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AÑO 72 aSoletin /llbercantíl be flbto.=lßico LA REVOLUCION EN PORTUGAL DETALLES DE LA LUCHA A la hora cu que escribimos estas lí Ticas, lo único que sabemos es quo á las doñee de Ta rioeli * leí jueves H*ogó á <3i braltar el yate “Doña Amelia.”'condu ciendo á bordo al rey .1). Manuel, á las vinas lona Amelia y dona l’ía, ai in fante D. Alfonso y ú algunos fiersouajcs palatinos. A Las buques de "tierra ingleses y el enacero norteamerieano ‘ ; Desiqoiues,” que estaban andados en d puerto, so jompavesaron en honor do la ¡au iil ia díeal portuguesa é hicieron salvas. El .gobernador militar de la plaza pa j*é* á bordo del yate {.'ara ofrecer sus res pectos á los ileyes. ‘ 'i } :: ) < El marqués de Soverai, ministro de Portugal en Londres, recibió un despa cho tbl rey 1). Mamld confirmándole su i legad a á Gihrallar. El Monarca, no hacía en él la menor alusión á la revolución ni acerca de sus propósitos. _ , En, Londres vivíase, no obstante, que, le afirmarse Ja República cu Portugal, d ivy I). Manuel y su madre se traslada rían á Inglaterra, y que la reina lona Alaría Pía irá á Italia. Ijos despachos de primera hora de la noche decían que ayer íuanana dcsein fiaron los reyes á la residencia veraniega dd gohernaiiadpr. situada en Punta de Europa; pero á última hora de la ma drugada un telegrama de la Agencia Fa hra temintió la noticia, asegurando que Ha Real familia bahía permanecido todo 44 ilia á bordo del yate " Dona Amelia. El despacho añade qm? todos olios pp vnn de perfecta salud. EL GOBI EUNü INGLES • Una nota oficiosa facilitada esta no che á ¡os periódicos dice que carecen en absoluto de fundamont - 'os rumores que lian circulado en el extranjero acerca de la actitud dd Gobierno británico ha fia la República portuguesa y a nego ciaciones de los jetes republicanos con Jos ministros ingleses. Al recibir d Cuerpo diplomático al cardenal Merry dd Val. llama su aten ción sobre el carácter -intidcrieal del movimiento revolucionario de Lisboa. Los diplomáticos hirieron presente <pie Inglaterra, Francia, España é Italia han enviado barcos de guerra para proteger la vida y hacienda de sus nacionales. En caso necesario, tos comandantes de los buques obrarán de conforniiííad con las instrucciones que recibieron. EL DIA DE HOY INFORMES OFICIALES Según los despachos que de i octtigul so han recibido en los ( entras oficiales, se ha restablecido ía normalidad en Oporto. En este puerto, romo < ti d de lusUm, ¡se han embarcado muchos individuos de la colonia extranjera. En ambas poblaciones se advierte que persistí* la efervescencia del pueblo con tra la Policía y los j^suíta-s. El paisanaje opone lesistencifi a entre gar las armas que se íqs entregaron para luchar contra las tropas leales. . ..Las fuerzas de toar y tierra sometidas, ail nuevo régimen no observan estos días gran diseiplifia. quífcás por di mismo en tusiasmo que en tes' finimos ha producido allí la proclamación de la República. JNfi A los soldados ni á los morirlos so Ida , ¡ i lrm-i í • !¡ *"f. I 11 , ’■> ■ ' '¡ DIARIO INDEPENDIENTE DE INFORMACION UNIVERSAL ENTE RED ÁT THE POST OFFICE AT SAN JUAN AS SECOND CLASS MATTER. (Continuación.) ha visto, después del triunfo, en los euar tclof? yep .tjarcqs de guerra. Las comunicaciones telegráficas y fé rroViariak liáh quedado por fin restable cidas. lía República ha sido proclamada en Ip mayor parto del país. El Gobierno provisional constituido se propone proceder con gran energía. [jos Gobiernos de París y Londres, í los cuales sólo se les lia transmitido of eialinente la noticia de ia instauración del nuevo régimen, sin la petición dje reconocimiento por ambas potencias, sje lian limitado' en su contestación á darsje porj guteradf 's de la proclamación de lit República en Portugal. Gonfírmase que los Reyes ctestronadbs ; salieron acompañados por el marqués de Fayal y el conde de Sabugosa, en el yate “Amelia,” escoltados por dos cru ceros británicos. Don Manuel y doña Amelia vacila ron en desembarcar ó no en Oporto; pero, al fin, decidieron hacer directamen te eJ Viajé'A (libraltar. Tal viaje debió- 1 ron emprenderlo muy precipitadamente, porque á la citada plaza inglesa llegaron sin ropa de repuesto y tuvieron pie coito prar c*n (¡íhraltnr premias interiores. • • t *’ ’ . Hasta ayer no filé proclamada lajté pública en Valencia de Alcántara. Des pués do tal acto se organizó y celebró una manifestación pública que terminó con orden. LA FAMILIA REAL ( f*i noche de la revolución en esta ca pital se comunicaba por teléfono el rey 1). Manuel desde el Palacio de las Necesi dades con la reina Amelia, que estaba en el Palacio da Pena. Cuando ya se supo de una manera in dudable el desastroso fin de la Monar quía, salió el Rey en automóvil para Ma l'fra, acompañado de los palaciegos de servicio. La Reina partió también para Maffra en la mañana del lunes en el automóvil del marqués de Valleflor, y en otro marchó en igual dirección, la reina María Pía. Allí supieron la proclamación de la República, y determinaron abandonar Portugal en el yate ‘‘ Daña Amelia,' que salió de dunqueira para Gaseaes, don de embarcó !>. Manuel, después de des oedirse, conmovido, de varias personas que le habían acompañado, á las que dijo que contaba con morir en Portugal, co mo bahía vivido, por ser portugués de corazón. El “Doña Amelia” zarpó, y, doblan do yj rabo y, las rocas, se dirigió á la pla ya do. Enocirá. i A las cuatro de la tarde llegaron dos automóviles con el Rey y las Reinas, acompañadas éstas d * sus damas, escol tados los carruajes por fuerzas de Caba llería, mandadas por el teniente Gón tinho. Las Reinas se apearon y se dirigieron, del brazo de dos palaciegos, al embarca dero. El Rey, vestido con traje de ame ricana obscuro y sombrero blando verde. ] f parecía abatido. >■ El embarco fue difícil por el malí lis tado del mar. Los viajeros sólo llevapan unas pequeñas maletas. En los bofes que ’ il*s éorniu je ron lleude el puerto al yatq.'ft.Üüííniéi dijo n sus fieles. “Adiós " < : J ■ M'ioaju" cite para siempre. eoii n-uí i otq-rr < , ¡ i '•i' 1 •"p tm > itm iiiltqi- (ContinUará.) San Juan Puerto-Kico, Miércoles 9 de Noviembre de 1910 : í!p mé i !irn ü>Ti >d bb / .;m-> r.i km AiPCi >;■ í icloq 1 > )iq•< o 'l' ba Ih.lt! 'i!i I¡. , La Pruusa di; Bulbos Aires llegada ayer , . trae de la cam paña de ópera española que se propara en aquella capital. Uimqfe Ñas ópeqas.qpe.f,e estrenarán será “La maja de nimbo.” libro de Fernández Sha>y y upásiicq del maestro fterraam. . , ; “Garainanolud” bal/Ja eii “ Ijo Pren sa” de esta nppva producción, y dice ,L> quo sigue; EL ARGUMENTO .. 1 Ti.• TANARUS “E! libro de ('arlos Férná’mlez Shaw Inspirado en él saiñéle fa'rtiosrsimo de don Ramón de la PVtik “La Potra y la Vluaná,” ó sea “La casa dé tócame Ro que'”, ofrecerá al (ifíidléV) lié Buenos Ai rus el es]Wííieulo piíítbréséO y atrayen te de un eiiadto tíftií‘o del Madrid <le. Goydi Gólor y amHltdite solí lo ífiás osen eial diel libreto en ‘‘LÁ iñtija d'e Ftlinbo" comenzada en saánele. desarrollado en j felícék 'aÍterTiati\ l áW'd(‘ gHxieSéo y patéli j co, terminando en drama. La-áéeión priUeiqVr'l t** semólla y pue de s'ér éFferida ffil : HitU t h l le.' 1 ; “,La maja d*e riiinlto” es una buena moza muy madrileña, llamada Candelas V que debe su sobrénojiibre á su cuali dad íe ílerroeíiarío iodo, cuanto es y i 1 : 1 •1! ¡ ,* > . i ,; cuanto tiene; amor, alegría y juven tud. Huérfana desde Hiña, fue recogida qjor la “Cnrra”, exeeTfi'nle mujer <lel pueblo, de mucha a mía iamoión, y de figura muy vistosa aun. Futre los adoradores de Gan I las. el favorecido por el amor de la maja rumhosa es dun Luis, joven militar, gua po, valiente y pundoniiroso. Es el te nor. como pueden mis lectores supo ner. Entre los desdeñados figura un majo de mal temple, apodado el “Zanqne , ,y á quien los celos inspiran la mala idea dé inventar y divulgar supuestos favores de amor que en realidad, la maja no le otorgó nunca. Corre la calumnia velozmente hasta llegar á los oidos de D. Luis.tan es.-rupu loso en puntillos de honor. Lo que lio consiguió la difereneia de clases hóce lo la ealuníniosa especie, y don Luis vacila antes de dar su nombre á la hermosa mujer vilipendiada. En lugar .soUfayio y umbroso busca don Luis á su rival, fesueljo á que éste le dé las pru -has de su infamante afir nuieiÓJi ó reconozca,.la¡ ¡iropja infamia. Más la casualidad dispuso que este pro jiósito del apuesto caballero no fuera lo fácil de ejecutar que suponía. El j Zaque, en riña callejera con el Zurdi do, cayó herido de mucha gravedad. En vano intentará don Luis entonces, ni en bastante tiempo, el descubrimiento do la verdad que busca. Candelas en tanto, insiste en sn ino cencia, y aspira á ser creída de su ama do. sin otras pruebas.que Jg misma fuer za de su amor y la fe en su amor. Apa renta don Luis darla crédito; pero las *. ' ■ 1 1 ; f' • ’ . (ludas triunfan; la violenta situación se prolonga, y él termina por apartarse de su anuida. La mejoría de Zaque muy finta, entretanto, y la ‘‘ma-jifidó-rumbo . que había pugsto el almaymtiera en sai amor á doij Luis. iTÍndese ¡ pcsci, fl*í* sus ]>e- J| as., que van l yia.tái)yJo,lu. ll | l , | . , lu-átilmnte.tla ! Oui*ra tHaía 1 de ani itiarla. No vuélve la 'alegría ;ll éorázém do dnnjdie huyó. V así. cii'osta'tristeza, encontrará el público á Candelas en el tercer aiíto; animada, reproducción de un i)eAbena de éqmca de San Antonio de la Florida, paseo de los alrededores de Madrid. / Allí acude don Luis en busca de sil maja, ntostrándose más enamorado qué nunca y haciéndola creer que finteara en te la fe amorosa logró darle el eóny -nei- de su inocencia. ¡Oh, fugitiva felicidad! No tarda en llegar el desengaño. Candelas sabe pronto la curación de Zaque, y ya uo duda que á la confesión de éste, no á la propia virtud, debió la reconquis ta del amado. Y entre el vivo bulli cio de la verbena, la “maja de rumbo.”, gravemente herida en su amor, mu-ere en brazos de (Virra. LA MUSICA La música —día dicho ¡el maestro Serrano—-es como mi letra, clara; ! eo-, ni o mi carácter* siu rese.rvas; como en tiendo yo el arte y como :1o cxpjicp en jni cátedra del Conservatorio de Alá drid. Un átomo de, idea vale má-s que muchos kilos de factura. Iv la idea sola vale poco, pvrque poe.oqi.ira una sola idea si no gstá sostenida por la forma. La .idea prodifée fii. j>ypre bsión en la obra de arte. La forma ha ce durar v admirar. . . „ ' ' • í- :l • Un eonijiimitbr español ñ'eéésita te, ner hov todos los mavores eonocii!:' ii tos técnicos; |>ero lÓs asuntos <júe frate rnos. pór algún Hemjío, drfbeh est;ir qv relación clin nuestra vida, con utiéstrás eostuinhre. con iniestrá historia' Feriad ; deben estar en !;i liidsllgiVíá. es ! : ¡ rto, pero en la hidalguía de los más; tb*ben * estar en la gracia, en la leyéndá’. 1 •*! el alma, esjiañola... ..i; • —/ Cómo -empieza " La maja ■ Con ¡-l mismo patio y tas mistnas fi guras de! saiiietf *de don Ramón ¡de la C ruz. Cuatro compases de una seguidi Ha. cantada detrás del telón. ,i*iien la acción y hacen onooer. antes d<e que la onpiesta iniei'c un pequeño preludio, lo que. dentro pasa. En la primera es cena. Salud, una andaluza muy andalu za. trasplantada á Madrid, adundé vino . ¡• 1 : ‘ > h ;:! 7) ] por seguir a un lunyrp, (quita, jipa se guidilla y luego una “trianli”. c.iu eión *|no tomó su nombre, como usted sabe, dy la lamosa actriz del tiempo de <Joya. I 11 dúo de Salud con Zabulle ro. asistente del novio de Caín! iíis. Este entra con la comitiva del bautizo, que es un cuadro goyesco, y eaiita arru liada, como “acunada” por <1 eóro. Si gue un dúo de la maja con el tenor; la calumnia del Zaquete, la indighaeión de Curra, madre adoptiva de Candelas; un tumulto, un tiro icn las guardillas, un animado cuadro de sainetoj que he procurado servir con fidelidad. V ya esta el primer acto. Prestase, en verdad, muclip á la inspiración inadrileijísiuia de usted. Acto segundo. El amanece) - ed la calle. lii intermedio musical, un dúo brioso una romanza de tenor y la dis persión ifi-1 Rosario de la Aurora. ¿Está usted satisfecho? lie puesto en esas notas fíala mi alma. El tercer acto es todo para la protagonista, y en él hay dos números; un aria de tiple y un dúo de tiple vjfié nor, (|ue son. ámi juicio, lo más impor tante de la obra, “musicalmente’'¡ha blando. Ife procurado hacer ilii cuadro pintoresco de época, con la factura i,nás moderna posible. " ;í! ■ qA ! LAS DECORACIONES A cada acto corresponde ’iiha sola decoración. Es la del primero úni [>atio de vecindad en una casa dé 'IOs 1 barrios bajos de Madrid. • ':ed j Al levantarse •el t'élóñ, el espectador oue conozca lijen “La Petra y la Ana na” sospechará que va á representarse •el saineié (Mdébérrimo d(* don Ramón, l a presentación estíénfi a esibr miáma. INM'siVníijes análogos Ó lok-stiVos apa receu eolocaíhw le igual umbéra 1 . Puerta á la "¡frite, tina fuéhte. una Número 264- Suscripción mensual 75 cts graií esejilcca practicable, y. en las gnardü ¡qpiydne yl piso (te la casa, dos ventanas, pía tiembles también. Es d- clia. U’U gran día de sol. El acto segundo se desarrolla ¡en un cruce d-p (¡tiles, ocupando gran parte del fondo la casa de vecindad del ac to anterior Comi ¡212 a eit pie tía noche y hay un efecto de bina menguante. Luego twhuK-ee. A! fiui.d i'éiua la claridad. La ú ‘tiima iléx-oraeión es la más vis tosa. Verbv ,ep “au Antonio de la Flori da. A la (iim.txdja del camino dé i&adrid - , •Vi ti [ a han A¡d nuií). un merendero, dando ■ ' < -A frente á la Invea (lid rio y ;t la Casa de Campe l n ci.i.iiépp obtíeno. de derecha á iz quierda. . e -.uáj ía 'carretera. * ■ • t . ir. Dtro> griutijeros v vista general de ~ > > la veril i. .\] eó: -m.-mc.-eT acto, mucha luz. en las úlfi .'r TiÓ-ms de la tarde. Tal': ■ f if-o la obra, la muerte de la mqj d-o ríunbfi coincide con la • ¡t. . f ; f ■ !' ■.' >{■.- •• o- .)i fT ' Una antidota de Rossini 1 '■ ' ó • C. Las reí raeqv;; entre Rossini y su pa dre eran demás curiosas: el uno eoiuposit-iq puyen y renombrado, el ot ro huyiild. que por cierto se dis t inguía .'y , ¿leiTiccción con que hacía desafinar ti m dniuic.atu. nunca cstabaií de anii'c,.) . ¡padre, ¡i pesar de aquel defecto. ,'¡r el primer instrumen tista ib' Jtolif; .pero su hijo hacía todo lo posibi pat a desengañarlo. Cuando íéesmni Llegó á Ifs quim.-e anos de ~ joJ .q.unció á su padre qu • nunca .segy. jptig de estas dos cosas; te nor ó t rq-m eetp,; tenor porqu > no tenia bastante or. y trompeta porque este instruía -ay;;. e,ta [Kira él muy~aut.ip.it i co y tljí'j.;.. , - i Lntoe ~-;o . q ue vas á ser! —le pre guntó s;.; ¡q.ijne. -t o,u¡ pop!ter do operas -replico Ros sin i. . i 1 i - -*- '■ i le morirás de hambre, y así te pronostico. -Buciij s papá—replico el futuro hombre .-cíe —espero que serás tan huen prosita -liUito eres buen corneta. Algún ;. ¡mqio más tarde, asistía Ros sini al . lis yo general -le una de sus ójmras. y el de corneta desafi na lia jidmi rablmonte. Quieto eft ose bárbaro (pie lastieui así mis '<-íiíiVs'/—-preguntó Rossini. —Soy v— ¡ imfesfo una voz temblo rosa . ¡Ah 'Léi-a tai 0 Bueno, pues celia á corre” ;.‘iaá fu casa y llévate el ins truínente, 'c.¡á que de prisa. i El d >gr ¡riado corneta era el padre de Rossi' “ f , ¡ l * ‘ H i Carnet de un espía o- and, o 1 ; ! ~, • La pri' iir;. iiinjhe de bodas. El. ¡AV tiája, cóúhi roncas! Ella, disfráyiá.—Pues. . . es el prime ro que lié- V(V .líele. I ¡ * * —¿ Roy ’u'íi td, consigo que lo absud van. y t■> v L',r¿ estima ex’ajera-da la mi nuta? ' ' —Grtni'; '¡J bs otro robo. —-Aquí :vi> fiay niás ladrón qute usted. ■ - m :-v d I. yi ! i • ’ ’■ ¡i 1 4 Tc-s;ip,'tJ r S¡. ; á ' o tiéngo mi til litó de alio gado . . . la Máscara de BRONCE