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JSoletín Mercantil be Jito.*lßtco Nénwt I MRttiN AÑO 71 A k mim y par 1 buena marcha de e*t* Admi •iitraci/iD, no admitimos ALTAS de •uacripoionea á cale diario aino d‘*le *| primero de cada mea. Las BA.IAS avisarán loa día 30 ó 31; adiir— Wéndoae que laa que ac dieren con pos terioridad no ae tomarán en cuenta ■i surtirán efecto en la contabilidad hasta el día “último del no* aiguien ie ai en que ae soliciten. Rosita y -Florida * -- Florida era una niña de ojos ne rué, de tez dulce v blanca, de armo niosa sonrisa y labi s rojos. Sua padrea murieron siendo muy ni y ella quedó al cuidado de su tío don Pedro, quien administró desde en tonces, el capital que había ella here dado. Por au pracic v sencillez descollaba entre toa amigas. Sus bellos senti mientos la hacían adorable; todo el mundo la admiraba y quedaba sobre cogido por sus encantos virginales. A ella la gustaba 'intemplarr las •laa cuantío se bordaba de espumas ad romperse sobre las rocas Todas las tordea, cuando declinaba el sol, cuan do el horizonte se teñía de colores, •on una solemnidad y una tristeza ex traordinarias; cuantío el alma parecía librarse de las ligaduras terrenas, se dirigía hacia la orilla del mar. y a'ü. atentada en el tronco le un añoso man gle, contemplaba las o’as coronadas de espumas que murmuraban lame n du las orillas de la playa. Una tarde, al llegar de so acostum brado paseo, doña I*l orinda la 1,11 tñó con aspereza, la regañó duramente y ella, sin saber el motivo, teinb’aba de emoción; se retiró á su estancia, y *|lí, en silencio, lloró amargamente. Al guíente dia amaneció triste y pali dn; había paaatlo la noche en un 1> s •sperado insomnio. Su alegre sonn- M no plegó más sus labios. Noto en u amigas alguna indiferencia; doña F1 orinda la trató con desprecio, no la hablaba, comer antes, cotí dulzura. Klla sufrió con humildad; de KU '' ,í4 ‘ bioa no brotó una frase, y doña H<>- Tinda, ai notar su silencio, que h* era Z mortifi-aiite, tuvo una entrevista •on don Pedro, quien le entrego pt U Urde, una carta que luis antes ha Vía. recibido. Ella la levó, y la devolvió sin decir na palabra, don l'edró la hablo and laa próximas luidas le su bija. > brillante porvenir que W esperaba, por •ue. su prometido era un hombre acau dalado. Flérida lo m-uchaba con 1 vista fija en el rojo P‘ rgam.no de un libro que antes bía Don LVdro la " *, vanas pregunta*, ó c ? ute * tó de una manera correcta .v <>' ■ P él. enfada.lo, entpez - á lar enm gtdjss solire una im-a. I* laquinalmente, dirigFndoto ira** so cos. que despertaron n la niña amar g. sufrimiento* I rola |a> ■ a - día* b- continua lucha; es... •• Siempre tríate y II •* •<’ l"'* " Un domingo, saín á h.tc r 11 •• visita á una de sus '** Lo. '•* 0.-. SI „u.. .<i t. i.. '*• ■" r ; ... *.l'.rdí. IH. 1 '*• > m ,.1,.!• "" ' ml .lm. "•- -I*' 1 .1, i.-11.0 y<l virtud. •'•'"■'• •! beso de la luz. >-.. !• I** '* DIARIO INDEPENDIENTE DE INFORMAQON UNIVERSAL i he, doña Florrinda. la llamó, v con *<• uto esforzado le lulzura. la <li,j<: Escucha, Hérila, esta tarde, cuan do venías, yo t- estaba mirando b-sdo la ventana, y vi algo iiuuateiud qu- te se guia; vi el semblante le UII joven á quien lio conozco. Esta coiivcrsaci *n file iiit-ri-umpil¡ por algunas niñas, amigas le Klcrida. que llegaron á la casa. Fléimlu lio reeortló mas la insinúa ei di l* d*ña !• bu inda, hasta una tai !••, en jiu- solas -11 el balcón, la di jo. —Flérida. tu porvi nir no está a|U¡. está muy l*jos. y s brillantísimo ; iu< lo dicen los spíritus con piieins me eotminieo eonstantenn-nte. K1 Destino te túne r.-servalo un ca riñoso y ueamlalatlo esposo. Kseueh. ñus consejos, que >n su luz te iluinita la senda escabrosa !•• la vida. Lo> años han impreso *n lili cabeza miuduii desengaños; los desengaños han impre so en mi cerebro mucha experiencia. Tu eres aun muy niña, sdo abrigas loratlos ensueños qu* inanana se l*s vanecerán como la bruma que cubrí las montañas, á los rayos del sol. I'• eres muy niña, sí, y la ilusión te des 1 umbra. te fascina; las ri*mla á los deseos del corazón y no á lo jue la razón te dieta; erees más razonable 1< que en tu ilusión contemplas, que el d. b.T que tu cerebro impone. Kseu •ha, Flérida, como te lije ant-s. tu I m rvenir no *stá aquí, Roslín es es clavo de su familia, y por lo tanto, no te puede o freo r nada. No s es. ó partido pie t* merecí s. I.a feliei dad í‘ sonríe dulcemente. p ro no *ti les brazos !• un esclavo. Roslín, 1< único que puede ofrecerte es esclavi tud. Tú no serás su esposa, seras su eselav a Piensa por un momento en las co ino.iniail's que t“ pu-de ofrecer un hombre rico, y aleja *sits vanas ilusio • ~.js que te precipitan á la desgracia. Flérida escuchaba con atención loe ' in.sejs de doña Florinda. p ro no po día ‘ompararlos con el amor que en su corazón sentía. Su cariño era inde cible;/él- recuerdo de Roslín flotaba en su mente como un punto luminoso. Sus consejos eran páliritis ante el fuego de au pasión, y decía iue no iba á \'(*n ler su corazón y sentimientos, que *d , r no la deslumbraba, pie no amaba á un hombre por el oro jue lo eleva se sobre los hmás. que amaba á un hombre Mivióit sentimientos lo hi*i s grande. Don Pedro estalla caria lia más fu rioso. Odiaba cuanta visita llegaba ¡ mi casa; la presi-neia d* Roslín era ¡ta ra él un duro tormento. Si con una n.irada hubiese podido arrancarle la \ i 'ia. hubiese librado á su ••ra/."ii !' ¡a •minué p*so; s>* hube*** s*ntil<í feliz, y hubiese sonreído en los brazos le un gran **xito D*n Peilro no t* - - uía st ifi ei e 11 1 • valor, litoral peni mam -'••starle á Ros ín toda la hi**l <!<• su odio, su corazón era un vobán <¡ue no m-ontraba r. spriub ro para vomitai s; ( lava, y rucia <l* -oiaje v se s!r eivía; sjieiaba i.*tar n Roslín un 1 si/, un acto incorr ti. ¡ai a an > r sobre él tialo el m< st le su v.-n --ganza. P. r Ri slín era un hombre correcto, levaba siempre la trente a'ta v la •omóeiH-ia limpia, y no temía á sus '*- ,ríbbs anatemas. Flérida -s’aha siem ;,r<* lb-na le ¡•‘■ars; no ¡trlía ya " muñí arse con Ri.slíii; fn i **lr h.- |ijn prohibido á sus lu.,as ¡asar con •lU. la* había eomuniearlo el enoja qu- !*• ntía cuantío R.s .u las acompa- XKTIRKD AT TES POIT 07F10B AT AS JÜAW Al iSOOIfP CLAi MAxtll* San Juan Puerio*Kico Miércoles loue Marzo de 1009 ñaba en los paaetm. y -slas. en v*z b* aliviar la pena que emlurgaba a lq triste niña, se burlaban y ri'iau. Doña Morinrla. nun-a olvidaba b -latía sus •uisejiiH. miralulo si*mprA ,| porvenir ¡ue la esperaba, entre lu ciente oro. crugiente serla y >imvisi ,„o tcre|..p*lo. La diada pie lebi.Ta seguir los consejos qu* la laltan Ha v don Pedro, pie staban fuiitlalos 11 la más justa tih'Hitfía. Hérirln tenía tal air> l- autori.lad tranquila y de fuerza segura le si misma, i en su .-inlilante reflejaba 1 firmeza d* sus a ts y sus il*aa la luz te sus sentimientos. Klla no podía ol vidar á Roslín; el dolor la consumía. V ya su salud litaba algo delicada. Don Pedro n-solvió enviarla á un bien l‘jos. donde no tuvie se oportunidad le v r á Roslín. * 0,1 este castigo —lerda —ó lo olvida > mue re. K1 prefería la muerte le Flért.lu antes le verla en brazos de un hom bre pie tuvo el castigo le nacer pobre Una noche, don Pedro hizo que do ño Flor inda saliese á hacer una ta en unión á su* hijas. Deseaba ma nifestar á Fléri.la su prop.'.sito, a so la*. Eran laa ocho de la noebe. Flóri.l* ataba en su apo*t>nto, acurrucada *“ I1 j un rincón, y mirando temblar ei retks, jo de la lámpara sobre la* rosas car-, mesíes parándose frente á ella, la li jo : Flérida. vengo á manifestarte, que si no lejas las relaciones pe* Rostidle con Roolín. he resuelto enviarte á un campo, donde más nunca lo pullas ver. —He juratio amarle, y como en mi* labios jamás vibrará <*l engaño, b‘ amo y I<* amaré, hasta que el dolor <po* vos habéis innooulndo en mi orazon arranque la última fibra le mi alma. ¡Tonque no lo olvidas, ingrata. rugió lon Pedro —y tomándola áspera mente por un brazo, la arrojó sobre la pared, gritándole, ¡no lo ávidas ¡ti" lo olvidas! .... —No. no.—contestaba Flérida —' toni blando. —Entone* I *. ¿pr>fierea ir al campo? —Prefiero ir doiide v<* me enviéis pero por pi*da<i. d‘j*<lme tranquila • —Y en el oam¡)o ¿tampoco lo olvi darás ? —Má* lo querré, la distancia au mentará el carino. —Pues ¡toma! ¡toma! ¡infame!— di jo ,¡, m Pedro —dándole dos enorme g>lpe <-n la cabeza que la hicieron rodar al surto, Dos semana* después, se encontra ba Flérida ui campo. Sus habían cambiado; el sufrimiento conmimía. Cuando llegaba la nx'b‘, a*osta ba temprano, y e*¡K*ralft el sueño, ] M '- ro éste 110 venía hasta la madrugada, mezclado con sueno* pl}ic*nt*‘roß y vaga* armonía*. 1 )esl* la montaña bajaba un río di va oorrn-Tite formaba entre 1"* ris‘o* un dulce murmullo. Flérúla, talas la* tanlí-s. iltíi á la orilla b-1 rio. y allí, sentada sobre la hojajas** que ta¡i zaba d su !*. p**rinans*ía _ mucha llo ras ewu*hando -1 111 st*ri*o murmurio de las frondas; 1 a¡rv jugalsi *on su negra -alx-lb-ra, la* en* 1 mas gemían, las ave* cantaban, lafc flore* saturaban el ambii-THte de tino perfunm y sus ojos se llenaban le lágrimas . . .. Paso una semana; cría n* r*i*tír más; ale- I jada li l mundo, sin una amiga pie la Hj -se una fr;t*e eon*olalora. Era un I**mingt>, euanb el sol caía, cineeíazuh un erefu**ilo h*rm<sí*im*, •-staba en la orilla d*i rio, eont*n- plaiulo la corriente rni|ierae entre la j piedra, ¡mra luego nnlnr nal tando |sr una pendiente. Klla s* a¡irxinio al ¡ nbismo. y llena l* ungu*tKM.— isviuo— mis j<>* catán rol , lo* le trni<dln*; mi alma “stá ll*na le t.nst*zH ; ¡ay. ‘I dolor me d4epera—y arrojándoae en el pns*ipieio—ilesapiiissúó bajo la sil ¡s rti* ie leí agua. pi*‘ formó caprielm so* círculo*, los cuide* s* cxtontlioroii juga tolo 1 Mista las orillas. Carmelo Obén. Por Italia Antonio Paoli, el gran artista puerto rriqneño. IL TROVATORE EN EL ORAN TEATRO Antonio Paoli, protagonista Presentado al pijblioo lid gran T*a tro xomo una auténtica •■lidiridml, An tonio Paoli ha confirmado la fama le oue venía prw*vlido. Nlinea nuestro público había oílo una voz s v nw‘janto, miiwa había t<“mi<lo <d gust< de a<lmi rar aJ cantante y al actor al mismo tiempo. Ha. fanatizado, y con razVn, porque Antonio Paoli poeee todo* los requisitos necesario* para llamarse ar vivta completo. 11 Trovatore. d vi j Trovatore l<d inmortal Verdi. que fslo* ls pú blicos oyen con verdadero trasporto.hia obtanillo <b‘ ¡>art‘ dd protagoinista una interpr‘ta<i.úi verdadera mente extraer dmaria. Antonio Paoli hiz< maravilla* de su vz portentosa; d'-n"istraudo cla ra mente la rara maestría de su arte ex quisito que valió al inmenso artista une verdadera y continua ovación Vendo el principal hasta d final de la <>pe ra. Se distinguió por el arte magis tral do acentuar las fríis** saliientes eon soltura y calor y por el míalo finí simo de decir el adagio. Su voz es bellísima, potente, prw • i¡fílmente cuando imprime la mayor intensidad, haciéndola resonar estíMMHA mente pr tmla la vasta sala, y obte niendo así efecto* sorpreindeflíos. Posee una gran potencialidad de notas y á tiempo oprtuiio, sabe unir una media voz paradisuu-ít. que emitr con aquidla facilidad ‘gura 1> lo* Divo*.. d*d arte líri‘o italiano, pie b l * graciadamente, hoy están r-lueido* á muy pocos. f’antó muravilloKamonte las dramá tii-as frases, cerró en <d terceto leí nrim.vr acto, repitiendo el aria le sali da. di‘ha eo-mo mejor no se pinde b-sear. y las ovacione* se señalaron siempre más. hasta llegar al verla<biro entusiasmo en la pira. pie tuvo que rqr‘ítir entre un huracán le aplausos. ;¡!ansos ene venían tributado* al ilus tre y valeroso artista le todo el in nurnso público pie llenaba d vasto teatro. Tal entusiasmo aumentó en d cuarto acto, en d inolvidable <tue tt> con d soprnn. dótale tuvo mo-- mentos sublnmv. wideocriptihle*. El filé <d triunfador de la noche, v obtuvo le público la ’Mitn de su gran art-. a|Ud art** qo- n tot* 1 igual, conaagrado m glon.-i l<d tea tro lírico italiano y extranjro. |*r <)u* oon lo* med >* !■ que Impone ci gran tenor pmsh ementa’*' en obra* pura lítenle lmmátá-a* y le gran mo le. Swaari9l4n Y. nonotmn le vemo* ‘ti el Tro vaton*, luí iiwgníflio y wperbo Man ricc, como *•* un Ot*d|o, exocpcio— nal. sublime, sin rival. Para S4*r llamado célebre ae nece sita como atrilla he Indio, vo* y art*. y Antonio Paoli lo une ¡*>riim*nte.b túuie.lo dnnie*tni por <linl piieca ¡>r eso d púhlú'O ent‘i'o <!•■ Iligi le aida iua, l* oye con trasfiorte, b* aplaudo •wt freiwsí. (Tnulinddo del Iliaveglio Comnioi eia:l. ’xpresnmint* ¡.ara el HOLE'PIN MKRTANTIL.) E*tá preparando el popular empre sario Tatalí, un magnífico programa, ¡vara d matine* leí próximo domin go. cuya función es á beni’fieio le irwwtjpo estimado amigo Angel <fuii<*in la dixliea á sus compañero* de la Prensa, al comercio y á la depon-- leneia del mismo. Dadas la* simpatía* con que cuen ta ol buen comida ñero Peche, es segu ro que se verá el teatro c<>rn[detamen te lleno esa tarde. í la siÉía “ Polonia” Je Waper Ksta sinfonía .sumamente discutida hace años que había ti sapam-ido de ¡os programas de 'incierto; pero úl imaniente ha hecho su reaparición, y ••on este motivo se recuerdan ios s¡~ piientes latos. Fué en el año 1.831, cuando los res tos <l<l ejército polaco pasaron por í.eipzig al dirigirse á Francia y á Sui za, donde pensaban encontrar una se gunda patria. Grandísima fué enton *\s la sim ¡latía que inspiraron los quo tan valerosamente habían combatido por su patria, y los habitantes le íjeip úg se lesv ¡vieron para proveerles le todo cuanto pudiesen necesitar. Ell medio de este entusiasmo gene ral, surgió también en la mente del joven Wagner la idea de componer una obertura en loor del desgraciado país, basada en melodías populares de Po li nía. .Varios amigos pola*os, pie el joven compositor apreciaba entraña blemente. !• facilitaron amplio mate rial. Por causas desconocidas no pu lo terminar Wagner la “Polonia has ta el año 183’. lurante su estancia en Konigshi rg, ciudad en la cea! fué *>s rimada la obertura en el mismo año. lbsile luego se comprende que esta obra h* un compositor le P* años no ouela hallarse á la altura de los tra bajos le su edad malura ; sin einbar 'ii, no can-ee le valor art’Htiim. Ton •xeq i m !<■ la intrmlin ei ti. s á e >ns rinda sobre mebulí s rola as <-oii r* - * minisi'eneias <!• Chopín. y sobre can iones h* soblailos. l as mdoilías *<• haPan barmonizala* v en'azada* eritr- sí b* un tno<lo ma ■ristra!. No cale duila b* |ie en !>■ últimos ños b* su vida volvió Wag ner á re\i-ar e>-ta obra b- su juventird, como po da tn¡ rol ad* ¡str la cir ¡ constancia le ju 1 u I a lBB2 enea tozase n 1 “I’olonta” mío le los ul* timos conciertos pie li cu l’alermo.