio, hay otras fábricas de me nos vuelos, pero conocidas por los vendedores de despojos en descom posición, en donde éstos son introdu cidos en las conservas de comes de buey, de cerdo, etc., hay fábricas muy aprovechadas y restaurants que sir ven todo lo que los “packers” no pue den apravechar. Resumiendo: de hígado de cerdo en descomposición, cocido, secado y tri turado, mezclado con achicorias, se hacen unos polvos de esencia de café baratísimos y muy usados por los obreros. ¡Del calzado viejo, se hace también café! Con las frutas po drídas y añadiduras de almidón, glu cosa y gelatina artificial, se hacen dulces de grosella y compota (le man zana. La anilina, el betol ó salícilato de naftictol, el arsénico, el sulfato de de cobre, los ácidos salicílico y sul fúrico, las sales de cobre, todos esos venenos más terribles se emplean con tal abundancia, que los almacenes no han podido, en algunas ocasiones, ser vir todos los pedidos. El “whisky”, elaborado con una mezcla de alcohol de madera y petróleo, ha matado en pocos días más de cien individuos, según asegura el Dr, Rigelow. Un médico del Negociado cíe Higiene del Estado de Indiana, encargado de la memoria anual sobre la mortalidad infantil, certifica que las tres cuartas partes de las defunciones han sido ocasionada., por los alimentos adul terados: y el Dr. Paul Pierce, “rap porteur' general de la sección de hi giene de los alimentos en la Exposi ción de San Luis, afirma que en los Estados Unidos mueren anualmente envenenados por la alimentación tres cientos cincuenta mil niños. Es raro el producto alimenticio que no contenga arsénico, bien en forma de ácido arsenioso óde arseniato de cobre, de cobre, de plomo ó de alu minio. El alcohol de madera es usa do para todas las bebidas. El “whis ky”, el “cognac”, el ron y la cerveza puros no es posible hallarlos. Las cervezas contienen una cantidad terri ble de ácido salicílico. El sulfato de cobre es manejado familiarmente por el vendedor de legumbres Para la elaboración y la cocción del pan se emplean el talco, el alumbre, el amoniaco, el almidón. El bórax es un gran conservador de la leche y un asesino del consumidor. Resultado: Que el fabricante ó el gran almacenista inyecta de veneno, científica y cuidadosamente, los artí culos comestibles; el comisionista, pa ra conservarlos, añade va el veneno con menos tacto, y así. de escalón en escalón, de ia fábrica al almacén y de éste a la tienda, cuando la mercancía llega al consumidor tiene más vene no que substancias nutritivas El público está convencido de que todo lo que come está adulterado. Tan convencido que no cree que en tv>dos les Estados Unidos haya lina gota de leche, ni un trozo de carne, ni un solo pescado, ni, en fin, ningún comestible ni bebida absolutamente puros. Lo perdona porque se lo dan barato, sin pensar que compra la muerte La causa de que perdure este esta do de cosas en Norteamérica, es la misma de todas las calamidades del mundo civilizado : Su omnipotente majestad la Política Y luego dicen que la política es el arte de hacer felices á los pueblos ¿Consistirá la felicidad en la muerte? hl Bachiller C ore huelo, % LA TUMBA DE KRUGER Un telegrama de Johannesburgo amplía la noticia sobre la profanación de la sepultura del Presidente Kruger, El busto apareció volcado y roto en algunas partes. Otras sepulturas, con. tiguas, incluida la de! del nieto ex’Pre sidente sufrieron también daños. Su ponése que todo esto haya sido obra de individuos que intentaron llevarse el busto del difunto Magistrado para obterner después dinero por su resca te; pero á causa de sugran peso eo pudieron llevárselo. Entered at the Post Office at San Juan as second class matter. San Juan, Puerto-Rico Viernes 22 de Noviembre áe 1907. “LA PATULEA” Un suceso literario ha tenido lu gar en estos días últimos: la apari ción á la vida pública de la novela “La Patulea” del señor Perez Lo sada. Desde luego, la presentación de es. te libro es de cierta originalidad. El autor ha tenido el buen talento de salirse del marco que de algún tiem po á acá viene empleándose para echar libros á la calle: no trae, el de que nos ocupamos, el obligada y eter no prólogo del Maestro. Es decir, el señor Perez Losada ha tenido con fianza en su labor, y no ha solicitado aquel auxilio. I)e otro modo, el se ñor Perez Losada ha lanzado su libro á la publicidad, dispuesto á. recibir aplausos si los merece, ó censuras si puede haberlas: sin que en uno ú otro caso el nombre del Maestro haya de ser lo que demande un juicio en comiástico, ó lo que sirva de consi deración para evitar la crítica. Bien hecho, y eso es atrayente en el orden de la buena impresión. Ca da hombre debe escudarse en su pro pio valimiento, sin buscar el aroma ajeno que lo perfume, ó la lisonja bondadosa que lo ampare y lo cubra, con una consideración refleja. Así, de ese modo, se entra en la lid sin mentida vestimenta. Por de pronto, con esa impresión empezamos á leer el libro de señor Pérez Losada, y la hermosa dicción, el estilo grato, ameno, el concepto acabado, la figura desarrollada con encanto y lujo descriptivo, nos llevó hasta el término, en una sesión sola, de un tirón; durante el cual pudimos gozar de esa abstracción del espíritu en que la vida material se aleja, en que la vida propia se achica ó esfu ma, dejándonos en el misterioso se no en que la imaginación siente la sugestividad de una lectura intere sante. Y cuando cerramos el libro, aun discurriendo ante nosotros sus belle zas literarias, hubimos de pensar de esta suerte: Así se escribe. Así se envía al público un hijo de la inteli gencia. Así se le presenta bien ves tido para que su vista sea simpática, ysu galanura agradable. Así se tiene derecho al cobro de una suma, la que sea, por cada ejemplar, en jus to cambio de esa mercancía hija pre dilecta del espíritu, producto del sa ber, que se ofrece, sin que le sea pre ciso al autor mendigar su compra, ni recurir á los amigos, á los íntimos para que hagan la caridad de obtener el libro ó el acto cortés de no rehu sarlo. La novela “Patulea” tiene asunto propio, se funda en algo. No es una serie de cosas sabidas, cuyo conoci miento se le ha dado al público en diversos moldes, ni es un manojo de futilezas que después de leídas, si producen algún efecto en ía imagi nación. es congestivo. Algo que so bra y que quisiéramos no haber lle vado á ella, por verdadera economía de tiempo. La novela de Pérez Losada es hija del estudio, de estudio inmediato de algo en acción, por más que él lo dis frace discretamente, y se refleja en ella una observación muy pertinaz y perenne. Nosotros no podemos decir ante un público impresionable que se plega y sufre á la presión fuerte, como una sensitiva, nosotros no podemos ni de bemos decir qne ese autor está en lo cierto, en lo firme, con algunas apre ciaciones y hasta afirmaciones que en su libro desarrolla y campean; pero respetando ideas, y estimando que hay un derecho sagrado, discrecional, en exponerlas por cada individuo, he mos sí de sentar que son presentadas con guante blanco; de canto dorado. Y estando ya en este estudio, forzo so nos es establecer comparaciones con otros libros en los cuales se ad vierte una determinada propensión á abandonar la forma. Nosotros no sabemos si tal hecho es sistemático, ó á que causa obedece, pero venimos observando una gran despreocupa ción en el bien decir, en los libros que se van publicando. Tal parece que el habla del alma que se mani fiesta por la pluma, quiere dejarse á un lado, para qut lo prosáico, no más que lo prosáico, subsista en la narra ción. Hay empeño sin duda, en que lleguen al conocimiento las ideas que se vierten sin que toquen antes en la fibra sensible, en el salterio del co razón, y fsue ne con rayo de luz, con lujo de colores, con Sonido de lira, lo que la mano escribe, viniendo de lo hondo, del espíritu, y pasando como en debida ruta, por la mente, para que allí se empape con todo el saber del que elabora en el hermoso campo de las letras. Y con aquella disposición ó con aquel sistema de olvidarse la forma, se va llegando á una literatura re gional desprovista de todo encanto y que solo muestra las arideces de un terreno que no se cultiva. ¿Qué vá á ser, pues, del* campo de las letras si de él se quitan las flores? ¿Qué va á quedar de eso que llama mos belleza de la forma, si la palabra que usamos en los trabajos literarios es empleada escueta, sin vida, no más que como medio para expresar el concepto; como si hablásemos en la tertulia, como si estuviésemos en franca charla con el amigo ó con el camarada? Llega no obstante “La Patulea” y nos dice bien, en el fondo y en la for ma. El autor toma el asunto, discurre con él en sucesos, lleva á la imagi nación escenas con vida, con expre siva realidad; dándole al par colorido al estilo, giros al discurso, galanura al concepto, sonoridad al período, arte y poesía al símil. Por eso se viene rindiendo atención á esa obra. Por eso hay cierta cu riosidad placentera entre los que la leen, gustándola. Por eso no se de ja de la mano cuando se comienza su lectura, y por eso cuando se ter mina hay que decir: este es un libro. Por ahí se murmura que en el fon do hay acerba crítica á la influencia desarrollada en nuestro actual medio ambiente americano. En este senti do no hemos de seguir á los críticos ni hemos de seguir al escritor. En tendemos de su derecho que si no cree en la eficacia de la nueva domi nación, no está obligado á alabarla, pudiendo exponerlo libremente. Es esto preferible á que llevándose en el alma toda una vida latina, se de ponga ésta y se le rinda mentida pleitesía á los dominadores. Y es mejor aún que se fulmine el rayo que destruye ó que siquiera que me, á que se trate de cubrir con tém panos de hielo el fuego que va abra sando y calcinando corazones y ce rebros. Y aún hay algo que se dice con más generalidad que ese anterior murmu llo: Se habla de que hay alguna, ó de que hay mucha libertad en la presen tación de ciertos cuadros pasionales. Lo entendemos cierto; pero no osará nuestra pluma criticarlo. Hay un cielo de amor en cada paji na, un cielo que nos pinta el autor con brocha azul, con rasgos cárdenos, con tonos de luz yde sombras. La imaginación que tema, puede no leer las; el espíritu libre, que pase ese dintel de vida, que cruce ese umbral de amor que nos muestra el poeta. Nosotros le rendimos tributo ála obra del señor Pérez Losada; le rendi mos homenaje. Nuestra opinión es sincera; no será tal vez valiosa.no será quizás autorizada ¡pero no discurre por sobre la base de la lisonja, con la que nunca manchamos nuestra pluma, ui aún para con los amigos, y entre el señor Perez Losada y el qne suscribe estas líneas, ni siquiera relaciones de amistad existen. Es un aplauso expontáneo. No va al hombre; va al artista. No se en caminá al halago vá háia el mérito. Y el mérito no tiene una manifesta - ción personal, reside en el individuo, pero es un producto de su mente fa vorecida con destellos de luz que sue ña y crea, del corazón rico en sentir y querer, de la voluntad que tiene los impulsos y las energías que le presta el saber. Y á eso, á eso que es abstracto, que no se llama Perez ni se llama Nuñez, á eso grande que se manifiesta, lo aplaudimos sin re servas, y lo alabamos con todo nues tro entendimiento. Noviembre 19 de 1907. Manuel Vázquez Jtlayón (De “El Tiempo”) Suscripel6n mtntiiat! TS mtm Número 276 De Doñee Ayer por la tarde tuvo lugar el entierro del apreciable joven don Alberto Gilot, empleado que fué de Rentas Internas. Asu entierro con currieron muchos amigos. —Ayer tarde se reunió la Junta Local de Instrucción tomando acuer dos importantísimes, según noticias recibidas. —Ha sido muy celebrado- en esta ciudad el triunfo de “Perla fina”. —Ha embarcado para España don Alejo Castro acompañado del Vice Presidente del Cuerpo Municipal se ñor Vivas Valdivieso. —Anoche se celebró una manifes tación pública de elementos unionis tas, pidiendo que el doctor Giol, ex e^e S a( f° ái a Cámara, fuese nombra do director de los hospitales Tricoche y Civil, según la recomendación he cha por la Junta Local. En el mitin tomó parte el señor Morell Campo. El Alcalde dirigió varias palabras á los manifestantes, desde el balcón de su casa, ofreciendo hacer todo lo po sible por complacerles. —En la cárcel de la Ciudad hay 182 presos. —En tren de la cinco de la tarde que debía haber llegado ayer á esta ciudad, á esa hora llegó á las diez de la noche. —Se enauentra en la ciudad el co nocido escritor don Elpidio de Mier, orador de las Iglesias Evangélicas. —Mañana regresará de San Juan el doctor Panlagua, jefe de Sanidad del Distrito de Ponce. —Mañana celebrará (por la noche) una función religiosa" la Iglesia Bautista de la calle de la Victoria y predicará el señor de Mier. —Esta mañana tuvo lugar el entierro del a preciable caballero don Juan Ro dríguez Negrón comerciante. Su en tierro, fué concurridísimo. El pésa me á los deudos. —Esta noche á las ocho, y en el barrio de Buenos Aires tendrá lugar un meeting de propaganda de la Fe deración. —Se encuentra ya restablecido de su enfermedad el señor don Pedro Rosaly. . —Continúa recogido en cama el señor don Rafael Collazo, represen tante de los señores Dooley Smith y Cos. en la ciudad. —Han sido condenados en la Corte Agapito Nieves y Rafaela Rosa por adulterio. —Hoy salió para Juana Diaz el Te niente de la Policía Insular señor Gi ménez, que se encuentra en la ciu dad- Anoche, y en la sesión del Con cejo Municipal, tomó posesión de su cargo el Ledo. Rodríguez. —Han contraído matrimonio epis copal el joven don Florencio Vera y la señorita Estrella Ramos. Pili cid ades, —Se fencuenrra en Aguadilla el apreciable y distinguido" joven don Antonio Arbona. Ha embarcado para la Guadalu pe el periodista francés Monsieur Luis Aven el. El señor Alfonso se queda algunas semanas en Puerto Rico recogiendo datos para el libro del señor Avenel. —Asciende á 18 los alumnos con que ya cuenta el plantel de enseñan za establecida en Ja cárcel de Distri to por el señor Lespier y señorita García. —Se desmiente el rumor corrido por la ciudad de que el señor Nava rrete ex-Director de “El Aguila” y recidente en Cuba volverá á Ponce \ hacerse cargo otra vez de la diréfc ción del diario republicano. 5 Corresponsal. Votos perpetuos hl día 24 del corriente á las 9 de la mañana en Ja Capilla de las Siervas de María hará votos perpetuos la religiosa Sor María de los Angeles Segura asistien do á dicho acto él limo. Sr. Obispo.