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AÑO 70.
A lis swiplms y Agote
Par* ¡a buena marcha de enta Adminis
tración, no admitimos ALTAS de snscripto
v*tií á eate diario sino desde el 1° de cada
jrias. lias BAJAS se avisarán loa días 30 ó
31; ndviertiéndoae que tas que ae dieren con
¿posterioridad do se tomarán es cuenta ni
surtirán efecto en la contabilidad hasta el
dfa último de! mes siguiente al en que se
?s*í¿citeD„
ROMA
La Congregación del Indice
La Congregación del Indice ha en
friado á todos los obispos na circu
lar en que. basándose en la constitu
ción apostólica de ‘Romana Curia”,
recnerda á los católicos e¡ deber de
conciencia, y á todos los obispos la
obligación “ex officis” de denunciar
jal Indice todas las publicaciones,
le cualquier naturaleza que sean, que
puedan ser sospechosas de herejía ó
sólo de disconformidad con las doc
trinas y las cre< ocias ortodoxas de la
ígl esia católica.
Ha dado lugar á esta circular la
proximidad de la apertura de las es
cuelas, y tiende á lograr que los
•obispos vigilen la perfecta ortodoxia
de los libros de texto y de lectura, las
publicaciones científicas y libros de
cultura ó de lectura. Los Comités
de vigilancia y los Consejos de cen
sura. instituidos en cada diócesis por
la Encíclica ‘ Pascend”, deberán
examinar escrupulosamente cuanto
aparezca en la Prensa local, y apenas
adviertan algo punible denunciarán á
la Congregación del Indice la publi
cación sospechosa.
Para auxiliar á la C agregación
mencionada se ha re lut ido un nume
rosísimo personal de inteligentt s lec
tores, y en lo sucesivo el Indice fun
cionará con relativa y prudente rapi
dez, de modo que sus fallos prohibiti
va no S2an ni muy prematuros ni
muy tardíos.
Los documentos de (ialileo
Hace algún tiempo di noticia de
que el profesor alemán Davidsohn
iahía logrado, A fuerza de pacientes
investigaciones, descubrir algunos
documentos referentes al proceso de
la Inquisición de Florencia contra
Caiil eoGalilei. Dije también que!
aquellos pjpeles habían sido encon
trados en la biblioteca Real de Bru
selas. Pues bien; el st ñor Guido
Biagi, eminente director de la Biblio
teca Nacional de Florencia, que ha
visitado la de Bruselas, dice que los
documentos de Gal i leo están allí con
vatros muchos del Santo Oficio, que
fueron robados del arzobispado de
¡¡Florencia Figuran entre ellos tres
tomos que contienen el proceso de
Galileo; es decir, los interrogatorios
leí sabio italiano y algunos fragmen
tos de las declaraciones de varios tes
tigos; otro tomo de discusiones cien
tíficas acerca de las teorías de Gdi
leo. El famoso “Eppur si muove”
ampliamente documentado é ilus
trado.
Existe,además,en el mismo sitio un
legajo con 103 documentos del San
to Oficio, firmados por los cardenales
¿Santo Severino, Arrigorri, Sorb< lií,
Borghese, Millini, etcétera (1583
1609), todos relacionados con proce
sos instruidos para castigar delitos
de magia, sacrilegios, blasfemias, he
rejías, etc.
Otro legajo contiene 97 documen
tos cuyas fechas están comprendidas
entre los años 1592 y 1616, y que
consisten en sentencias dictadas con
tra ingleses, alemanes y españoles
acusados de tener opiniones heréti
cas; 24 contra hebreos, y muchas'más
contra libros antireligiosos.
Todos estos papeles, robados por
una mano desconocida, fueron vendi
dos áun pintor flamenco, el cual se
los cedió á la Biblioteca Real de Bru
selas, mediante el pago de 500 fran
cos.
A excepción de los que se refieren
A Gal Íleo, tales papeles tienen esca
ao valor. Sin embargo, el profesar
DIARIO INDEPENDIENTE DE INFORMACION UNIVERSAL.
Davidsohn se dispone A escribir un
ensayo que precederá á una obra
transcendental y documentada acerca
del grao sabio de Pisa.
fcl Cardenal Merry del Val
El cardenal secretario de Estado.
Merry del Val, es un hombre de
“puños”.
A pesar de cuantos consejos se le
dieron en contrario, ha insistido en
ir á pasar su acostumbrada tempora
da de descanso en el palacio apostó
lico situado á orillas del lago de Cas
tel Gandolfo.
Cuando fué á despedirse del Papa,
éste, que conoce h hostilidad de oar
te de vecindario de lós “Castelli Ro
mani” contra Merry del Val, le dijo,
son riéndose;
—“Eminentissimo' , Dios os bendi
ga y os proteja.
—“Sintitá”—respondió el secreta
rio de Estado —l>ios rae protegerá, y
ye... seré el ejecutor de sus altos de
signios.
Y diciendo esto enseñó al Papa
uoo> brazos de un vigor muscu’ar
verdaderamente extraordinario, com
plemento de su hercúlea constitución
física.
Merry del Val ha sido acogido muy
afablemente en Castel Gandolfo. El
Ayuntamiento organizó una manifes
tación de simpatía en su honor, vi la
cabeza de ella fué á visitar al eminen
te huésped. Este agradeció el agasa
jo, pero no tuvo el menor inconve
niente en dar á e ntender á sus visitan
tes que les agradecería mucho m.L
que todos los homenajes, para lo su
cesivo, que le dejaran disfrutar t n
paz de las soledades de Castel Gan
dolfo.
Y. efectivamente, el cardenal se
quedó solo con su amigo el comenda
dor Puccinelli, único 9Compñ *nte de
su '•villegiattura'’.
La nueva Congregación
* de Sacra mefitis ‘
En las oficinas pontificales reina
febril y extraordinaria actividad para
preparar la plena actuación de la
constitución apostólica “Stpien* i Con
cilio”, que entrará en funciones en
Noviembre próximo.
La secretaría de los Breves, que
estaba instalada en el palacio de la
Cancillería Apostólica, ha sido trasla
dada al Vaticano, cerca de la secreta
ría de Estado. Las oficinas de los
Breves van á ser ocupadas por la
Congregación “De Sacramentis”, de
reciente creación. Cuatro enormes
camiones, de los cuales tiran vigoro
sos percherones, transportan ríe la
Cancillería, situada en el histórico
Camp > di Fiori, al Vaticano, los lega
jos del archivo de Breves. El sello
pontificio que marca los plomos de
los pergaminos papales ha sitio trans
portado con todo géneru de precaucio
nes, bijo la vigilancia de un pelotón
de guardias vestidos de paisano. Un
prelado, de 1 egado de 1 carde na 1 M err y
del Val, se hizo cargo de los docu
mentos y de los sellos.
Cuando esté instalado el mobiliario
de la secretaría de Breves en su nue
vo local, se nombrará el prelado que
ha de dirigiría.
Esta secretaría habrá de ser consi
derada como una dependencia de la
de Estado.
Franco Franchi.
FEMENINAS
ICL VELO
En Berlín, el muy célebre
doctor Rosenbach, que parece
dedicado al estudio de todo
aquello que puede ser bénefico
al bello sexo, y que ha publica
do siempre con muy buena aco
gida por parte del público, al
gunos tratados sobre higiene,
muy dignos sin duda de aplauso,
acaba de hacer un verdadero
estudio sobre el uso del velo
con que las señoras se cubren
el rostro, y asegura que seme-
Entered at the Post Office at San Juan as second class matter.
San ] uan, Puerto-Rico Lunes 14 de Septiembre de 1908
jante moda es nociva á la salud.
Dice que lejos de conservar
la frescura de la tez en la cara,
como muchos suponen, el velo
hace con su roce continuo, que
ia nariz y los pómulos se enro
jezcan. creando erupciones más
ó menos ligeras en el rostro,
que muchas veces se hacen re
beldes ásu curación. Hace oh
servar que con poco de cuidado,
se descubre en todas manchas
rojas en los lugares indicados,
y afirma que, conforme á su
propia observación, esta circuns
tancia no proviene más (pie del
roce de lo que al parecer es una
tela insignificante. Cita la com
paración de una gota de agua
desprendida de un filtro: nada
hace en el principio y sí con
el uve por gastar á un piedra con
todo t su dureza.
Estudiando el electo causado,
afirma que, por muy ligero que
el velo sea, no por esto deja de
ejercer cierta presión en los
puntos en que se apoya, v que
por eso ía nariz se allana, se
ensancha y se deforma pan latí
namente, tanto que tal cosa no
se advierte hasta pasado mucho
tiempo, achacándose á todo,
menos a la causa verdadera que
ha determinado el aconteci
miento; reconoce como causa el
que esa compresión <pie supone!
ahueca los capilares de la punta
de la nariz, haciendo alluir la
sangre a ella y á sus lados, to
mando grandes proporciones el
suceso si la señora se deja el]
velo al volver á su casa, porque
entonces la afluencia de la san -1
gre ocurre en mayor fuerza y j
cantidad.
El fenómeno produce el que
las fosas nasales, que tienen
muy débiles paredes, se conges*
tienen y se dilatan: que la hu
medad del aire aspirado no se
evapore con facilidad detrás del
velo que se lo estorba v que to
menta en los lugares en que se
deposita, en la alas de la nariz
y en los pómulos una especie de j
cataplasma que favorece ladi-j
latación v la congestión. So
tire vienen los barros y aún una
apariencia eczernatosa en los;
puntos salientes del rostro, porj
esa influencia de repetida irri
tación. acen t uán<lose al nlv el de
las mejillas dos zunas por decir
lo así: una superficie enfermiza
de un rojo pálido, que revela
su salud y denuncia al mismo
tiempo el lugar dañado, que
muy en brevo es invadido por
los barros y otros granos as
querosos.
El doctor Rosenbach concluye
por prohibir el uso de los velos
á toda su clientela femenina.
Pero sobre todo, con lo que ha
alcanzado el buen éxito de su
prohibición, fuera de las razo
nes expuestas, es Von una argu
mentación que casi ha anona
dado á las partidarias de la
moda y las ha hecho vacilar en
sus costumbres.
— 44 No debeis usar el velo, se
ñoras, les ha dicho, porque
fijaos bien, la mayor parte, si no
todas las mujeres que usan ese
adefesio en el restro, es porque
con él creen ocultar muchos de
sus defectos, como son el mal
color, las manchas del cutis, las
cicatrices, las pecas y aún la
edad; miradlas bien y veréis
como casi todas son viejas y
feas ”
Si los peruanos lucharon bra
vamente uno y cien combate;?,
en uno y cien combates fueron
vencidos también bravamente
vencidos.
Hasta en los combates que
se presentaron en forma más
desfaborable, fué afortunado
Chile. Así el conocido combate
naval de Iquique, fué material
y moralmente desastrosos para
el Perú. Allí fué donde se sacri
fico valientemente por su patria
el marino chileno, el heroico
Arturo Pratt, cuya biografía
conocen los niños de nuestras,
escuelas aquel quesigió el lema
de nuestros antiguos Samuraya:
nunca vivo y vencido.
Y así hasta (pie Chile ocupó
á Lima y se comenzaron las
gestiones de pazcón el vencido,
siempre interrumpidas por la
de Gobierno formal en un país
anarquizado.
En aquella época fué cuando
la Cancillería araerica tuvo la
actuación que hemos recordado.
Había entonces un Ministro
americano en Lima. Mr. Hur
bu 11. que comenzó a estimular
la residencia peruana, y alejar
las probalidades ae paz prome
tiendo auxilios de su Gobierno.
Y aunque el Gobierno de los
Estados desmintió categórica
mente aquellas promesas, hubo
misiones especiales y negruras
en el horizonte diplomático chi
leno, que hicieron prolongar las
sesiones de paz, hasta que aque
llas negruras se despejaron, y
se celebraron los respectivos
tratados.
Todavía en pleno Parlamen
to americano, se Cálitioó dura
mente la actuación diplomática
de Mr. Hurbult, y entoneevS, y
posteriormente, el Gobierno
americano empeñó su palabra
de no intervenir en las contien
das entre Chile y Perú.
Pero éste, recordando aquella
acción, siempre acaricia la
]esperanza de una intervención
seducido por los mirajes de una
reconquista.
Pero ellas mismas va deben
inspirarnos recelos las manifes
taciones que motivan este arti
culo: no se relacionan con pro
: bables desavenencias interna
cionales que nos atañan. Las
informa solamente un sentí
miento: la forzada solicitud del
ldébil que, con pusilanimidad,
demanda auxilio al poderoso
para que le ayude en sus con
tiendas.
El 2Crte del Teatro
E 1 número que “E 1 Arte de 1
Teatro’ pone hoy á la venta
ofrece interesantes informacio
nes de las obras nuevas “Mu
setta ” ”S. M. el Botijo y “Sá
bado blanco, estrenadas con ex
celente éxito últimamente. De
todas ellas publica numerosas
escenas.
También publica una infor
mación del notable actor Isidro
Soler, con numerosos retratos de
los tipos creados por él en dife
rentes obras, y ámplia informa
ción de América y provincias.
En colores ofrece una bella
portada de Rosario Toscano y
retrato y caricatura del notable
primer actor Emilio Duval.
El número está presentado
con el luio y ia perfección de
costumbre.
SuacripoMin mtnul! TCü
Número 217
j impíos él planeta
Computando estadísticas, ha
logrado veriguar un geógrafo
alemán que la gran familia hu
mana. cuenta en la actualidad
un total aproximado de 1.450
millones de individuos. La par
te del mundo que encierra más
es Asia, que tiene 800 millones
de habitantes; luego siguen, Eu
ropa, con 320 millones; Africa,
con 210; las tres Américas, con
110; y las diversas islas del glo
bo, con 10 millones.
De todas las razas humanas,
500 millones de individuos usan
ropa, 250 van completamente
desnudos y 700 solo cubren la
mitad del cuerpo. Vese, pues,
cuán amplio horizonte les está
aún reservado en el mundo á
los sastres.
P'IOSA MODERNISTA
Veraniega.
Arriba la estación ardiente, posesa,
sensual de las nothes de hiña y de
los días de sol altivo, implacable, de
sol emperador, que acaricia brutal á
los árboles niños, á las plantas per
fumes; la estación terrible en que
los crepúsculos son fugaces ígneos y
los grillos cantan monótonos, somno
lentes y todo es fuego vida, pasión,
y se suda, se suda, se suda
Es el verano tropical, de las sies
tas largas, bajo la frescura de los
patios, cabe la fuente murmurante,
viendo juguetear á las Übebulas blan
cas rosas, azules,
Y en la época esta, del estío sedien
to, abrasdor, hay unas noches claras
venusinas, en que en un paseo unas
ninfas pálidas se exhiben melancóli
cas, con sus oj<'S tiistes, enfermos de
tanto ver la vida.
Y h ty en este paseo ves tuto un kios
co, donde toca una banda y linos bue
nos amigos nuestro, pacíficos bur
gueses, de espíritus añorantes, que
vienen cotidianamente, metódicamen
te á saborear un café que les sirve
un mozo amable, servicial.
Pasan las horas lentas, monótonas,
de estas noches áticas, aromosas, su
dorosas noches de amores árrullan
tes, } osesos, triunfadores, en que se
vive la verdadera vida sultanesca,
potente “como una Diosa roja testa
dora de caroes".
Y el alma del cronista, alma neu
rótica, flagelada por el dolor, imagen
de la vida, siente unas ansias locas,
unos deseos confusos,de amar y odiar,
de aborrecer á todos estos seres vul
gares apegados al método, esclavos
de la í-> nta Rutina, que rinden culto
ála vanidad; á esta Diosa pedante
ídolo de la juventud frívola que vive
sin ideales, sin sueños cloróticos, de
pe sadillas grisáceas y sin amores mís
ticos en que una mujer pálida nos
ofrece sus labios marchitos, exangües
V sus mejillas plácidas, como aquellas
que besaba el buen hermano Baude
laire.
Cantemos esta estación ardiente, de
los viejos sueños, bajo los campos
soleados por donde vamos en busca
del mar inmenso, triunfador, de la
playa gentil donde los niños ríen y
las muchachas se bañan gozosas en
las tardes apacibles, serenas erabria
gadas de una poesía sentimntal ye
dulce.
Olvidemos las horas pasadas en
esas poblaciones vetustas, silentes,
en que las calles estrechas y solita
rias se muestran bañadas de un sol
altivo, fiero, implacable, y busquemos
la brisa, el fresco, la vida sonriente y
bella, de horizontes azuleantes, y don
de no imperan estos des inseparables
enemigos nuestros; el tedio y el do
lor. Gozemos de la vida, riamos,
riamos, riamos....
Y el cronista, después de este des
ahogo literario, se queda tan fresco.
Silvestre Campánula .